Confesiones de una infiel... cap 6
Quisiera pasar a relatar paso a paso cómo, cuándo y por qué empecé a serle infiel a mi marido... como intente hacerle cambiar y como finalmente, tras muchas experiencias, unas agradables y otras no tanto, llegue a aceptarme a mí misma tal y como soy... completamente infiel
Capítulo 6
La boda de una pareja de amigos de toda la vida y más concretamente la despedida de soltera de la novia, fue la excusa perfecta para poder salir de marcha sin que mi marido me pusiera ningún impedimento, entre otras cosas, porque el también participo una semana antes de la despedida del novio y llego a casa en unas condiciones más que lamentables…
El grupo estaba formado por 16 chicas de entre 23 y 32 años… la mayoría amigas desde que éramos unas crías y el resto familiares y compañeras de trabajo de la novia… la cena, en el restaurante de un hotel fue un despropósito continuo… cenar, salvo excepciones, apenas cenamos, pero reírnos y sobre todo beber, a saco…
Tras la cena, entre las dos demasiado perjudicadas por la bebida y las cuatro que cediendo a las presiones de sus novios o maridos no quisieron ir a un espectáculo de boys, nos quedamos solo diez…
En mi caso nunca había estado, pero tengo que reconocer que me gustó mucho… la verdad es que es todo un placer para los sentidos ver a tanto tío bueno y tan bien armados… todos me gustaron por un motivo u otro, pero hubo uno de ellos con el que literalmente se me cayó el tanga o más bien debería decir que se me pego… era un chico de color guapísimo, con un cuerpazo impresionante y una pedazo de polla que hizo que literalmente mi sexo se inundara en unos pocos segundos…
Durante el intermedio, en mitad del espectáculo bajaron entre el público para firmar sus fotos… yo me acerque al morenazo únicamente con la intención de que me firmara su foto, pero al tenerla tan cerca y notar como mi sexo literalmente se inundaba, no pude menos que decirle, -¿Tienes algo que hacer esta noche guapo?-, viendo como el chico me sonreía con su perfecta y blanca dentadura antes de contestarme, -¡No preciosa… pero por 60 euros la hora te puedo alegrar la noche!-… yo me quede muda… me esperaba muchas respuestas, pero ninguna parecida a aquella… -¿Estas de coña… no?- le pregunte, viendo como soltaba una carcajada y me contestaba, -¡Para nada!-, para añadir, -¡Todos nosotros, sin excepciones, nos dedicamos al mismo tema cuando termina el espectáculo!-… otras dos chicas se le acercaron para que les firmara su foto y yo me quede un poco aparte pensativa… nunca se me habría ocurrido que tendría que pagarle a un tío para que me echara un polvo, y de echo pensé que era un tontería, si quería una polla, me bastaba ir a cualquier local aquel viernes por la noche… estaba a punto de regresar junto a mis amigas cuando el moreno se me acerco y me dijo, -¡De dos a cuatro ya estoy ocupado con estas dos chicas!- para añadir mientras yo miraba a las dos cuarentonas que se alejaban, -¡Si estas interesada seria a partir de las 4 y media!-, contestándole con bastante desdén, -¡No gracias… de momento no me hace falta pagar para que me echen un polvo!-…
Después del espectáculo, otras seis, novia incluida, se marcharon para casa y las cuatro restantes nos marchamos a “tomar la última” a un local de moda… tras dos copas me quede sola en el local, aunque no por mucho tiempo, un chico me invito a tomar una copa y terminamos “follando”, que es mucho decir, en su coche… no me supo demasiado mal que se corriera sobre mi camiseta apenas dos minutos después de empezar a mamársela… pero que después de otra media hora comiéndole la polla para que se le levantara, me follara durante apenas dos minutos antes de correrse sobre mi vientre, me hizo regresar a mi casa más cachonda de lo que había salido, teniendo que usar mis dedos y algún juguete para conseguir en menos de cinco minutos lo que aquel tío no me pudo dar en “dos polvos”, si bien es cierto, que cada vez que cerraba los ojos, me imaginaba al guapísimo moreno haciéndome babear follandome con su inmensa polla…
Durante toda la semana siguiente no paso una sola noche sin que recordara al guapísimo y bien dotado moreno, así que no fue nada extraño que regresara el viernes siguiente a ver de nuevo el espectáculo y volver a acercarme para que me firmara… para mi sorpresa, mientras me firmaba su foto me reconoció, -¿Tú no eres la que me decías hace una semana que nunca pagarías para que te echaran un polvo?- me dijo con su preciosa sonrisa dibujada en su rostro, contestándole sin dudarlo, -¡Pues estaba equivocada… tengo para un par de horas!-, para añadir , -¿A qué hora y donde quedamos?-, entregándome la tarjeta de un local de copas mientras me contestaba, -¡En este local… al final de la barra… sobre las 02´30!-…
