Confesiones de una LOLITA (02: Primera Felación)

Armando le fue bajando lentamente las tanguitas y ahora su rica verga hacia contacto directo con la vulva de mi hermana que complaciente dejaba que nuestro hermano disfrutara de su cuerpo, intempestivamente Armando llevó a Carolina hacia la cama y apoyándose en ésta ella se empinó ofreciendo descarada sus nalgas a su propio hermano.

Confesiones de una LOLITA

Tal como lo prometí en el relato anterior continuaré narrándoles lo sucedido el día en que de regreso de la casa de Pépe en donde tuve mi primer encuentro erótico con Carlos, su hermano mayor, al regresar mas temprano de lo previsto a casa escuche susurros en la recamara de mi hermana Carolina y me asomé por las cortinas del ventanal de la puerta, llevándome la mayor sorpresa de mi vida, mi hermana solo vestida con brassiere y tanga, estaba arrodillada ante la figura de un hombre desnudo mamándole la verga, cuando este hombre giro un poco sobre su eje pude verle el rostro y vaya tremenda sorpresa... ¡Era mi hermano Armando!, Él es mayor que nosotras, me lleva 10 años de edad, al igual que Arturo su gemelo, no lo podía creer mis hermanos estaban teniendo sexo incestuoso.

Por unos instantes no supe que pensar de aquella impresionante escena, atravesó por mi mente un sentimiento encontrado de reprobación y aceptación al respeto del criterio de los demás, reflexionando de donde venía en esos momentos, lo que había hecho con mi "cuñado", lo que tenia en mente seguir haciendo con él y algunos otros galanes que me estaban surgiendo a últimas fechas, así que no había nada que criticar, mas bien mucho que envidiar.

Superé el impacto inicial y seguí observando lo que mis hermanos hacían, Carolina seguía chupando la tremenda verga de Armando, esa si que era una verga suprema, yo que venia impresionada con la verga de Carlos que si bien era de un tamaño novedoso para mí, la de mi hermano era lo que siempre había deseado en mis fantasías, Carolina suspendió la mamada y se puso de pié abrazando a Armando mientras le besaba en la boca y éste aprovechó para desabrocharle el sostén dejandolo caer al suelo con lo que quedaron libres sus senos, que por mucho eran superiores a las míos, en aquella época, yo era talla 32-A y ella 34-B, mi hermano separó sus labios de la boca de Carolina y fue besando su cuello, los hombros y llegó a los senos besándolos y chupando sus pezones mientras sus manos se asían de las nalgas de mi hermana y ésta solo cerraba los ojos en evidente deleite lúbrico, la verga de Armando a toda erección se perdía entre las piernas de mi hermana que conservaba sus pantaletitas, pero no por mucho tiempo.

Armando le fue bajando lentamente las tanguitas y ahora su rica verga hacia contacto directo con la vulva de mi hermana que complaciente dejaba que nuestro hermano disfrutara de su cuerpo, intempestivamente Armando llevó a Carolina hacia la cama y apoyándose en ésta ella se empinó ofreciendo descarada sus nalgas a su propio hermano y él con la vergota bien tiesa se acercó al trasero de mi hermanita penetrándola con lentitud hasta sepultar por completo su rico pene, la posición en la que me encontraba no me permitió ver si la había ensartado por la vagina o por su culito, pero vaya cogida de "perrito" le estaba dando, los jadeos de Carolina se escuchaban claramente, era evidente que lo estaba gozando al máximo, era imposible tratar de contar las veces que la gran vega de mi hermano entraba y salía de las entrañas de mi hermana.

Mientras tanto yo extasiada por la cogida fraterna, sin saber en que momento, mi mano estaba entre mis piernas frotando los mojados labios de mi vagina masturbandome con la excitante escena, cambiaron de pose varia veces hasta que Armando saco su vergota del cuerpo de Carolina y ésta se la introdujo en la boca recibiendo la descarga de leche de mi hermano que le escurría por la comisura de los labios, puedo decir que al mismo tiempo me llegó el orgasmo a mí y de inmediato me fui silenciosamente a mi recamara a cambiarme las pantaletas, que ya estaban muy empapadas de mi licor vaginal, así como la vestimenta exterior poniéndome un minivestido que me llegaba a medio muslo.

