Confesiones de una infiel... cap 2
Quisiera pasar a relatar paso a paso como, cuándo y por qué empecé a serle infiel a mi marido... como intente hacerle cambiar y como finalmente, tras muchas experiencias, unas agradables y otras no tanto, llegue a aceptarme a mí misma tal y como soy... completamente infiel
Capítulo 2
Dos días más tarde mi marido llego a casa a la hora de cenar, me dijo que el fin de semana estaría en Ámsterdam, que le preparara mañana su maleta… fue cuando decidí llevar a cabo mi plan para añadir un poco de sal y pimienta a nuestra relación… pero resulto una completa decepción…
Cuando se metió en la cama, entre al aseo para ponerme un picardías que había comprado el día anterior y darle una sorpresa… la sorpresa me la lleve yo cuando al verme me dijo que me lo quitara, que parecía una furcia… aun así, al meterme en la cama empecé a “buscarlo” pero lo único que encontré fue su desidia y su desinterés, de hecho, su comentario fue, -¡Si estas tan cachonda que no te puedes aguantar, hazte una paja!-… no estaba cachonda, simplemente quería tener sexo con mi marido… él se durmió… yo no… fue entonces cuando empecé a recordar los dos polvos con el monitor… fue entonces cuando me puse cachonda… y fue entonces cuando termine masturbándome pensando en otro hombre con mi marido durmiendo a mi lado…
Al día siguiente me presente en el gimnasio con una sola idea en la cabeza, quedar con el monitor para follarmelo… pero mi gozo cayó en un pozo… me dijo que había quedado al final del trabajo para salir con unos amigos… después se me acerco para decirme que no tenía planes para el sábado por la noche… no se me había pasado por la cabeza la idea de quedar con él para salir, estaba casada y la posibilidad de que alguien pudiera reconocerme era inevitable… pero luego recordé que mi marido estaría todo el fin de semana fuera… y además, no teníamos por qué quedarnos en nuestra ciudad, pues toda la costa estaba llena de lugares donde podríamos ir… se lo comente y sonriendo acepto… solo me puso una condición, nada de vestirme como “una maruja”, quería que me pondría algo juvenil, sexi y atrevido… eso significaba pasar la tarde del viernes y la mañana del sábado de compras… tenía que renovar parte de mi vestuario, dejando una parte para mi vida como mujer casada y la otra para la nueva vida que se abría ante mis ojos…
El sábado me recogió a medianoche en la parada del autobús… no me hizo falta preguntarle si le gustaba como me había vestido, su mirada me lo dijo todo… sabiendo que la parte de mi cuerpo que más le gustaba era mi trasero, me había decantado por unos sencillos pero ajustadísimos leggings blancos que se pegaban a mi cuerpo como una segunda piel, un corto top negro que dejaba descubierto mi vientre y unas juveniles sandalias también negras…
El trayecto hasta el pueblo costero fue bastante largo, casi de una hora, pero resulto más ameno de lo que me imaginaba charlando ambos como cotorras y escuchando música, esperando hasta que aparco y nos bajamos de su coche para el primer contacto físico, un largo beso mientras me acariciaba todo el trasero a dos manos, dejando una de ellas anclada sobre una de mis nalgas mientras caminábamos hacia la discoteca…
Hacía casi diez años que no pisaba una discoteca… a mi novio y después marido, le gustaban más los pub donde tomar una copa y charlar en un ambiente más relajado, quizás por eso me encanto estar allí, con una música tan ensordecedora que era imposible hablarse si no era acercando los cuerpos… Dani, el monitor, me llevo directamente hasta una de las barras, pero tardamos un buen rato en llegar pues cada dos por tres se paraba a saludar a alguna chica, notando como más de una me miraba despectivamente, aunque ciertamente no me importaba, especialmente cuando sus novios, amigos o acompañantes, me ponían la vista encima, notando claramente su interés… -¡Tienes muchas “amigas”!- le dije ya al lado de la barra, viendo como sonreía y me contestaba, -¡Y tu está claro que puedes tener todos “los amigos” que quieras… solo hay que fijarse como te miran!-… no podía negarlo, era cierto… mirara hacia donde mirara, había algún tío mirándome, la mayoría prácticamente follandome con la mirada… no me sentí cohibida, sino más bien al contrario, notando claramente como aquella nueva sensación me excitaba más de lo que pudiera imaginar…
