Confidencias 10 Yasin y otros dos para follar
-Te la meto mariconcito, no aguanto sin estar dentro de ti. Me dio la vuelta para penetrarme por atrás y Yasin se colocó arrodillado delante de mí masturbándose la verga.
Mi amor lejano, te veo inalcanzable y quiero tenerte a mí lado.
A pesar de lo bien que me sentía con papá, los dos solos teniéndolo para mí, me alegró recibir a mamá y al resto de la familia. Erico al fin me sonreía, estos días pasados le habían cambiado o eso me pareció.
Pues Adri acertaste, le enseñé tu foto a papá y dijo que estabas bien para mí, espero que no te quiera de la misma forma que a mí y deseé participar en nuestros juegos… Es una broma. Creo que no me gustaría que papá te quisiera follar, cuando estemos juntos serás para mí solamente.
La verga de Yasin me llama la atención y reconozco que me encanta, nunca había visto algo parecido y creo que te asustaría verla y pensar que pudiera estar dentro de ti. Eso no va a suceder a mi pesar, y la lluvia dorada al principio no me gustó, pero luego resultaba tan sucio que me atrajo. Puedes probarlo tú mismo, busca la postura y orínate en el pecho, verás que la sensación es muy erótica y excitante.
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La familia llegó antes del mediodía y fuimos todos a comer fuera. Me preguntaron por el bello colgante regalo de Eduardo y todas las cosas que se preguntan en una familia cuando se reencuentran.
Después de comer Erico se marchó para ir al encuentro con su novia. Volvimos a casa y Rubén me acompañó a mi habitación, se sentía curioso y quería saber lo que me había pasado en su ausencia. También él me relató lo habían tenido en las vacaciones, su hermano y Pablo se lo cogieron bien rico y que los abuelos habían preguntado por mi y papá, que el abuelo insistía muy interesado sobre cómo me encontraba yo.
Pablo y Erico habían pasado mucho tiempo con las chicas en el pueblo y él había estado solo casi todo el tiempo, aunque le habían dado la verga en dos ocasiones, follándole sin dejarle descansar el culo toda una noche... Nada que ver con lo que yo había vivido estos días.
Me fue interrogando hasta sacarme todo lo que había sucedido y hasta le conté como papá me había dado por el culo en cantidad de ocasiones. Cuando llegué al momento en que Yasin me folló comenzó a frotarse el bulto que se le marcaba bajo el pantalón.
-¡Qué bueno tuvo que estar eso, ya me gustaría sentir una polla así de grande! Se me está poniendo tiesa y dura pensando en tu culito perforado por el tío Eduardo y luego rellenado por ese chico. Se bajó el pantalón y comenzó a pajearse pidiéndome que siguiera hablando.
-Déjame a mí primito, te has puesto muy cachondo. Me acerqué a él arrastrándome y le agarré el pene, lo tenía para reventar, rojo, duro y tirando precum. Me lo llevé a la boca y lo chupe unos segundos.
-No Oriol, métemela por el culo, fóllame primito. En unos segundos estábamos desnudos y yo lamiendo su culito tan conocido por mi boca.
-¡Ayyyy! Qué pena que no esté Yasin para que me rompa como a ti. Gritaba el mariconcito de mi primo con vececita de hembra, me hacía parecer un macho y la pija se me puso más dura.
-Yo también la tengo rica, ¿la quieres? Se la coloqué a la entrada del anito que temblaba.
-Métela ya puto, no me hagas sufrir. Empujé y entré en su culo de una vez. Hacía tiempo que no la metía y volvió a gustarme, no como cuando me cogen a mí, pero se estaba muy bien y mi primo se sabía mover y abrazar mi polla en su caliente culo.
Le abracé pasando los brazos por su abdomen y le sujeté la polla con la mano.
-No la toques o me corro, dame duro maricón, fóllame como un hombre. Le daba duro y se cayó quedando tendido, continué cogiéndolo aunque en esta posición no podía meterle toda la polla y se abrió de piernas para dejarme su ano libre.
Adri, mi amor me lo follaba con ganas locas y me prendía estuchándole gemir con su voz de marica, empinando las nalgas para favorecer mi metida.
-¡Qué bueno sabe!, ¡qué rico me follas primo! La verdad es que Rubén tiene un culo precioso, pequeño y duro que te encantará cuando lo montes, muy parecido al mío y con algunos pelitos alrededor de su anito, pelitos suaves que se le quedan pegados cuando paso la lengua por él.
