Confundida (3)

¿Soy lesbiana? ¿Soy Bisexual? La Confusión aumenta

Si bién con Marisol, éramos compañeras de colegio, no asistíamos al mismo curso, pero siempre estabamos buscando cualquier momento, para sentirnos lo más cerca posible una de la otra. Recuerdo que una tarde vino a casa y mientras mis padres veían televisión en el salón, nos fuimos a mi dormitorio y comenzamos a besarnos, puso su mano en mi coño y me hizo acabar, en esos momentos mi mamá nos llamó para la cena, y todo quedó ahí, cuando recién comenzaba lo mas exquisito.

Pera a pesar de sentir esa atracción y deseos de estar junto a ella, mis pensamientos también estaban por la admiración hacia mi padre, desde pequeña yo había sido su regalona y me había acostumbrado a sus cariños, a sus mimos y a todo lo que a nosotros nos rodeaba en esos juegos infantiles tan inocentes, los cuales provocaban la envidia de mi hermano, y que aún perduran en mi memoria a pesar de los años transcurridos.

Cierto día desperté a medianoche con una sequedad tremenda en mi boca, me dirigía a la cocina en busca de un vaso de agua, cuando venía de vuelta, sentí unos quejidos y unas palabras llenas de incoherencias que venían del dormitorio de mis padres, al acercarme sigilosamente pude escuchar...

Así amorcito...métemelo todo....dame mas...mas fuerte...asi...aaayyyyy....no me lo saques....lo quiero todo adentro.....aaaahhhhh.....mas...mas...dame mas...soy toda tuya...soy tu puta...si tu puta...ooohhhhhh...culéame más fuerte....así...asi...

quien es tu puta....dimelo....quien....quien es tu puta caliente.....

tú eres mi puta....puta caleinte....

Yo permanecía petrificada sin poder moverme, pero las voces no paraban

Dame todo tu semen....aaayyyy que rico...mas....dame mas.....voy acabar....ahora...ya....ya....aaaahhhhhhhh....aaaahoooooo.....ooohhhhhh

Sin hacer ruido regresé a mi dormitorio, con mi cuerpo completamente mojado, encima de mi cama abrí mis piernas y comencé a masturbarme. Acabé muchas veces hasta quedarme dormida.

Una mañana, al entrar al baño, me llamó la atención ver en el canasto de la ropa sucia un bóxer de papá, sentí curiosidad por esa prenda, los tomé en mis manos y me percaté  que estaban pegajosos y todavía húmedos, los acerqué a mi nariz y comencé a olerlos, esto me produjo excitación y comencé a calentarme, los pasé varias veces por mi vagina hasta lograr un rico orgasmo.

Lo doblé cuidadosamente y lo llevó a mi dormitorio guardándolo secretamente como un trofeo de guerra.

Por las noches desnuda en mi cama, los olía y los restregaba entre mis piernas, de esta forma me masturbaba hasta llegar a experimentar muchos orgasmos.

Pero también ya era rutinario escuchar a mis padres fornicar y dar rienda suelta a sus lujurias. Para mí era normal, cada noche o cada madrugada escuchar su léxico sexual.

-Así mi amor...chúame entera...mas fuerte....así....aaaahhhhhh......aaaayyyyyyy...que rico.....oooohhhhhh.......mas fuerte......hazme doler....asi...me vengo......aaaayyyyyyy.....ahhhhhh......ooooohhhhhh.......

Sin dudas que mi madre era una mujer extremadamente fogosa y mi padre un semental que parecía tener semen disponible las veinticuatro horas del día.

A mi, no me quedaba otra cosa que masturbarme hasta quedarme dormida, totalmente relajada.

Fue una de esas noches cuando estaba en plena sesión de masturbación y mientras me pasaba el bóxer de papa por mi vagina, que sentí por primera vez los deseos locos de que me penetrara, sentí deseos de tener su pene dentro de mi, que me vaciara todo su semen, sentir su cuerpo junto al mío.

Un sábado por la tarde mientras papá veia televisión en el salón, me acerque decididamente y me senté junto a él.

-Papá..

-Qué pasa mi Bebita?

¿Por qué ahora no me haces cariño como antes?

Me miró sorprendido y manifestó.

-Porque ya no eres una niñita, te has convertido en una señorita muy hermosa y el cariño es diferente.

-Y por qué es diferente?, al momento que me ponía de pie y me sentaba en sus rodillas.

Puso su mano sobre mi muslo derecho, que en gran parte no alcanzaba a ser cubierto por mi faldita y expresó..

-Mi Bebita, cuando eras pequeñita, cabalgabas en mis rodillas...pero ahora eso ya no es correcto.

Apoyé mi cabeza en su hombro y me quedé en silencio; comenzó a mover suavemente su mano que tenía sobre mi muslo, como haciendo pequeñas exploraciones, disimule tener un poco de sueño y me quedé inmóvil, a medida que papá acariciaba mi pierna, comencé a sentir en mis nalgas, algo duro que se levantaba y hacía pulsasiones, sin dudas que era su pene que había comenxzado a erectarse, esto me producía una excitación agradable, su mano disimuladamente en cada caricia, llegaba hasta un poco mas arriba, casi al tope de mi vagina por sobre mis bragas, comencé a mojarme, creo que él se dio cuenta de la situación, puesto que mis jugos vaginales, comenzaron a invadir el lugar con esos olores tan particulares, el echo que apartara su mano de mis piernas, cuando estaba elevando mi temperatura, me produjo una rabia tremenda, me puse de pie bruscamente y me fui a mi habitación sin decir palabra alguna. De más está decir que esa noche mis masturbaciones fueron múltiples.

Los días transcurrieron sin que se repitiera este tipo de situaciones, pero el solo pensar que mi padre había llegado hasta tocar mi vagina por sobre mi tanguita, despertó aún más esos deseos locos de ser poseida por él

Continuara....