Conociendo a mi mujer 3

Parece que mi pregunta la pilló desprevenida, yo nunca te los he puesto, mi pregunta era clara y ¿por que no te sorprendió el correo?,

Parece que mi pregunta la pilló desprevenida, yo nunca te los he puesto, mi pregunta era clara y ¿por que no te sorprendió el correo? y ¿por que

le dices a tú amiga Olga que ya te vale? que para más inri se llama igual que tú.

Bueno verás ella no vende tapper.. de los de siempre, bueno eso ya me lo imagino, lo que no entiendo es porque piensas que las fotos las hizo ella.

Mira le deje las llaves para subirme unas compras y medio en broma me dijo que a ver si me pillaba con el chiquitin entre las piernas, como no me devolvió las llaves de repuesto, pues pensé que había sido ella.

Olga era una chica divorciada, con el pelo largo, liso y negro, guapa de cara, no era muy alta, 1,50 pero de cuerpo precioso, yo la conocía de cuatro encuentros en el parque, donde se había hecho amiga de mi mujer estando con los niños, ella se separó hace unos años y se buscaba la vida porque su ex marido se ve que no le pasaba suficiente. Las Olgas les llamaban.

Mira ahora que se que no tenéis mucho pudor entre vosotras estoy seguro que algo habéis tenido y no me mientas.

La verdad es que cuando empezó vino a casa a enseñarme, ya sabes que a mi me da bastante vergüenza estas cosas, empezamos a sacar las cositas y de broma en serio, sacó unas pastillas que decían que aumentaba el deseo, nos reímos de lo lindo.

Ella hace tiempo que no se come un rosco y me propuso probarlas, como sabe que no lo hacemos mucho..

En fin le dije que si quería la probábamos las dos. Dicho y hecho nos tomamos una cada una, y entre risas me dijo que porque no ponía una de guarras que seguro que guardas. Bueno no sé como pero allí estábamos viendo una peli porno y todos aquellos consoladores en la mesa. A los diez minutos me estaban entrando calores, no sé si la pastilla o la peli, la miraba de reojo y ella a mi, nos reíamos con risa nerviosa y ni corta ni perezosa me dice, mi chica no puedo más, cogió un pene de esos realísticos se subió la falda y se bajó las bragas. Yo me quedé muerta, empezó a moverlo despacio y lo puso a vibrar, empezó a gemir y yo no sabía que hacer, así que hice lo mismo, me miró de reojo pero no dijo nada, solo atinaba a bufar como una gata, se metió la mano en la camiseta y se sacó una teta de pezón oscuro y empezó a pellizcarlo y chuparlo, joder, solo pude imitarla.

Estábamos las dos tumbadas follándonos con aquellas cosas y nuestras cabezas pegadas, gimiendo como locas, nos miramos y no sé como pero en un momento nos estábamos besándonos.

Después no sé como pero estábamos desnudas haciendo un sesenta y nueve y follándonos una a la otra con aquellas pollas.

Habíamos perdido la cabeza, yo estaba comiéndoselo cuando me puso la mano en la cabeza, me apretó contra su coño y se corrió, automática-mente me ocurrió lo mismo, reconozco que aquello me dejo fuera de juego, nunca pensé que sentiría eso por una mujer. pero pasó.

Bueno y que paso después. No sé nos quedamos un rato en esa postura, yo miraba su chocho y aquella polla clavada,, la saqué despacio y no pude menos que chuparla y saborear aquellos jugos.

Nos desperezamos y nos levantamos, la verdad es que no sabíamos que decir, ella recogió todo nos despedimos como si hubiéramos cometido un delito y se fue.

Así que yo me quede con el nabo negro que se quedó mojado en el sofá.

¿Pero cuando ha pasado eso?, hace una semana, hemos hablado como si no hubiera pasado nada, pero el otro día pensando en aquello no pude resistirme y bueno el resto ya es historia.

Que sepas que eso es ponerme los cuernos de todas formas, pero esto no va a quedar así....