Poco después se elevó ligeramente sobre sus rodillas y volvía a tener su culito entero para que me metiera muy dentro.
-Me corro Oriol, deja tu leche sin sacar y dámela en la cara. Cerró con fuerza el ano y pensaba que me iba a venir sin poder cumplir sus deseos, me relajé para suavizar la tensión de mi polla y mi primo se convulsionó cayendo sobre la cama y elevando y bajando las caderas para tragarse mi verga.
La saqué de su ano y se dio la vuelta para poner la lengua como bandeja debajo de la punta de mi pene, solamente me masturbé un par de veces y comencé a vaciarme sobre su cara, resultaba muy erótico ver mi semen sobre su barbilla y su nariz, se la extendí con el glande con grandes risas, viendo como perseguía el capullo de la polla moviendo la cabeza hasta que le permití que me chupara el glande haciendo ruido de succión, queriendo sacar lo que ya no había.
Lamí la leche que tenía por la cara llevándola a su boca.
-¡Ummmm! Rica lechita, dame más. Le acerqué la polla y volvió a chuparla pasando la mano para sacar lo último que quedara en el tubo de la uretra.
Me hacía gracia ver que no se cansaba de chupar y comencé a reír quitándosela mientras le besaba los labios.
-¡Qué puto eres primito! No te hartas de chupar.
-Tú eres más puto que yo.
-¿Yo? Le miraba sorprendido y sin dejar mi sonrisa.
-Sí, tú has probado más pollas que yo y más ricas. Nos reíamos los dos abrazados, los dos éramos iguales de putos aunque yo le llevara ventaja.
Había dejado mi polla limpia y brillante, así que nos pasamos una toallita húmeda sin más, le limpié con cuidado el anito y le metí algo de crema.
-¿A ese Yasin le importaría metérmela a mí? Le miré un poco sorprendido.
-¿Quieres que Yasin te dé por el culo? ¡Aayy! Te lo va a destrozar.
-No importa, a ti te lo ha hecho y bien rico, él sabrá cómo hacerlo, según dices tú, no será su primer culo. Lo pensé unos segundos, y llegué a la conclusión de que yo también quería estar con él, volver a sentir esa sensación de plenitud en mi cuerpo.
-Tengo su número de móvil, si quieres lo llamamos.
Marqué su número, tuve que repetirlo tres veces y pensé que me lo había dado mal o equivocando algún número cuando a la tercera vez respondió.
-Yasin, soy Oriol, quería verte algún día de estos, tengo vacaciones en el cole.
-No hay problema, cuando tú quieres pero hoy no puedo, tengo un trabajo con quien tú sabes.
Imagine que se refería a Eduardo y don Manuel. Quedamos en vernos al día siguiente me pidió que cogiera apuntada una dirección de un lugar donde podríamos hablar.
-Voy a llevar a un primo mío, ¿te importa? Yasin parecía reír al otro lado.
-Si es tan guapo como tú no hay problema…, se reía más fuerte. -Es broma puedes venir con quien quieras. Por lo menos fuera de su trabajo Yasin no parecía tan retrasado, igual lo había enjuiciado mal y se traba de timidez, resultaba un chico normal hablando, por teléfono al menos era así.
-Entonces quedamos en ese lugar mañana a las cinco. Nos despedimos y tuve que volver a describir a Yasin para que mi primo supiera lo que iba a encontrar en él.
A la mañana siguiente salimos a pasear acompañados de Simón, mi primo se encargó de despedirse de él, estaba aburrido y quería comer en nuestra casa, totalmente lógico y que en otras circunstancias hubiera sido así. La entrevista con Yasin lo alteraba todo.
Rubén estaba nervioso, yo también aunque en menor medida, después de haber comido estuvimos un rato viendo los DVD que me entregó mi padre y nos comenzamos a preparar. Me pidió alguna de mi ropa y para las cuatro de la tarde estábamos listos para salir. Pedí un taxi para que nos recogiera en casa y le ordenamos que nos llevara al lugar en que habíamos quedado con Yasin.
El chófer nos miraba detenidamente, y sin duda sabiendo lo que éramos por la atrevida ropa que llevábamos, pero solamente sonrió queriendo hacerse el simpático y nos llevó donde le habías solicitado.
