Confesiones de una putita adolescente - 3

Tercera y ultima parte de esta primera serie donde me escapo con mi tio al motel y me estrena analmente. Al principio sufro cuando me rompe el culo pero termino gozando como una puta puerca.

Como les conté, me había escapado a un motel con mi tío Carlos, el propietario de la farmacia, y estaba a punto de estrenarme en el sexo anal.

Carlos acababa de darme una rica cogida, y su verga seguía erecta gracias al Viagra que había tomado, y claro, a la excitación que le provocaba verme con mi uniforme de colegiala. La hora había llegado, estaba por romperme el culo, y por cómo se veía el tamaño de su verga, seguramente así seria.

Volteé a verlo, con una mezcla de nervios y excitación en mis ojos, diciéndole:

-Si papi, sííí, rómpame el culo. Dese vuelo, reviénteme a vergazos. Ese culo es suyo, yo soy suya Carlos, soy su putita. Deme verga, papi, démela ya- Le decía nublada por la calentura.

Empezó a hacer presión con su verga en mi ano, y aunque al inicio sentí rico, mi calentura se tornó en miedo. Sentía que su miembro se abría paso en mi ano, y no sé si su verga era muy grande o mi culo muy chico, pero empecé a sentir un dolor agudo en la entrada de mi ano.

-No papi, nooooo. Espérese tantito... Me está doliendo. No la empuje, no la empuje papi- Atinaba a decir yo ya con miedo en mi voz.

-No chiquita, si a esto fue a lo que vinimos. Aguántala tantito, verás que ahorita se te pasa.

-No Carlos... No papi... No sea malito. Lo dejo que me haga lo que sea, lo que usted quiera, pero sáquemela que me está doliendo mucho, ándele papi, no sea maloooo.

Ni bien terminé de decir eso cuando mi esfínter cedió y su pene entró en mi intestino de un empujón.

-¡¡¡AHHHHHHHHH!!! NOOOO, ¡PAPI, NOOOO! ME DUELE, ME DUELEE. SÁQUELA, SÁQUEMELA POR FAVOR. ¡¡ME ESTÁ PARTIENDO, ME ESTA ROMPIENDO!!'

-Espérate mami, ya está adentro. Te la voy a dejar así para que te acostumbres y verás que rico vas a sentir- Me decía queriéndome calmar, lo cual era imposible pues el dolor me estaba matando.

-NO CHINGUE, ¡SÁQUEMELA POR FAVOR! ME ESTÁ ABRIENDO TODA, ¡NO SEA CABRON! SAQUELA POR FAVOR, POR FAVOR ¡POR FAVOR! -Decía yo ya con lágrimas en los ojos. Si hubiera sabido que así se sentía, preferiría en ese momento la regañada de mi mamá mil veces.

Carlos hizo oídos sordos y la dejó dentro de mi recto, pretendiendo que yo me acostumbrará al dolor. Cuando ya medio dejé de hablar, empezó a moverla de nuevo, suponiendo que yo ya me había acostumbrado. Empezó con el mete y saca, primero lento y luego fue agarrando velocidad hasta ya de plano darme de pompeadas ¡como si me estuviera cogiendo vaginalmente!

-¡¡AAAAAH AAAAHHHHH!! YAAAA NO LA META, ¡HIJO DE SU PUTA MADREEEE! ¡YA PARELEEEE! ¡ME ESTA PARTIENDO EN DOS!

-AGUANTA MAMI, ¡AGUÁNTALA Y VERÁS QUE TE VA A GUSTAR! ASI, DUELE AL PRINCIPIO, PERO LUEGO ME VAS A PEDIR MAS, ¡AGUÁNTALA, MI AMOR! - Me decía, queriéndome calmar.

-NO, NO, ¡SÁQUELA POR LO QUE MAS QUIERA! EN SERIO PAPI, EN SERIO, ME ESTÁ DOLIENDO UN CHINGO. NO SEA MALITO. SI SIGUE METIÉNDOLA ME VOY A CAGAR, POR FAVOR, POR FAVOR. YA NO AGUANTO, ¡LE JURO QUE YA NO AGUANTO! YA NO LA METAAA, ¡¡¡ME VOY A CAGAAAAAR!!!

