Confusión en la oscuridad

Una jovencita se va de fiesta y despierta sin saber lo que pasó.

Que mal me siento, todo me da vueltas, parece como que caí dormida, no sé qué pasó, ni en dónde estoy, ni qué hora es, no comprendo nada y mi cabeza me palpita demasiado. Sé que no tengo que entrar en pánico y permanecer tranquila, necesito tratar de ubicarme, intentar incorporarme un poco y a abrir los ojos.

Al hacerlo me di cuenta que todo está oscuro y no podía ver absolutamente nada. Además de que se sentía mucho frío.

V -¡Ay wey!-

¿Por qué traigo las tetas de fuera?... Tampoco traigo la tanga y la falda del vestido la traigo enrollada en la cintura. Ahora sí ya me está dando miedo, me toco y me siento pegostosa, de la cara, del abdomen y de mi vagina esta saliendo algo bizcoso. Estoy algo asustada y con miedo.

V -¿Qué estás haciendo?-

¿? -¡Shhhh! Nada más tantito.-

V -¡Hey parale!-

Tenía un par de manos apretando mi senos, pellizcando mis pezones, que si de por sí por si estaban duros por el frío más se estaban poniendo por la forma en  la que los agarraban y de verdad me estaba gustando, pero antes de sentir mayor placer tenía  algo que resolver el cual era dónde estaba y que pasado antes, eso provocaba que me sintiera asustada.

V -Ahhh… hey… parale yahhhh…-

Ahora recuerdo un poco de lo que pasó. Ayer salí de fiesta con mi novio y excompañeros y amigos de la preparatoria, fuimos a un antro a bailar y a tomar un poco, yo llevaba puesto un vestido muy corto y ajustado en color plata con tirantes finos y espalda descubierta con un par de cadenas, debajo no llevaba sostén y solamente traía una tanga de hilo para que no se marcará en mi vestido, sinceramente me veía espectacular y todos se quedaban viendo mi escote y mis piernas. Era así que empezaba a tener flashbacks, en uno de esos recordé que salí del antro con mi novio y nos dirigimos a otro lugar a seguir la fiesta, pero no recuerdo a dónde, ni con quién. La única cosa que me tranquilizó es saber que estaba con él y que estaba a mi lado, debí de haberme emborrachado demasiado para perder la cabeza de esa manera y me he de haber quedado dormida que no recuerdo haber hecho el amor con Sergio… que pena.

Las manos seguían tocandome, ahora estaban metiendo sus dedos dentro de mí vagina que entre el semen que había salido de la noche anterior y lo mojada que ya me estaba poniendo entraban y salían con facilidad, a pesar de no entrar con velocidad sí hacía buen trabajo, jugaba con mi clitoris lo apretaba, lo movía de un lado a otro, me estaba volviendo loca.

V -Serch no podemos… ahhh… ahhh… estar haciendo esto aquí… ahhh… Dime… ¿Dónde estamos?-

Eso es lo malo de tomar y no recordar nada al siguiente dia, la mano ha pasado un tiempo dedeándome, apretando mis pechos, pellizcando mis pezones que ya estoy muy mojada y me está pegando su verga entre las nalgas que se siente tan bien, que quiero disfrutar tanto pero que mi cabeza no me deja porque sigo sin saber dónde estamos, mi vista se adecuaba a la luz del cuarto y percibo una línea que parece ser la ventana cerrada por las cortinas gruesas,  estamos como en la sala de un departamento y parecer jay una persona acostada en un sillón y una tirada muy cerca de nosotros.

V -Serch, para… ahhh… siii… ahhhh… ¿Por qué estás… más excitado de… lo usual?... ahhh...

Sergio estaba decidido a cogerme sin importarle donde estuviéramos o quién estuviera alrededor sí las personas nos escucharán o se despertaran repentinamente, él tenía un objetivo fijo que era satisfacer su necesidad de sexo conmigo y eso me estaba poniendo muy cachonda. Estaba siendo mucho más rudo de lo normal, tenía más fuerza en las manos, su pene se sentía más duro de lo usual que al momento de meterlo a mi vagina hizo que se me escapara un gran gemido que de no ser porque lo contuve con mi mano hubiera despertado hasta los vecinos pero sobre todo a la persona que estaba tirada a un lado de nosotros que por su aspecto parecía un hombre y afortunadamente estaba de espalda hacia nosotros y más que dormido parecía muerto, cosa que me alivio porque estuvo cerca de oirme gemir.

