Conociendo a mi familia

Es un relato escrito por mi marido de como fue sometido por mi y por mi hija, además de cornudo y maricón descubrimos el lado morbos incestuoso de nuestra hija y... algo más. Hay amor filial, cuernos, bisexualismo y dominación consentida

Conociendo a Mi familia.

Todo ocurrió sin haberlo preparado, todo salió sobre la marcha y fue impresionante, alucinante... me quedo sin palabras para definirlo.

Me llamo Ángel, 44 años, de complexión normal, mido 1.74 y peso 75 kilos, vamos un tipo normalito, pero la que no es norma es mi mujer Elisa, 40 años, con un cuerpo de infarto, pelirroja, alta, buenas tetas que muestra con lo escotada que va siempre. Usa ropa ceñida lo que le hace un cuerpo espectacular, sobre todo el culo que es de infarto y muy puta en la cama.

Tenemos 2 hijas, la mayor tiene casi 20 años y es muy atractiva, es muy deportista y eso se nota en el pedazo de figura que tiene. Ha salido a su madre en el aspecto físico y... después de lo sucedido también. Doy fe, que ha salido en ella en lo zorra que es.

La pequeña tiene 10 años.

Somos una pareja que solemos hacer contactos y quedar con parejas, chicas o chicos, según nos apetezca. Yo me considero muy liberal además de un cornudo redomado y a mi mujer le encanta disfrutar de sexo con otros hombres estando yo presente o no.

Durante el mes de julio me llamaron para dar una serie de charlas en Madrid, por lo que se me ocurrió que podíamos hacer algún contacto en Madrid y ya que tenía que ir un par de días a trabajar, aprovechar las noches para nuestros depravados encuentros.

Las niñas estarían en el Pueblo y las podríamos dejar con los abuelos y así mi mujer y yo tendríamos carta blanca para poder darnos un homenaje como dios manda. Buscarnos un buen macho corneador y divertirnos aunque sea solo un par de días.

Ya lo tenía todo previsto, localizado el macho, un amigo nuestro de otras veces. Tenía localizado el hotel, lo había organizado todo y fue entonces cuando lo dije en casa.

Me tengo que ir a Madrid a un congreso y mamá se viene conmigo y así pasamos un par de días juntos y vosotras os quedáis con los abuelos, ok?

Pero…

Mi hija mayor dijo que quería venirse con nosotros que ella en el pueblo se aburría mucho y que así podría ir de compras con mamá, quedar con una amiga suya del pueblo que vive en Madrid y conocer un poco el ambiente de la capital, y… joder… me estaba chafando el plan. Pero, que hacer?

En definitiva, que decidimos irnos los tres y que luego allí ya nos organizaríamos nosotros, la dejaríamos un poco de carta blanca y así no nos estropearía los planes.

Dicho y hecho. El jueves por la tarde cogimos el tren para Madrid, los tres.

Nos acoplamos en los asientos. Mi mujer y yo juntos y la niña en frente. Estaba con su maquinita Xbox, jugando.

Mi esposa llevaba un vestido ceñido de color azul con un escote propio de ella que dejaba casi entrever parte del pezón, que se pone erecto cuando el aire acondicionado está un poco fuerte y parece que te va a sacar un ojo cuando pasas por delante de ella.

Iba provocativa, sensual pero elegante… por supuesto sin sujetador. Es de esos vestidos largos hasta los tobillos, pero muy sexi.

La niña iba con vestido blanco de encaje en el pecho y en el vuelo de la falda. También iba como con una talla menos. Cuando le dije que así no me gustaba que fuera vestida me dijo que si mamá va así ella también que ya tenía más de 18 años y además mamá me deja. Pero le dije que no se pintara pues parecería una zorra barata y en eso sí me hizo caso, se maquilló pero muy flojito. Además con el morenazo que lucían las dos no les hacía falta nada más.

Como iba diciendo, se sentó en frente de nosotros y se puso a jugar a la maquinita. Cuando llegó el revisor, se quedó flipando con mis dos mujeres, empezó a tartamudear, jejeje. Era jovencito y bastante guapete. Mónica se percató y dejó el jueguecito para mirarle. Creo que estaba insinuándose pero yo me hice el loco porque sino monto allí mismo un escándalo.

Me pidió los billetes y mientras los buscaba, le miré de reojo y vi como observaba el escote de mi mujer por encima. La niña se puso celosilla y se arrimó al chico y le preguntó que cuanto tardaríamos a Madrid, supongo que una manera de llamarle la atención para que se fijara en ella.

Unas 4 horas y media, le dijo el revisor mientras le miraba los ojos y después el escote a la niña. La sensación fue dispar, primero me fastidió que la mirara de esa forma tan lujuriosa, que miren a sí a mi mujer me encanta, pero a la niña... eso es otra cosa, pero… reconozco que la polla reaccionó y me sentí mal por ello.

El chico le preguntó a que juego estaba jugando y empezaron a entablar conversación. El caso es que el revisor le dijo a Mónica que cuando acabara el paseíllo, como él llamaba a revisar los billetes, volvería para enseñarle los juegos que él tenía, que seguro que le gustarían. Pidiéndome permiso a mí antes, eso me gustó. Un chico educado y por lo que se veía bastante simpático. Cuando nos dejó miró a mi mujer y le dijo, encantado de conocerles, en un ratito vuelvo.

La niña tenía una sonrisa de oreja a oreja y mi mujer me miraba y se sonreía.

Le dije a Elisa que si nos íbamos a tomar algo a coche bar, que Mónica se quedaría esperando a su nuevo amigo, no, cariño?.

Pareces tonto, papá, simplemente me ha invitado a ver sus juegos y yo los míos. Iros anda, yo me quedo aquí.

Cuando llegamos al coche bar, estaba vacío solo nosotros y el camarero. Empecé a contarle a mi mujer lo descarada que veía a la niña.

No te preocupes cariño, está como tiene que estar a su edad, juguetona, o es que ya no te acuerdas tú como era yo a su edad?.

Mejor no recordarlo, vale?, tu no eras juguetona tu eras una puta con todas las letras. Jejeje.

Sabes?, el tanguita se te nota con ese vestido.

No me digas?, pero si me he mirado 200 veces y no se notaba.

Hazme caso se te nota. Así que… porqué no te lo quitas?

Aquí?, jo, estamos solos

Y el camarero?, ese ni se entera.

Cuando empezó a quitárselo se acercó el camarero a ver que queríamos. Dios, que corte, mi mujer subiéndose el vestido disimuladamente para quitarse el tanga, pensé que se cortaría, pero como me vio así, un poco ruborizado, lo hizo con descaro para joderme.

Una cerveza y tú, que quieres?

Yo otra.

Y cuando se giró el camarero me dio el tanga con la mano cerrada como para que no se viera, pero el camarero se percató de todo, estoy seguro.

Para más inri cuando nos estaba sirviendo las cervezas, mi mujer se sentó en un taburete y echando el pecho para adelante y que le mirara bien el camarero, me dijo. Tienes razón cariño, ahora estoy más fresquita.

El camarero no sabía dónde meterse, estaba casi más nervioso que yo.

Nos acoplamos en la barra y empezamos a hablar con el camarero de cosas banales y en una de estas mi mujer me agarró la polla y me dijo, vaya mierda…

El camarero miró a mi mujer y le preguntó:

Pasa algo señora?, hay algo que no está a su gusto?

Jejeje. De lo que tú has puesto está todo bien, pero de lo que da mi marido… es un poco escaso y de mala calidad.

Lo siento, no he entendido.

No te preocupes, él si me ha entendido, verdad. Amor mío?

Te estás pasando, que lo sepas.

Por qué?, es que no es cierto lo que digo?.

Mientras me tenía la polla agarrada y bien fuerte me dice:

Venga dile a este señor tan amable que tengo razón.

No le haga caso, es que mi mujer es un poco locuela.

Pero tengo razón o no?

Síiiiiii, si tienes razón, cariño.

El camarero se había dado cuenta de todo y ya estaba cambiándole cara. Estaba poniendo cara de vicio y en estas que dice.

La verdad es que tiene usted una mujer espectacular además de ser muy simpática.

Gracias, la verdad es que no me la merezco, aunque a veces se ponga tan así se lo tengo que perdonar.

Perdón, tan así como?, que quiere decir?

Dios, me había metido yo solito en ese jardín y ahora como salgo?

Eso cariño, tan así? Que has querido decir?