Estábamos en una parte de la ciudad que desconocíamos y que causaba una buena impresión por las calles que estaban limpias y no había mucho tráfico. El establecimiento resultó ser uno de máquinas recreativas y, salvo tres máquinas ocupadas por unos chavales, permanecía desierto.
Había una pequeña barra para servir refrescos y sentado en un taburete permanecía Yasin hablando con el chico de detrás de la barra, éste acariciaba la mejilla de mi amigo en ese momento.
-¡Hola Yasin! Le saludé yo aunque ya nos había visto.
-¡Llegasteis!
-Mi primo… El es Yasin. Solamente se miraron entre ellos y su saludo quedó en un movimiento de cabeza y Rubén le miraba examinándole, llevaba un raro vestido de tubo, como un saco, que le llegaba hasta las nalgas y pantalones ajustados con una gran gorra que no me gustaba nada.
-No os parecéis aunque seáis primos. ¿Queréis echar una partida o tomar algo para beber?
Ninguno de los dos quería beber en ese momento y tampoco ponernos a jugar.
-Entonces daremos una vuelta. Se despidió del chico que atendía la barra y saludó a otros que estaban jugando. Daba la impresión de que Yasin era un asiduo del lugar.
Pasamos unos minutos sin hablar hasta llegar a la orilla del río y en un parquecito que allí había Yasin se sentó en un banco, Rubén y yo nos apoyamos en la barandilla de protección que nos separaba del cauce. Yasin sacó un paquete de tabaco y nos ofreció antes de encenderse un pitillo.
-Bueno, ¿y qué? Exclamó expeliendo el humo.
-No conocíamos esta parte de la ciudad y es bonita. Miré alrededor, algunos padres paseaban con sus niños pequeños y otros mayores manejaban sus bicis o patines.
-Me gusta venir a veces hasta aquí. Cruzó las piernas y el pantalón mostró su rodilla por un agujero que tenía.
Poco a poco comenzamos a conversar sobre sus entretenimientos y los nuestros. Rubén se sentó a su lado y comenzó a reír cuando Yasin explicó que muchas veces no hacía nada en todo el día, no estudiaba y sus trabajos eran esporádicos.
-Imagino que no estarás trabajando a todas horas, resultaría muy cansado. Rubén le provocaba pero Yasin no le cogía el sentido. Miraba directamente a los ojos de mi primo.
-Resultas un bonito chico, me gustas. Cogió la mano de Rubén y la colocó sobre sus genitales.
-Veo como me miras continuamente, Oriol te habrá hablado de lo que hay aquí y ahora está descansando, ¿la notas dormida? Rubén se puso rojo pero no retiró la mano.
-Yasin, ¿tú casa está cerca de aquí?
-Está al lado de la tienda de juegos donde estuvimos.
-Podías enseñárnosla, ¿no crees? Se quedó suspendido un momento.
-Pensaba hacerlo, mi madre y su novio están en casa pero no les importará.
Hicimos el camino de vuelta ahora hablando más animados. Una manzana más abajo de la tienda y en la otra acera estaba su casa. Vivía en un tercer piso y el ascensor era muy lento. Parecía un edificio remodelado y aparecía limpio y moderno.
Abrió la puerta y entramos en un pequeño hall, de una puerta nos llegaban risas y sonidos de un aparato de televisión, se dirigió allí y le seguimos.
Resultó ser una sala con dos grandes sofás colocados en ele. En uno estaba un chico moreno, algo gordo y con barba en la papada, el resto de la cara la tenía afeitada. En el otro permanecía tendido otro chico algo mayor, era moreno como Yasin, con el pelo cogido en rastas y atado con un moño en la nuca, llevaba una camisa desabrochada, se le veía el vello del pecho y el pantalón lo llevaba hasta media pierna.
Estaba tendido, con los pies descalzos sobre el regazo de una mujer también morena, guapa y que se los estaba acariciando.
-Mamá he traído a estos amigos, y nos presentó.
La mujer se levantó y nos saludó, se pasaba las manos por sus torneados muslos, para quitarse el probable sudor o porque le daría apuro al haber estado tocando los pies del hombre tumbado.
-Podéis sentaros aquí, tengo que salir de compras y así hacéis compañía a estos dos. Yasin puso cara de conformidad y nos pidió que nos sentáramos. Rubén lo hizo en la butaca del chico de la barba y yo en el lugar que dejó vacio la mujer. El señor recogió un poco los pies para dejarme lugar.
