Conociendo A Valeria

No le estaba dando su virginidad a el hombre anónimo de el cuarto de a lado, el solo rompería su himen. Valeria le estaba entregando su virginidad a este hombre enfrente de ella que con su mirada penetrante podía desnudar su alma. M/f, D/s, 1st , gh, cons

Conociendo A Valeria

Por beepbeep56

M/f, D/s, 1 st , gh, cons

--Descripcion de cogidos a el final de la historia--

“Ponga esos papeles en orden alfabético.”

Una orden mas de el profesor Ortiz  hacia Valeria. Valeria observando la gran pila de papeles comprendió que pasaría aquí varias horas y no tendría tiempo de reunirse con sus amigas antes de que estas partieran a la playa. Odiaba que su nuevo profesor le ordenara en vez de pedirle por favor. Como le gustaría gritarle que los arreglara el, pero lo único que salio de su boca fue “si profesor”. Las dos semanas que llevaba como su alumna, el profesor se había pasado ordenándole cosas como si fuera su jefe. Había comenzado el primer día cuando siendo la primera en llegar a clases el profesor le había ordenado, ya que no se le podía llamar de otra manera, que esperara todos los días a ser la ultima en salir por si tuviera algo que decirle. Desde entonces siempre había una nueva orden a el final de la clase: no mire a los lados durante mi clase, deje su teléfono en casa, enfoque toda su atención en mi mientras estoy hablando, no hable con los demás, no traiga su cartera mas a mi clase, deje sus sueteres en casa que no estamos en invierno, entre otras hasta que la la ultima cosa que le dijo ayer fue “venga mañana a las ocho para que me ayude con unas tareas”.

Normalmente Valeria ya hubiera protestado de ser ordenada a hacer cosas sin que se lo pidieran, especialmente por que no había visto que el profesor le ordenara a nadie mas hacer algo,  pero por alguna razón estando junto a el profesor Ortiz las únicas palabras que salían de su boca eran “si profesor”. Es por eso que se encontraba arreglando papeles en orden alfabético en la mañana de su segundo sábado en la universidad, en vez de estar en la playa con sus nuevas amigas. Mirando a el asiento adjunto a el que ella normalmente tomaba, recordó a Thomas. Un joven alto, apuesto, amigable, y juguetón que todos los días trataba de platicar con ella, pero ella lo ignoraba por orden de el profesor. Le encantaría poder hablar con Thomas en clase y afuera de ella ya que el era el tipo de hombre en el que ella se podía fijar. No es que Valeria estuviera cazando un novio, pero con sus recién cumplidos diecinueve años, se sentía inadecuada siendo aun virgen en una universidad. No le faltaron candidatos o oportunidades para perder su virginidad en su escuela, pero cada vez que intentaba tener su primera copula, perdía toda su exitacion con las manos temblorosas de sus compañeros mientras trataban de abrir su sostén. Para no ser llamada una calienta pollas, Valeria les daba una felacion a sus parejas y se iba desilusionada lo mas rápido posible. Tal vez Thomas seria capaz de mantener a Valeria exitada y recibir su virginidad.

Tres horas mas tarde, el profesor Ortiz regreso a el salón con un periódico en la mano y se sentó en su escritorio a leerlo hasta que una hora mas tarde Valeria, ya con bastante hambre, termino su tarea.

“Ya he acabado profesor.”

“¿Dejo su teléfono y su cartera en casa?”

“Si profesor”

“Vamos, la llevare a casa.”

Valeria abrió su boca para contestar que prefería caminar hambrienta hasta su apartamento pero lo que salio de su boca fue “si profesor” y salio detrás de el hacia el estacionamiento.

Saliendo de el estacionamiento en la camioneta de lujo, Valeria y el profesor manejaron en silencio. Eran ya las doce de el día y el profesor prendió el aire acondicionado a el máximo para combatir el calor de verano. Estando tan cerca de el aire acondicionado (ya que Valeria se había cambiado a el asiento de enfrente cuando el profesor se lo ordeno) los grandes pezones de Valeria (que eran la razón por la que Valeria siempre usaba sueteres hasta que el profesor se lo prohibió) se marcaron claramente atraves de su sostén y blusa. Sabiendo que esto siempre pasaba cuando estaba cerca de aire acondicionado, Valeria se rehusó a ver a sus pechos para no avergonzarse mas y poso su mirada en el profesor. Aunque el profesor estaba ya en sus cuarentas, mantenía una buena postura física con hombros anchos y brazos fuertes y una cara rígida y cuadrada. Pero lo que mas intimidaba de el profesor era su actitud prepotente.