Uffff, bueno ya sabes, tan… tan…

Tan qué?, venga cariño estamos con la intriga. Y apretó otro poco más la polla.

Tan caliente, tan caliente quise decir.

Jejejeje, lo dos se mondaron de risa. Me quedé cortado, pero el camarero supo echarme una mano.

No se preocupe, si supiera usted lo que he llegado yo a ver en este tren se quedaría alucinado.

Sí?, el qué? Preguntamos los dos a la vez.

No se hizo de rogar y empezó a contar:

Una vez, estaba le bar cerrado y la luz se queda en penumbra y una pareja estaban sentados uno encima de otro y follando como si tal cosa. La gente pasaba y no se daba cuenta pero cuando llegué yo, encendí la luz y les vi. Se recogieron rápido pidieron disculpas y se iban y yo les dije que si querían que por mí sin problema, les bajé la luz otra vez para que estuvieran cómodos pero al final se fueron.

Y donde estaban sentados? Preguntó Eli.

Allí en aquella mesa.

Ven cariño, vamos a escenificar la escena.

Pero, qué dices?

Solo es escenificar para ponernos en situación. Pero no apagues la luz, ok?

Me agarró de la mano y me llevó a la silla.

… y ella se subió encima no?

Sí señora.

A ver…

Se subió el vestido y le estaba dando la espalda al camarero y se lo subió tanto que le vio el culo desnudo sin tanga, se lo vio perfectamente.

Así más o menos?

Uffff, si señora.

Cariño, ves? No pasa nada.

Y mientras decía esto, me bajó la bragueta y sacó mi polla muy muy dura.

Ahora sí me das lo que yo necesito, solo te hacía falta un poco de morbo. Dios que rico.

Y se la metió en el coño. La muy puta. El bar abierto, el camarero alucinando…

Oye, puedes venir un momento y decirnos si es así como estaban esos guarros?

Por supuesto, espere que cierro el compartimento.

Se fue cerró el bar y se acercó a nosotros. Y cuando estuvo cerca, mi mujer se levantó el vestido para que viera que mi polla estaba dentro de su coño y empezó a cabalgarme.

Ya cariño, ya. Que puede venir la niña buscándonos y la liamos.

Vale, jooo, ahora que empezaba a divertirme.

Y en ese momento llevó la mano al paquete del camarero y lo agarró con fuerza. Dios mío, esto sí que es una buena tranca, cariño, mira.

Joder, estaba empalmado y se le notaba el pollón por debajo de la pantalón y parecía que lo iba a estallar.

Porque no puedo tener bar cerrado a esta hora, si no… me hubiese gustado hacer un trío con ustedes.

Que chico tan atrevido, ufff, me gusta.

Y en ese momento mi mujer le sacó la polla del pantalón y le chupó la polla un par de veces. Luego me besó y me dijo.

Mmmmm que rica está verdad, cariño.

Sí, pero venga que nos pueden llamar la atención.

El camarero se metió su pedazo de verga en los pantalones otra vez y le dio un apretón en las tetas a mi mujer.

Perdone señor pero es que me he dejado llevar.

Jejeje. No pasa nada amigo, tranquilo.

Como en una hora tengo 20 minutos de descanso si quieren y pueden podríamos vernos luego en un sitio más íntimo.

Ya vernos, viajamos con nuestra hija y no podemos dejarla sola tanto rato.

Como deseen, a las cervezas están invitados

Gracias, luego nos vemos, ciao.

Cuando nos íbamos, mi mujer alucinaba de lo que acababa de hacer. Es muy descarada cuando se lo propone pero esto ha sido rebasar el listón. Nunca se había atrevido a tanto y me encantó, fue increíble.

Le toqué el coño por debajo del vestido cuando nadie miraba y estaba empapadísima. Menuda zorra.

Cuando llegamos a nuestro sitio estaba Mónica con el amigo nuevo, viendo los juegos de la maquinita y estaban muy arrimaditos, yo creo que él miraba más el escote de mi hija que la máquina.

Que tal, chicos?

Bien, tiene unos juegos alucinantes.

A ver enséñame otro.

Te enseño los que quieras? Y ella se reía

Uffff, esa conversación no me estaba gustando ni un pelo, pero… quizás fueran imaginaciones mías.

Al cabo de un buen rato. El revisor, dijo que tenía que irse que venía una estación y tenía que trabajar, pero que luego ya no habría más paradas hasta después de un buen rato y volvería.

Yo aproveché para echar una siestecilla corta.

Cuando me desperté ya estaba el chico otra vez allí con mi niña. Y mi mujer, leyendo un libro.

En esto que dice. Si quieres te los puedo pasar, tengo en mi departamento lo necesario para grabártelo, quieres?.

Síiii, porfa me gustaría mucho que lo hicieras.

Yo no sé si era mi imaginación o es que era real lo que estaba escuchando, pensé que sería de mi puta cabeza calenturienta y nada más.

Se levantó el chico y me fijé que se tapaba el paquete disimuladamente para que no viera su erección, que hijo puta, se había puesto caliente con la niña. No era mi imaginación, el tipo era mayor y sabía lo que hacía y aprovecharse de una niña inocente como mi hija…

Voy contigo dijo Mónica.

No, cariño, tú quédate aquí. Dije yo.

Venga, así puedo ver todo lo que tiene y elijo para que no tarde mucho en grabármelo.

Diosssssssssssss, me estaba poniendo malo con esa forma de hablar.

Venga cielo déjalos que se vayan, así puede ver el tren que no se ha levantado en todo el viaje.

Vale, pero daros prisa, ok?

Tranqui papito, que volvemos en un periquete, me dio un beso y se fue con él.

Eli, voy a seguirles, no me gusta como caza la perrina.

No seas tonto, joder.

Lo que tu digas, pero yo les sigo a ver donde van.

Se fueron hacia el principio del tren. Le vi entrar por una puerta, y me acerqué. No era una cabina, era más bien como un almacén o algo así.

Puse la oreja en la puerta y no oí nada. Me atreví a abrir y… dentro era como un taller o algo parecido y al final del mismo había luz y estaba el chico sacando un portátil y hablaban y se reían.

Me quedé tranquilo y me fui a mi sitio.

Cuando llegué, mi mujer estaba saliendo por el lado contrario. Donde iba?

La seguí y se fue al bar. Cuando llegué vi como el camarero le tocaba el culo a mi señora y salían por la otra puerta.

Les seguí y vi como entraban en una cabina. Esperé un par de minutos fuera y entré sin llamar.

La hija puta de mi mujer estaba de rodillas, el camarero con los pantalones en los tobillos y su pollón en la boca de mi esposa.

Joder que susto nos has dado, coño. Entra y cierra la puerta. Cabrón. Dijo mi mujer. Ya no me llamaba cariño, ni amor mío, ni mariconadas semejantes. Cuando está en su papel de mujer fatal cambia el chip inmediatamente. Le sale innato, ha nacido para esto.

El camarero se quedó un poco cortado se le bajó la erección de golpe y mi mujer le dijo:

Tranquilo Rubén, que este cornudo se excita viendo como su mujer le come la polla a un desconocido, verdad, cornudo maricón?

Esto es una polla y no la mierda que tú tienes.

Venga dile a Rubén que te gusta mirar.

Sí me gusta mirar, me gusta ver lo puta que es. Es la mejor mujer del mundo.

Al camarero se le puso gorda y dura otra vez, se la metió en la boca y dijo:

Ufff, como la chupa, es muy buena comiendo pollas.

Es que una tranca como la tuya, a quién no le iba a gustar.

No te adelantes maricona, me dijo mi mujer.

Ya se comerás tú, pedazo de maricón, después de que me la meta en el coño.

Oye, que soy hetero no me gustan los tíos, dijo Rubén.

Pues si quieres follarme, tendrás que dejar que mi marido te limpie luego la polla, si no,  no hay trato. Me excita muchísimo ver como se come la polla que me acaba de follar. Hay trato?

Y eso le excitó tanto a Rubén que… se corrió en la cara de mi mujer. Jejeje.

Lo siento, lo siento, es que me he excitado demasiado y ya no podía parar.

Jejejeje. Tranquilo, se rió mi esposa mientras se limpiaba los restos de semen que le caían por la cara.

Venga, límpiale la polla a Rubén.

Me arrodillé y le agarré la polla y me la metí en la boca. Rubén estaba un poco nervioso pero al ratito suelta:

Dios, que rico, como la come si parece una tía comiendo pollas, que rico.