Tras pedirnos un par de copas, Dani encontró un sitio cerca de la barra… me acerque pensando que me lo cedería, pero en vez de eso me paso un brazo alrededor de la cintura para atraerme hacia él y empezar a comerme la boca mientras me acariciaba el trasero con la mano libre… poco después posaba su copa antes de volver a comerme la boca y a magrearme el culo, solo que en aquella ocasión , sin cortarse un pelo, literalmente me encajo la otra mano en mi entrepierna para empezar a acariciármela… enseguida quedo claro que la fina tela de los leggings y del tanga, no me servían como escudo ante sus persistentes magreos, empezando a gemir de placer a la par que inconscientemente empezaba a mover mis caderas para notar su mano más intensamente… repentinamente retiro sus manos y me hizo girarme dándole la espalda, -¿Ya estas cachonda?- me pregunto, echando mis manos hacia atrás para magrearlo el paquete por encima de los pantalones a modo de respuesta… -¡Cierra las piernas!- me dijo encajándome una mano en el culo, notando mientras me hacía girar la cabeza para comerme la boca como deslizaba dos dedos entre mis piernas para empezar a acariciarme el coño por encima de la fina tela haciéndome ronronear como una gatita en celo… después, tras dejar de comerme la boca, poso su otra mano en mis caderas para ir lentamente ascendiendo y notar como la deslizaba por el interior del top hasta alcanzar uno de mis pechos para empezar a magrearmelo obscenamente mientras me decía, -¡Mira hacia adelante y saluda a “tus amigos”!-. alzando la cabeza para ver a varios tíos observando la escena con atención… el morbo resulto tan brutal que incluso Dani se dio cuenta de la repentina rigidez de todo mi cuerpo, señal inequívoca de lo que estaba a punto de ocurrir, escuchando como me susurraba al oído, -¿No serás tan zorra como para correrte delante de todos ellos verdad?-… los ojos se me cerraron… mi cuerpo se arqueo… y segundos más tarde me corría allí mismo, de pies, al lado de la barra, con más de una docena de tíos mirándome desde todas direcciones… -¡Eres un cabron!- le dije al girarme, -¡Y tu una zorra!- me contesto… ambos nos echamos a reír antes de comernos la boca… pedí un par de copas más y al rato Dani me señalo la pista de baile y me dijo, -¡Como ahora ya sé que te pone un montón que te miren, súbete a un pódium a bailar y no vuelvas hasta que tengas ganas de polla!-, contestándole riéndome, -¡Ganas de polla ya tengo!-, recibiendo un fuerte azote y un ligero empujón mientras me decía, -¡Venga zorra… “tus amigos” te esperan impacientes!-…
No le había mentido, ya estaba cachondisima… pero también es cierto que tras pasar allí arriba apenas diez minutos, literalmente chorreaba con tantos tíos mirándome y follandome con la mirada… nunca había experimentado sentirme así de deseada y la verdad es que era ya en si todo un placer… tras apurar mi copa regrese junto a Dani, comiéndole la boca antes de susurrarle al oído, -¡Dios… creo que nunca he estado tan caliente!-, escuchando como me contestaba, -¿De verdad?- a la par que disimuladamente deslizaba una de sus manos por el interior de mis leggings para acariciarme la inundada raja y provocarme un nuevo orgasmo en apenas unos pocos segundos… -¡No me sirve… quiero tu polla!- le dije apenas me recupere, viendo como sonreía y echándose mano al bolsillo me decía, -¡Baila una hora más y luego te daré toda la polla que quieras!-, añadiendo mientras me hacía girarme, -¡Pero antes… déjame que te quite esto!-, viendo como desplegaba unas mini tijeras con las que me corto el elástico del tanga a la altura de mis caderas por ambos lados, antes de tirar de el para quitármelo y tirarlo al suelo, encajándome toda la mano en la entrepierna mientras me decía, -¡Ahora… además del culo… seguro que tienes “la sonrisa” más sexi de toda la discoteca!-…
