Conociendo a lu

Este relato es veridico y esta dedicado a una dulce y preciosa lectora habitual de esta pagina. Con cariño.

- CONOCIENDO A LU

Aquí estamos en un avión sobrevolando el Mediterráneo camino a la isla de Palma de Mallorca, con una completa desconocida, ya que no hace ni un mes que nos conocemos, ¿se puede saber que estoy haciendo?, ¿qué pasa por mi cabeza?, vale que es guapa que tiene esos ojazos verdes que me pierden y con una personalidad y vitalidad arrolladora que me turba ¿pero no hace un mes que nos conocemos y ya nos vamos de viaje?, siempre me he jactado de mi raciocinio para hacer las cosas, pero en este caso poco o nada lo había pensado, simplemente me había dejado llevar, aunque ahora a toro pasado debo reconocer que fue uno de mis mejores y más placenteros recuerdos que tengo.

Antes de salir de viaje habíamos organizado un planing bastante entretenido y los días que íbamos a estar no eran muchos , ya que íbamos para cuatro días y queríamos aprovechar los días de la mejor forma por lo que decidimos alquilar un coche para poder movernos por la isla.

Una vez aterrizamos en Palma, eran más de las 00.30 horas y entre que cogimos el coche, encontramos el hotel y pudimos aparcar era realmente tarde, así pues ese día tras realizar el check-in del hotel nos fuimos a dormir, ese fue el momento más tenso de todas las vacaciones, yo una persona tranquila, que siempre le daba mil vueltas a todas mis decisiones me encontraba haciendo la mayor de mis locuras, a miles de quilómetros de casa con una hermosa mujer a la que apenas si conocía, me sentía nervioso, inquieto fuera de mi zona de confort, mi cabeza iba a mil hasta que caí en un profundo sueño.

El día siguiente madrugamos, desayunamos en el hotel y nos marchamos a una playa paradisiaca que nos recomendó el conserje del hotel, no estaba muy lejos y no nos costó nada encontrarla, era muy bonita con aguas turquesas y arena fina, hacia una calor infernal, por lo que no tardábamos mucho el levantarnos de la toalla y meternos en el mar a refrescarnos, el sitio, el tiempo el hecho de estar de vacaciones hacia que estuviésemos relajados y disfrutásemos juntos en compañía, un arrumaco por aquí una caricia por allá, la mañana paso rápida, nos fuimos a comer y ya por la tarde nos escapamos a una calita preciosa, Cala Pi, el sol apretaba y nos metimos en el agua, llevábamos todo el día haciéndonos arrumacos, besándonos de manera apasionada, nuestra excitación iba en aumento hasta que una cosa llevo a la otra, Lu se aferro a mi cintura con sus piernas y me beso apasionadamente mientras yo la aferraba de sus glúteos y la atraía hacia mí, quería que ella sintiese mi erección.

Ella al sentir mi erección, de forma diestra cogió mi polla con una de sus manos y la estuvo masturbando suavemente hasta que al cabo de un rato se retiro la tela del bikini y cogiendo nuevamente mi polla la oriento a la entrada de su coño, con un movimiento de cadera le introduje parte de mi polla, ella al sentirla abrió la boca y echo la cabeza hacia atrás, el agua nos llegaba por encima del pecho.

Mientras la penetraba lentamente no dejaba de mirar a nuestro alrededor, no había mucha gente y parecían estar a cierta distancia nuestra en apariencia sin darse cuenta de lo que estábamos haciendo, sin embargo ella estaba desatada, le daba igual si había gente o no, quería mas, estaba completamente fuera de sí, podía sentir como movía sus caderas, como buscaba penetrarse, gemía y me mordisqueaba el cuello y lóbulo mientras me provocaba, me miraba fijamente como retándome a continuar o incluso incrementar el ritmo, era un torrente de pasión y lujuria desbocada y poco a poco me estaba arrastrando hasta su terreno, el placer era indescriptible y la situación morbosa hasta decir basta, ahí estábamos ambos disfrutando de nuestros cuerpos a plena luz del día sin importarnos que nos viesen o lo que pudiesen decir.

