Conociendo a mis hijos (11)

No quiero romper la amistad y la buena relación entre mi padre y mi tío.

CONOCIENDO A MIS HIJOS (XI)

-Hola Andrés, ¿no abrazas a tu tío?-dijo este con una sonrisa en la cara mientras abría los brazos.

-Sí, hola tío Carlos-se acercó el muchacho y lo abrazó, cuando se separó de su tío le dijo-este es Quique, es mi mejor amigo y está en casa porque sus padres se han ido de viaje.

-Encantado-dijo Carlos extendiéndole la mano.

-Encantado-dijo Quique cordialmente.

-Bueno chicos vamos a desayunar que tengo que prepararme para ir al trabajo y hoy sois más para comer. Je, je-reía.

Los cinco nos sentamos en la mesa a desayunar. Se hizo un silencio.

-¿Y qué te trae por aquí?-preguntó Andrés mientras untaba mantequilla en la tostada.

-Verás… sobrino… tu tía y yo nos hemos separado, al menos por un tiempo.

-Ya… -le dijo Andrés mirándole a la cara.

-Tenía muchas ganas de veros, sois mi única familia, os necesito ahora más que nunca…

El desayuno siguió sin ningún problema. Luis y yo nos fuimos a nuestro cuarto a arreglarnos, yo me iba a trabajar y mi hijo al instituto. Como me pillaba de paso lo acercaba siempre con el coche. Andrés se quedó con Quique en el salón. Los chicos iban a la universidad pero hasta la tarde no tenían clases.

-Bueno chicos, aquí os dejamos, nosotros nos vamos ya. Que tengáis buen día. Ah por cierto Carlos, aquí tienes unas llaves de la casa por si quieres salir a dar un paseo o algo-dije mientras se las daba.

-Muchas gracias Roberto, sí luego saldré a dar un paseo, a ver si me despejo un poco.

En la casa Andrés y Quique permanecían en silencio sentados en el sofá. Su tío sentado justo frente a ellos los miraba. Andrés no se atrevía a mirarlo a la cara, no podía soportar tenerlo frente a él.

-Y bueno chicos… ¿sois muy buenos amigos según veo no?-preguntó Carlos.

-Sí…-contesto seco Andrés.

-¿Desde cuándo?-siguió el interrogatorio-porque no te recuerdo haber visto en mi última visita.

-Desde que me mudé a esta urbanización-contestó Quique-hace unos cinco años, después coincidió que íbamos al mismo instituto y los dos hemos elegido la misma carrera porque a ambos nos gustaba lo mismo así que, como quien dice, estamos pegados siempre.

-Ya…-contestó Carlos-… ¿y con las chicas que tal?

-¿Ahora vienes preocupándote por nosotros? ¡Eso a ti no te importa!-contestó rápidamente Andrés con mal genio y una cara de odio que parecía encarnado por el mismo demonio.

-Ey Andresito… esos no son modos de contestar a tu tío favorito-dijo mirándole a los ojos.

-¿Mi tío favorito? ... ¿por qué no te has largado a otro sitio solo eh?... –decía Andrés con rabia en la mirada.

-Andrés, sabes que sois mi única familia… -decía el tío mientras se ponía en pie y caminaba a paso lento hasta situarse frente a él…- además… os echaba de menos a todos… y en especial a ti sobrinito-dijo pasando la mano sobre su cabello.

-¡Pues yo no a ti!-dijo Andrés apartando la cabeza y poniéndose en pie-¡Vámonos Quique!-dijo a su amigo. Quique le siguió y salieron por la casa como alma que se lleva el diablo.

Carlos se sentó en el sofá y vio como los chicos se alejaban por la ventana del salón hacia el parque.

-¿Pero qué demonios te pasa tío?-preguntó Quique que aceleraba el paso para ponerse al lado de su amigo. Cuando lo alcanzó vio como dos lágrimas salían de los ojos de Andrés. Quique le paró-eh amigo-y lo abrazó.

Andrés se puso a llorar desconsoladamente-¿Por qué… por qué ha tenido que volver? Me destrozó la vida… mi vida fue un infierno… un infierno en el que tuve que sobrevivir yo solo. Porque si decía algo no me iban a creer. Quique, no puedo, no puedo estar en mi casa mientras ese ser miserable está ahí como si nada-el llanto era de rabia, de frustración, de impotencia, de dolor.

-Siéntate Andrés, y si quieres… ahora es el momento para que me cuentes lo sucedido con tu tío. Puede que eso te ayude… a sacar la rabia que llevas dentro.

-Es muy fuerte Quique… es algo que no le deseo a nadie, pero bueno eres mi mejor amigo y sé que me ayudarás en todo.

-Claro amigo, cuenta, soy todo oídos-le dijo mientras le agarraba de la mano y escuchaba con atención.