-Yasin, preséntanos a tus amigos. Le pidió el hombre a mí lado. Su madre había salido y nos los presentó como Bono el novio de su madre, el que permanecía tumbado y un amigo, Migue el de la barba.
En un momento Yasin salió para buscar unos refrescos y nos encontrábamos un poco nerviosos con aquellos dos desconocidos. Imperceptiblemente el hombre a mi lado volvía a estirar las piernas hasta dejar los pies pegados junto a mi muslo. Dejó de mirar la pantalla para mirar a Rubén.
-Amigos de Yasin, ¿no será que vais a la misma escuela? Miró al otro individuo, Migue, y soltaron una risotada. El de la barba se levantó continuando con su risa.
Era un hombre muy grande y de complexión muy fuerte, se estiró indolente y se le salió la camisa de la cintura del pantalón.
-Voy al váter a mear, ¿quieres una cerveza? El hombre a mi lado le hizo un gesto afirmativo sin dejar de reír a su vez. Antes de que volviera lo hizo la madre de Yasin, y este con unas coca colas. La madre se despidió y Yasin nos ofreció un vaso.
El señor tumbado colocó los pies desnudos sobre mis rodillas, los miré asombrado, el talón del pie derecho estaba justamente encima de mi polla y comenzó a moverlo despacio. Miré a Yasin sentado enfrente de mí.
-Bono, quita los pies de ahí. Estas molestando a Oriol.
-Al chico no le importa, juraría que le agrada. El hombre apretó un poco más su pié y mi polla lo sintió. Llegó el otro hombre y volvió al lugar que dejara al lado de Rubén.
No me había dado cuenta, ni sé cómo pudo pasar pero tenía mi mano sobre el pie del tal Bono, lo sentía ligeramente sudoroso pero no me llegaba olor alguno.
Notaba la piel tan suave que deslicé los dedos por el empeine, él respondió volviendo a apretar el talón sobre mi pene y esto me comenzó a excitar.
-Lámelos niño, te va a gustar. Cogí el otro pie, lo elevé hasta los labios y comencé a besarle los dedos. Bono apretó más el talón sobre mi verga que estaba empezando a endurecerse.
-Ves como al chico le gusta, pásalos la lengua, te sabrá rico. Y ya me tenía chupándole los dedos, la planta del pie, el talón. Vaya Adri, que también me gustaba chupar pies y a cada segundo que pasaba me excitaba más y más.
Mientras besaba y lamía los pies de Bono miraba a los otros tres en la butaca de al lado.
Migue tenía cogida la cabeza de Rubén aplastándola sobre su bragueta, y Yasin nos miraba lo que hacíamos, se quitó la especie de vestido y quedó desnudo de medio cuerpo enseñando su fino pecho un poco marcado en el abdomen, metió la mano por la cintura del pantalón para sujetarse la polla.
Bono me quitó los pies y se sentó a mi lado, me abrazó y comenzó a besarme los labios.
-Tus amiguitos están bien buenos Yasin, como habías dicho están para ser follados bien rico. Quise entender que todo estaba preparado de antemano, esos dos hombres nos iba a follar a Rubén y a mí y Yasin había preparado la fiesta para nosotros, y para el novio de su madre y su amigo sería un festín de carne joven.
Me olvidé de todo y me dispuse a disfrutar de lo que se me ofrecía, quité la camisa a Bono y empecé por besar sus ricas tetitas llenas de vello rizado y negro como la piel. Sentía gemir a mi primo mamando alguna verga que no podía ver.
Llevé la mano para tocar la polla de Bono, la sentía muy grande y potente y bajé la cremallera, él a su vez me estaba dejando desnudo, cuando me quitó el tanga se lo llevó a la nariz para olerlo, me besaba la piel centímetro a centímetro.
-Me gusta tu fina piel de puto. Y me mordía con los labios tirando de mis tetitas.
Nos terminamos de quitar la ropa y se puso de pie, era dueño de una buena verga, no como la de Yasin pero suficiente para contentar a cualquiera, abrazó mi pequeño cuerpo y le rodeé las caderas con mis piernas cerrando con los pies sobre sus glúteos mientras le besaba la boca.
-Vamos a la habitación. Y como estaba, colgando de él, comenzó a caminar por el pasillo hasta llegar donde quería, se dejó caer sobre una cama muy grande y sin dejar de besarnos sentí al resto de los hombres que nos había seguido y se tumbaban a nuestro lado.