Estuvimos un rato así hasta que sentí como la gente miraba hacia donde estábamos nosotros, era evidente que intuían lo que estábamos haciendo, Lu estaba cada vez mas excitada y sus movimientos y gestos eran evidentes, el chapoteo del agua era cada vez más ruidoso y sus movimientos mas groseros, poco o nada le importaba el ser observada, estaba concentrada en su disfrute personal,  yo permanecía inmóvil, sujetándola por sus glúteos e intentando mantenerme firme, por eso cuando se la saque de sus entrañas pude ver como una mueca de frustración aparecía en su cara a la vez que me preguntaba indignada porque paraba yo le indique con la mirada el porqué paraba y ella pareció entenderlo.

Se regalo la mejor de sus sonrisas y me dio un beso para separarse de mi e irse directa a la toalla, yo todavía estaba empalmado y decidí quedarme un rato mas en el agua hasta que me bajase la erección, en esas estaba cuando mire hacia arriba y vi una especie de mirador, había dos chavales jóvenes y me pareció ver que me hacían gestos como levantando el pulgar y el signo del ok pero no podía verlos con claridad y no les hice mucho caso.

Al cabo de un rato ya más relajado y sin erección, salí del agua y decidimos irnos al hotel, a lo que subíamos de la cala me pareció ver un paseo que daba a ese mirador que había visto desde el agua así que decidimos acercarnos, la verdad es que cuando llegamos ambos nos dimos cuenta que desde ese mirador nos habrían podido ver lo que hacíamos sin ningún impedimento ya que las aguas eran cristalinas y el mirador estaba justo encima de donde nosotros habíamos estado jugando, fue entonces cuando vi claro lo que esos jóvenes me estaban diciendo aunque no le comente nada a Lu.

Llegamos al Hotel bajamos a cenar y cuando subimos para darnos una ducha y salir a dar un paseo por Mallorca me lleve una grata sorpresa ya que el baño estaba lleno de pétalos rojos, velas y en la bañera nos esperaba un bañito de burbujas.

Todo era idílico, lo había preparado Lu sin que ni siquiera me enterase, así que nos metimos en el baño y nos dimos nuestro merecido homenaje antes de salir de fiesta por Mallorca, nos relajamos en las burbujas, y cuando ya casi habían desaparecido Lu se volvió hacia mí y con esa sonrisa de diablillo me cogió mi polla y comenzó a masturbarme suavemente hasta que estuvo dura sin dejar de mirarme fijamente y con una sonrisa maliciosa en su bonito rostro, yo me incorpore y ella se puso de rodillas y con un movimiento hábil comenzó a chupármela con suma maestría, era delicioso, ver como esos labios atrapaban mi polla mientras su lengua jugueteaba con mi glande y sus uñas hacían estragos en mis huevos.

Cuando estaba a punto de correrme la avise pero lejos de parar siguió succionando con deleite y glotonería hasta que me derrame en su boquita, que delicia y que placer, no sé lo que sería el paraíso pero no había duda que se tenía que parecer a algo así, después de esto, nos enjabonamos a conciencia nuestros cuerpos, hasta que nuevamente mi polla fruto de los tocamientos y roces comenzó a levitar, momento que aproveche para levantarle una pierna y apoyarla sobre el lateral de la bañera colocar mi mano en su espalda para que se echase hacia delante y cogiéndome mi polla la coloque en la entrada de su hambriento coño, se la introduje de un golpe duro y seco de cadera en sus entrañas, ella arqueo un poco su cuerpo y comenzó a gemir aferrándose a la pared de la ducha, pero yo estaba fuera de sí y la martillee con todas mis fuerzas hasta que no aguante mas y cuando sentí que me corría la saque y con un par de sacudidas varios goterones de esperma cayeron sobre su culo y espalda que tras un momento de descanso volví a enjabonar y limpiar con deleite.

Cuando salimos Lu estaba radiante llevaba un vestido de una pieza todo negro, que con esos ojos verdes y el colorcito que habíamos cogido en la playa la hacían muy deseable, estaba simplemente preciosa.

Lo cierto es que no estuvimos mucho disfrutando la noche de fiesta, ya que al día siguiente teníamos planes y no queríamos pasarnos en la noche y no poder disfrutar del día.

