Confesiones de una matriarca
Este relato es posible que este mal catalogado, pues perfectamente podría ir en el apartado de dominación, pero como atañe a la manada finalmente he decidido colocarlo en esta sección.
Este relato es posible que este mal catalogado, pues perfectamente podría ir en el apartado de dominación, pero como atañe a la manada finalmente he decidido colocarlo en esta sección.
Un día estábamos en el salón haciendo lo que hemos dado ha llamar la gran corona real: que es nada más y nada menos, que la manada entera se coloca en círculo todos tumbados y vamos mamando pollas y coños, lo que te haya tocado en la cara, cosa que hace que se pueda llegar a una corrida masiva, aún no lo hemos conseguido, por eso nos encanta practicarla para conseguir la excelencia.
Como decía que me voy por las nubes, estábamos practicando la corona real, (os recuerdo que ella no participaba en nuestros juegos sexuales) cuando apareció en el salón África, la madre de Rosana, algo cabizbaja, esperó a que acabásemos y al verla nos preocupamos, pues ya hacía meses que su marido había muerto y parecía muy recuperada. Nadiusca, que era con quien mejor relación tenía, se tragó el abundante semen de su hijo y le preguntó.
Que te pasa cariño, pareces preocupada.
Pues un poco si la verdad._ Contestó.
Que te pasa mama?.- Le preguntó su hija.
Nada ya se me pasará ._ Contestó.
Mujer no hay secretismos en la manada, entre todos superamos las crisis ayudándonos unos a otros._ Le dijo la dulce Marta.
No se estoy dentro de un mar de sensaciones._ Comentó África.
Lo peor que puedes hacer es quedártelo para ti, al final se pudre y es más difícil sacarlo._ Le animó Eva.
Pues creo que toda mi vida he sido una sumisa.
Como!._ Exclamó su hija
La verdad no sólo Rosana se sorprendió, pues África, era una mujer de carácter, siempre habíamos pensado que como no se dejaba pisotear por nadie, era más bien todo lo contrario.
Que te ha llevado a esa conclusión._ Le pregunté yo
Pues estos meses de viudedad, con vosotros, he visto lo que es la libertad sexual, y eso me ha abierto los ojos._ Contestó.
Pero el ser sumisa no implica sólo el hacer lo que le placía sexualmente a tu marido.- Le dijo María.
Pero no es solo eso. Dejad que os cuente como he llegado a esa conclusión, pues no fue de un día para otro, sino que llevó años que mi marido me convirtiese en su esclava.
Sabéis que me casé joven, pero al contrario que Nadiusca , yo estaba muy corrida, el coño lo tenía virgen, pero mi culo era un traga pollas exquisito. Un día apareció mi marido me enamoré de el en el acto y en tres meses nos habíamos casado, pese a las habladurías no estaba preñada cuando me casé, de hecho tardé dos años a tener el primer hijo, bueno eso no viene al caso. Cuando me casé mi marido me convenció de que dejase mi trabajo, pues decía que con su taller teníamos más que suficiente para vivir. Eso fue un error, porque empecé a depender económicamente de el, cada vez que tenía que comprar algo le tenía que pedírselo a el. Bueno pensaréis que eso es lo normal en muchas familias de esa época, sí, lo hubiese sido si allí se hubiese acabado.
El sexo con el era increíble por lo que me dejaba hacer de todo, atarme, morderme los pezones, y todas esas cosas, durante los dos primeros años de casada de allí no pasó.
Bueno que otra vez me disperso, cuando tuve al primer hijo, empezó a quejarse de que gastaba mucho dinero, diciendo, que si creía que el tenía una máquina de hacer billetes, que si pensaba que caía del cielo, y cosas por el estilo. Un buen día me dijo que le dijese que hacía falta y que el compraría lo necesario. Pensareis, como yo lo hice en su día, que era un trabajo menos que tenía que realizar, que fuese el al mercado a comprar he hiciese la compra.
Estaba feliz pues tenía más tiempo para mí, me aficioné a hablar con las vecinas del barrio por las tardes, a leer y disfrutar de la vida, como siempre pensé. Un Día un año después de que pasase esto vino completamente borracho de una cena que había tenido con unos clientes. Me cogió de un brazo y a empujones me llevó a la cama.
Por culpa del alcohol no había forma de que se le plantase, yo le mamaba la polla le acariciaba los puntos que sabía, le hacían empinarse, pero nada. Entonces fuera de sí me dio una fortísima nalgada, su mano se marcó en mi culo de forma evidente. Y justo en ese momento se empalmó, contentísimo me puso a cuatro patas y me la endiñó, pero poco a poco se le fue bajando la erección, frustrado volvió a darme otra nalgada, y volvió a empalmarse. Y en ese momento como un poseso empezó a penetrarme y a darme nalgadas sin parar, cuando se corrió tenía el culo morado. Yo lo atribuí todo al exceso de alcohol, y no le dí mayor importancia.
Pero desde ese día su actitud hacia mi cambió, os pondré un ejemplo para que lo entendais
Un día llegó del taller y me vió hablando con las vecinas, riéndonos de tonterías, al verlo yo me despedí de las vecinas cogí a los nenes y fuimos para casa.
Parece que tienes mucho tiempo libre._ Me dijo
No creas, solo un poco por la tarde para poder hablar con las vecinas.
Pues si tienes tiempo podrías empezar ha tejer o hacer ganchillo, para emplear el tiempo de forma útil
Estarás de broma no?
Yo jamás bromeo.- Me dijo mientras me daba una fuerte nalgada.
