Conoci a un amigo de Pupi

Un sábado antes de irse a su trabajo, Pupi me dijo que vendría un amigo de ella a buscarla pero que no podría atenderlo porque se había olvidado que tenia otro compromiso con Maruca, y me dejo las llaves de su departamento.

Conocí a un amigo de Pupi

Un sábado antes de irse a su trabajo, Pupi me dijo que vendría un amigo de ella a buscarla pero que no podría atenderlo porque se había olvidado que tenia otro compromiso con Maruca, y me dejo las llaves de su departamento.

Hable con mi tía y le explique que vendrían a realizarle unos arreglos en el baño en el departamento y que ella saliera con sus amigas.

Me sentía nervioso en eso sonó el timbre, salí en la puerta estaba un chico delgado, alto, rubio, con unos jeans ajustados y una remera blanca que no disimulaban un cuerpo bien trabajado algo me decía que era él. Caminé hasta la acera, se acercó con una sonrisa y me llamó por mi nombre, inmediatamente supe que era Fredi, yo mirando sus hermosos ojos azules le dije que estaba solo en casa. Al pasar a la casa nos sentamos en la sala, preparé unos tragos, me sentía súper cómodo con el pues además de lindo inspiraba confianza, prendí el equipo para escuchar música, él me siguió y nos sentamos, preguntó si hacia mucho que conocía a Pupi y allí comenzamos a charlar. Luego bajé un poco las luces y puse un video, apenas empezamos a verlo vi que estaba tan excitado como yo, apoyé mi cabeza sobre su hombro y comencé a acariciarle el abdomen muy suavemente y al oído le pregunté que quería, me respondió que estaba muy caliente, y quería hacer lo que estaba viendo en el video, llevé mi mano a su pingo por sobre el jeans lo acaricié y notaba ya palpitante una tremenda erección, me senté sobre él, comencé a besarle el cuello muy despacio mientras el desprendía mi camisa y me acariciaba el pecho.

Pasaba su lengua por mis tetillas, mi pecho y con sus manos me tocaba las nalgas yo no podía más estaba a mil, desprendí sus jeans y metí mi mano para tocarle el pedazo, mientras pasaba mi lengua por su oreja, me pidió que se lo mamara y yo obedecí, gustoso me arrodillé frente a él, se bajó sus pantalones hasta las rodillas y me mostró un enorme pingo, nunca tuve uno tan grande en mis manos medía 24 cm. de largo y como 6 cm. de ancho, con una enorme cabeza rosada de la cual ya habían empezado a fluir gotas de liquido transparentes.

Empecé por sus huevos eran enormes y duros, llenos de leche todo para mí, me los metí en la boca lubricándolos bien y acariciándolos con mi lengua, después lamí desde la base de ese enorme tronco hasta llegar a su punta, abrí mi boca y él empujo mi cabeza hacia ella, introduciéndomelo de un golpe fue algo que me sorprendió pues hasta ese momento él no me había tocado, seguía empujándome con sus manos para introducirlo más y más sus gemidos eran más fuertes, estaba realmente excitadísimo y yo pasándola de maravillas también, me puse de pie y le dije que quería que me culeara por la boca.

Nos sacamos totalmente la ropa, me recosté sobre el sofá puse mi cabeza sobre él apoya brazos quedando boca arriba y mi cabeza colgando hacia el suelo, él estaba frente a mí y puso uno de sus pies en él apoya brazos también la altura era justa para que quede mi boquita a disposición de ese enorme pingo, empezó a mecérmelo muy despacio y flexionaba sus rodillas para bombear escuchaba el sonido de su pija cuando entraba y salía de mi boca (chupp... chupp… chuuuck ). Sentí como su cabeza quería introducirse en mi esófago casi ahogándome, empezó a gemir y me dijo que estaba por terminar, con sus manos me empujaba hacia su pingo y su cuerpo bajaba lentamente, sentía como que me iba a reventar mi garganta y lo separé empujándolo un poco, pues casi no podía respirar, nunca había sentido nada igual fue maravillosa la sensación y acabó en mi rostro, me daba golpecitos en mi cara con esa enorme vara y yo me la metí en la boca para tragar esos deliciosos chorros de leche.

Él pasó sus manos por mi rostro sacando la leche y la llevó a mi boca para que la bebiera, fue algo que me excitó aún más, y nos besamos apasionadamente, su verga estaba lista inmediatamente para seguir y le supliqué que me penetrara. Me di vuelta y me puse a cuatro patas como una perrita, él empezó a besarme las nalgas y a escupir en mi ojete para lubricarlo bien, sentía sus dedos acariciar mi agujero y ya no podía más, quería ese enorme choto dentro de mí.

Primero introdujo uno de sus dedos, después fueron dos, estuvo un rato metiendo y sacando sus dedos para dilatar mi culito, me decía todo tipo de cosas, que le encantaba mi culito, que seria su perrita toda la tarde y noche, que era la putita mas linda y que me preparase para recibirlo, sentí su enorme cabeza apoyarse en mi ojete, la paseaba por mi agujerito haciéndome desearlo mas, empezó a empujarla contra mi, pero la verdad dolía le pedí que parara.