Por lo que pronto nos retiramos a la habitación, cuando llegamos a la habitación, ella se metió en el baño mientras yo aprovechaba para ponerme el pijama, sin embargo cuando salió del baño me fije que llevaba puesto un picardías rojo, yo me quede embobado observándola, no daba crédito a lo que estaba viendo estaba preciosa, simplemente radiante, mientras ella de manera coqueta y divertida se acercaba hacia mí, fue en ese momento cuando deduje que esa noche poco o nada íbamos a descansar.

Mi polla reacciono al momento y mientras ella se echaba a mis brazos para besarnos apasionadamente yo aprovechaba para sobar esos generosos pechos y la atraía hacia mí cogiéndole de sus glúteos, reconozco que parecía un pulpo pero es que no sabía dónde o que tocar todo en ella era deseable, espectacular y bonito.

La tensión sexual aumentaba por momentos ella tampoco perdía el tiempo y me sobaba mi polla por encima del pijama, hasta que la eche a la cama me desnude rápidamente y me abalance sobre mi presa, le quite el picardías y la deje completamente desnuda frente a mí, comencé a succionar uno de sus pezones mientras con la otra mano le pellizcaba el otro pezón, baje a su entrepierna y comencé a juguetear con mi lengua sobre su clítoris, al cabo de un rato ella tiro de mis cabellos para que dejase de comerle ese caliente coñito, para poniéndose encima mía, bajar hasta mi entrepierna y hacerme una mamada como pocas veces me han hecho, se la veía excitada y caliente.

Era delicioso y muy placentero disfrutar de esa mamada pero cuando ya no podía mas, en un movimiento rápido voltee la situación siendo ahora ella quien estaba debajo y yo encima, me cogí mi polla y la apunte a su chochito, esta al intuir mis intenciones abrió un poco mas sus piernas para facilitarme la penetración, reconozco que esa visión me excito, la tenía a mi entera disposición, no solo se abrió sus piernas sino que se cogió de los tobillos para tener un completo acceso a su vagina, después de juguetear con el glande entre sus labios, ella casi me rogo que la follase, que se la metiese, por lo que eche el culo un poco hacia atrás y se la introduje con un movimiento rápido, sentir esa humedad y como me aprisionaba la polla fue un placer, un gustazo, suavemente la penetre hasta que tuve toda mi polla en sus entrañas y mis huevos chocaban con su pelvis, ella gemía y movía sus caderas, estaba excitadísima y eso hacía que me embruteciese y comence a follarla de forma más violenta y rápida, la cama crujía a cada envite parecía que iba a romperse en cualquier momento y debido a la violencia de las embestidas la cabeza de Lu chocaba una y otra vez contra el cabecero.

Estuvimos un buen rato así, Lu estaba fuera de sí y sus gemidos pasaron a verdaderos chillos de placer, hasta que nuestros vecinos molestos por la situación golpearon nuestra pared, la situación fue cómica ya que Lu les pedía perdón, mientras yo paraba y ambos nos reíamos por la situación.

Ella me miro de manera lastimosa sus ojos brillaban y en su rostro se dibujaba el deseo.

LU: “¿Pero qué haces? Por dios no pares”

Se veía que se había quedado a las puertas del orgasmo, por lo que decidí masturbarla y así por lo menos dejar de hacer tanto ruido y evitar que los vecinos protestasen nuevamente, ahí estaba yo entre las piernas de Lu frotando de manera violenta esa pipita rosada e hinchada.

Podía notar cómo se humedecía cada vez más, mis dedos rezumaban sus flujos, el orgasmo estaba a las puertas, ella no hacía más que aferrarse a la cama, arqueando su espada y pasaba de gemir a bufar y gruñir, fruto de su excitación, nuevamente me ofrecía una imagen hermosa, ver como sus pechos se hinchaban de deseo como arqueaba su cuerpo y se aferraba a la cama fruto de un orgasmo inminente, verla disfrutar de esa manera me hacían sentir poderoso y excitado a partes iguales, toda la habitación olía a sexo.

Mientras frotaba su clítoris le introduje dos dedos en su coñito, para masturbarla frenéticamente, toda mi mano chorreaba sus fluidos, ella estaba desatada era inevitable, no dejaba de chillar hasta que poniéndose de forma rígida y cerrando sus piernas sentí como un potente chorro empapaba mi mano, el interior de sus muslos y todas las sabanas, la verdad es que me sobresalte, nunca antes había visto correrse a ninguna mujer de esa forma, parecía que se estuviese meando, yo saque mis dedos de su interior y me aparte mientras del interior de esta no dejaban de salir chorros de flujo y todo su cuerpo se convulsionaba de forma violenta.