Naturalmente me quede a ver el resto del espectáculo y después un taxi me acerco hasta el local donde nos citamos… no había demasiada gente y no tuve ningún problema en situarme al final de la barra y pedirme una copa… mientras esperaba me entro un tío… estaba bastante potable y de no haber quedado con el boys, seguramente me lo habría tirado…
El cabron se hizo de rogar llegando casi un cuarto de hora tarde… de camino hacia el final de la barra se paró a saludar a dos chicas y luego a la guapa camarera, quien por cierto, me miro con bastante malicia cuando se me acerco y nos saludamos… me comento que vivía muy cerca y que cuando terminara mi copa podríamos irnos… ni que decir tiene que apure mi copa de un par de tragos…
Ciertamente vivía muy cerca, concretamente en el mismo edificio donde estaba el local, apenas nos dio tiempo a presentarnos y poco más… se llamaba Eduardo…
Nada más entrar al piso me llevo directamente a su cuarto y me pregunto, -¿Cuánto tiempo me dijiste?-, aunque la pregunta real habría sido, -¿Me podrías pagar antes de empezar?-, pues de echo saque los 120 euros de mi cartera y se los entregue… tras guardárselos me dijo, -¡Ponte cómoda mientras me doy una ducha rápida!-… la verdad es que estaba cachondisima, pero aun así, me sentía extraña… no tenía nada que ver con una cita o un tío al que acababa de conocer que mediante miradas, palabras morreos y magreos, te van calentando… aquello me parecía muy “frio”, era como si esperara que me desnudara, me tumbara en la cama bien abierta de piernas y ya está…
Edu regreso a la habitación completamente desnudo y sorprendido me pregunto al verme aun vestida, -¿Qué haces así todavía?-… le mire a los ojos, luego a la polla y aun con el coño chorreando le conteste, -¡Perdona pero… no se… se me hace muy raro… muy frio…!-… el sonrió y avanzo hacia mi diciendo, -¡Tranquila… lo entiendo… iremos despacio…!-, pasándome sus brazos alrededor de la cintura para mirarme fijamente a los ojos antes de inclinarse para buscar con su boca la mía… ¡¡Que beso!!... ¡¡Joder!!... nunca me habían besado así, notando un largo y muy placentero escalofrio por todo el cuerpo mientras su lengua recorría mis encías antes de enroscarse sobre mi lengua…
Tras el largo morreo me hizo girarme, pegando su desnudo cuerpo al mío mientras cerraba sus manos sobre mis pechos por encima del top para empezar a acariciármelos muy suavemente a la par que me lamia y mordisqueaba las orejas, el cuello, la nuca…
-¿Qué… y como te gusta?- me pregunto mientras me quitaba el top… -¡Todo… me gusta todo… oral… vaginal… anal… todo…!- le conteste mientras echaba hacia atrás tanto mis manos sobre sus caderas como el trasero para notar aún más su polla contra mis nalgas…
-¿Con suavidad?- me pregunto acariciándome los ya erectos pezones entre sus dedos… -¡Mas fuerte… más fuerte…!- le conteste mientras aumentaba la rudeza de sus caricias hasta que mis placenteros gemidos le indicaron la intensidad justa…
Quise girarme entonces, pero no me dejo… sus manos descendieron hasta mis caderas y lentamente me fue bajando la cremallera de la minifalda mientras me preguntaba, -¿Prefieres dominar la situación… o prefieres dejarte llevar?... contestando mientras sentía como la minifalda caía y se me enredaba entre mis pies, -¡Me gusta sentirme dominada… usada… me gusta que me “obliguen” a hacer cosas… que de otra forma no haría…!-…
Solo entonces me hizo girarme para volver a comerme la boca y acariciarme con rudeza las nalgas mientras me empujaba hacia la cama, recostándome sobre ella para empezar a lamerme desde el cuello en sentido descendente por todo el cuerpo, deteniéndose para lamer y mordisquear mis pezones antes de continuar hasta el ombligo, haciendo amago de enterrar su rostro entre mis exageradamente abiertas piernas antes de continuar por mis piernas prácticamente hasta los tobillos mientras me quitaba las botas…
Mis manos se cerraron sobre su cabeza cuando volvió a ascender lamiéndome la cara interior de los muslos, exclamando sin poder contenerme más cuando su lengua rozaba ya el elástico del tanga, -¡Si… joder… el coño… cómeme el coño!-, notando como inmediatamente se apartaba y poniéndose en pie se dirigía hacia la mesita de noche, sacaba unas esposas y me decía con gesto serio adoptando el papel de dominante, -¡Olvídate zorra… no pienso hacerte nada más hasta que no me comas la polla… con las manos convenientemente esposadas a la espalda!-…