Una larga hora bailando sobre un pódium… una larga hora sabiendo que la raja de mi sexo se dibujaba nítidamente sobre la fina tela de los leggings… una hora notando infinidad de miradas devorando mi sexo y el resto de mi cuerpo… una larga hora literalmente chorreando de excitación… una larga hora deseando ser follada… una larga hora esperando el orgasmo…
Al bajar estaba tan excitada que el simple roce de otros cuerpos contra el mío mientras me abría paso entre la gente camino de la barra me proporcionaba placer… no llegue a la barra, Dani se acercaba ya hacia mí con una amplia sonrisa en su cara… no le hizo falta preguntarme… sencillamente me cogió de una mano y tiro de mi… yo me deje llevar… sabía que no me llevaba hacia la salida… no me importo, quería polla, solo polla, donde fuera y casi con quien fuera… entre de su mano en los aseos de los tíos como si entrara a una cafetería cualquiera… pase de las miradas, de las maliciosas sonrisas, de los comentarios… solo quería polla, su polla… con su mano anclada en mi trasero me hizo entrar a un reservado… ni tan siquiera me fije si cerraba o no la puerta mientras me bajaba los leggings hasta las rodillas, separaba las piernas y me inclinaba hacia adelante hasta apoyar mis manos sobre una de las paredes… me penetro de repente, sin previo aviso y sin preservativo… el orgasmo fue inmediato… larguísimo… intenso… brutal… mis placenteros gritos retumbaron en mis oídos, en los suyos y en los de los demás… me escuche a mí misma diciendo, -¡Follame… follame joder!-… note sus manos cerrándose con fuerza sobre mis caderas antes de empezar a darme de pollazos… me corri una vez… dos…con el tercero note que me mareaba, que se me doblaban hasta las piernas… me gire para sentarme al borde del desmayo sobre la tapa del W.C.… Dani me encajo su polla en la boca… sin miramientos me follo la garganta hasta correrse, dejándome que se la siguiera comiendo durante al menos un par de minutos más antes de retirarla de mi boca… -¡Menuda zorra!- escuche, alzando la vista para ver desaparecer al menos dos cabezas por encima del tabique del reservado… Dani no dijo nada mientras me subía los leggings y tampoco cuando me cogió con firmeza de la mano antes de salir del reservado… los dos sabíamos que podía pasar… fue menos de lo esperado… imagino que el tamaño y los músculos de Dani hicieron que muchos, la mayoría, se mordieran la lengua, pero no todos… -¡Si no puedes con ella, avisa!-… -¡Menudo polvazo que tiene la muy guarra!-… fueron dos de los comentarios que escuche y que como Dani, ignore…
Ya en su coche Dani me dio una sorpresa… había alquilado por teléfono una habitación en un hostal cercano… naturalmente acepte… mi marido nunca me llamaba cuando viajaba fuera, de hecho, no me llamaba para nada nunca…
La habitación era bastante cutre, pero al menos tenia baño, aunque tan pequeño que nos duchamos por turnos, primero Dani y después yo… al salir me esperaban más sorpresas… sobre la cama había varios “juguetes” eróticos… deje que me pusiera una opaca mascara negra sobre los ojos, que me acercara hasta la cama, que me tumbara boca arriba y algo nerviosa, que me esposara ambas manos al metálico cabezal de la cama… me hizo rabiar e incluso mosquearme haciéndome cosquillas, firmando la pipa de la paz cuando empezó a comerme los pechos para seguidamente lamerme toda en dirección descendente, notando como mis piernas prácticamente se me habrían solas a medida que su boca se acercaba a mi entrepierna… aun así, me hizo desear que llegara aquel momento lamiendo y mordisqueando la cara interior de mis muslos, jadeando de pura excitación solo con sentir la calidez de su aliento en mi sexo… mi marido nunca me había comido el coño, así que era mi primera vez, pero desde luego, no la última, a tenor del placer que experimente desde el primer segundo hasta que me llego el orgasmo, cuando cerré las piernas con tanta fuerza que Dani pensó que le aplastaría el cráneo… tras una pausa prosiguió hasta que repentinamente note como me metía algo por el coño y empezaba a moverlo como si de una polla se tratara, -¡Es un consolador!- me dijo, -¿Te gusta?- añadió… creo que mi orgasmo fue la mejor respuesta que podía darle…