Tras un breve paréntesis para que ella se relajase y disfrutase del momento, me miro y se dio cuenta de lo que había pasado y comenzó a reírse de forma nerviosa, yo me sonreí y la acompañe indicándole que nunca antes había visto correrse así a una mujer, ella me comento que era multiorgasmica y uno de sus ex novios le había descubierto el squirting, yo sinceramente hasta ese momento nunca antes lo había visto y sinceramente pensaba que era mentira pero después de esto…

Ella al verme fuera de la cama, flipado me pregunto qué hacía allí, yo me sonreí y me tumbe en la cama, buscando una parte donde no estuviese mojado, pero no tardamos mucho en olvidarnos del tema, ya que rápidamente Lu recordó que todavía no me había corrido, se puso a cuatro patas y vino hacia mí de forma sensual y con una mirada llena de lujuria y deseo me cogió la polla, el tacto de su manita en mi barra caliente hizo que me estremeciera, pero lo mejor aun estaba por llegar, deslizo con su manita la piel de mi polla hasta abajo para introducírsela en la boca suavemente rozando sus dientes de forma suave con mi glande, era maravilloso, una autentica diosa con la boca, como la chupaba por dios, si seguía así no tardaría mucho en terminar y no estaba por la labor, así que rápidamente la cogí de la cintura la coloque a cuatro patas y se la introduje de un solo golpe en su encharcado coño desde atrás, la sensación era brutal, sentir esa cavidad completamente humedecida era bestial.

Estuvimos un rato así, y otra imagen más se grababa en mi retina ya que desde mi posición podía ver como entraba y salía mi polla de su vagina, comencé a darle alguna cachetada a su blanco culo, lo que hacía que cambiase a un rojizo intenso, para después abrirle los cachetes e introducirle un dedo en su culo, estaba prieto y juguetee con ese orificio hasta que no aguante mas y poco antes de correrme se la saque para disparar potentes chorros de semen en ese culito tragón, para posteriormente quedarnos dormidos plácidamente.

Al día siguiente lo aprovechamos para ver la ciudad de Mallorca, la catedral, el castillo de Bellver, teníamos pensado por la tarde acudir a las cuevas del Drach, pero decidimos que no, estábamos felizmente cansados por lo que aprovechamos para ir a una de las playas idílicas que hay en la isla, así que después de comer nos dirigimos hasta la playa de Es Trenc por extraño que parezca el caso es que prácticamente no teníamos a nadie, una enorme playa de arena blanca y un intenso azul turquesa prácticamente para nosotros solos, por lo que no tardamos mucho en hacernos arrumacos, besarnos y lógicamente calentarnos.

Yo sentía mi polla pedir a gritos salir de su prisión y el calor apretaba así que decidí irme a dar un baño, lo que no me percate es que Lu decidió hacer lo mismo y cuando me gire la vi ahí frente a mí con una sonrisa picara, estaba claro lo que quería, así que no tarde en complacerla, me fui hacia ella y le quite la parte de arriba para mordisquear esos pechos saladitos, ella no perdía el tiempo y cogiendo mi bañador lo deslizo hasta llegar a los tobillos, nuevamente se retiro a un lado la braga del bañador y enroscando sus piernas a mi cintura se introdujo mi polla en su interior, yo seguía deleitándome con ese par de peras saladitas, mordisqueaba y pellizcaba sus pezones, mientras ella movía sus caderas para introducirse mi polla, hasta que al cabo de un rato vimos acercarse a un par de chavales jóvenes cerca nuestra, no me lo podía creer no había playa que tenían que estar ahí, así que nuevamente y por segunda vez nos quedábamos con las ganas, nos mantuvimos juntos pero inmóviles esperando a ver que hacían esos chavales, hasta que al final decidimos dejarlo y salir del agua.