Rubén estaba debajo de Migue gimiendo cuando esté le comía el pene, faltaba Yasin por llegar y lo hizo al momento con dos vasos llenos de un líquido azulado.
-Bebe Oriol. Me senté un momento, me daba la bebida que empleaban en la casa de Eduardo, quería que me fuera preparando y le ofreció el otro a Rubén, éste me miraba sin atreverse a beberlo.
-Bébelo, no es malo y te ayudara para relajarte y prepararte el anito. Me hizo caso y se lo bebió todo ello de una vez. Era la única manera de que soportara la verga de Yasin cuando se la metiera.
Bono me atrapaba debajo de él restregando su dura polla contra la mía y no cesaba de decirme lo bueno que estaba, y que me iba a rajar el culito.
-¡Waaww! ¡Qué culito! Chupaba mi ano escupiendo en él y pasando la saliva con la lengua, me mataba de placer y solo gemía llevado por la lujuria.
Después de un rato de chuparme entero.
-Te la meto mariconcito, no aguanto sin estar dentro de ti. Me dio la vuelta para penetrarme por atrás y Yasin se colocó arrodillado delante de mí masturbándose la verga.
Me la comenzaron a meter los dos en el mismo momento. Bono por el trasero y Yasin por la boquita.
-Ábrela un poco más Oriol, no te cabe. Te juro Adri que me desencajaba las mandíbulas intentando meter su obús de carne en mi boca. Cuando me quise dar cuenta Bono me la tenía dentro y no sabría decirte cual era mayor placer.
Lo que más me gustaba de la verga de Yasin era el glande rojo y brillante, tan gordo.
Bono tiraba de mis caderas y hacía que me moviera obligándome a tragar más de la cuenta la polla de Yasin. Así me estuvieron dado, duro a veces y otras con largas estocadas de su verga.
El hombre que me follaba resopló como un caballo apretando los riñones para entrarme hasta el fondo, se apoyó en la espalda haciendo que sintiera los pelos de sus tetas y se estremeció repetidas veces dejándome la leche de sus cojones en el cuerpo.
-Saca la verga que voy yo. Yasin quería cogerme sin dejarme respirar después de la follada del otro hombre. La sacó y mi amigo se colocó a mi espalda, pensaba que me iba a penetrar en ese momento pero me dio la vuelta para follarme mirándome.
Te he dicho que Yasin no es una belleza, en ese momento lo parecía, la excitación le embellecía y le colgaba un poco su labio inferior, antes de entrar en mi culo se agachó para besarme en los labios y meterme la lengua, tiene una lengua larga que me llega hasta la garganta. Besa muy bien y lo sabe hacer muy rico, mordiéndome los labios y penetrando con la lengua jugando como si me follara la boca que antes me cogía con la polla.
Y por fin comenzó a penetrarme, me relajaba y empujaba el culo para que se abriera, es un delirio recibirle, tan potente e invasivo. Sentía cada milímetro que iba entrando en mi culo, ¡ohhh! Adri, que placer majestuoso, todo ese trozo de carne llenándome y él continuaba con sus besos.
Eran tan delicados, tan dulces que mi culo se adaptó pronto a su pene y comenzó a meterla y sacarla de mí haciendo que me estremeciera cada vez que entraba.
-Si Yasin, dame despacio para que la sienta, que rica verga Yasin. Me estremecí al escuchar gemir a mi primo, se estaba corriendo con la culeada que le daba Migue.
Mi amigo me folló por más de quince minutos, fueron muchos pero se pasaron volando del placer tan brutal que me daba, luego se metió hasta mi estómago y comenzó a vomitarme el semen volviendo a llenarme.
Nos quedamos satisfechos de momento tumbados los cinco en la cama hasta que Rubén comenzó a chupar la polla de Yasin y se la puso dura. Quería sentir lo mismo que yo, había sentido envidia de mis gritos de placer por la penetrada del gran macho joven.
Mi amigo como siempre, como un profesional, preparó a mi primo, primero le hizo volver a beber el líquido, le comió el culo sacando la leche que había dejado Migue en él, le metió hasta cuatro dedos y se dio por satisfecho cuando el culo de Rubén presentaba un hermoso y rojo agujero.
Se la dio por detrás y le ayudé llevando la punta de la verga hasta el ano de mi primo, a pesar de la preparación sentía dolor y fue muy lento todo, yo le masturbaba para mitigar el dolor.