Ves, como te iba a gustar, es muy maricona mi hombre y eso me pone muy cachonda, y mientras decía esto se estaba tocando su coñito depiladito con una mechoncito en la parte superior del coño.

Mírame, te gusta lo que ves?

Anda y eso que es? Un piercing?

Jejeje. Sí un anillito en el coño, míralo bien. Y ella se lo estiraba para enseñarlo.

Este Rubén es un máquina, mientras chupaba, y se acababa de correr y ya notaba como su pollón se ponía grande dentro de mi boca, hasta que en un momento me la metió bien dentro provocándome una arcada. Saqué su polla de mi boca y se dirigió a mi mujer.

Ven aquí cacho puta. Que me has puesto malo. Te voy a romper le coño delante del cornudo de tu marido.

Parecía que había cambiado, de jekyl a hayde. Jejeje.

La puso a 4 patas y empezó a perforarle el coño con una fuerza impresionante. Tanto es así que mi mujer chillaba de placer y él le intentaba tapar la boca para que no chillara.

En un ratito me dijo: Métele la polla en la boca para que no chille la zorra ésta.

Así lo hice. Me comía la polla a ritmo de las embestidas de Rubén. Estaba muy caliente pero Rubén lo estaba más.

Me puedo correr dentro o prefieres que me corra fuera.

Donde quieras le dije

Y empezó a correrse dentro de Elisa. Se corrieron a la vez. Mi mujer daba unos espasmos como hacía tiempo que no la veía correrse.

Cuando acabó me cogió del pelo y me dijo. Limpia que lo vea tu mujer.

Lo hice, estaba rico, el sabor de coño de mi esposa es inconfundible y si está aliñado con unas gotitas de leche de macho corneador caliente… eso es un manjar de dioses.

Le limpié bien y cayó a una silla derrotado.

Mi mujer se limpió un poco pero dejó algo para mí en su coñito y le lamía hasta dejarlo bien aseadito.

Nos vestimos y nos fuimos cada uno a nuestro lado. El camarero nos dijo que estábamos invitados a lo que quisiésemos tomar, que pasásemos luego por el bar.

Cuando llegamos a nuestro sitio. Mónica no había regresado aún y me dijo mi mujer que fuera ver qué pasaba y que volviera ya que quedaba poco para llegar a Madrid.

Como sabía dónde estaban, fui a llamarles, pero como me haría notar, si en teoría yo no sabía donde se hallaban. Bueno ya me inventaré algo, pensé.

Llegué hasta el almacén y entré sigilosamente. No escuché voces o risas, escuché un sonido peculiar. Un sonido que me resultaba familiar.

Mi hija, tenía puesto un collar de esos grandes de bisuterías, con unas especies de chapas con abalorios pegados. Una vez follando con mi mujer en un bar llevaba ese mismo collar y cuando la estaba follando de espaldas, sonaba de una forma característica y ese sonido era el que me parecía estar escuchando. Me dio un vuelco el corazón, me empecé a poner nervioso y a la vez mi polla se puso dura como nunca. No entendía nada. Joder, lo que hace la cabeza cuando imagina cosas…

IMAGINAR?

Le cabrón del revisor estaba de pie detrás de mi hija con los pantalones en los tobillos empujando el culo de mi hija contra la mesa. Joder, joder, joder.

Que hago?, dios, se están follando a mi niña delante mío. Qué hago?

Pues hice lo que hace un puto cornudo calzonazos y maricón como yo. Mirar y tocarme la polla viendo como mi dulce niña ya era una verdadera mujer y verdadera puta como su madre.

Mi cabeza me decía cosas contradictorias. Mira como se la folla ese cabrón. Dale dos hostias a ese mierda que se está beneficiando a tu propia hija, sangre de tu sangre. Hazte una paja y disfruta del espectáculo orgullos tenías que estar de tener la familia que tienes… DIOSSSSSSSSSS, que locura.

Me saqué la polla y empecé a masturbarme como un puto mono.

Oí como decía, me voy a correr, me corro.

Y ella dijo en el chocho, no, en el chocho no.

Y en ese momento se zafó de él y se arrodilló esperando su semen en la cara y boca. Estaba con la boca abierta como una puta zorra, como tantas y tantas veces he visto a mi mujer hacerlo.

En ese momento se empezó a correr y le cayó parte en la cara, parte en la boca y parte en el vestido. Se relamía la gran puta. Se limpió como pudo y el vestido lo restregó un poco con la mano.

Venga vámonos que nos estarán echando en falta.

Salí de allí pitando para que no me pillaran y me fui corriendo a mi sitio.

Cuando llegué…

Que te pasa cariño, y la niña?

No te lo vas a creer, y cuando quise empezar a contarle lo que he visto… llegaron los dos como si tal cosa, hablando de los juegos.

Le dije en bajito: dile a la niña que de que es la mancha que lleva en el vestido.

No jodas, no me digas que…

Calla, que ya llega. Pregúntaselo.

Hola chicos, que tal?

Muy bien papi, tiene una cantidad de juegos impresionante y ya me ha cargado lo que yo quería dentro…

Cariño, de qué te has manchado?, tienes una mancha en el vestido nuevo.

Ahhh, esto?... y sacando la lengua, la muy puta, lo relame y dice: es helado, es que Rubén tiene una nevera allí y me ha invitado a uno de esos grandes ricos.

Dios mío, si no lo oigo no lo creo, será puta la niña y encima con cachondeo. Pero hay que reconocer que es buena la cabrona.

Anda que curioso, mira cariño, se llama Rubén como el camarero del coche bar.

En esto que salta el revisor: hombre, muy curioso no es, pues es mi padre.

¿Qué….? Tu padre es el del coche bar?

Sí, ha pasado algo?

No, tranquilo, es que hemos entablado amistad con él, la verdad que es curioso, tú con mi hija y nosotros con tu padre.

Las miradas que se cruzaban y las sonrisas mientras conversábamos eran dignas de ver. El ambiente tenía una carga sensual impresionante, me estaba gustando esa sensación.

Bueno señores, les dejo que estamos llegando a Madrid. Luego no se vayan de los primeros que buscaré a mi padre para que nos despidamos de ustedes. Ok?

Nos sentamos, no hablamos casi nada, pero las miradas y sonrisas eran evidentes. Creo que mi hija gozó y le agradó que el chico nos cayera bien. Mi mujer gozó y le puso cachonda saber que su hija era tan zorra como ella.

Joder… lamió el chorro de semen de su vestido delante de sus padres y del chico que le había dejado la lefa encima. Eso es muy fuerte y muy morboso, como enfadarme con mi niña. Aún no me creo lo que vi.

Antes de llegar a Madrid ya estaba con la polla dura de recrear todo lo sucedido, fue rápido y creo que aún no lo había asimilado.

Pero lo que más me enojó y a la vez me excitó, después de todo lo que vi, fue algo que parece sin importancia, pero para mí es tremendo. No sé como explicarlo. El caso es que pasó lo siguiente:

Cuando llegamos a Chamartín, Rubén y su hijo vinieron a despedirse de nosotros, con la sorpresa del padre de que hubiese nuestra niña intimado con su hijo. El caso es que para despedirnos mi hija, como es tan lanzada, fue a darle dos besos al padre de su amigo y se los dio. Elisa esperó a que se retirase y le plantó un beso en los morros al padre, un piquito pero se vio perfectamente, lo vio todo el mundo…

Yo luego medio avergonzado le di la mano como asumiendo mi cornamenta delante de todo el que pasaba por allí.

Pero mi Mónica no se quedaba a tras, vio lo que hizo su puta madre y mi reacción y reaccionó rápido. Cogió a su Rubén y le plantó un beso en los labios como de despedida, me miró y sonrió. Su madre, la gran puta, hizo lo mismo con él y eso fue lo que me mató e hizo que mi erección fuera más que evidente. Yo le di la mano y quería irme de allí cuanto antes, que bochorno, mi mujer y mi hija besando en los labios a dos desconocidos y yo asumiéndolo. Ufffffffffff.

Por fin, salimos de la estación y cogimos un taxi.

En el trayecto de camino al hotel no sucedió nada digno de destacar. Yo me temía que mis mujeres empezasen a contarse cosas usando ese vocabulario que insinúa y no dice nada concreto para poner morbo al camino y calentar al taxista, pero... por suerte no fue así. Parecíamos una familia normal.

En la recepción del hotel, pedí la habitación que tenía reservada, pero... se me olvidó decir que la habitación no sería doble, sino triple. La recepcionista me dijo que imposible que ya no había, que la solución era una habitación doble de uso individual.