Esa noche después de cenar y fruto  del calentón que llevábamos, nada más abrir la puerta de la habitación nos abalanzamos el uno al otro, y exploramos nuestros cuerpos sin dejar de besarnos, hasta que ella fue deslizándose hasta abajo para comenzar nuevamente una mamada de ensueño, esa mujer era deliciosa, y hábilmente con su boca y lengua me hizo correrme abundantemente, pero si pensaba que ya había acabado estaba muy equivocado, ya que cogiendo mi semen comenzó a juguetear en mi glande con sus deditos de forma circular, me estaba matando de placer no podía creer el gusto que me estaba dando, pero cuando la tenia más sensible, se puso a horcajadas sobre mi y cogiendo mi polla con una de sus manos la oriento hasta su húmeda cueva para dejarse caer sobre ella y empezar a cabalgarme de manera rápida y violenta, estaba fuera de sí y a mí me estaba haciendo ver las estrellas era una delicia de mujer y un volcán sexual, cuando se corrió sentí como mi polla se humedecía de sus flujos y se quedaba inmóvil sobre mi jadeante y sudorosa, pero si ella antes no había parado cuando yo me corrí, no pensaba hacerlo yo ahora, así que aproveche su pasividad y salí de abajo para colocarla a lo perrito y follarla desde atrás lo más fuerte y rápido que era posible, sacándole otro maravilloso orgasmo, disfrutaba viendo como se aferraba a las sabanas y como gemía mientras su fluidos bañaban mi polla, e incluso como se excitaba y ella misma era la que buscaba que la penetración fuese más profunda moviendo las caderas de atrás a delante al compas de mis embestidas, eran las mejores podía sentir como mi glande golpeaba en el interior de su coño y esa sensación era bestial.

Al día siguiente nos fuimos a la Alcudia, pasando por un pueblecito maravilloso y pintoresco como Valldemossa, la verdad es que el día fue genial, nuestro amor fluía  y el tiempo pasaba rápido.

Después de comer y cautivados por lo bonito del lugar nos fuimos a la playa, y nuevamente entre arrumacos y caricias nos encendimos y en vista de que casi no había gente nos fuimos al agua, cuando el agua nos cubría por encima de la cintura comenzamos a hacernos arrumacos, ella me sonreía de manera nerviosa y me buscaba la boca, yo esta vez no pensaba dejar pasar la ocasión de terminar lo que hasta en tres ocasiones habíamos intentado, a fin de cuentas nadie nos conocía, por lo que aparte la braga del bikini a un lado y aprovechando que mi bañador tenía una abertura me saque la polla y se la introduje en su coño con un movimiento de cadera duro y seco, ella al sentirla fue a gemir pero rápidamente la bese para evitar que la oyesen, a diferencia del día anterior aquí hacia pie sin dificultad por lo que podía empujar sin problemas y vaya si lo hice, me aferre a su culo y comencé a martillear ese hermoso coño abierto.

Estábamos en nuestro mejor momento y a punto de corrernos cuando de pronto nos salió a menos de un metro un tío con gafas de buceo, evidentemente le habíamos dado un bonito espectáculo, sin que nosotros nos diésemos cuenta, ya que estábamos concentrados en nuestro disfrute, pero vamos no sé si por un momento ese hombre pensó que le daríamos vela en el entierro porque nos dio un susto de miedo, aunque no por eso dejamos de follar, estábamos necesitados ya era la tercera vez y la tercera playa donde por un motivo u otro nos quedábamos con las ganas y este no iba ser otro, así que a pesar de tener a nuestro amigo el buceador que ni corto ni perezoso se quedo allí con nosotros buceando a nuestro alrededor como quien no quiere la cosa, yo seguí bombeando hasta que nos corrimos los dos y por fin podíamos dar por realizada nuestra fantasía, así que nos fuimos a la toalla a descansar.

Esa noche como las otras también fue bastante intensa, el vernos en la última noche de vacaciones no impidió para que no la disfrutásemos, al revés lo hicimos de manera intensa y varias veces como despedida final.

El viaje había sido genial placentero e intenso, al final no solo conocí a una persona fantástica, preciosa y activa sexualmente, había conocido a mi chica mi alma gemela, 4 o 5 días juntos habían provocado que una práctica desconocida se convirtiese en la mujer de mi vida.

Espero que les haya gustado, este relato está dedicado a una joven y preciosa lectora.