Permanecí en mi cuarto casi media hora para no levantar sospechas de que ya sabía de su relación incestuosa y por lo visto muy sabrosa, cuando salí de la recamara, en la sala de la casa ya estaba mi hermano Arturo, el gemelo de Armando, con él siempre me he llevado mejor que con los demás ya que desde que muy chiquita me ha tratado con extremado cariño, llegué y lo salude con un beso en la mejilla y como de costumbre me senté en sus piernas pasando mi brazo por su cuello y él el suyo por mi talle, platicábamos de algo que no recuerdo cuando llegó Armando, se incorporó a la plática sentándose frente a nosotros, al estarlo viendo me era imposible dejar de pensar en lo que había visto minutos antes en especial su vergota bien parada, lo que me provocaba excitación, instintivamente separé un poco mis piernas para que pudiera ver entre ellas hasta mis pantaletas amarillas, rápidamente Armando fijó su mirada al centro de mis muslos mientras yo fingía no darme cuenta de lo que sucedía poniéndome más cachonda a cada momento, de vez en cuando miraba el bulto en su entrepierna y sin estar plenamente segura parecía que la verga se le hinchaba, yo ya estaba muy caliente y movía mis nalgas contra la verga de Arturo, mi hermano no se pudo sustraer a la presión de mis nalgas y empecé a sentir en ellas que el bulto de su verga se empezaba a hacer mas grande, así duramos un buen rato hasta que Arturo seguramente para no hacer tan evidente su erección prefirió quitarme de encima de él y levantarse del sillón, al levantarme le dedique una gran abierta de piernas a Armando que no perdió la oportunidad de ver mis pantaletas.

Esa noche regresaron a la Cuidad de México donde estudiaban desde hacia algunos años, en ese momento ya estaban en la Universidad, venían a casa a pasar el fin de semana por lo menos una vez al mes para placer de mi hermana Carolina ya que cada vez que venían para ella significaba sexo fraterno con nuestro hermano Armando, aunque después me enteré que no solo con él, pero eso lo relataré en el momento oportuno.

Esa misma noche recibí la llamada de Carlos, el hermano de mi "novio" Pépe, luego de decirme que la había pasado muy rico conmigo me invitó a repetir la experiencia y ante mi duda respecto a Pépe, me dijo que él se encargaría de su hermanito, que no me sorprendiera lo que el mismo Pépe me diría la mañana siguiente, igualmente me pidió que no llevara el uniforme escolar sino ropa de calle y si me era posible me pusiera zapatos de tacón alto, yo acepté gustosa ya que lo vivido con mis tres hermanos me tenia en un estado de excitación permanente.

Justo como me lo había adelantado Carlos, Pépe llegó a la escuela un tanto nervioso y con intensión de decirme algo pero se mantenía titubeante, aunque ya sabia la finalidad de lo que me diría, tenia curiosidad de saber la forma en que lo haría, así pasó toda la mañana y como el día anterior fue hasta la salida cuando habló conmigo dándole múltiples rodeos, pero en síntesis me dijo que su hermano Carlos le exigía que yo estuviera otra vez a solas con él y que sería la última vez, yo fingí indignación pero a fin de cuentas acepté aludiendo que lo hacia porque mi "noviecito" no tuviera problemas con sus padres, pero en realidad ya tenia concertado el encuentro sexual con Carlos.

Por la tarde llegué a la casa de Pépe y éste me recibió siguiendo el procedimiento de la primera vez, cuando estuve a solas con Carlos en su recamara me quedé parada en la puerta para que me admirara como me veía con el minivestido blanco que llevaba puesto que dejaba al descubierto medio muslo y las zapatillas de tacón medio, abajo unas pantaletitas tipo tanga de encajes de color azul, que eran de mi hermana Carolina, y que hacían juego con el sostén que portaba, no llevaba medias con el fin de facilitar las cosas.