Fui a buscar un gel lubricante del botiquín del baño, pues de otra forma no podría mi culito tragarse semejante poronga, volví al sofá y me puse en cuatro de nuevo, abriendo mis piernas lo mas que pude. Él lubrico con el gel mi ojete y su pingo. Apoye mi cara contra el sofá y con mis dos manos me separe las nalgas para recibirlo ay que delicia fue sentir como empujaba su verga y como poco a poco mi culito iba cediendo ante tan descomunal choto, grite de dolor cuando la cabeza entro en mi, él me decía mi chiquita va a ir despacito muy despacito, te lo vas a tragar todo.

Yo entre gemidos le decía que si, que siguiera que era su perra, entraba unos centímetros y paraba y paraba unos segundos para que me acostumbrase al tamaño y así estuvimos un rato hasta que sentí que se deslizaba hasta que chocaron sus huevos en mis nalgas, pase mi mano para tocar y me di cuenta que todo ese tronco estaba dentro de mi, me mordía los labios de placer y gemía como una putita que no daba mas de su excitación.

Él empezó a sacarlo despacio, un poco y lo volvía a meter cada vez un poco mas que la anterior embestida hasta llegar a bombearme fluidamente me agarro por la cintura y me tiraba hacia él, yo hacia lo contrario empujaba mi culito contra él para sentirlo mas profundamente, mis gemidos en ese entonces se deben haber escuchado en todo el vecindario, empezó a sacarlo del todo, me lo introducía y de un solo golpe me lo volvía a meter hasta el fondo, como si fuera a desfondarme, mis rodillas se despegaban del sofá quedando prácticamente en el aire sostenido solamente por esa enorme poronga que estaba dentro de mi, estoy por acabar me dijo, no puedo mas, este culito es tan hermoso, entre gemidos le dije, si mi amor es todo para vos haceme tu puta.

Por favor no la saques, llename de leche. Si mi putita toda la lechita para vos, sos mi amor toma toma ah ah ah exclamo entre bramidos.

Y sentí los chorros de leche caliente bañándome los intestinos y mis gemidos se hicieron más agudos por el placer y la excitación incontrolable que sentía, me tire sobre el sofá y el cayo sobre mí totalmente exhausto, con su pingo palpitante aun dentro de mí.

Nos quedamos así unidos, él me acariciaba todo el cuerpo y me comía a besos los lóbulos de las orejas, mientras elogiaba mi culo, yo sentía que su verga no se bajaba y seguía allí palpitando dentro de mí y no daba muestras de ablandarse, si bien me ardía el agujero por el trajín experimentado me hacia bien tener en mi jaula su enorme pájaro, lentamente me fue girando hasta quedar el sentado sobre el sillón conmigo encima de él totalmente ensartado y recostado sobre su pecho el acaricio mis tetillas y me fue levantado mis piernas hasta dejar las plantas de mis pies sobre sus muslos, estire mis brazos hacia atrás para apoyarme en el respaldo del asiento y comenzar a incorporarme de su pedazo.

Al levantar mi rostro tenia la visión de nuestros cuerpos en el espejo de la pared y pude ver como me comía su pija que estaba enterrada en mi culo, sentí que estaba observando mi propia película. Su grueso nabo entraba sin obstáculo por mi agujero logrando sincronizadamente encontrarse mi movimiento de descenso con el suyo ascendente hasta hacer tope con sus huevos. Se me entumecieron las piernas tanto subir y bajar. Me deslice hacia el piso y quede recostado de lado ofreciendo mi culo.

Fredi se acomodo detrás de mí, tome su grueso tronco y lo guié entre mis nalgas introduciéndolo nuevamente, me empezó a culear con certeros golpes de su cadera que hacían deslizar toda su verga hasta lo más profundo de mi agujero, de a ratos se salía y regresaba a mi cueva, con mi mano acariciaba sus huevos cargados de leche.

Como sabía que no había nadie mas en la casa, se le ocurrió salir a la parte de atrás donde se encontraba el quincho de la parrilla, ambos desnudos nos fuimos hacia la pared del costado de la casa y allí contra el muro me hizo apoyar sobre la medianera sacando el culo hacía él para que me volviera a penetrar y culearme a su antojo.

Recibía y rechazaba sus duros embates, su verga era un pistón que ingresaba por completo en mi dilatado agujero, me encantaba como me culeaba, sus embates cada vez eran más severos a medida que se aproximaba su orgasmo, me la saco y me hizo girar entendí que quería darme la leche en la boca me arrodille sobre el césped delante de él para recibir mi premio, abr la boca, Fredi se pajeo sobre mi lengua y lanzo sus chorros de leche caliente y espesa. Trague su néctar sabroso y luego limpie con la boca sus ultimas gotas.

Ese fue nuestro primer encuentro luego siguieron otros incluso con algunos amigos suyos que me fueron a buscar.

Espero sus comentarios.

abcd984@hotmail.com