Siendo nueva en la ciudad, Valeria no noto que el profesor iba en el sentido opuesto a la dirección que Valeria le había dado. Cuando Valeria noto que el viaje estaba tardando demasiado, descarto sus dudas pensando que tal vez solo iba a una gasolinera especifica ya que era un carro de lujo, o tal vez el profesor no era tan ogro y la invitaría a desayunar por ayudarle. Cuando ya había pasado media hora, Valeria no sabia si preguntar si el profesor estaba perdido ya que no quería hacerlo enojar y que la sacara de su coche. No solo Valeria no sabia en donde estaba, pero por ordenes de el profesor había dejado su teléfono y su cartera en casa y esta parte desconocida de la ciudad no perecía nada amigable. Aun si alguien le prestara un teléfono, no sabia de memoria los teléfonos de sus nuevas amigas. El único teléfono que recordaba era el de sus padres y estando ellos a doscientos kilómetros de distancia, eso no le serviría de mucho. Decidiendo que lo mejor era permanecer dentro de el auto hasta que el profesor le dijera por que estaban aquí, Valeria siguió en silencio aunque cada vez mas preocupada, hasta que quince minutos mas tarde entraron en un estacionamiento.

Viendo los anuncios en los vidrios oscuros de el negocio, era obvio que esto era un sex shop. Siendo el profesor Ortiz un profesor de periodismo, y sabiendo que el profesor había sido un reportero investigativo un su juventud, Valeria pensó que tenia que haber una buena razón por la que estaban aquí. Los quince carros en el estacionamiento le dieron a Valeria un sentido de confianza al saber que había bastante gente dentro de la tienda y no dudo en bajar de el auto cuando el profesor se lo ordeno. Observando otro carro de lujo en el lado opuesto, Valeria pensó ligeramente como la lujuria era la gran niveladora de clases sociales. Rico o pobre todos tenia esa necesidad de vez en cuando.

Parándose íntimamente frente a Valeria, el profesor la miro a los ojos.

“¿Confía en mi Valeria?”

“Si profesor Ortiz”

“Entonces tome mi mano.”

Posando su mano en la de el profesor, Valeria se dejo guiar por el hasta que entraron en la tienda. Mientras el profesor hablaba con el hombre detrás de el mostrador, Valeria aprovecho para dar un vistaso alrededor de la tienda observando todo tipo de videos, revistas, y consoladores en las paredes y sobre repisas que creaban varias líneas de productos, al igual que alrededor de quince hombres de todo tipo regados por la tienda.

Tomándola de la mano nuevamente, el profesor la llevo hacia la parte posterior de la tienda donde había un corredor con varias puertas. Abrió la cuarta puerta y entraron en un pequeño cuarto oscuro y sucio con una pantalla en la pared posterior.

Sin decir una palabra, el profesor tomo a Valeria por sus hombros y la volteo al mismo tiempo que la iba empujando hacia atrás hasta que quedo contra una de las paredes. Esperando que el profesor acercara su cuerpo contra el de ella y empezara a besarla, Valeria quedo desilusionada cuando tomando un paso hacia atrás, el profesor empezó a desabrochar su cinturón seguido por sus pantalones. Aunque no le parecía nada romántico a Valeria que el profesor fuera directamente a desabrochar sus pantalones, no opuso resistencia cuando los bajo hasta sus rodillas junto con sus bragas de algodón que llevaba puestas exponiendo un pubis de negro pelaje que nunca se había atrevido a cortar. Posando una mano en su cintura para mantenerla contra la pared, uso su otra mano para jalar uno de sus hombros hasta que quedo en un arco de 120 grados. Pensando que el profesor quería una felacion, Valeria trato de doblar mas su cuerpo para quedar a la altura de su cintura, pero el la detuvo y la regreso a los 120 grados. Se sentía tan sucio el estar en silencio medio desnuda en el cuarto de un sex shop con un hombre que conoció hace solo dos semanas, pero Valeria no encontraba una palabra de protesta que lograra cruzar su garganta. Usando sus pies para empujar los pies de Valeria, el profesor separo lo mas que el pantalón permitía las piernas de la joven y aunque sus piernas no se abrieron mucho, fue suficiente para que su sexo se abriera sobre la pared gracias a la inclinación de su cuerpo.