Migue se situó detrás de mí y comenzó a lamerme el culo.
-Te la voy a meter, no te muevas. Tiró de mi cintura y se la dejó que entrara en mi cuerpo.
Su polla es más chica que la de Bono pero no tanto y volvía a sentir rico porque me la metía con fuerza, golpeando con sus huevos en mis nalgas y testículos, y diciéndome guarradas.
Me volví a correr por la follada de Migue cuando Rubén comenzó a sentir el placer de la verga de Yasin dentro de él.
Y así durante tres horas. Bono volvió a follarme a mí y a Rubén, era el macho que más resistía y pronto su verga volvía a estar dispuesta, solo necesitaba una mamadita para querer dárnosla.
Esa tarde tuve cuatro pollas en mi culo, lo mismo que mi primo. Nos duchamos para marchar después de descansar tendidos sobre la cama, las piernas se nos doblaban y los culos nos dolían.
Habíamos sido las dóciles putitas de tres estupendos machos sementales que nos hicieron gozar en todos los sentidos.
Cuando salimos de su casa nos dijeron que volviéramos pronto, cuando quisiéramos estaban para nosotros. Yasin nos acompañó para buscar un taxi.
Íbamos por la calle y tanto Rubén como yo nos resentíamos del dolor que aún persistía en nuestros anos.
-Lo habéis pasado bien. Nos preguntó Yasin pasando un brazo por el hombro de los dos.
-Nos habéis dejado el culo roto, ¿no lo notas cuando caminamos? Rubén y yo hicimos como que nos caíamos y soltamos la carcajada los tres.
-También yo tengo dolorida la verga, tu primo aún está muy cerrado para mi tamaño.
-Tened. En su mano tenía dos billetes de veinte euros y uno de diez.
-Ya sé que es poco, pero no iban a follaros gratis esos cabrones.
-¿Yasin, nos has vendido como vulgares putos? El chico se echó a reír obligándome a coger los billetes.
-No, vuestros culos valen más, los he obligado a pagaros los viajes de taxi.
Nos despedimos de él con la promesa de que le llamaríamos, pero para estar los tres solos, él podía cogernos muy bien a los dos y dejarnos satisfechos, y lo preferíamos así. Le pedí que preparara un encuentro con Gustavo y Óliver para que Rubén los conociera.
-Oriol, ¿tú te lo pasas bien de puto? Nos estábamos despidiendo mi primo y yo en la puerta de casa cuando me lo preguntó.
Lo pensé un segundo, no necesitaba dar muchas vueltas a la cabeza.
-A veces sí y otras no. Me gustaba y mucho hacerlo que Yasin, con Óliver y Gustavo, y menos con los otros mayores aunque no podía quejarme. Además recibía hermosos regalos de ellos.
Hasta aquí te cuento amor mío. Besooooooooooooooos Adri de mi corazón.
Respuesta:
¡Mi bella esposita!
¡Mi bella, me parece woww!, como tu primito te pidió que le llevaras con ese chico Yasin, y que aparte les ofreciera con esos dos hombres, aunque me parece un poco extraño, porque se supone que le llamaron a él y no a los señores, pero vaya, lo excelente fue que follaran y que pasaran un buen rato, tú y tu primito, vaya que si se comen esas pollas tan entrenadas para violar, jajaja.
Tu primito te la pidió porque se siente seguro contigo y por eso solo quería a Yasin, tal vez le asustó que hubiera más hombres, pero cuando por fin lo tuvo, le dio el chico que deseaba, pero ahora ya se ha de sentir bien el culo para saber qué es lo que se siente el tener una verga grande dentro.
Mi vida, yo te deseo, sé que no es suficiente, porque la verdad, para amarnos nos hace falta estar juntos, pero tú y yo lo sabemos, estamos lejos el uno del otro, pero claro que tendremos que esperarnos, para que por fin, después de tantos mensajes y experiencias pueda cogerte bien rico.
Pero verás que por fin el día llegará y nos tendremos el uno para el otro, y por fin cumpliremos todas nuestras fantasías, y cumpliremos la de encerrarnos en un cuarto por dos días y solo alimentarnos de nuestro semen jijiji.
Bueno mi amor, besos en tu hermosa boquita, en tu culito y en tus 17 cm de verga, que pronto serán solo míos y los míos tuyos, jijiji. ¡BESOS MI VIDA! ¡TE AMO!