Sentada sobre la cama y con las manos ya esposadas a la espalda Edu se me acerco y empuñando su polla me dijo, -¡Abre la boca putita!-… la idea de comerme aquella pedazo de polla me excitaba incluso más que la idea de que me follara con ella, pero el cabron me la hizo desear un buen rato, restregándomela por toda la cara y obligándome a comerme sus cojones antes de finalmente encajármela en la boca tras colocarse una especie de anillo en la base…
Apenas dos minutos más tarde, con poco más que aquel inmenso glande dentro de mi boca, agradecí tener las manos esposadas pues sin ninguna duda, estaba tan excitada que de haber podido, me habría acariciado el coño mientras se la comía… aunque nada comparado a cuando Edu cerro sus manos sobre mi cabeza y me dijo, -¡Venga zorra… traga… traga polla…!-, notando como presionaba, obligándome a respirar ruidosamente por la nariz mientras me hacía tragar cada vez más y más polla…
Repentinamente me la saco dejándome llenar mis pulmones de aire mientras la observaba brillar completamente llena de mis babas… viendo como la empuñaba y me decía, -¡No te voy a follar hasta que no te tragues al menos la mitad putita!-, para empezar a metérmela y a sacármela una y otra vez de la boca haciéndome tragar cada vez más polla… para cuando mis labios rozaban ya su mano cada vez que me la metía, literalmente me estaba follando ya la garganta…
-¡Follame cabron… follame…!- prácticamente le grite tumbándome y abriéndome de piernas apenas retiro sus manos de mi cabeza y su polla de mi boca, viendo cómo se me acercaba y empuñándola me la restregaba por toda la entrepierna antes de dejarme sin aliento únicamente con presionar como si pretendiera penetrarme a través de la tela del maltrecho tanga, viendo como sonriente se alejaba para regresar al cabo de unos segundos con unas tijeras con las que me corto el tanga por los laterales antes de empezar a tirar en sentido ascendente, notando como hacía pasar toda la tela del tanga por mi encharcada raja, bastando aquel simple contacto para quedarme gimiendo a las puertas del deseado orgasmo…
Sin previo aviso me giro boca abajo y cogiéndome por los hombros me estiro sobre el ancho de la cama, viendo como cogía la almohada, la doblaba y me la colocaba debajo de los riñones para alzarme las caderas… nada más sentirle detrás, intente separar las piernas, pero riéndose, no solo no me dejo abrirlas si no que note como me pasaba “algo” alrededor de mis rodillas, alzando y girando la cabeza para ver como cerraba con fuerza un cinturón de tal manera que me era imposible abrir las piernas…
-¡Este es mi tratamiento especial para mis clientas más putas!- me dijo haciéndome gemir sin ningún control posando su glande a la entrada de mi coño, dejando caer prácticamente todo su peso sobre mi cuerpo para ensartarme su pollon hasta los cojones… el orgasmo fue tan inmediato como brutalmente intenso, haciéndome aullar y babear de placer mientras sentía crecer en mi interior con rapidez otro nuevo orgasmo mientras Edu, cogiéndome del pelo con fuerza, me obligaba a alzar y girar la cabeza mientras me decía, -¡No se zorra… tengo la sensación de que te gusta mi polla!-… quise contestarle… no se el que… pero no pude… de mi garganta solo surgían inconexas palabras entre prolongados gemidos… notaba las paredes de mi sexo tan expandidas que pensé que en cualquier momento se romperían y me desgarraría el coño…
Sin moverse… únicamente manteniendo todo su pollon dentro de mi cuerpo tuve cuatro orgasmos prácticamente seguidos… solo después empezó a follarme mediante violentos movimientos de cadera, sacándomela lentamente casi por completo para volver a metérmela hasta los cojones… imagino que el no poder separar las piernas me hizo sentir aún más su polla… y los orgasmos fueron cayendo uno tras otro… sin apenas pausa entre uno y otro… nadie me había follado así y desde luego tampoco durante tanto tiempo… finalmente los orgasmos se fueron espaciando aunque sin perder su intensidad… quería hablar… decirle que parara, que no podía más, pero de mi garganta solo surgían intensos y placenteros gemidos mientras incansablemente me follaba… un último orgasmo… un último gemido mientras todo mi cuerpo se tensaba como un arco antes de perder el conocimiento…
Llegue a mi casa tan rota que ni tan siquiera me duche antes de meterme a la cama y quedarme dormida en apenas unos segundos…cuando me desperté me dolía todo el cuerpo, como si me habrían dado una paliza… y también estaba ronca, apenas se me escuchaba al hablar… pero al mismo tiempo estaba feliz… por fin me habían echado un sr polvo…