Conocía al padre y al hijo (2)

Continúo con la historia de mis dos amigos. Gracias por los comentarios (y, aunque sí, todo es muy evidente, es que se trata de eso…)

A Andreu lo conocí en una sauna de Barcelona. Era un domingo de otoño y, aunque todavía hacía buen tiempo, me apetecía desfogarme. Al no encontrar rollo por chat, decidí darme una vuelta por el centro a ver si pillaba algo por móvil, pero tampoco. Aquella no era mi tarde, así que acabé pagando los doce y pico euros para ver si al menos salía con los huevos descargados…

Entré y me puse en bolas… pasando de toallita, quien quiera ver el material que lo vea. Enseguida me puse a examinar el material. La sauna estaba concurrida: abueletes, padres de familia, jóvenes sudamericanos, alguna musculosa que iba pavoneandose entre el gentío… pero ninguno que me llamara especialmente la atención. Tampoco podía llegar y besar el santo, así que me dirigí al jacuzzi, entré y cerré los ojos. Pronto tuve a un par de tíos sentados a mi lado y metiéndome mano. Seguía con los ojos cerrados, no quería saber cómo eran… me mola el morbo. El que tenía a mi derecha fue directamente a mi polla y empezó a pajearla. El otro también se peleaba por cogerme el rabo. Levanté un poco el culo y el capullo emergió del agua. Enseguida noté una lengua rozando mi polla. Abrí los ojos y vi a un vejete comiendome el rabo. Hay muchos abueletes a los que les encuentro su morbo y me los follaría con ganas, pero este, la verdad, no era uno de ellos, así que le aparté suavemente la cabeza, me incorporé y salí empalmado del jacuzzi. El tío que estaba al otro lado tampoco me motivaba, así que no era cuestión de perder el tiempo ni hacerlo perder.

Me fui por los pasillos con una erección considerable. Algunos me tocaban el rabo al pasar, pero aquella tarde iba buscando algo "diferente". Al final, me metí en la sauna húmeda, que es oscura, y empecé a tocar cuerpos y gente. En un rincón había 5 o 6 tíos enrollandose, comiendose la polla y creo que alguno de ellos follaba. Me acerqué y enseguida se pusieron a hacer el examen: culo, polla, barriga, cara. Gusté y me pude quedar, y a los 2 segundos tenía una boca súper golosa acariciando mi rabo. Le toqué la cabeza: media melena donde poder agarrarme a su pelo. El tío me estaba haciendo pasar un rato estupendo con su boca y no sabía ni como era. Mientras me morreaba con un tío que tenía al lado al que empecé a meter un dedo en el culo. Me apartó la mano haciendome entender que en su cueva no entraba ni dios, así que le magreé el culo, me di la vuelta y empecé a comerle la boca al de la izquierda. No me gustaba cómo besaba y entendí que la única razón por la que estaba en aquel grupo era por el tío de la boca prodigiosa. Le hice levantarse y le dije, acompáñame.

Nos fuimos a un cubículo y lo cerramos. Pude ver mientras caminaba al chaval: 1,80 y pico, moreno, joven (20 y pocos), barbita, cuerpo normal aunque cupón y una preciosa boca y sonrisa. A él también le sorprendí puesto que parecía encantado.

  • Joder, que guay, he estado una hora dando vueltas y solo venían viejos.

  • Ya imagino, aunque ten en cuenta que hay viejos con mucha experiencia que te pueden hacer disfrutar, yo por ejemplo, jejeje.

  • Tío, tú no eres viejo ni de coñá.

  • Tengo 37 nene…

  • Pues no eres viejo, yo tengo 21 ¿te parezco joven o buscas a tíos de tu edad?

  • Te busco a ti en estos momentos, y quiero que lo pasemos bien los dos.

Me morreó y me tocó la polla con una suavidad que me hizo estremecer. Empezó a arrodillarse y se metió de nuevo mi rabo en la boca. El tío era bueno, muy bueno… sabía cómo lamer, cuando succionar, cuando acariciar… Le cogí la cabeza, la mantuve quieta y empecé a follarle la garganta. Ni un roce con los dientes, y eso, con un rabo del grosor del mío, es lo mejor que me puede pasar.