Después me hizo girarme boca abajo y coloco un par de almohadones sobre mis riñones para alzarme las caderas… -¿Tienes hambre?- me pregunto justo antes de sentarse junto a mi cabeza, haciéndome levantarla para encajarme su polla en la boca para que empezara a comérsela… no me resulto nada fácil con las manos esposadas, pero me excite como una cerda cuando Dani empezó a hacérmela tragar entera, manteniéndola varios segundos por completo dentro de mi garganta y con mis labios prácticamente pegados a sus grandes cojones… para cuando se aparto estaba de nuevo muy excitada, de echo tanto como para correrme al tercer pollazo… me extraño que me la sacara y me penetrara de nuevo con el vibrador… nada que ver por cierto… cuando lo retiro note como me penetraba con un dedo por el culo y seguidamente con otros tres dedos por el coño, moviéndolos todos intensamente durante un par de minutos como mucho, suficiente como para que volviera a correrme… fue entonces cuando se aprovechó de mi completa indefensión por el placer recibido para separarme con rudeza las nalgas y notar como forzaba con su polla el estrecho conducto de mi ano… -¡No… no… que haces… no…!- grite incapaz de hacer nada más, apretando los dientes al notar como su polla, envuelta en un lubrificado preservativo se abría paso a la fuerza… la sensación de indefensión fue total mientras gruesos lagrimones recorrían mis mejillas incapaz de resistir el dolor que me producía su polla mientras cm a cm me penetraba… finalmente se detuvo respirando entrecortadamente y sudando a mares por el esfuerzo, -¡Lo siento guapa… habría que ser muy tonto para dejar escapar un culito como este!-… le conteste de la única manera posible, -¡Cabron… hijo de puta… maricon…!-… sus risas me hicieron aún más daño que su polla… -¿Preparada putita?- me pregunto, antes de añadir, -¡Ahora viene lo bueno!-… apreté los dientes esperando de nuevo aquel intenso dolor cuando empezó a moverse… pero ya no fue tan intenso… de echo al poco rato no me dolía nada… más bien al contrario… sentí placer… cada vez más fuerte… más intenso… más brutal… un gemido, claramente de placer broto imparable de mi garganta… Dani acelero sus movimientos y prácticamente empecé a aullar de placer… nunca había sentido nada igual… era un placer casi diría que primitivo… ancestral… Dani me tapo la boca con una mano silenciando mis alaridos y seguidamente escuche sus palabras, -¡Hay que ser muy zorra para correrse con una polla llenándote el culo!-, añadiendo, -¿Tan puta eres?-… -¡Si… si… siiii…!- gritaba segundos más tarde aullando y babeando como una perra por el placer más intenso y brutal que había experimentado en toda mi vida… tan intenso que irremediablemente llegue a orinarme de placer… tan brutal que prácticamente perdí el conocimiento…
Tarde un buen rato en recuperarme lo suficiente como para incorporarme, -¿No ha sido para tanto verdad?- me pregunto Dani sonriendo… mi mano salió disparada hacia su cara y la bofetada sonó como un disparo… ni pestañeo… se limitó a sonreír… se levantó y se metió en el baño… pensé en marcharme… tenía que hacerlo después de lo que me había hecho… quince minutos más tarde, cuando salió del baño recién duchado… yo seguía inmóvil sentada al borde de la cama… Dani se me acerco… me paso la mano por la cara y sin más, poso su mano en mi nuca mientras me ofrecía su polla… no tarde en reaccionar de la forma menos imaginable, abriendo mi boca para empezar a mamársela con evidentes ganas… quince minutos más tarde Dani me pregunto, -¿Por dónde la quieres zorra?-… contestando excitada a cuatro patas sobre la cama, -¡Por el culo cabron… dámela toda por el culo!-… un minuto más tarde deliraba de placer con aquella polla entrando y saliendo violentamente de mi recién desvirgado culito…