Carlos, de pié, se me quedó mirando lujuriosamente por unos instantes recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza y solo con el clásico silbido me indico lo "bien que me veía", yo me lucia dando algunas vueltas lentamente para mostrarle como se me veían las nalgas con el ajustado vestidito y él mencionó que se me marcaban muy rico las pantaletitas, que eso le excitaba mucho y que " solo por ello te besaré y lameré tus ricas nalgas", el solo escuchar eso me excitó muchisimo e instantáneamente sentí como se me humedecieron las pantaletas con el liquido que brotaba de mi vagina, Carlos mientras me miraba se frotaba el bulto que hacia su verga erecta bajo el pantalón de los pants que llevaba puestos.

Ambos avanzamos al encuentro del otro y no fundimos en un apasionado beso en la boca metiendo nuestras lenguas entre los labios del otro, en tanto sus manos acariciaban mis nalgas levantándome el vestidito y yo repegaba mi pelvis contra el bulto que formaba su verga parada, sus manos hacían contacto con mis nalgas al desnudo debido a que la tanguita estaba metida entre mis glúteos y con la punta de sus dedos buscaba mi culito y mi vulva sobre el material de las pantaletas. Sacó las manos de entre mis nalgas y sin decirme nada bajó el cierre del vestido despojándome de él y dejándolo caer al suelo, aproveche ese momento para asirme de su verga por encima de los pants y el siguió desnudándome al quitarme el brassiere que igualmente cayó al suelo, él mismo se bajo el pants dejando ante mí su linda erección ya que no traía calzoncillos, instantáneamente me apoderé de su pene frotándole a manera de masturbación, Carlos continuó su labor de encueramiento y tiró de mis calzoncitos hacia abajo dejándomelos a media pierna mientras se despojaba por completo de los pants y la camiseta que vestía quedando totalmente desnudo, se veía de lo mas hermoso todo encueradito con su rico rabo bien parado.

Me tomó la mano y la puso en su verga de la que me agarré y él metió una de sus manos entre mis nalgas llevándome frente a un mueble, donde supongo se guarda ropa, ahí me recargó y sin que yo le dejara de frotar la verga, me empezó a besar y chupar mis pequeños senos dándole suaves mordiditas a los pezones, minutos después me hizo girar y me empinó apoyándome en el mueble y él se inclinó cumpliendo su promesa de besarme y lamerme las nalgas, metió su cara entre ellas, besando y lengüeteando mi colita largamente era divino lo que me hacia sentir, a cada momento sentía que llegaría el primer orgasmo de aquella deliciosa sesión de sexo, me quitó por completo las pantaletas dejándome toda encueradita, solo con las zapatillas puestas y me hizo girar nuevamente e hincado frente a mí, me pidió que separara las piernas lo más posible, así lo hice y él metió su cara en mi entrepierna besando y chupando mi pelvis para luego bajar un poco y hacerlo en mi vulva, separaba mis labios vaginales y chupaba mi clítoris, mi repuesta orgánica fue casi inmediata "viniéndome" en su boca en un largo y frenético orgasmo dejando totalmente mojados sus labios del almíbar que escurría de mi sexo, sin dejar de lengüetearme me volteaba a ver diciéndome "Te quiero coger", yo con voz temerosa le repetía " Aún soy virgencita".

Tal vez no quiso en ese momento quitarme la castidad, así que se puso de pié aun con los labios llenos de mi flujo vaginal y recargándose en el mueble en que yo estaba y me dijo "chaquetéame", me incliné agarrando su verga para frotarla, pero me pidió que me arrodillara para hacerlo mejor, al hacerlo su pene quedo justo a la altura de mi rostro y empecé a frotarlo, en aquel frotamiento la cabeza de su pito en momentos rozaba mis mejillas o mis labios, se puede decir que yo a propósito hacia que la cabecita de su verga rozara mis labios continuamente, Carlos quizá se dio cuenta de mis deseos por besarle la verga o simplemente él quería que se la mamara, así que dijo " bésame el miembro", pude hacerme del rogar, pero la verdad estaba tan deseosa de hacerlo que obedecí complaciente.

