Conociendo a mis hijos (10)

¿Acaso no disfrutas cuando me la comes o cuando me pajeas?

Veo que estáis impacientes... aquí os dejo el 10. Espero os guste.

CONOCIENDO A MIS HIJOS (X)

Abrí los ojos, el sueño tan profundo que tenía desapareció. Algo me había despertado, estaba excitado. Entonces vi a mi hijo como me lamia suavemente y deleitándose con ello toda mi polla. Me miró a los ojos mientras la agarraba con la mano…

-Buenos días papi-me dijo sonriendo.

-Umm.. muy buenos días hijo…-contesté mientras me desperezaba-veo que te has levantado algo cachondete ¿no?...

Mi hijo no respondió, siguió lamiéndome y succionando mi polla. Subía y bajaba la cabeza introduciéndosela toda entera. La cogía con una mano y me pajeaba y con la otra me masajeaba mi pecho, mis abdominales. ¡Qué delicia! Yo no podía más… el recuerdo de mi hermano y yo con la paja me había excitado horas antes y por no haber descargado tenía una buena cantidad de semen esperando para salir.

-Hijo me corro….

Luis se aferró más a mi boca y descargué dentro de ella. Mi hijo la recibió toda de buen agrado y se la tragó. Después siguió lamiéndome hasta dejarme bien limpio.

-¿Te ha gustado papi?-preguntó subiendo hacia mí y rodeándome con sus brazos.

-Me ha encantado hijo… pero-era el momento de hablar con mi hijo.

-Luis… esto que hacemos… ¡no está bien!

-¿Por qué dices eso papá?-preguntó incorporándose en la cama.

-A ver Luis… voy a explicártelo. Somos padre e hijo. Bien es cierto que yo desde que murió tu madre no he hecho nunca nada con nadie. De hecho me podría haber ido de putas o algo así. Pero no lo he hecho. Y ahora, estos días que llevamos, haciendo estas pajas, estas mamadas… Hijo comprende que esto no está bien ¡Por el amor de Dios Luis! ¡Eres un niño… bueno ya medio hombretón! ¡Eres mi hijo y a ti y a tu hermano os quiero más que a nada en el mundo! Pero… Luis esto no está bien. Y para colmo te tengo siempre aquí tan cercano, y desde la primera vez, no puedo sacar lo que hicimos de mi cabeza, me excito mucho con cada recuerdo y… ¡Joder… Luis que soy tu padre! ¿Cómo te puede gustar hacer esas cosas conmigo?

-Papá… papá…-dijo ordenándome que me callara- Verás… papá, es verdad que la primera vez que nos pajeamos juntos pues fue un poco el morbo y tal. Y desde entonces yo no he podido sacarlo de mi cabeza. Me excita mucho porque es algo que hacemos tú que eres mi padre y yo que soy tu hijo. Y a nada ni a nadie le tiene que importar. Ahora que nos tenemos el uno al otro vamos a disfrutar de esto ¿no te parece? Porque llegará el día en el que me vaya de casa y ya no podremos pasar tan buenos ratos, porque imagino, que ya encontraré a alguien que me haga estas cosas y con quien follar.

-Ya hijo, y creo que es este amor tan grande que tengo hacia ti lo que hace que haga esas cosas contigo. Pero sí me gustaría preguntarte una cosa…

-Dime papá.

-Luis…¿tu… tu eres gay?... ¿te gustan los hombres?

-Ja,ja,ja-reía Luis-… Papá, cuando veo a una tía buena pues la admiro, sé ver la belleza de una mujer. Cuando veo a un tío bueno, pues también lo admiro, sé ver la belleza de un hombre. Bueno, a ver, sea guapo o guapa, me refiero a que si tiene ese punto pues me molan tanto de tíos como de tías. La verdad es que por ahora solo he estado con chicas y salvo la vez que me pajeé con mi hermano y nos las mamamos, nunca he hecho nada con un chico. Y ahora, pues la verdad, contigo disfruto mucho. No te voy a decir si soy o no soy gay. Porque no he probado nunca nada con un tío que no seas tú o mi hermano, pero… ¿Por qué me guste comerte la polla y tragármelo tengo que ser gay papa? Eso es sexo ¿no? Entonces por la misma razón ¿tú eres gay? ¿Acaso no disfrutas cuando me la comes o cuando me pajeas? Lo que hacemos es pasarlo bien y punto. Y quítate ese tabú de la cabeza y disfruta conmigo y de mí, al igual que yo disfruto contigo.