Le levanté para no correrme y le devolví el favor. Lo recosté en la colchoneta (pusimos una toalla antes bajo) y empecé a comerle su rabo. Medianamente grande también, unos 17… el chaval debía dar un placer follando increíble con su enorme capullo. Me la metí hasta la garganta y escuché gemidos de placer…

  • No sigas o me corro tío

  • Joder, si acabamos de empezar

  • Bueno, yo no tendría problema en continuar, pero si me corro yo y te corres tú…

  • No nene, yo tengo aguante, ¿quieres correrte?

  • Ufff, ¿y si me da bajón y te largas?

  • Tranquilo, me está gustando estar contigo… venga, córrete

Y me la metí de nuevo en la boca. Encontré su ojete velludo y empecé a meterle un dedo, aunque pronto vi que cabía un segundo. En ese preciso momento soltó un ¡¡¡Jodeeeerrrrrrr!!!, intentó apartarme la cabeza pero yo la mantuve en el sitio, y descargó no menos de 5 lefazos.

Su sabor era suave, joven, rico…

Le miré a los ojos, los vi llenos de satisfacción y en ese momento cogió y me morreó por sorpresa. Compartimos los últimos sabores de su corrida mientras me tumbaba a su lado.

  • Ahora te toca a ti.

  • ¿Seguro? Podemos esperar un rato a que te recuperes si quieres.

  • ¿En serio tio? Joder, sería genial.

Y empezamos a tocarnos, la cara, los pezones, los huevos… yo seguía empalmadísimo. El chaval cogió el condón, lo sacó, me lo enrolló y se intentó sentar en la polla.

  • Tete, no estás lubricado.

  • Ya tio, pero quiero hacertelo pasar bien.

  • Ven aquí y te como el ojal, tranquilo.

Se sentó encima de mi cara mientras empecé a pasar la lengua por su ojete velludo. Su sabor era limpio (y con sabor a cloro… había pasado fijo por el jacuzzi). El chaval empezó a gemir. Mientras yo seguía pajeándome para que no se me bajara el empalme. Me jodía estar con la goma, pero bueno, todo por follarme aquel culete. Le escupía y comía, le seguía escupiendo y comiendo… De vez en cuando mordisqueaba alguno de sus pelos y él gemía más.

  • ¡Basta ya! Fóllame.

Le tiré un lapo, le dije que él hiciera lo mismo y se lo restregara por el culo, y se empezó a sentar. Ponía cara de dolor, pero poco a poco fue bajando hasta que mis huevos rozaron sus nalgas. Estuvo quieto un rato, mientras yo tocaba sus pezones y su pancheta… definitivamente no necesitaba follarme a un macho alfa, este niñato me lo estaba haciendo pasar genial.

Le dije que se recostara sobre mi, me besara y empecé a bombear. El chaval empezó a gemir en mi boca.

  • Hostiaaaaaa… dame más cabrón.

  • Calla y abre el culo tío

  • Uffffff, todo para ti.

Seguí bombeando. Estabamos los dos mojados de sudor, muy mojados. Él empezó a lamerme el sudor de la frente, de la cara, lamiéndome como un perro. Me salí de él, me levanté y le puse a 4 patas. Se la metí a saco, sin contemplaciones. El grito de placer se escuchó en toda la sauna seguro. Hubo un tío que se atrevió a abrir la puerta a ver como me follaba al chavalin. Se empezó a pajear y le invité a pasar y que cerrara la puerta. El tío parecía un padre de familia, unos cuarentaytantos pero bien cuidado. Le dije al nene

  • Cómete el rabo de este amigo.

El nuevo se acercó y le puso su polla en la cara. El chaval no perdió el tiempo y empezó a hacerle un trabajo bucal tan bueno como el que me había hecho a mi, seguro.

  • Joder, como la come este niño.

  • Ya te digo, tiene la boca que parece mantequilla

  • Uffff, me voy a correr

Y se corrió. Mientras yo le pellizcaba los pezones y seguía enculando a mi chaval. El nuevo se puso de nuevo la toalla, salió y cuando cerraba la puerta nos dijo "gracias!".