Poco a poco, fui saliendo menos de casa sola, no quiero decir que estaba todo el santo día encerrada en casa, pero para salir tenía que ir con el a donde fuese. No penséis que era una mujer desdichada, o que vivía atormentada, pensaba que era la actitud normal de un hombre enamorado.
Un día, siendo los nenes más mayores, nos fuimos un puente de viaje para celebrar que había conseguido un cliente muy importante, que aseguraba la supervivencia del taller por varios años. Llegamos al hotel ya de noche y tras dejar las maletas fuimos a cenar. Los dos bebimos bastante y al subir a nuestra habitación pasó lo mismo que la otra vez. Pero yo también estaba borracha y no puse mucho de mi parte. entonces me dijo:
Puta borracha no sirves para nada, no consigues que tu marido se empalme, maldita zorra.
Hago lo que puedo pero estoy muy borracha.
Escuché como se quitaba el cinturón y zas me pegó con el en la espalda. Volvió a empalmarme de inmediato. Esta vez no me penetró por el coño, sino que de un sólo empollón me la metió por el culo, y como si fuese una potranca, empezó a darme por el culo mientras me daba latigazos en la espalda. Como la otra vez nos corrimos los dos por lo que pensé que yo era masoquista o algo por el estilo.
Desde ese día en publico me llamaba cachonda y en privado, puta era lo más fino que me decía, pero lo hacía como algo natural, como si fuese divertido, un motes de cariño; como cuando un marido le dice cari a su esposa. Y os vuelvo a repetir no pensé en ningún momento que me estaban dominando.
Ostras lo de cachonda lo escuchaba yo a diario y también pensé que era un mote cariñoso, no pensé que era un apelativo humillante hasta ahora._ Comenta Rosana totalmente sorprendida.
Ni yo por eso al hacerlo tan sutil y tan lentamente no me dí cuenta que estaba siendo su sumisa. Empiezas a entender ahora no hija?
La verdad es que si, pero persona mama continua, no quería interrumpirte._ Dijo Rosana
Bueno pues sigo, a partir de ese momento una vez por semana el sexo era violento, hacia mi claro, se compró látigos, pinzas para los pezones cuerdas y todo aquello que le excitaba probar conmigo, además el sexo ya no era común, ya no buscaba que yo también me corriese, sino que cuando el estaba satisfecho se acababa.
Cuando los nenes empezaron a ser mayores y a irse a la universidad, volvimos a estar a solas, en ese momento empezó a decirme que ropa debía llevar a quien debía ver. Yo lo achaqué a cosas de la edad manías tontas que vamos cogiendo con el paso del tiempo.
El primer mes que estuvimos solos, cuando todos nuestros hijos estaban, trajo un hombre que había conocido en el bar, y me soltó:
Este amigo y yo tenemos la misma pasión por el sexo duro, pero se acaba de quedar viudo y no tiene con quien practicarlo, por lo que le he invitado a que participe en una de nuestras sesiones.
Tu estas loco? Ni de coña voy ha hacerlo._Le dije
Pero en ese momento me agarró aquel hombre y mi marido sacó las cuerdas y me ataron a la mesa. Me arrancaron la ropa y me follaron alternativamente mientras me daban nalgadas y con un látigo me fustigaban. Otra habría pensado que la estaban violando, porque eso era lo que estaban haciendo. Pero llegué a un orgasmo arrollador y hacía meses que no me corría. En mi mente pensé estúpida de mi que en el fondo mi marido lo había hecho pensando en mi. Durante años estuvimos follando los tres juntos, siempre cuando estaban en la universidad los niños. De hecho ellos nunca conocieron a nuestro amante.
Otro día vinieron con otra chica más, nos pusieron a cuatro patas sobre la cama, nos pinzaron los pezones, y el clítoris, nos pusieron un enorme consolador de 25cm y de gran grosos por el culo y mientras nos fustigaban con un látigo de tres colas, nos obligaban a manársela. La pobre chica no paró de llorar en toda la noche por lo que no volvieron ha hacerlo, pues amenazó con denunciarlos y sólo a base de dinero pudieron taparlo. Yo en cambio disfrutaba de esas sesiones de sexo, conseguía orgasmos arrasadores y brutales, estaba en la gloria. Tonta de mi.
Yo fui diluyen dome poco a poco, no era más que el elemento ejecutor de los deseos de mi marido a todos los niveles no sólo el sexual, Dejé de pensar por mi misma, de actuar por mi misma. Pensad por ejemplo que lo que me gusta de la comida, no se si me gusta por mi misma o porque el me lo inculcó. absoluto que esa formalidad no la necesitaba
Vuelvo a deciros que yo siempre he pensado que la vida que llevaba era maravillosa, por eso cara al público estaba feliz, segura de mi misma y satisfecha con la vida que llevaba. A mi no me hacía llamarle amo.
Y hace unos meses se muere, yo creí morir, pues mi razón de ser se había marchado para siempre, de forma tan repentina que no me podía reponer. Entonces vine a vivir con vosotros, vuestro cariño me fortaleció, encontré una gran amiga y en su desgracia me apoyé, pues ayudándola a ella, no me di cuenta de que no sabía pensar por mi misma. Ahora Nadiusca es una mujer feliz en todos los sentidos, os veo el respeto que os teneis los unos por los otros, cosa que me ha hecho replantearme mi vida desde un principio y llegar a esta conclusión.
En ese momento Rosana su Hija la abrazó y estallaron las dos en un llanto profundo, un llanto que necesitaban ambas, un llanto reparados.