Asombrado, perplejo, sin palabras me dejó mi hijo. No era gay…o sí… pero sabia pasarlo pipa en lo que se refiere al sexo.

-Vale hijo, pues a partir de ahora disfrutaremos bien el uno del otro. Ah por cierto, tu tío Carlos llegó anoche a las 4 de la mañana. Se ha separado de tu tía. Está mal hijo, muy mal, y necesita todo nuestro apoyo y cariño.

-¡El tío Carlos!...Voy a verlo-mi hijo se levanto de la cama, se vistió corriendo y salió para el salón. Yo de igual modo me levante, me puse de nuevo el albornoz y le seguí…Ya se me había resuelto una duda, ahora me quedaba conocer más a fondo a mi hijo Andrés.

Me paré delante de la puerta del cuarto de Andrés. Llamé y giré el pomo. Como el cuarto estaba a oscuras me acerqué hacia la ventana y subí la persiana. Mejor despertarlos con la claridad del sol que encendiendo la luz, pensé. Cuando subí la ventana pude ver con claridad a mi hijo y a Quique. ¡Mi hijo estaba totalmente desnudo y su amigo en pijama! ¿Habrían…?

-Andrés… Andrés…-le llamé con una voz. Mi hijo se despertó arrugando la cara… Quique empezó a salir del sueño.

-Andrés… despierta… tenemos visita-le dije mientras observaba su cuerpo totalmente desnudo y su pene que estaba morcillón. Imagino que sería la erección mañanera.

-Jo… Joder papá-cuando se despertó por completo y se dio cuenta de que estaba desnudo se tapó corriendo. Quique se despertó y se incorporó rápidamente en la cama.

-Buenos días señor-dijo el muchacho.

-Buenos días… venga chicos levantaros que tenemos visita.

-¿Ah sí…?... ¿Quién?-preguntó Andrés.

-Tú tío Carlos hijo-a mi hijo se le cambió la cara por completo cosa que me extrañó mucho. No mostraba la felicidad de su hermano al enterarse de que estaba su tío aquí.

-Venga vestiros… estamos todos en el salón… voy a preparar el desayuno-dije mientras salía del cuarto.

Entre Andrés y Quique:

-Eh tío… ¿estás bien? Joder ni que hayas visto a un fantasma-dijo Quique.

-No amigo no… a un fantasma no… simplemente me han venido recuerdos que hubiera preferido no recordar, creía haberlos enterrado en el pasado.

-¿Es algo malo amigo?-dijo preocupado Quique.

-Bueno… ya te lo contaré en otro momento tranquilamente. Simplemente te digo que a pesar de que Carlos es mi tío y lo tengo que tratar bien delante de mi padre y mi hermano, por dentro me gustaría matarlo. Me hizo daño… mucho daño Quique. Y la pesadilla que había pasado, ahora vuelve de nuevo.

-Joder Quique, ¿tan malo es?... –la preocupación de Quique iba en aumento.

-Amigo, no te diré nada por ahora, porque puede que si te lo dijera, saldrías corriendo hacia el salón a partirle la cara a ese ser que me da repugnancia.

-Oye… creo que me voy a ir a mi casa… así espero a que vuelvan mis padres y tú te quedas así con tu familia-dijo Quique.

-No Quique, por favor, no te vayas-suplicó Andrés-Ahora te necesito aquí, necesito tu apoyo amigo.

-Vale… mejor nos vestimos ya y vamos para el salón-dijo levantándose de la cama.

Andrés y su amigo se vistieron y fueron hacia el salón. Allí Carlos abrazaba a Luis con cariño. Andrés se situó frente a él la cara de odio, de temor, y de miedo lo decían todo… Su pesadilla había vuelto… le esperaba en el salón.