La idea era buena, así mi mujer y yo tendríamos un poco más de libertad para nuestros juegos y la niña tendría una habitación para ella sola. ¡¡¡Todos contentos!!!

Mis charlas empezaban por la mañana del día siguiente por lo que tendríamos toda la tarde noche libre para descansar del viaje y disfrutar de la ciudad y sus gentes.

Una vez acoplados en nuestras respectivas habitaciones, decidimos irnos a cenar y Mónica nos dijo que había llamado a su amiga Susana para quedar con ella, por lo que no contáramos con ella para cenar y que vendría tarde.

Susana es la hija de unos amigos nuestros del pueblo. Algo mayor que mi hija, tendrá unos 22 años pero se han llevado bien desde siempre.

¡Bien!, pensé, tenemos tiempo y oportunidad de dar una vuelta tranquilamente a ver que encontramos, estábamos los dos con muchas ganas de despertar al animal libidinoso que tenemos dentro.

Así fue, ella se fue en el metro y nosotros nos fuimos a cenar a un restaurante cercano al hotel.

Ella sabe como calentar el ambiente y hacer morbosa una salida normal.

Se vistió con un vestido escotado y ceñido. Tiene una cremallera delantera que va a de arriba a bajo, lo que le hace tremendamente provocativo.

Nos sentamos en una mesa algo retirada, en un rincón y al sentarse me dijo que mirara a sus piernas. La muy zorra se sentó abriendo las piernas ara que observara que no llevaba bragas... y por supuesto sujetador tampoco, pero eso ya lo sabía.

Al ratito vino el camarero para cogernos la comanda y ella sabe muy bien como colocarse para insinuar sin enseñar y se propuso calentar al camarero.

Que tienes en la carta?, preguntó ella inclinándose en la mesa para mostrar la parte superior de sus tetas.

El camarero al principio no se dio cuenta y recitó la carta de memoria, pero al mirar hacia mi mujer, observó que ella se estaba bajando un poco la cremallera de arriba para que tuviese mejor visión.

Yo con la excusa de que tenía que ir al baño, le dije que eligiera por mí que volvía enseguida. Así la dejaría a solas con el amable camarero y así relajar un poco el ambiente.

Me levanté con una prominente hinchazón en mis partes bajas.

Al regresar, estaba ella sola y me contó, entre risas, lo que había pasado.

Es que este tipo no se fijaba en mis tetas y tuve que bajarme un poco la cremallera, pero... se dio cuenta, ya lo creo que se dio cuenta. Yo también me fijé que su pantalón se abultaba e intentaba que n ose le notara.

Le he pedido algo refrescante y excitante, que me sorprenda. Me dijo, el muy descarado, que si quiero algo excitante tendría que ser caliente. Jaja, me reí y le dije que me encantaría ser sorprendida por él.

Me separé un poco de la mesa y abrí las piernas y cerrándolas  enseguida, para que me mirara, me encanta que me mire con cara de salido.

Se ha ido con un calentón de muerte y ahora vendrá.

Al ratito apareció en señor con un plato de entrantes fríos y calientes. Lo divertido fue la forma de colocar los calamares a los lados de unas tiras de jamón colocadas unas encima de otras en forma recta. En la parte de abajo venían unas tiritas de zanahoria y el parte superior un poco de algo parecido a una mayonesa muy liquida. El caos es que parecía una polla con sus dos huevos y escupiendo semen por arriba.

Me sonreí por que a mí me trajo lo mismo pero sin colocar.

Le miró a ella y le dijo que esperaba que le gustara y si quería más que podría repetir lo que quisiera. ¡qué descarado el camarero!, no?

Después de eso trajo un solomillo de cerdo a la torta del casar, ya podéis imaginar la colocación perfecta que tenía dicho alimento en su plato. Parecía otra polla pero ahora más gorda, jeje.

De postre, como no?, un plátano a la mitad con unas mini mandarinas en su parte inferior y sirope de fresa por la parte superior. Cada vez que venía el camarero nos reíamos a ver que se le había ocurrido.

Cuando acabamos, mi mujer le dijo que le ha encantado la cena y sobre todo la exquisita colocación de los platos.

Me encantaría poder ver la cocina del restaurante, es una cosa que siempre me ha intrigado. Saber como es por dentro los entresijos de estos sitios. Puede ser?.

A lo que él respondió sin titubear, que por supuesto.

Cariño, me esperas aquí?, mientras te tomas en café voy a ver esto por dentro, ok?

Por supuesto, si no estoy aquí estaré en la barra tomando una copa.

Me dio un beso en los morros y se fue con el camarero. Era un tipo joven, alto, simpático y con barba de tres días. No estaba mal.

Yo sabía que iría a inspeccionar los bajos del trabajador, no de la cocina.

Esperé un ratito y tardaba, así que me levanté a la barra a tomar algo. En la barra no había nadie, esperé un poco más y por fin salió en camarero de la barra, atusándose un poco la ropa y con una sonrisa de oreja a oreja. Me temía lo mejor. Seguro que esta puta ya está comiendo polla de camarero de sala y la del bar.

Uffff

El camarero me puso de beber y me dijo que tenía que volver al almacén que si venía alguien que por favor le dijese que esperar un minuto que volvía enseguida.

Ok, no te preocupes.

Se metió para dentro y pensé en investigar a ver que pasaba en la cocina.

Me acerqué y no vi a nadie. Entré dentro sin hacer ruido y en una esquina vi los pies de mi mujer, arrodillada. Me acerqué más y tenía a tres hombres con las pollas en la calle , y mamando y haciéndoles una paja.

Uno el camarero de sala, el otro el de la barra y el otro por la vestimenta supuse que era el cocinero. Me alteré muchísimo, quería acercarme más, pero... pensé que me pillarían y me volví a mi sitio, tocándome la polla del calentó que llevaba.

Durante estuve esperando el camarero salía de vez en cuando y se volvía a meter dentro.

Así estuve como unos 15 minutos, hasta que por fin salió Elisa acompañada del camarero, con una sonrisa increíble y cara de pilla.

Cielo, me ha encantado el restaurante por dentro y me han invitado a un postre especial que estaba preparando el cocinero, que es simpatiquísimo, y claro he tenido que esperar a que acabara para probarlo y estaba... uummmm exquisito.

Mira, aún me queda su sabor en la boca, bésame y ya verás que rico está.

La muy cerda, delante del camarero de sala, me dio un beso en la boca, me metió la lengua hasta dentro y... claro, sabía a semen recién ordeñado. La muy zorra.

A que está rico?, mi amor.

Pues sí, dije yo, no está mal. Un poco amargo para ser un postre, pero no está mal

Y en eso, se empezó a reír el camarero y le dijo a mi mujer que había sido un placer en tenernos allí y que si queríamos salir a tomar algo luego fuéramos a un sitio que nos recomendó y que después de acabar el turno lo mismo se pasaba por allí.

Cogimos los abrigos y nos fuimos donde nos dijo el camarero.

Joder, que me he ido sin pagar!!!

Jaja, ya pagué yo, cariño. No te preocupes. O que te crees que estaba haciendo en la cocina?.

Que mala eres, joder. Te he visto de rodillas con tres hombres tapándote. Supongo que habrás satisfecho a los tres, no?

Pues no. Solo al cocinero y a otro que se acercó después. Al camarero que nos atendió, no le he hecho correrse y por eso me ha dicho que fuéramos al disco-pub ese para que terminara la faena más tarde. Y tú no sabes nada, me di cuenta que les puso la idea de que tú estuvieses fuera como un puto cornudo esperando a tu mujercita mientras se beneficiaban de mi en tus narices.

Dios mío, como me has puesto. Me tendrás que saciar mí también.

Sí, pero después de saciar a mi camarero. Ves?, tengo predilección por los camareros. Espero que el del disco-pub sea otro macho, jajaja.

Después de un paseíto con conversaciones calientes llegamos al destino.

Espera, me dijo ella. Quiero que hagamos con hacíamos antes. Tu te quedas por aquí donde sea y entro yo sola y después de un rato entras tú y me buscas, y según lo que veas... te acercas o no. Improvisemos sobre la marcha. Ok?

Valeeee, me voy a tomar una copa en este bar y en un cuarto de hora entro. Tienes tiempo suficiente’

Perfecto. Dame un beso mi amor. Te quiero. Hasta ahora.

Me metí en una tasca de barrio, y me decidí por tomarme un café en vez de una copa y escuchar las conversaciones de los que allí estaban.

