Conociendo a ella

La conocí por internet. Ella era un hombre, con algunos años más que yo. Un tio normal, pero que en la intimidad de su casa se vestía con ropas de mujer

La conocí por internet. Yo soy bi, con preferencia por las mujeres. Y aunque soy activo y un tanto dominante me gusta jugar, hacer durar la emoción. Ella era un hombre, con algunos años más que yo. Un tio normal, pero que en la intimidad de su casa se vestía con ropas de mujer. Estuvimos charlando un poco. Yo le comenté que a mi me atraía la idea de hacerlo con un hombre vestido de mujer, o mejor dicho, un hombre con alma de mujer.

No sólo debía de estar vestida como tal. Sus gestos, miradas, forma de andar...me gustaba la idea que fueran femeninos. Y si tuviese la voz demasiado grave, podría guardar silencio para no romper la magia del momento. Con signos y gestos seguro que nos entenderíamos. La idea de tener a uno femenino, acercándose a mi. Contorneando las cadenas, con faldita, piernas depiladas, un top ajustado (quizás con pechos falsos). Que me desabrochase el cinturón como si fuera un regalo de navidad, metiese la mano explorando mi ya entonces dureza. Y luego... que os voy a decir. La idea de tener a alguien así, a cuatro patas, con la falda subida, las braguitas a las rodillas... y dandole por atrás hasta hacer que gima como una mujer me enciende.

A ella le gustaba sentirse femenina. En casa, sobre todo en invierno con las persianas bajadas, se vestía con faldas, tops.  Y de esa manera cocinaba, veía la televisión y se admiraba por el gran cristal de su cuarto. Inclusive se hacía fotos. Muchas por lo visto. Venditas cámaras digitales, jeje.

No se podía evitar, acabó poniéndome la polla como una piedra. Por supuesto que se lo dije... y ella hizo algo que no me esperaba. Me pidió permiso para enviarme un correo, un "correo especial". Le dije que ningún problema. En menos de un minuto tenía un correo en mi buzón. Tenía un fichero adjunto. Lo abrí.Eran fotos de ella. Estaba con una falda corta y un top a juego. La mayor parte era de espaldas. Se le notaba un culito bueno, yo no le haría un feo. Lo tenía muy ajustado, y se le notaba la raja de las nalgas. En otra foto se había inclinado, ahora ya se le podía notar un tanga -me dijo que era rojo-. En la siguiente foto la falda se la había bajado. Ya se veía parte del cuerpo en la que la espalda pierde su nombre. La raja era visible en parte, tenía además las piernas cruzadas en actitud coqueta. La siguiente foto era de cara. Seguía con las piernas cruzadas, de forma que no se notaba nada de su sexo masculino. La imagen era totalmente femenina. Podía ver el top, pegadito a sus pezones. Estaba pegada a una pared blanca, supongo que de una habitación, con los brazos extendidos en cruz. Como esperando ser tomada. La última foto volvía a ser de espaldas, con la falda subida. La mayor parte de su culito era visible... o era lampiño o estaba depilada.

Le dije que me habían gustado. De hecho ya me estaba tocando desde hace rato... y tenía el slip totalmente empapado. Mientras veía las fotos me la saqué por la cremallera para juguetear con ella. Las fotos me la habían puesto al borde de correme, y yo seguí jugueteando con mi polla mientras veía las fotos. Las estuvimos comentando, cual foto me gustaba más a mi o a ella. Aunque me gustaba su culito, la foto que más me gustaba era una menos explicita pero más sensual a mis ojos.

Mi decisión -que era sincera- le gustó. Y me mandó otras fotos. Estaba ella con trasparencias, unas transparencia de blanco. Parece una novia pensé cuando lo vi. Eran fotos menos explicitas. A través de las transparencia se podía ver un juego de ropa interiro blanco. Yo lo encontre muy sexy, como inocente y puro. El blanco siempre me trae esa idea de pureza. Aunque seguro que ella no tenía nada de puro.

Yo ya estab haciendome una paja en todo su esplendor. Y eso que ese día ya me había corrido dos veces. Las fotos y la charla me la habían puesto dura dura.

Me envió otra ronda de fotos. Esta vez con un liguero, unas braguistas y un sujetador a juego. Era un juego de fotos más numeroso. Las primeras fotos estaba ella de cara y de espaldas. Con su braquita, mostrando la forma de su culito. A veces la foto dera en horizontal, otras desde abajo y se notaba aún más su culito respingón. en las siguientes su braguita estaba incrustada entre las nalgas. Como un tanga. Se le notaba más las nalgas. Yo casi me vuelvo bizco mirando las fotos... con la esperanza de ver su ojete... su coñito. No lo ví, pero no me hizo falta. Varias fotos más adelante estaba ella sin las braguitas. Con el liguero y el sujetador. Ahora se le vehía todo el culito, sus nalgas prietas. En esta situación se le seguía sin ver su sexo. Se lo metía entre las piernas, y parecía un coñito. Como me gustaba. En ninguna foto salía con objetos fálicos, o metiéndose algo por su coñito.

Mientras disfrutaba de sus fotos, y de forma lentamente ya que mi mano izquierda estaba dandole a la zambomba, le pregunté si sólo se vestía de mujer o también se dejaba follar. Me contesto que si un macho le gustaba, que sucedía no muchas veces, con gusto le mamaba e incluso se la follaban. Era sumisa, femenina y le gustaba calmar a su macho. En serio, ahí yo me corrí. Fue una buena corrida, bastante abundante teniendo en cuenta que no era ni la primera ni la segunda del día.

Cuando se lo dije, creo que pensó que la había dejado a media charla porque no contestaba, se alegró. Hemos quedado para otro día. Esta vez en lugar de fotos, estaremos por cam. Yo no le mostrará cara, no quiero que me graven la cara. Por suerte a ella no le importa, de hecho en las fotos tampoco vi en ningún momento su rostro. Supongo que charlaremos un rato, y luego dice tenerme una sorpresa. Con solo imaginar que sea un desfile o su permiso para hacerle fotos se me pone dura de nuevo. Me ha dicho que por cam no le gusta mucho, pero si decido a ir a su ciudad -somos de ciudades diferentes- me hará un pase de modelitos. Eso hará que me entre un dolor de huevos, le contesté. A lo que ella me dijo rápidamente, tranquilo de ese dolor me encargo yo.