V -Hey… deja de... moverte… asiiiii… ahhh… ahhh…-

No podía resistir más, me tumbe en el suelo con el culo parado dispuesta a ser penetrada con fuerza y así fue como él lo percibió me metia la verga con tal fuerza que sentía que me despedazaba, que me iba a partir en dos, sentía que llegaba hasta lo más profundo, sentía sus huevos golpetear, parecía perro preñando a su hembra encima de mi, me pellizcaba los pezones, jugaba con ellos los hacía bolita para después jalarlos.

Me tomaba de las caderas y metía su verga con más velocidad me tenía en completa sumisión, con la cara y los brazos extendidos pegados al suelo y babeando, gimiendo de placer, ¿Cómo podía detener esa situación? Si estaba disfrutando como loca de una cogida que nunca había tenido con él, al parecer el alcohol, la noche anterior y el morbo de ser descubiertos lo estaba calentando más y más que su verga la sentía tan caliente, tan grande y tan gorda que pareciera nunca perder la forma, pareciera que nunca iba a terminar, al contrario de mí que están a punto de correrme de lo rico que lo hacía.

V -Ahhh… siii… sigue así… me corro… ahhhhhh.-

Me saco el vestido y me llevó a un sillón que estaba libre se sentó y me subí encima de frente a él y comenzó a mamarme las tetas.

¿? -Simplemente no puedo tener suficiente de tus enormes tetas.-

Mi cuerpo no me respondía estaba muy mojada y quería más, las piernas me temblaban por el orgasmo que había tenido y el cada vez era más brusco conmigo.

¿? -Tu vagina es increíble, ve lo húmeda que está, es la mejor y se siente tan bien.-

Llegó un momento en el que no me importó que nos descubrieran total estaba tan oscuro que no se podía ver nada y la persona que estuviera despierta y nos escuchará no sabría quiénes eran los que tenían sexo a media sala, para descubrirlo tendría que levantarse a prender una luz.

Por el momento yo me dediqué a disfrutar de esa verga que me estaba mojando a montones, los movimientos de cadera los hacía yo y el ritmo lo empezaba a tomar, quería tener más, quería exprimirla toda y que fuera dentro de mí, sí ya lo había hecho una vez la noche anterior qué más daba que lo hiciera de nuevo.

V -Ahhh… sigue asiiiii… ahhh… más fuerte… ahhh… estoy por… correrme… de nuevo… ahhhh…-

¿? -Aguanta… yo también estoy a punto de venirme… ohhh… siii…-

V -Ahhhhhhh me… corro… ahhh…-

¿? -Siii… eres una diosa…-

Se corrió a montones dentro de mí vagina, sentía como su semen me llenaba toda, había sido extraordinario.

? -¿Qué pasa? Dejen dormir, ¿Fernando dónde estás?-

¿? -Aquí amor, duérmete Gio, ahorita voy.-

No puede ser… la persona con la que acababa de tener sexo era mi primo Fernando.

F -¡Pufff! otro poco y nos cacha, eso sí que estuvo muy peligroso.-

V -Eres un imbecil, ¿Estás idiota o qué? Tu novia está acostada en el otro sillón y el mío está tirado a un metro de nosotros.-

F -Jajaja… coges como una verdadera puta Vanne.-

Ahora lo recordaba todo. Estábamos en el antro con todos mis amigos y mi novio cuando nos encontramos a mi primo Fernando y a su novia Giovanna que al igual que nosotros estaba con un grupo de amigos, tomamos mucho todos unos estaban super ebrios, otros más o menos y al momento de salir mi primo y su novia nos ofrecieron a mi novio y a mí que nos fuéramos a su departamento a seguir la fiesta o a descansar.

Accedimos a su ofrecimiento y llegamos a su depa, todavía andábamos animados y pusimos música y seguimos bebiendo y bailando o eso intentábamos Gio y yo que perreabamos un poco con la música y que los chicos nos veían con gusto. Así seguimos gran parte de la madrugada, yo había perdido completamente el pudor y nos toqueteabamos Giovanna y yo, nos dimos un par de besos, ella me había levantado el vestido dejando al descubierto mi trasero con la tanga metida entre las nalgas, yo hice lo mismo con ella y los chicos nos alentaban a seguir, chiflando y aplaudiendo muestras tomaban y fumaban. Hubo un momento en el que Sergio se quedó dormido tirado en el suelo y tal vez hasta vomitado lo que hizo que nos detuvieramos y Giovanna se tumbara en el sillón, la fiesta grupal se había acabado, aunque Fernando y yo seguíamos de pie y con energía.

vannerang