Eran dos hombres un poco pasados de alcohol, pero no mucho, lo justito, con el puntillo gracioso. El camarero se veía que era amigo de los otros dos chicos que estaban allí.

Hablaban de futbol hasta que cambiaron de tema y se pusieron a hablar de sujetadores de las tías, después de ver un anuncio en la tele.

La conversación se ponía cada vez interesante. Que era la copa, que las tallas mejores son las 95, el otro que las de 110, etc.

Luego pasaron a como se hace una cubana con una talla 110. me moría de la risa, fue entretenido y divertido.

Luego pagué y me fui al pub.

Cuando entré no había mucha gente, ni poca. Busqué a Elisa y la vi en la máquina de dardos jugando con tres chicos más. Miré para que me mirara y saber si podía ir o quedarme a observar.

Se divertía, sensual como siempre pero sin excesos.

Me miró y dijo a los chicos que ya había venido su marido, y me hizo un ademán de que me acercara a ellos.

Me los presentó, y me dijo que le habían invitado a una copa y que quien perdiera la partida pagaba la segunda ronda de los cuatro.

Así que les dejé jugar y me fui por otra copa para mí.

Cuando acabaron... perdió mi mujer, como era lógico y antes de que los chavales le condenaran la deuda... ella saltó y dijo:

Cariño, vete a pagar lo que debo, como buen maridito que eres.

Lógicamente hubo sonrisas de los chicos y yo sin decir,  "esta boca es mía", me fui a la barra a pagar.

Los chicos se fueron y nos quedamos los dos solos, bueno en el pub había más gente, era grandecito, con dos plantas, me refiero a que ellos se fueron y nos quedamos nosotros tomando algo y medio bailando.

Mi mujer se puso a bailar de forma un pelín sensual, pasándose las manos por ciertas partes de su cuerpo haciendo poner la polla dura a más de uno.

En ese momento presentí que debía irme al baño para dejarla allí con su baile.

Cuando volví ya estaba un par de tipos cerca de ella bailando, pero estaban un pelín cortados. Me fui a un sillón de donde pudiera visualizar bien la actuación de esa hembra en celo.

Cada vez se arrimaban más, uno le agarró por la cintura y ella en ese momento giró la cabeza fuerte dándole un golpe de pelo, dejando su cara enfrente de la suya.

Ella le agarró de la cintura poniendo cara de pervertida y empezando a moverse al mismo ritmo. Estéticamente parecía hasta bonito.

Otro se puso detrás y también le agarró de la cintura. Ya era un trío a lo unísono. El de atrás se arrimaba más, noté como juntaba su paquete al culo de mi señora y ella sacaba culo para notarlo más. Al rato ella se dio la vuelta y le puso el culo al otro acompañante en su paquete, para que le hiciese lo mismo que le estaba haciendo su amigo.

Los puso a los dos cardiacos. Cuando estaba la cosa poniéndose supermorbosa... apareció el camarero del restaurante. Y miró a mi Eli y empezó a buscarme con la mirada. Al no verme se fue hacia los tres.

No sé que les dijo, pero el caso es que ellos se separaron y mujer se fue a la barra con él.

Si no fuese yo quien soy, sino uno que estaba allí observando, hubiese dicho que ese tipo era el marido ella estaba de calienta pollas y el marido se cabrea les dice a los chavales que la dejen que es una mujer casada.

En realidad, luego me lo contaron y ... eso fue lo que pasó. Se hizo pasar por mí, el muy cabrón.

Me acerqué a ellos y me lo contaron, así que ella dijo que si era su mujer para una cosa también lo debería seguir siendo todo lo que quedaba de noche, no cariño?

Ya me había liado. La muy puta. Lo bueno es que los que allí estaban no sabían que yo era el marido y por tanto no era cornudo delante de mis narices. Un alivio!!

El camarero, que no nos acordamos como se llamaba, me miró y le dijo a mi mujer:

Es que sabe lo que ha pasado en el restaurante?

Claro, ¿cómo si no, le iba a contar que nos habíais invitado a cenar?

Las risas fueron mayúsculas entre los dos.

Entonces… tú consientes que tu mujer se comporte como una perra en celo delante de tus morros?

Bueno, somos una pareja liberal y nos encanta el morbo y si ella quiere divertirse, ¿por qué negarle que lo pase bien?

Siempre lo hago con su conocimiento, entre nosotros no hay secretos. Aclaró ella.

Así que lo de que esta noche ella será mi mujer, ¿va en serio?

Por supuesto si ella lo quiere así, así será. Pero con una condición. Yo estaré presente siempre a no ser que ella diga lo contrario. ¿De acuerdo?

Ufff. ¡Qué pasada!, ya lo creo.

Venga chicos apuremos las copas que tengo ganas de irme al hotel a probar lo que es capaz de hacer este hombre, no como tú, que pareces maricón.

Reímos un rato, nos contamos situaciones que habíamos vivido para calentar el ambiente y entre trago y trago, el cabrón rozaba, tocaba, acariciaba, y morreaba a mi mujer delante de mí y de todos los que allí había. Bueno, era su mujer, por lo que no me sentí muy incómodo.

Cuando salimos del pub, ellos iban agarrados y yo detrás de ellos. En la puerta dijo mi mujer:

Oye, cariño, vete tú delante y vete preparando la bañera para nosotros, a ver si cuando lleguemos ya está llena y calentita como a mí me gusta.

Ok. Y me fui más ligero que ellos que iban despacio hablando de sus cosas. Cuando miré para atrás los vi como se apoyaban en una esquina y se besaban como verdaderos novios. Y se magreaban delante de todo el mundo que quisiera mirar.

Seguí mi camino y cuando llegué la hotel, subí a la habitación y puse la bañera a tope de caliente y con jabones y espuma para que estuviera perfecta cuando ellos llegaran.

Tardaban, me puse la televisión y me tumbé en la cama desnudo, solo con el albornoz.

Ya está llena la bañera y ellos sin llegar. ¿Dónde se habrán parado?

Al ratito los oí por el pasillo y me fui a abrir la puerta y dejarla entreabierta.

Hola cariño, ya estamos aquí. Está preparada la bañera?

Por supuesto que sí. Venga que se enfría.

Ven aquí y deja que mi hombre se siente en la cama y vea como me desnudas para él.

Así lo hice. Él se sentó en la cama con una sonrisa de oreja a oreja y diciendo que esto era increíble, que nunca le había pasado una cosa parecida que éramos una pareja genial.

la desabroché despacio la cremallera y saltaron sus tetazas cuando bajé los suficiente. Miré al macho y le vi como se tocaba la polla por encima del pantalón.

Sigue, sigue, decía él.

Seguí bajando hasta el ombligo y poco a poco más y más. Hasta llegar s su monte de Venus que estaba sin pelitos…

Joder, ¿estás depilada?

Pero que te crees?, mi mujer es muy meticulosa para ciertas qué cosas.

Bajé más y le enseñe el tatuaje que se hizo cerca del coñito.

Joooo que rico, que bonito, que pasada, aún hay más?

Jajaja.

Le quité el vestido por completo y la vio a ella en todo su esplendor, de pié ante él con solo sus taconazos puestos.

Le di la vuelta para que viera su otro tatuaje de la espalda que parecía que lo de los tatuajes le ponía al muy cabrón.

Otro tatoo, como mola.

Se incorporó de la cama para desnudarse y mi mujer le dijo, que esa labor de desnudarle era mía, que él se relajara.

Me arrodillé delante de él y le quité los zapatos. Los calcetines. Me levanté y luego el jersey y le desabroché la camisa como si yo fueses una buena puta esperando a ver lo que escondía.

Mi mujer se deleitaba con ese cuerpo, de vientre plano, musculoso y con pocos pelitos en el pecho.

Me fui a los pantalones y le desabroché el cinturón el botón y la cremallera. Me agaché para bajárselos y de rodillas se los quité.

Tenía un bulto prominente debajo del bóxer.

Me dispuse a bajarle los calzoncillos cuando me quedé estupefacto con lo que dijo:

También querrás tu chupar un poquito de esto?, tu mujer ya lo ha probado y creo que le ha gustado. Seguro que tú también quieres, verdad?, se nota que eres un poco maricón por la forma que tienes de quitarme la ropa.

Mi mujer se empezó a reír, yo estaba rojo de vergüenza.

Ves, mi amor, como los machos de verdad, saben calar a una puta maricona como tú?, jajaja. Le encanta comer pollas, y lo hace francamente bien, ya lo verás.