Mi nene me dijo

  • Sácamela un poco tío que me duele

  • Ok, lo siento tío

  • Es que estoy seco por dentro

  • Ya, necesitamos lubricante

  • Espera y te la como, y con mi saliva, verás como entra

Me quitó el condón y se la metió en la boca de nuevo… me estaba comiendo la polla y lubricándomela con su saliva y con la lefa del que se acababa de ir. No sabía si me gustaba más su boca o su culo.

Se acostó en la camilla, abrió sus piernas y me dijo… ¡Follame y préñame cabrón!

Ufffffffffffffff, allí dirigí mi rabo. A mi eso no me lo dicen 2 veces. Empecé a comerle la boca mientras apuntaba el rabo al centro de su ojal. Noté esta vez cómo entraba el rabo. Primero el capullo atravesó el primer anillo, luego un poco más adelante el segundo y por fin, cuando estaba a punto de hacer tope, encontré su tercer anillo, y la metí entera. Su culo era igual de caliente y suave que su boca.

Empecé a bombear, pero esta vez no era cañero… era romántico, besandonos sensualmente, notando la piel, poniendo todos los sentidos en el sexo: el olor a sudor que emanábamos, los sonidos de mi polla entrando en su culo, las caricias, las lenguas… Lo abracé, le besé y le dije suavemente

  • Me corro

  • Sí tio, hazlo.

Y me corrí. Sin hacer mucho ruido, solo gimiendo en su boca mientras seguíamos besandonos… y también noté su leche, en mi estómago. Él se había corrido sin tocarse.

Me salí de su culo e hice por primera vez una cosa que me dio mucho morbo, lo puse a cuatro patas y le dije que soltara mi lefa que se la iba a comer… me apetecía. Quería que aquel chaval marcara al menos una primera experiencia en mi vida. Poco a poco salió mi leche mientras pasaba la lengua por su culo. Sabía rara, ¡como no! Pero me encantó aquel momento.

Él intentó chupar y limpiarme la polla, aunque le dije que no, una vez me corro y se me baja, tengo la polla muy sensible.

Nos fuimos a las duchas, nos limpiamos y como colegas fuimos a las taquillas… Se puso a mi lado y salimos a la calle. Le pregunté si le molaría quedar otro día y él me dijo

  • Joder tío, esperaba que me lo pidieras… este es mi móvil

  • ¿Tienes algo que hacer ahora?

  • No. Bueno sí, debería ir a estudiar algo, pero estoy tan relajado y tan a gusto… ¿que quieres más?

  • No, yo decía ir a tomarnos una cocacola o una birra…

  • Ah, ok.

Nos sentamos en una terraza y comenzamos a hablar. Me dijo qué estaba estudiando, cuando se dio cuenta de que le iban los tíos, que en casa no sabían nada… También estuvimos hablando de lo que acabábamos de hacer.

  • ¿Sabes que me ha dado mucho morbo? Cuando ha entrado el tío y me has obligado a comersela… me he acordado de mi padre.

  • ¿De tu padre? Joder, estás enfermo!

  • Jajajaja… me molan maduros

  • ¿Me estás llamando maduro, cabrón?

  • Tú eres como mi tete… mi hermano mayor.

  • Que cabrón.

  • Yo a mi padre me lo follaría, o dejaría que me follara. Desde que se divorció de mi madre, se ha puesto buenorro. De hecho creo que es gay.

  • ¿Sí? jajajaa, que heavy.

  • Pero no sé, no creo… supongo que son fantasías mías.

Estuvimos más de media hora, hasta que al final le dije…

  • Bueno tío, tendremos que irnos. Por cierto, no sé tu nombre, te he apuntado en el móvil como "Polvazo sauna", jajajaja.

  • Me llamo Andreu.

  • Yo Víctor, encantado. Y le di dos besos.

Meses más tarde

  • ¿Andreu? ¿Te apetece un trío con un madurete? No, hoy no… el viernes… Ok, te espero.

(continuará)