Mirando hacia los lados, Valeria noto algo que con la poca luz de el cuarto se le había escapado. La pared de enfrente tenia varios agujeros a diferentes alturas. Aunque todos los agujeros estaban oscuros ya que de el otro lado no había nadie, Valeria estaba segura de que los agujeros debían de atravesar la pared. Pensando en lo raro de que la pared tuviera agujeros tan notables para espiar a el cuarto de a el lado, Valeria no pensó en las dos cosas obvias de la situación hasta que se escucho la puerta de el cuarto a sus espaladas abrirse y cerrarse. Recordando la posición en la que estaba, el pensamiento de que todas las paredes tuvieran agujeros la hizo tratar de brincar para alejarse de la pared, pero las manos firmes de el profesor en sus hombros le impidió moverse hasta que la sorpresa de Valeria paso y ella acepto quedarse quieta.

Mirando sobre su hombro derecho, miro un agujero en la pared en la que estaba recargada justo en el mismo lugar y altura a uno que estaba en la pared opuesta. De repente se empezaron a escuchar los gemidos de una mujer que seguramente provenían de la pantalla de el cuarto de a lado y Valeria deseo saber que era lo que aquella pantalla mostraba. Mirando sobre su hombro izquierdo, Valeria pudo ver la luz de la pantalla que salía atraves de los dos agujeros que como el anterior estaban posicionados para ser idénticos a los que tenia enfrente como si se tratara de la misma pared reflejada en un espejo. El pensamiento de que las dos paredes eran idénticas, trajo su mirada a el cuarto y mas grande de los agujeros en la pared contraria. Estaba justo en frente de ella, a la altura de su cintura. Su posición actual dejaba indefensa la piel que el profesor había desnudado.

Entendiendo que Valeria había descifrado el estado vulnerable en el que se encontraba, el profesor poso su manos en los hombros de Valeria nuevamente para que la joven no se levantara. Solo el hecho de que su existencia permanecía secreta gracias a el silencio entre los dos y la oscuridad de el cuarto hizo que Valeria dejara de pelear contra las manos que la sostenía inmóvil contra la pared. Ahora con Valeria quieta nuevamente, el profesor camino hacia la pantalla y introdujo los cuatro billetes que le darían vida a esta. Aunque ahora nada la detenía para pararse, Valeria se encontró incapaz de moverse mientras veía en cámara lenta como el profesor introducía los billetes.

La pantalla ilumino el cuarto con la imagen de una mujer embarazada en un traje de cuero negro, posada en su gran estomago sobre una repisa de cemento redonda de un metro de alto, estirándose con las puntas de sus pies para lograr doblarse sobre la repisa. A cada estremo había un hombre con un bien dotado pene follando su garganta y lo que podía ser su vagina o su ano. Pero lo que mas noto Valeria fue la corta cadena que conectaba el collar de cuero en el cuello de la mujer a una gruesa argolla clavada en el cemento veinte centímetros mas abajo.

Aunque la mujer en la pantalla no podía gemir como la mujer en la pantalla de a lado debido a la gran polla en su garganta, Valeria estaba segura que ahora que su existencia se había descubierto por la iluminación de el cuarto, el hombre en el cuarto adjunto no tardaría en notar que algo tapaba la luz de uno de los agujeros. Aun así, Valeria no hizo ningún intento por pararse, queriendo ahora seguir la orden muda que el profesor le había dado con sus acciones anteriores.

El profesor regreso junto a Valeria y posándose frente a ella clavo su mirada en la cara de la inocente chica ignorando por completo la acción en la pantalla. Era un mirada impotente, dominante, y penetrante que cuando hizo contacto con los ojos de Valeria, esta se sentía derretirse, incapaz de moverse ante tanto dominio. Esa mirada la mantenía pegada a la pared mucho mas que lo que sus manos jamás hubieran logrado.