Bueno, yo, balbucee.

Tú, qué?, quieres polla también sí o no?, tengo para los dos. O debo de decir para las dos?, pero primero tengo que hacer los honores a mi mujer de esta noche. Tendrás que esperar, maricón.

Me encanta como hablas a mi exmarido de esta noche. Dijo ella.

Vamos, encanto, vente a la bañera que nos ha preparado el mayordomo.

Se fueron los dos agarrándose por todos los lados hasta la bañera. Se metieron y estuvieron retozando, besándose, tocándose, durante un buen rato.

Ella le agarraba la polla y los huevos, él le metía la mano en coño a ella, le pellizcaba los pezones, ella chupaba los pezones de él… así pasaron un buen rato, hablando y tocándose mientras yo me tocaba la polla en la cama mirando la escena que se veía perfectamente desde mi sitio.

Salieron de la ducha y se fueron a la cama, me hicieron que me levantase de allí y me sentara en el sillón.

Ahora mira cornudo como se folla a una hembra. Mira y aprende, ¡ciervo!

En esto que el macho, tumbó a mi esposa boca arriba y él empezó a comerle el coño, de una manera increíble. Lo digo porque los gemidos de mi mujer eran espectaculares. Le metía los dedos a la vez que le comía el coño. También le dijo que le iba a meter uno por el culo a la vez y ella no contestó pues no pudo estaba en éxtasis, pero él se lo metió. Tenía dos dedos en el coño dos en el culo y con el dedo gordo y la lengua jugaba con su clítoris.

Elisa no tardó ni 5 minutos en correrse la primera vez. Él seguía e insistía aún después de haberse corrido mi esposa y ella quería cerrar las piernas pero él le obligaba a tenerlas abiertas, y cada vez hacía más fuerza para mantenerlas abiertas y seguía con su trabajo. Ella suplicaba que la dejara, por favor… déjame…

Pero él seguía haciendo caso omiso a lo que mi mujer decía, yo embobado mirando la escena.

A los dos minutos aproximadamente se volvió a correr. La muy jodida puta.

Creo que eso de resistirse y la fuerza del macho, le hacía más erótica la comoda de coño. Y él seguía comiendo. Por un momento pensé que e iría a desmayar de cómo estaba revolcándose de gusto y la fuerza con que el camarero le agarraba y seguía comiéndole el coño.

Cuando se corrió por tercera vez… mi mujer decía me voy a morir, me muero, dios santo… entonces paró y se rió.

Elisa no podía ni incorporarse del desgaste físico que había realizado, pero me miró fijamente, puso cara viciosa y me dijo:

VES? ESO ES COMERME EL COÑO, CABRONAZO, APRENDE

Me mandó, mi mujer, a por algo para beber del mini bar. Una cerveza para ser más exactos. Se la di y me dijo que se la agarrara mientras su macho la follaba. Porque esto no iba a quedar así. Ella quería polla y bien dentro.

Se tumbó de lado y su hombre detrás. Se la insertó de un solo golpe en el coño mientras me miraban y me decían lindezas como: mira como me tiene este cabrón, como folla joder… y él decía, tu maridito no te da esto como yo verdad, putita?. Mira en cornudo como se empalma de ver a su mujer follada por una buena polla y cosas de ese estilo.

Yo me estaba pajeando mientras los miraba, me estaba poniendo la situación a 1000 por hora tanto lo visual como lo verbal.

De vez en cuando paraban para beber y seguían.

Se puso Eli a 4 patas y empezó a follársela así. No tardo mucho en volverse a correr y caer exhausta en la cama.

Nos fumamos un cigarrillo y mientras el cerdo del macho de mi mujer, dijo:

Ahora necesitaré tu ayuda, refiriéndose a mí.

Te vas a poner debajo, meterás tu mierda polla en el coño de mi hembra y yo la petaré ese culo tan preciso que tiene.

Así lo hice. Me tumbé, mi mujer se puso encima de mí y metió mi polla en su coño. Empezó a moverse, a calentarse, se me arrimó a la oreja y me dijo en voz baja: Te quiero, cariño.

Eso me puso a mil y me besó en la boca.

El macho se colocó detrás de mi mujer y empezó a probar para meter su polla en el agujerito que previamente ya había abierto con los dedos mientras le comía el coño.

Escupió en su agujero y en su polla, se la tocó un poco y entró a saco.

Primero despacio, pero cuando entró la punta empujó hasta dentro. Mi mujer chilló de gusto, placer y dolor. Yo noté su polla rozando con la mía yo estaba inmóvil, eran ellos los que se movían.

Mi mujer estaba en otro universo en ese momento, empezó a convulsionarse para rematarlo con una sonora corrida, me corro joderrrrrrrrrrrrr, diossssssssssssss, me muerooooooooo.

El chico no tardó en correrse y lo hizo dentro de del culo de ella.

Cuando paramos, Elisa dijo a su hombre que esperaba que se recuperara que quería su leche en la boca, necesitaba probar su semen.

Nos dimos los tres una ducha rápida y nos fuimos otra vez a la cama a reposar un poco de tanto ajetreo.

Ahora te toca a ti, machote, dijo el chico en tono burlón. Ya he descansado suficiente ahora me vas poner la polla dura para follar otra vez. Así que empieza a comer mientras tu mujer y yo nos fumamos un cigarrillo. Tú te fumarás este puro con bigotes que tengo aquí. Jajaja.

Me puse a chupar para ponérsela dura mientras ellos hablaban de lo bien que nos lo montamos y de que somos una pareja formidable.

Al cabo de un ratito ya tenía la boca llena de polla, se le puso a reventar otra vez.

Dios, que bien come pollas tu marido. Mejor que muchas tías. Claro ha tenido una buena maestra, jaja.

Mi mujer dijo: maricona, déjalo ya que se va a correr, coño, y su leche es para mí.

No te preocupes mujer, que esta vez tragaras leche de macho de verdad.

Maricón, cornudo. Ponte a 4 patas que te voy zumbar el culo mientras le como el morro a tu señora.

Dicho y hecho, estaba deseando participar más y mi culo estaba hambriento.

Mira Elisa, mira como se abre él solito el culo para que le meta la polla que acaba de follar a su mujercita.

Que maricón estás hecho, cariño. Esto sí que te gusta, ¿verdad?

No pude decir más que ahhhh, pues ya me estaba tabicando el culo ese cabrón polla gorda.

Uy, que cerradito está. Espera que lo ensalivemos un poco. Y él mismo metió su lengua en el culo para lamerme bien lamido.

Mi mujer se tumbó y empezó a tocarse el coño. Se estaba excitando de verme así, humillado por un desconocido.

Empujó y me la metió enterita.

Entonces fue cuando los dos empezaron a burlarse de mí, que si maricón, que tienes una mujer que no te la mereces, que cornudo eres…

Yo me ponía más burro y más exicitado cuanto más me vejaban verbalmente. Notaba como su polla entraba y salía perfectamente de mi agujerito. Estaba muy abierto…

La zorra de tu marido, ya ha tragado más pollas por el culo. Mira como entra, mira como se mueve, está convertida en una buena zorrita. Qué suerte tienes de tener una putita para cuando tú te canses, de follar con quien quieras, le dejas a tu puta zorra maricona y cornudo para que la usen. Dijo el macho de mi mujer en plan burlón.

Maricón!, dijo mi mujer. Te estás poniendo cachondo, o… ¿debo decir cachonda?.

Te voy a comer la polla mientras mi hombre te sodomiza, me estás poniendo a tope, pedazo de cornudo maricón.

Después de un buen rato de darme por el culo, el macho, sacó la polla de mi culo de un golpe y llamó a Elisa. Ven aquí cielo que me quiero correr en tu cara.

Mi mujer dio un respingo y se puso a 4 patas para que le llenara la cara de leche. El se masturbaba frenéticamente, hasta que empezó a salpicar semen por toda su cara.

Yo me puse a su lado por si me caía algo a mí, también quería probar su esencia.

El semen salió sin mierda, salió limpio por lo que mi esposa infiel, empezó a recogerlo con los dedos y llevárselo a su boca para saborearlo.

Ummmm, ¡¡¡que rico!!!, quieres un poco, cornudo?

Sí, sí, bésame.

Me besó, me metió la lengua hasta la campanilla, y es cierto que su semen estaba bueno, joder.

Después de un rato de risas y otro cigarrillo, nuestro amigo por esa noche, dijo que tenía que irse y se empezó a vestir mientras nosotros yacíamos en la cama.