-Verás hace un par de años, mi tío vino de vacaciones a mi casa. Mi tía a la cual adoro, no pudo venir porque no cuadraron sus vacaciones, entonces mi tío decidió venir a hacernos una visita. Pues bien, una noche, mi padre y mi tío decidieron salir a tomar algo fuera de casa. Yo me quedé con Luis en casa y nos fuimos a la cama. Como mi tío no quiso ser molestia se quedó en un hotel, pero aquella noche estaba muy pedo y como el hotel estaba un poco lejos para que no condujera se quedó en casa a dormir… bueno… a todo menos a dormir. Cuando mi padre ya se fue a su cuarto a dormir la mona con su borrachera el asqueroso de mi tío entro en mi cuarto. Yo estaba durmiendo, cuando noté como me empezaban a acariciar y me desperté. Pude ver como mi tío estaba desnudo de cintura para abajo, y se estaba masturbando. Iba a gritar pero me dijo que si daba un solo grito se acordaría de aquella noche para siempre. Así que no pude hacer nada. Me comenzó a acariciar por debajo del pijama. Metió la mano en mis calzoncillos y me ordenó que me desnudara….Buff-paró… el llanto se hizo más intenso.

-Eh, venga, tranquilo amigo-dijo Quique mientras le abrazaba-me imagino lo que el cerdo de tu tío te hizo.

-No... no te imaginas-secándose las lágrimas con la camiseta siguió contando…-El se desnudó por completo. ¡No sabes cómo me gustas sobrinito!...me decía. ¡Mira… mira como me tienes la polla! Decía mientras se masturbaba. ¿Y sabes una cosa...? ¡Esta noche va a ser toda tuya! ¡Te voy a hacer un hombre de una vez! Yo lloraba en la cama… de impotencia. No podía hacer nada, sólo dejarme hacer por mi tío, porque las consecuencias serían peores. Bueno… sigo… me dijo… toma es toda tuya saboréala bien… y no tuve más remedio que cogerle la polla y me la acerqué a la boca y le di un lametón… ¿Así es como chupas tu una polla? ¡Métetela entera! Y dando un empujón me la metió  de golpe en la boca. Me dieron ganas de vomitar. Olía a pis, y a alcohol, imagino que se abría derramado algún vaso encima. Total, que mi tío me empezó a follar la boca, yo solo quería morirme, mis lágrimas regaban mi cara y él no paraba de meter y sacar ese pedazo de carne de dentro de mí…

-Jooder tío… ese tío es un hijo de puta… se tenía que morir-dijo Quique con rabia en los ojos, ya comprendía a su amigo.

-Eso no es todo Quique… -siguió-cuando estuvo un buen rato follándome la boca y se cansó me dijo, ¡Date la vuelta! ¡Vamos a ver ese culo rico que seguro que tienes!... Yo me negué, le supliqué que no, el me decía… tranquilo… no vas a ser un hombre si no te follan alguna vez el culo… yo no puse resistencia y me giré. Me dijo, ¡Ponte a cuatro patas putita…. Vas a tener una buena follada! Mis lágrimas caían por mis mejillas hasta llegar a mi barbilla y caer en las sábanas. Se colocó detrás, me apartó los cachetes y me escupió en el ano. Me masajeo un poco y cuando menos me lo esperé me ensartó con su polla. Me tapó la boca con la mano para que no gritara, el dolor era mortal. Rogaba a Dios que muriera en aquel momento. Pero no quiso, tuve que aguantar su follada durante pocos minutos y me llenó de su semen. Se vistió y me dijo… ¡muy bien hecho putita! Y se fue dejándome desnudo y envuelto en un mar de lágrimas.

-¡Qué hijo de puta!... ¡Qué cabrón!-decía Quique con rabia-Lo siento mucho tío- decía abrazándole-no quiero pasar por tu situación por muy gay que sea. Eso es una violación en toda regla amigo. ¿Por qué no le has dicho nunca eso a tu padre?

-No quiero romper la amistad y la buena relación entre mi padre y mi tío. Mi tío fue el mayor apoyo que mi padre siempre ha tenido. Son hermanos y prefiero sufrir en silencio esto a romper eso. Y ahora no sé cuánto tiempo voy a tener que aguantarlo en mi casa. Dios quiera que sea poco.

-Joder tío… pues vaya… Anda que ser desvirgado por tu tío… borracho y encima en contra de tu voluntad. Lo siento mucho amigo. Lo llego a saber anoche… no hubiera hecho eso…

-¿El qué?-preguntó secándose las lágrimas Andrés.

-…Lo del dedo…-dijo avergonzado Quique.

-Ja, ja-reía-no seas memo. Lo tuyo fue diferente. De hecho, es algo de lo que me gustaría hablarte…me gustó mucho tío. Lo disfruté mucho. Y me gustaría pasar contigo más ratos tan buenos-le dijo con sinceridad.

-¿Cóomo…?-dijo sorprendido.

-Que sí tío, que a ver, que no soy gay ni nada… pero yo sé que el sexo con colegas es diferente. A ver tío, tú quieres que tu primera vez sea con alguien especial ¿no?

-Ajam…-afirmó.

-Bien, pues si quieres, yo estoy disponible para lo que desees. Eres mi amigo, y ahora, no tengo a ninguna titi que me consuele, así que, al menos, contigo… vamos, si tú quieres.

-Claro tío… cuando esté preparado para eso no te preocupes que será contigo, y no te preocupes, estaré aquí para que este mal trago con tu tío pase pronto ¿ok?

-Gracias tío… -dijo mientras le abrazaba-… te quiero mucho.

-Y yo a ti.