Conociendo a Andrea 2/2
Terminan comiéndose entre ellas.
Andrea es una chica un poco más alta que yo, es muy blanca, si pelo es castaño, tiene los ojos más hermosos que he visto en mi vida. La verdad es que el uniforme le favorece muchísimo, tiene unas piernas divinas y un trasero digno de admirar, ambos entallados en ese hermoso y ajustado pantalón blanco.
Andrea: Oye para ser un departamento de foránea está bastante bonito.
Silvia: Muchas gracias, ¿Tu dónde vives?
Andrea: Yo vivo en un departamento compartido con otra chica, fue difícil adaptarme a estar sin mi familia, pero ya lo supere jaja
Silvia: A mi también me pasó lo mismo, pero ya con el tiempo una se acostumbra, siéntate y ahorita pedimos algo de cenar, ¿Quieres algo de tomar?
Andrea: Si por favor
Silvia: Lo malo es que solo tengo agua y cerveza jajaja
Andrea: ¿Cómo leíste mi mente? Una cerveza por favor.
Silvia: Eres de las mías entonces
Andrea: ¿Me dirás por qué estabas llorando? No quiero ser entrometida, pero no me gusta ver a las personas llorando, y menos si son tan bonitas como tú.
Silvia: Bueno la verdad es que es por culpa de una chica, pero ya no importa.
Andrea: ¿Eso qué significa?
Silvia: Que a mí también me gustan las mujeres, de hecho me gustas tú.
Andrea: Wow que directa
Silvia: Espero que no te moleste esto que te acabo de decir.
Andrea: La verdad es que también me gustaste, note como me mirabas en el laboratorio y quería volver a verte.
Me acerque un poco más a ella sin dejar de mirar esos hermosos ojos, acaricie su mejilla con mi mano y me acerque para besarla, sus labios eran tan suaves, no podía dejar de besarla, mis manos bajaron para tomarla de la cintura, sin darme cuenta ya estaba sentada sobre mi, me tenía presa entre esas dos hermosas piernas mientras nos comíamos a besos.
Le quite la blusa, y pude ver sus pechos, deje de besarla para poder apreciarlos mejor, ella al darse cuenta, se quitó el bra, sus pezones eran rosas y tenía un lunar muy sexy al lado, no pude evitarlo y empecé a besar su cuello, bajando cada vez más hasta que al fin llegue a sus pezones, con mi lengua lamí suavemente hasta que se pusieron aún más duros, cuando al fin empecé a succionarlos escuché un pequeño gemido que me volvió loca.
Andrea: Llévame a tu cama
En cuanto escuché esa orden con esa voz tan sexy, me levanté y la volví a besar, jalándola hacia el cuarto. En el camino ella me quitó la blusa, dejándome solo con un bra, el cual me quitó en cuanto llegamos a la cama. Al llegar me empujó sobre está, y mirándome desde arriba empezó a desabrocharse el pantalón, para bajarlo lentamente y dejarme ver esas piernas tan firmes. Se arrodillo frente a mí y empezó a quitarme los pantalones, y sin dudarlo me quitó la ropa interior, en cuanto estuve desnuda se volvió a sentar en mis piernas y me empezó a besar. Mis manos recorrían su espalda, desde sus hombros hasta sus deliciosas nalgas, son firmes y redondas. La tomo de la cintura y la acuesto en la cama, beso su cuello, sus pechos, bajo por su abdomen que es firme, su piel es tan suave que cada beso es un deleite. Llego a su ropa interior y la muerdo para bajarla con mi boca, beso sus muslos, los lamo, beso su abdomen, y respiro muy cerca de su vagina sin lograr tocarla, como queriendo hacerla sufrir, no tarde mucho tiempo así, cuando ella puso sus manos sobre mi cabeza y me empujó hacia ella, empecé a lamer delicadamente su clítoris, luego con mi lengua recorría sus labios de arriba hacia abajo, y volvía a lamer su clítoris, mientras más lento lo hacía, más lo disfrutaba, cada lamida era un gemido, mi boca y mi cara se llenaba cada vez más de sus fluidos, en ese punto empecé a meter mi lengua un poco en su vagina, sentir su calor y su humedad era delicioso, la cuarta vez que lo hice ella me tomo la cabeza, y yo pude sentir como se mojaba muchísimo más, su cuerpo se tensó para luego desvanecerse y soltar un delicioso gemido. Lamo cada gota que salió de ella y subo dando pequeños besos en su abdomen y pecho, hasta llegar a sus labios y besarla, dándole a probar de ese delicioso néctar.
Ella me rodea con sus brazos y nos besamos apasionadamente, yo me encuentro sobre ella y puedo sentir sus pechos contra los míos, de repente ella coloca su muslo entre mis piernas, y me empieza a rosar, yo me muevo lento sobre su muslo, ella al sentir lo mojada que estoy se gira y se coloca sobre mí, me empieza a besar el cuello y me ordena al oído que me dé la vuelta, me coloco boca abajo y ella sentada sobre mis nalgas empieza a besar y dar pequeñas mordidas en mi espalda, mientras ella llena mi espalda de besos puedo sentir su entrepierna húmeda y mordidas en mis nalgas, en ese punto yo ya estaba muy excitada.
Silvia: ¡Por favor! ¡Necesito tu boca ya!
Ella me tomo de la cintura y me giro, me miro a los ojos y bajo hasta mi vagina para darme el mejor sexo oral de mi vida, después de dos deliciosos orgasmos, ella se recostó a mi lado, y después de un largo rato besándonos y mirándonos a los ojos, ella empezó a quedarse dormida. De repente mi celular empieza a sonar, y recuerdo que lo deje en la sala, me muevo despacio para salir de la cama sin despertar a Andrea, al ver mi celular veo que es una videollamada de mi novia, estoy a punto de contestar cuando detrás de mi escucho a Andrea preguntando si estoy bien.