Le dio un beso de medio minuto a mi mujer, le dio el teléfono por si veníamos en otra ocasión y quedar y a mí una palmadita en el culo.

Ella se levantó desnuda y le acompañó hasta la puerta. Se volvieron a besar con la puerta abierta y se fue.

Regresó a la cama pegando un salto y con una cara de felicidad que hacía tiempo que no veía, estaba radiante, contenta feliz…

Nos abrazamos, nos contamos un poco, lo sucedido recreándonos en algunas escenas morbosas, cuando… llamaron a la puerta.

Pensamos que se habría dejado algo y que volvía por si estaba allí, y me levanté a abrir. Por supuesto desnudo.

Cuando abrí la puerta con cara sonriente… se me cambió el color, cuando me di cuenta que no era él, sino mi hija con su amiga.

Me quedé de estupefacto. No sabía que decir, pero Mónica sí.

Hola Papá, ¿podemos pasar?.

Me tapé como pude y las hice pasar.

Hola mamá.

Hola cariño, hola Susana. ¿Qué pasa, que hacéis aquí?

Hola Elisa, es que… hemos estado Mónica y yo hablando y hay una cosa que quiere decirles y me ha dicho que si yo podía estar presente.

Yo me puse unos pantalones de pijama y mi mujer y yo nos sentamos en la cama. Ellas dos de pie, mirándonos y mi hija, cortada como nunca la habíamos visto.

¿Qué pasa?, ¿queréis decirnos lo que ocurre?.

Mónica se sentó a mi lado y me miró y empezó a hablar.

Mira, papá. Siempre dices que hay que contarnos todo, que no haya secretos entre nosotros y por eso quiero decirte que… resulta que Susana y yo nos queremos y nos gustamos, no solo como amigas, sino algo más. ¿Me vas entendiendo?

Uffff, dijo mi mujer, pensé que era algo grave, joder, que susto nos habéis metido.

Ya, mamá, ya sé como piensas tú pero quería que papá lo supiera de primera mano.

Vale mi amor, me parece bien, siempre y cuando os respetéis y si vuestro amor es verdadero, por mí, adelante, pero… a ver si lo entiendo, dije yo. Son las 2 de la mañana y ¿tú crees que son horas de venir a decirlo?, ¿no podíais espera a mañana?

Es que eso no es todo. También quería deciros que esta noche Susana se ha venido aquí conmigo, a mi habitación y hemos tenido relaciones sexuales hace un ratito.

¿Qué dices?

Joder, vale, lo entiendo, no pasa nada.

Oye Susana, ¿tus padres lo saben?

¿Qué si soy lesbiana?, claro, por supuesto. Cuando Mónica viene a Madrid, nos acostamos juntas. Mi madre dice que antes de que nos vayamos por ahí, quien sabe dónde, mejor en casa.

Diossss, no sabía que tus padres fueran tan liberales. Pero si ellos lo saben, por nosotros no hay problema. Verdad cariño.

Ya sabes que no. Por mi adelante, pero siempre y cuando seáis discretas, por lo menos de momento, ¿ok?

Ya sabes, mami, lo discretas que hemos sido hasta ahora, que ni papá se ha dado cuenta.

Y cuanto tiempo lleváis saliendo?, pregunté yo

Desde hace ya un año exacto. Hoy es nuestro aniversario. Jajaja.

Yo no sabía cómo salir del tema, que no me parecía mal, pero seguía sin entender el por qué de entrar a esas hora en nuestra habitación.

¿Ya está?, pues venga iros a la habitación y descansad un ratito.

No, papi, eso no es todo.

¿Es que hay más?

Claro, por eso hemos decidido entrar ahora en vuestra habitación.

¿Y de qué se trata, si puede saberse?

Pues…, es que…,

Venga, Mónica ya se lo digo yo si te da corte.

No, deja, ya lo digo yo.

A ver por donde empiezo.

Estábamos haciendo el amor, Susana y yo, cuando oímos voces en vuestra habitación..

Dios, pensé, nos han oído, joder, que vergüenza.

Y cuando acabamos, nos pusimos a escuchar por la pared. Y escuchamos todo lo que acabáis de hacer.

Cariño, mira te puedo explicar…

No, espera que acabe, porfa.

Bueno pues al principio pensamos que tú hacías de cornudo mirón y la verdad es que fue mi excitante oír lo que te decían. Susana se ha puesto como una moto y no había quien la parara.

Pero lo mejor fue cuando ese tipo decía que te iba a follar, a sodomizar y cuál fue nuestra sorpresa que no quedó duda que ese tipo te dio por culo y bien dado, ¿no, papá?

Bueno, verás… esos son juegos de tu madre y míos y nos gusta probar cosas nuevas, y no decimos que no al sexo, en cualquier variante, si no nos gusta, pues lo descartamos, pero siempre nos gusta probar.

Joder, creo que salí bien del apuro, pero… siguió hablando la niña.

Bien, papi, si hasta ahí todo bien. El problema viene porque Susana… se ha puesto como una moto, ha sacado su arnés y me ha follado como loca, diciendo:

Quiero dar por culo a tu padre, quiero dar por culo a tu padre… ¿me vas hacer el favor de decírselo?

Y claro, en el estado que yo estaba… le he dicho que sí y aquí estamos.

Uffff, ya lo he dicho.

Elisa se meaba de risa, no se lo podía creer, y yo menos.

Entonces mi mujer, dijo, casi sentenciando.

Susana, ¿has traído tu arnés?

Por supuesto. Lo llevo en el bolso. ¿Quieres verlo?

Pues claro que sí. Me excita la idea, de que la novia de mi hija se folle al maricón de su padre. Jajaja. Todas rieron menos yo.

Una cosa os quiero decir y quiero que lo tengáis muy claro las dos. Aquí en temas de sexo, mando yo. En temas de casa y fuera del sexo, es él el que manda, pero en temas sexuales mando yo y se hace lo que yo digo. Todo lo que va a suceder hoy aquí, se quedará aquí. Esas son mis normas si queréis jugar a nuestro juego debe ser como yo mande y organice, sino, no hay juego. ¿Estáis de acuerdo las dos?

Sí, claro, dijeron las dos a lo unísono.

Bueno yo tendré que decir algo al respecto, ¿no?

Cariño, pero si estás deseando que lo haga.

Pero joder, que está la niña delante, coño. Es muy fuerte.

Por mí no te preocupes papá, que me está poniendo caliente solo de pensarlo.

Uffff, dios mío, en que jardín me he metido.

Ven aquí cielo, que te va a dar por culo un pedazo de tía y mira… está buena, ¿verdad?, venga no te hagas el remolón. Tú Susana póntelo que le vas a dar lo suyo.

Por dios, Eli, que es una cría, joder.

Y ¿es que no quieres tener relaciones con un yoguirín?, venga vamos quítate el pantalón y muestra tu culo perdido a tu yerna, ¿se dirá yerna, no?, jajaja.

Total, que al final accedí, con mucha vergüenza por mi parte, nunca me había sentido tan humillado y ultrajado como en ese momento.

La niña se desnudó ante mis ojos. Llevaba el pubis depilado, no tenía ni un pelito. Y unas tetas grandecitas, tiesas, muy apetitosas.

Se empezó a poner el arnés y me miraba con cara de vicio. Me decía. Ángel, siempre he deseado follarme a un tío y no me podía imaginar que me follaría al papa de mi novia. Estoy muy mojada.

Mi hija le tocó el coño para comprobarlo y dijo. Efectivamente está muy muy mojada. Papá ya verás en pura pasión, te gustará. A mí me lo hace casi siempre. Me encanta sentir su polla de goma en mi chichi.

Mónica, joder, ¿qué lenguaje es ese?

Venga calla, papi, anda, que si quieres puedo decir más cosas, como cornudo y maricón. No te apetece saber que me hace Susana en tu cama cuando vosotros os vais por ahí?. Te encantará como folla, la cabrona.

No podía creer lo que escuchaba, mi hija hablando como su madre cuando está en plena posesión del ángel o demonio del sexo.

Y tú, Eli, ¿es que no vas a decir nada?

Cállate cabrón y deja que te sodomice la niña. Vamos, que te estás empalmando viendo como se pone la polla.

Me puse a 4 patas y mi mujer sacó un poco de gel de su bolso y me lo untó en el agujerito del culo. Cuando noté las manos de Susana en mi espalda… me dio un escalofrío, estaba acojonado, nervioso y muy caliente.

