Conociendo a mi mujer 2

Después de aquella corrida, ya todo pareció cambiar, con su respiración a todo meter, me miró con ojos chispeantes

Después de aquella corrida, ya todo pareció cambiar, con su respiración a todo meter, me miró con ojos chispeantes, le saque el mango, me puse frente a ella le di la vuelta y me incliné para besarle, le mordía los labios como nunca bajé hacia su cuello las tetas, le mordía sus pezones en punta de un color rosado fuerte y de tamaño medio, le cogí del pelo y de dije esto tiene que cambiar, eres una zorra que te gusta follar como a mí y hasta ahora no lo sabía. Sin decir nada me quitó el cinturón, me bajo los pantalones y me sacó mi polla que estaba reventando, casi nunca me la había chupado, pero vi en su cara un gesto animal, pillo mis 4 cm de grosor y 15 de largo y empezó a chuparla como una poseída, primero despacio y profundo, luego más fuerte, sentí que me corría, entonces la cerda se la metió y me mordió, aquello me dejo seco, que hacía esta zorra, a pasado de no chuparla a controlarme?

La cogí y le di la vuelta, frote mi polla en su coño y apunté su culo, nunca lo habíamos hecho pero hoy, hoy no me para nadie, se quejo y culeo, le tiré de pelo y metí el capullo, lo deje un momento, parecía tener vida propia, mi sangre latía en mi capullo y ella parecía sentirlo, porque su ojete hacía como el.

Empezó a rugir y a moverse poco a poco, la deje hacer, pasó el capullo y sentí como iba entrando poco a poco, nos empezamos a mover al unísono, empecé a pellizcar su coño, eso hizo que se fuera hacia tras y mi polla entró hasta dentro, un gemido desgarrado salió de su garganta, se quedó inmóvil

intentando soportar el dolor, pero ya no había nada que hacer, empecé a bombear, despacio, pude ver en mi polla unos hilos de sangre y eso me puso aún mas bruto empujé y empujé ya estábamos fuera de control, sigue, sigue gemía, mi poya la taladraba sin parar, mis mano apretaban sus caderas y vino su segunda corrida, con grandes gemidos y dicen sigue cabrón me corroo, ya no podía aguantar después de aquello saque mi polla le di la vuelta y le metí mi polla en la boca, después de tres hundidas me la cogí y sacudí corriéndome en su cara, boca nariz tetas y todo lo que pillé, la verdad es que no me pude controlar, una vez termine me la cogió y me la chupó suavemente, limpiándomela de arriba abajo.

Nos miramos nos tumbamos y nos pusimos a reír como si aquello lo hubiéramos hecho  la primera vez y era verdad..

Le mire a los ojos y le dije... ¿cuántas veces me has puesto los cuernos?

Parece que mi pregunta la pilló desprevenida, yo nunca te lo he puesto, mi pregunta era clara y ¿por qué no te sorprendió el correo?, y ¿por que le dices a tú amiga

Olga

que ya te vale? que para más inri se llama igual que tú.

Bueno verás ella no vende

tapper

.. de los de siempre, bueno eso ya me lo imagino, lo que no entiendo es porque piensas que las fotos las hizo ella.

Mira le deje las llaves para subirme unas compras y medio en broma me dijo que a ver si me pillaba con el

chiquitín

entre las piernas, como no me devolvió las llaves de repuesto, pues pensé que había sido ella.

Olga

era una chica divorciada, con el pelo largo, liso y negro, guapa de cara, no era muy alta, 1,50 pero de cuerpo precioso, yo la conocía de cuatro encuentros en el parque, donde se había hecho amiga de mi mujer estando con los niños, ella se separó hace unos años y se buscaba la vida porque su

ex

marido se ve que no le pasaba suficiente. Las

Olgas

les llamaban.

Mira ahora que se que no

tenéis

mucho pudor entre vosotras estoy seguro que algo habéis tenido y no me mientas.

La verdad es que cuando empezó vino a casa a enseñarme, ya sabes que a mi me da bastante vergüenza estas cosas, empezamos a sacar las cositas y de broma en serio, sacó unas pastillas que decían que aumentaba el deseo, nos reímos de lo lindo.

Ella hace tiempo que no se come un rosco y me propuso probarlas, como sabe que no lo hacemos mucho..

En fin le dije que si quería la probábamos las dos. Dicho y hecho nos tomamos una cada una, y entre risas me dijo que porque no

ponía

una de guarras que seguro que guardas. Bueno no sé cómo pero allí estábamos viendo una

peli

porno

y todos aquellos consoladores en la mesa. A los diez minutos me estaban entrando calores, no sé si la pastilla o la

peli

, la miraba de reojo y ella a mi, nos reíamos con risa nerviosa y ni corta ni perezosa me dice, mi chica no puedo más, cogió un pene de esos

realísticos

se subió la

falda

y se bajó las bragas. Yo me quedé muerta, empezó a moverlo despacio y lo puso a

vibrar

, empezó a gemir y yo no sabía que hacer, así que hice lo mismo, me miró de reojo pero no dijo nada, solo atinaba a bufar como una gata, se metió la mano en la camiseta y se sacó una teta de pezón oscuro y empezó a

pellizcarlo

y chuparlo,

joder

, solo pude imitarla.

Estábamos las dos tumbadas follándonos con aquellas cosas y nuestras cabezas pegadas, gimiendo como locas, nos miramos y no sé cómo pero en un momento nos estábamos besándonos.

Después no sé cómo pero estábamos desnudas haciendo un

sesenta

y nueve y follándonos una a la otra con aquellas pollas.

Habíamos perdido la cabeza, yo estaba comiéndoselo cuando me puso la mano en la cabeza, me apretó contra su coño y se corrió,

automática-mente

me ocurrió lo mismo, reconozco que aquello me dejo fuera de juego, nunca pensé que sentiría eso por una mujer. Pero pasó.

Bueno y que paso después. No sé nos quedamos un rato en esa postura, yo miraba su chocho y aquella polla clavada, la saqué despacio y no pude menos que chuparla y saborear aquellos jugos.

Nos desperezamos y nos levantamos, la verdad es que no sabíamos que decir, ella recogió todo nos despedimos como si hubiéramos cometido un delito y se fue.

Así que yo me quede con el nabo negro que se quedó mojado en el sofá.

¿Pero cuando ha pasado eso? hace una semana, hemos hablado como si no hubiera pasado nada, pero el otro día

pensando

en aquello no pude resistirme y bueno el resto ya es historia.

Que sepas que eso es ponerme los cuernos de todas formas, pero esto no va a quedar así....