Pasaron varios minutos en silencio mirándose el uno a el otro escuchando los gemidos que ahora provenían de las dos pantallas. No había nada que decir. El la dominaba y ella se entregaba. Entre mas la dominaba ella mas se entregaba, acoplándose entre si perfectamente. Aun cuando Valeria sintió el primer pene de su vida restregarse sobre su vulva no trato de moverse,

dejando escapar un suspiro de sorpresa que alerto a el profesor a este nuevo acontecimiento.

“Pro… Profesor es que yo soy…”

Tomando el cuello de la joven en su mano, el profesor interrumpió a Valeria.

“Lo se… Lo se…”

Fueron las únicas palabras que el profesor le dijo a Valeria, pero estas fueron suficientes para la joven.

El ya lo sabia, por eso es que la trajo aquí. El ya lo sabia, y así es como lo quería. Quería que le entregara su virginidad de esta manera, en este lugar y ella accedería. Por que no le estaba dando su virginidad a el hombre anónimo de el cuarto de a lado, el solo rompería su himen. Valeria le estaba entregando su virginidad a este hombre enfrente de ella que con su mirada penetrante podía desnudar su alma.

Un suspiro que se convirtió en gemido junto con una mueca de dolor en la cara de Valeria, marco el primer atento fallido de el extraño por adentrarse en su cuerpo.

Valeria no trato de alejarse de el dolor de tener por primera vez en su vida su abertura vaginal estirada, ya que seguía perdida en el mar de esa mirada. Esa mirada que congelaba su cuerpo, y su alma.  Los siguientes tres intentos tuvieron el mismo resultado y fueron acentuados con similares gemidos. Fue el quinto intento de ese pene anónimo que atravesó su inocencia. El dolor que sintió Valeria en el momento en que su cuerpo se dio por vencido y abrió el paso fue agudo, pero ella lo sufrió en silencio, cerrando los ojos por unos segundos hasta que, incapaz de seguir alejada de esa mirada, abrió los ojos para encontrarse nuevamente con aquel calor que llenaba su alma. Bañándose en aquella mirada potente que envolvía su cuerpo en un estado de seguridad, nada mas importaba; ni el dolor en su vientre, ni el balanceo de su cuerpo con cada embestida de un hombre que jamás conocería, ni el hecho de que el profesor en ningún momento le hubiera declarado su amor. Solo con estar frente a el todo era perfecto.

El sonido de la puerta de a el lado abriéndose rompió la magia de el momento. Ese fue el primer momento que Valeria supo que su primer amante se había alejado. No sabia cuanto tiempo había pasado o si había pasado tiempo alguno, pero la mujer en la pantalla ahora estaba en cuatro patas con su cadena atada a una argolla en el piso haciéndole una felacion a uno de los hombres arrodillado en frente de ella mientras el otro le azotaba el culo con su cinturón. La realidad de lo que había pasado caía rápidamente sobre Valeria y agachando la cabeza en la mayor vergüenza de su vida quiso salir corriendo de ese lugar hasta que el profesor se arrodillo frente a ella y con las dos manos subió sus bragas que Valeria podía sentir se mojaban con su sangre virginal. Después siguió su pantalón y por ultimo su cinturón fue ajustado por el profesor.

Poniéndose de pie, el profesor tomo la cara de Valeria en una mano y la levanto para poder mirarla. Sintiendo como uno de los dedos de el profesor trazaba sus labios, Valeria puso su mano sobre la que el profesor le ofrecía y dejo que el la rescatara de este lugar. Dejando la pantalla en la pared olvidada,

la joven siguió a el profesor atraves de los pasillos de videos y revistas sin poder enfocarse en nada hasta que cruzaron la puerta. La brillesa de el sol de medio día deslumbrándola hasta que llegando a el carro de el profesor se vio envuelta en un fuerte abrazo.

Todo estaba bien ahora.

Estaba segura.

Estaba a salvo.

Version illustrada

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Descripcion de codigos

M/f, D/s, 1 st , gh, cons

M/f  -  Hombre teniendo sexo con una mujer joven

D/s  -  Dominacion de una sumisa

1 st -   Primera experiencia sexual

Gh  -  Gloryhole sexo anonimo atraves de un agujero en la pared

Cons -  Sexo consensual nada es forzado