Apuntó con la punta a mi agujerito y … entró de un golpe (claro ya estaba abierto de hacía un rato).

Que cabrón, Mónica, has visto como se la he metido a tu padre?, joder, que agujero mas grande. Mira Elisa como le entra a tu marido mi polla.

Y en ese momento mi esposa se acercó para verlo y empezó a besar en la boca a su yerna. Le tocaba las tetas, y le acariciaba el pubis. Su mano chocó con la de mi hija y ambas empezaron a masturbar a mi sodomizadora mientras ella empujaba con gran maestría su arnés dentro de mí.

Susana no tardó en correrse con los toqueteos de madre e hija. Y me cuando se estaba corriendo me metió el arnés hasta dentro del todo haciéndome daño, y solté un alarido.

Bien mi putita dijo mi mujer, ahora te va a follar tu querida hija, así que no te muevas de cómo estás.

¿qué?

Dijo Mónica, ¿qué yo?

Sí cariño, tú. Y después será tu mariconazo de padre el que te folle a ti. He soñado muchas veces en ver cómo te folla tu propio padre. Así que, ponte el arnés sin rechistar y empieza a sodomizar a tu papito querido.

¡¡¡Venga!!!

Vale, ya voy.

¿ves cariño?, te va a dar por culo tu queridísima hija y luego meterás tu verga en su coñito de mujercita. Me estoy poniendo cachonda, joder. Me voy a hacer una paja mientras veo a mi familia follar, jajaja.

Entonces Susana dijo que eso no lo podía permitir. Que la paja se la haría ella. Ya me he follado al padre, ahora quiero a la madre.

Así que mi mujer se tumbó boca arriba y la cara de la novia de mi hija fue acercándose al coño de mi esposa. Ví como sacaba la lengua y empezó a chuparle el coño despacito como queriendo lamer y saborear todo su jugo.

Mónica se desnudó frente a mí. Ya la había visto desnuda muchas veces cuando era pequeña. Nos duchábamos juntos hasta que se hizo mayor y se hizo pudorosa. Al menos eso creía yo, pero... cual fue mi sorpresa que cuando se quitó el top que llevaba, vi un piercing en su pezón derecho en forma de barrita.

¿Y eso?, dije yo.

A que es mono. Y lo agarró y tiró de su pezón para que lo viera bien.

Es que Susana me dijo que le gustaba que me lo pusiera y así lo hice, pero eso no es todo, verás...

Y cuando se desnudó del todo me enseñó su sexo, totalmente depilado y con un tatuaje muy cerca de su coñito. Colocado de tal forma que con bikini no se podía ver. La verdad es que se estaba convirtiendo en una pedazo zorra por órdenes de su novia.

Susana también tenía un tatuaje en su espalda, mas bien encima del culo, de esos que son alargados con formas florales. Me encantan los tatuajes, no puedo resistirlo.

Vamos maricón, date la vuelta que quiero ver como te penetra tu hijita. Dijo mi esposa, mientras su yerna le comía el coño de forma fantástica.

Hice lo que me dijo y esta vez mi hija no me puso la mano en la espalda, se conoce que no tiene tanta experiencia como su novia. Se agarró la polla de latex con las dos manos y apuntó a mi agujerito.

La muy cerda metió la punta y me dijo. ¿te duele papi?, sigo?

No cariño métela dentro.

Jaja. Me estás pidiendo que te folle como a una zorra. Me encanta, vamos dímelo otra vez. Dime que quieres que te meta mi pollón en tu puto culo de maricón.

No podía creer lo que oía por la boca de mi hijuchita.

Vamos, joder, fóllame ya que quiero notar tu ímpetu.

Y en ese momento me metió la polla de golpe. Yo creía que me iba a partir. Ya llevaba muchas pollas en el culo esa noche y lo tenía algo resentido, pero el morbazo de ser sodomizado por mi propia hija era superior al dolor que sentía.

Vámos sigue, empuja, zorra, eres más puta que tu madre, joder, venga fóllame bien.

Mi mujer empezó a correrse gritando, y en ese momento, creo que por la excitación de follarse a su padre de ver a u madre espatarrada corriéndose con la engua de su novia en su coño... mi niña se corrió sin tocarse, solo con el roce de la cinta del arnés tocando su precioso coño y cayó sobre mí exhausta.

Después de eso descansamos todos un rato sin pronunciar palabra, estuvimos así unos minutos que parecieron una eternidad, hasta que mi mujer rompió el silencio:

Ahora te toca sentir la polla de tu padre, cariño. Así que... ponte a cuatro patas que vas a saber lo que es una polla de hombre maduro. Por que cuando tiene que ser maricón es muy maricón, pero cuando le ordeno ser un buen macho, es el mejor. Ya lo verás.

Cariño, déjalo, quizás sea mucho para esta vez, ha sido la primera y habrá más. Si ella no quiere no la fuerces.

¿qué dices?, ni de coña, papá, necesito saber que se siente, quiero vivir este momento, no quiero que se acabe. Estoy alucinando.

Bien, dijo Susana, Ángel, ¿ves que bien tengo enseñada a tu hija?, es una zorra en la cama, te lo aseguro.

Esas palabras me excitaron y se me empezó a poner la polla durita, pero Susana terminó de ponérmela dura, se arrimó a mí y empezó a comerme la polla, mientras mi hija se preparaba y se ponía en posición.

No podía creerme lo que estaba viendo... mi mujer se puso debajo de ella con la cara debajo de su coño y... empezó a lamérselo. Mi hija empezó a dar suspiros de placer.

Mi polla estaba a tope y le dije a Susana que parara que quería insertar a mi otra zorrita.

Mi mujer dejó de chupar y dijo. Te estoy comiendo el coño para que te corras cuando tu padre te de por el culo, pues no te va a follar el coño, sino el culo, como has hecho tú con él.

Ella no dijo nada, solo bajó la cabeza y seguía suspirando.

Me puse un poco de gel en el capullo y puse mi glande en la entrad de su culo... te gusta mi vida?

Seguía sin decir ni palabra, solo jadeos, pero empezó a mover el culo como haciendo ademán de querer tragársela por ese sitio.

Empecé a empujar y me sorprendió lo fácil que entró.

Eli, ha entrado entera y sin esfuerzo, tu hija es una puta perra.

Jajaja. Como no lo va a tener abierto si la acabo de romper el culo hace un ratito, dijo su novia.

Esto me supera, me estaba poniendo a 1000 por  hora.

Susana empezó a besarme mientras sodomizaba a mi propia hija y su novia. Pero cuando empezó a chuparme y morderme los pezones no puede resistir más mi calentón y me corrí dentro de su culito de jovencita.

Di unos alaridos increíbles y no sé que dije pero seguro que alguna brutalidad, por que todas se rieron a la vez.

Cuando acabamos nos tumbamos en la cama y yo al menos me dormí agotado.

Al día siguiente me tenía que levantar pronto para ir al curso y dejé a las tres zorras en la cama desnudas, sudadas y super hermosas.

Me duché y empecé a recordar lo de anoche, me estuve tocando la polla recordando lo sucedido, cuando en ese momento se metió en la ducha Susana.

Me abrazó, me tocó, me besó... la polla ya estaba otra vez en forma. Y allí mismo de pie, le metí la polla en su coñito precioso y empezamos a follar. Em mordía el lóbulo de la oreja y me susurraba que le encantó lo de anoche y que quiere ser follada por padre, hija y madre.

Le dije, pero de esto a tus padres ni mú, ok?, no te preocupes, eso déjalo de mi cuenta, tu fóllame y calla.

Esas palabras em alarmaron un poco, n osé que quiso decir con eso, pero pensé que se lo diría asus padres y que al final haríamos orgías entre todos y de pensarlo, empecé a ponerme muy burro y la follé bien fuerte y me corrí dentro de su coño. ¡Qué rico,!, impresionante. De verdad. Me besó y me salí de la ducha y ella se quedó terminando de ducharse.

Mis chicas no se habían despertado y estaban abrazadas bien juntitas. Me vestí las besé y antes irme, entré en el baño y le di un besito a mi yerna.

Bajé por el ascensor como una nube, no sabía si todo había sido un sueño, o si fue verdad. ¿y qué repercusiones tendría todo eso en la vida futura y la relación con mi hija mayor?

No me quise come el coco con eso y disfruté del momento, lo demás vendrá solo.

Ya contaré como suceden los días posteriores a empezar a conocer a mi familia .