Le decía volteando a verlo con mi cara hecha un cuadro de dolor, con los ojos llenos de lágrimas, el rímel corrido por las mejillas y los mocos ahogándome. Totalmente un asco. Y lo peor era que todo seguía grabándose en su celular. Honestamente en ese momento me estaba arrepintiendo de haberme inmiscuido en esta aventura y más que era con un hombre maduro con mucha más experiencia que yo. Creo que el dolor me hacía ver lo real de la gravedad de la situación en la que me había metido.

-YA SÁQUELAAA, NO SEA CULERO, SÁQUELAAA- Le decía yo, ya al borde de la desesperación.

-SÁQUELAA, PORFAS, ¿SI? POR FAVOR, NO SEA CABRÓN. ¡ME ESTÁ REVENTANDO BIEN FEO! PORFAVORPORFAVORPORFAVOR, EN SERIO QUE SI ME ESTÁ PARTIENDO, CARLOOOS... SÁQUELA YA ¡HIJO DE SU REPUTA MADREEEE!

Ya no hallaba como pedírselo, si de favor o a mentadas de madre. Lo que quería en ese momento era que ya terminara y sacara su verga de mi adolorido ano. Sentía su vergota entrar en mi recto e irse hasta el fondo de mis intestinos. En serio que si seguía pompeándome como lo estaba haciendo iba a hacer un embarradero de caca y era lo que menos quería en ese momento. Ya con el dolor era suficiente para arrepentirme de lo que estábamos haciendo, como para que todavía agregarle la vergüenza de cagarme enfrente de mi tío Carlos.

No bien terminaba de pensar en eso, cuando empecé a sentir que las fuerzas se me iban de mis piernas, y lo que segundos antes era un completo dolor, empezó a transformarse en una mezcla de placer diferente a lo que hasta entonces yo conocía. No logré asimilar el sentimiento cuando de repente un orgasmo me sacudió mi vagina y subió hasta mi cabeza, haciéndome chorrear líquidos por todas mis piernas, empapando la cama. Fue algo como nunca antes había sentido, ¡un orgasmo anal!

  • ¡OH DIOSSS! DIOSSS, ¿QUE ME ESTA HACIENDO? AHHHHHHHHH, AAAHH, MAS PAPII, ¡MAAAAS! MÉTAMELA MAS, NO PARE, ¡NO PARES, MI AMOR, NO PARES! - Le decía yo, sintiendo que las fuerzas me abandonaban. No bien me había venido en mi primer orgasmo anal, cuando la presión de su pene dentro de mi recto hizo que me orinara en la cama. Esta vez no era un orgasmo, definitivamente me estaba orinando en la cama. Ya desde ese momento me valía verga lo que saliera de mi cuerpo, estaba decidida a darle a mi hombre lo que me pidiera. Era mío y solo mío, y podía hacer de mi lo que quisiera.

-ASÍ, ASÍ... DEME VERGA, DEME VERGAAA. RÓMPAME, ÁBRAME EL CULO, HÁGAME LO QUE QUIERA, PERO NO PARE. SOY SUYA, SOY SUYA. DÍGAME QUE USTED ES MÍO TAMBIÉN, ¡DÍGAMELO!

-SÍ, MAMACITA, SÍÍÍ, SOY TUYO, NENA, ¡SOY TUYO Y TU ERES MÍA! ¿DE QUIÉN ES ESTE CULITO? DIME ¿DE QUIÉN ES TU CULO, AMY? Decía Carlos. Me encantaba como pasaba de ser bien educado a ser un animal en la cama. Me gustaba que cambiara así por mí.

-ES TUYO, BEBÉ, MI CULO ES SUYO. YO SOY TODA SUYA, HAGA CONMIGO LO QUE QUIERA, PERO NO DEJE DE DARME VERGA, PAPI. CÓGEME, HIJO DE LA CHINGADA, NO DEJES DE METERLA, MI VIDA.

-SÍ, AMY, SÍÍ, MUÉVETE CHIQUITA. NO DEJES DE MOVERTE, QUE YA ME ESTOY VINIENDO... MUEVETE MAMI, ¡¡MUÉVETE MÁÁÁSSS!!