Sería la primera vez que en la realidad tuviera una verga en mis labios, en mis fantasías miles de veces, tímidamente le dí un besito justo en la punta de la cabeza, tan solo con mis labios, luego otro y otro, Carlos estaba en punto de ebullición, me dijo "bésalo como lo haces con mi lengua", en pocas palabras me decía que se lo chupara, le dí otro beso con los labios entreabiertos, poco a poco fue metiendo la cabeza de su miembro entre mis labios mojándolo con mi saliva y a medida que entraba le pasaba mi lengua justo en la punta de su instrumento sexual, a los pocos momentos ya le estaba chupando la cabeza de su erección y en cada chupete me introducía un poco mas de su tronco hasta que me llegó a la "campanilla", Carlos, con ambas manos, me movía la cabeza para atrás y adelante enseñándome como se lo debía de mamar, por momentos lo sacaba de mi boca para tomar aire y le pasaba la lengua desde el nacimiento de su pene por atrás de los testículos y por todos éstos hasta la cabeza de su deliciosa verga, una de mis manos instintivamente estaba en mi entrepierna frotando mi clítoris, al estarle mamando cerraba los ojos y automáticamente en mi mente aparecía el sabroso y enorme pene de mi hermano Armando tal como lo tenia cuando mi hermana Carolina se lo estaba chupando, estas imágenes mentales me llevaron rápidamente a un orgasmo más, Carlos aún no quería venirse y cuando sentía que estaba próximo a derramar su leche dentro de mi boca, me separaba la boca de su verga pidiéndome que le lamiera los güevos y el tronco para momentos después reiniciar la mamada, cuando tenia su verga dentro de mi boca le ponía ambas manos en sus nalgas acariciándolas mientras su verga entraba y salía de entre mis labios, la imagen de mi hermano Armando al desnudo con su vergota bien parada no se apartaba de mi mente ya que deseaba tanto estar así con él como lo hizo nuestra hermana Carolina, varios minutos después Carlos me propuso cambiar de pose, cosa que acepté dócilmente.

Me ayudó a incorporarme y me condujo a su cama donde se tendió boca arriba pidiéndome que me subiera en él en sentido contrario, es decir que mis nalgas y partes intimas quedaron sobre su rostro y su verga erecta justo en mi boca, enseguida metió su cara entre mis nalgas besando y chupeteando mi culito en tanto yo introduje nuevamente su pene entre mis labios mamándole nuevamente todo lo que me cabía de su tiesa verga mi boca, recorrió su boca por debajo de mi culo y me chupaba mi vulva y en forma especial en mi clítoris, nuevamente me volvía el deseo, que se estaba volviendo obsesión, de que quién me estuviera mamando la panocha y yo su gran verga fuera mi hermano Armando, pocos minutos mas tarde tuve otro sabroso orgasmo y la unísono Carlos empezó a descargar chorros de semen dentro de mi boca, saque su pene de mi boca y unos chorros cayeron en mi rostro, por la pose en que estaba su esperma escurría de mi boca al tronco de su verga bañándole su vellosidad y los güevos, no obstante que ya había terminado de eyacular yo seguí chupándole la verga probando por primera vez en mi vida el sabor clorado del esperma, hasta que su miembro perdió la erección.

Ambos nos levantamos presurosos y nos vestimos, nos besamos en la boca mientras él me tocaba las nalgas y nos prometíamos buscar el momento más oportuno para repetir el sabroso encuentro sin que Pépe se enterara.

Baje de la recamara de Carlos y ahí estaba mi "noviecito" todo angustiado y apenado esperando a su "palomita" después del gran "sacrificio" que había hecho por él, aun conservaba en mi boca el sabor del esperma de Carlos y en mi rostro seguramente su aroma, pero así bese en la boca a Pépe, eludí sus preguntas de lo que había pasado en la recamara de su hermano y fingiendo vergüenza me fui rumbo a mi casa con la gran satisfacción de haber chupado por primera vez en mi vida una verga y haber recibido la descarga de semen en mi boca.

Por esta vez es todo, pero próximamente continuare relatando las experiencias que me llevaron a ser una LOLITA.

Con gusto recibiré su correspondencia en lolitagamtz@terra.com

GABY