Me estaba abriendo tanto el culo y dándome tan profundo, que por un momento temí cagarme en su miembro. Pero ese pensamiento pasó por mi mente un microsegundo, el cual fue interrumpido al sentir un tremendo chorro de semen que Carlos disparó dentro de mi recto, haciéndome a mí llegar también al orgasmo.

-AHHHHH, ¡TOMA! TOMA PUTAA, ¡TOMA MI LECHEEE! ¡¡AHHH AHHHH!!-Alcanzaba a decir con la voz entrecortada, al tiempo que seguía disparándome chorros de semen que iban a parar dentro de mis intestinos.

Yo me sentía en la gloria, sintiendo como me llenaba el culo de semen. Era verdad lo que me decía, había pasado del tremendo dolor a un orgasmo como nunca antes había sentido.

-SI PAPI, ¡SÍÍÍÍ! DÉMELOS, DEME SUS MECOS, ¡LLÉNEME EL CULO DE LECHE! ASÍ ME QUIERO IR A LA CASA, CON LA COLA LLENA DE USTED, DEME MAS PAPI, DEME MAAAAS- Fue lo último que alcance a decir antes de caer de cabeza en la cama desfallecida.

Duramos unos cuantos minutos así, tomando el aire que sentíamos que nos faltaba. Poco a poco Carlos empezó a moverse y separarse de mí, sacando su pene de mi culo, lentamente. Sentir como iba saliendo de mi fue algo entre doloroso y placentero. Al salir completamente su verga de mi trasero, sentí mi ano abrirse y como una sensación de aire entrando en mi recto. Me dio miedo de que no se volviera a cerrar. Pero al mismo tiempo me valió madre, me acababan de dar la cogida de mi vida.

-Ven, mi amor, ven, chúpamela. Límpiame con tu boca mi vida- Me dijo, a lo cual yo obedecí sin pensarlo dos veces, aunque más tardé en meterme su verga a la boca que en arrepentirme.

-¡¡Ewwwwww, sabe feo!!- Le dije, haciendo gestos de asco.

-Pues es tu culpa por no limpiarte bien cuando vas al baño, Amy. Anda, sigue... No pares.

Pudo más mi calentura que el buen juicio, y haciendo gestos, me lo volví a introducir en la boca, tratando de convencerme a mí misma, que el sabor agrio era por su semen y no por mis heces fecales. Empecé a lamber y chupar como si su verga fuera una paleta de dulce. No terminé hasta dejarle su pene totalmente limpio, el cual ya empezaba a levantarse de nuevo. Antes de terminar, pasé también mi lengua por sus huevos, que ya se sentían vacíos, después de la tremenda corrida que se había dado dentro de mi ano.

Ya luego de un rato de descanso, Carlos ordenó unas pizzas. Aunque mi ano me dolía horrores, quería seguir cogiendo, pero entre el hambre y las ganas de dormir, lo dejé pasar.

Mientras nos abrazábamos para dormir, le dije:

-Carlos, ¿se quedaría usted conmigo?'

  • ¿Cómo contigo, Amy? Me contestó.

-Pues conmigo, que nos fuéramos a vivir juntos.

-No lo sé, Amy. Además, está la diferencia de edades. Te llevo casi 30 años. Me dijo.

-Pero, pues eso no lo detuvo para cogerme, ¿o sí?

  • ¿Me estás reclamando?

-No, solo quería preguntárselo. Olvídelo- Le dije un poco decepcionada.

-Ya no pienses tanto y vamos a dormir, mija. Ya luego hablamos todo lo que quieras, ahora en serio me dejaste bien seco, bebé- Me dijo, abrazándome por detrás.

Ya no dije nada por el cansancio también. La verdad, me habían dado la cogida de mi vida, y aunque fue doloroso al principio, pasó a ser algo totalmente diferente a todo lo antes experimentado por mí. ¿Lo volvería a hacer? No lo sé, pero por ahora, dormir entre los brazos de Carlos y despertar con él al día siguiente, fue hermoso.