Confesiones de una bailarina exotica 2
Aquella vez fué la primera que disfruté con un trío...
CONFESIONES DE UNA BAILARINA EXOTICA 2
BAILE PRIVADO EN TRÍO
La noche en el nigthclub transcurría como cualquier otra, sólo que en ésta ocasión había bebido un poco más de lo acostumbrado y me sentía caliente, con ganas de comportarme como una verdadera puta por lo que me vestí con un conjunto de bra y tanga de lentejuelas rosa pastel y un pantalón de lycra negro, a la cadera confieso que marcaba muy bien mis curvas y mis tetas como siempre, no pasaban desapercibidas por su tamaño; el cabello rubio lo llevaba suelto, caía por mi espalda formando suaves ondas y alguna se detenía sobre mis tetas, la cara perfectamente maquillada, sin exagerar pues nunca he sido vulgar en mi apariencia y en los labios nunca me ha gustado utilizar colores oscuros pues ya de por sí son llamativos ya que son carnosos y bien formados
Subimos todas a la pasarela a ofrecer nuestros servicios y una a una nos fueron llamando. Había una mesa en la que se encontraba uno de nuestros mejores clientes, era un tipo de aproximadamente unos 35 años, atractivo y muy bien vestido, lo acompañaba Isis, una guapa pelirroja recién llegada de Acapulco. Era bajita, ojiverde, el cuerpo operado (así que todo estaba muy bien puesto) y sobre todo, con unas tetas enormes para su complexión. Ella era bi y sostenía una relación con una les que trabajaba ahí mismo en el área de seguridad, cuyo aspecto era más bien hombruno.
Me sorprendió que me solicitaran un baile privado pues él ya tenía compañía, pero al ver que Isis se puso de pie para acompañarnos me invadió un cosquilleo por todo el cuerpo, pues ya sabía de las inclinaciones sexuales de ella y yo no las compartía en lo absoluto.
Isis tenía mucha más experiencia que yo, así que ella llevaba las riendas del baile. Al ritmo de la música nos fuimos desvistiendo con movimientos provocativos, mientras él acariciaba nuestros cuerpos con las manos y con los labios Isis le susurró al oído que podíamos darle mucho placer si nos daba una generosa propina y él accedió, ella sólo me dijo que la siguiera en todo Yo me subí al sofá, de modo que mis piernas y mis sexo quedaba a la altura de la cara del tipo y lo rozaba lentamente con mis piernas mientras él deslizaba la lengua desde la rodilla hasta mi vagina cubierta por la tanga Isis lentamente acariciaba las piernas de él, buscando bajarle la bragueta para hacerle una rica mamada.
Confieso que aquello me excitaba sobremanera, la lengua del tipo se perdía dentro de mi húmeda vulva mientras Isis deslizaba su lengua sobre aquella verga grande y gruesa; yo le jalaba los cabellos al tipo presa de una gran excitación pues mamaba riquísimo, succionaba con total maestría mi clítoris mientras me metía un dedo en el culo de repente sentí otras manos más delicadas apretando mis nalgas y un escalofrío recorrió mi espina dorsal, jamás me había acariciado otra mujer y no creí encontrarme en esa situación y sobre todo, no creí que me excitara tanto. Tocaba cambiar de turno con Isis, así que bajé de la posición en la que estaba y quedé absorta viendo como aquella boca mamaba esa rica verga me uní enseguida y de repente me encontré rozando la lengua de Isis con la mía mientras las deslizábamos sobre la verga del cliente que nos jalaba los cabellos súper excitado No podía dejar de observar el rostro de Isis y luego bajé la mirada a sus tetas sin poder evitar el tocarlas. Ella se levantó lentamente para que él le mordiera las nalgas mientras yo deslizaba mi mano por el cuerpo de Isis, estaba como hipnotizada nunca había sentido una piel tan suave, después de la mía y deseé con todas mis ganas pasar mi lengua por aquellos pezones rosados Ella adivinó mi pensamiento y se los pellizcó con los dedos, invitándome a besarlos por un momento me olvidé del tipo que devoraba con la lengua el culo de Isis y comencé a mamar uno a uno aquellos pezones, mientras Isis se retorcía de placer y jalaba la verga de arriba abajo.
El tipo dejó a Isis por un momento y me acomodó sobre su verga, me senté dándole la espalda a él e Isis se inclinó para darme un beso lleno de pasión en la boca él unió su lengua a las nuestras y nos besamos con urgencia los tres Isis fue deslizándose poco a poco a través de mi cuerpo hasta que se detuvo en mi vulva que se encontraba abierta él me tenía ensartada pero detuvo su movimiento para permitirle a Isis que me diera una mamada Aquello era inmensamente delicioso, estar ensartada y que pasen la lengua a través de tu clítoris me mordía los labios para no gritar de placer y arqueaba mi cuerpo apretando la cabeza de Isis en mi pucha Después de eso, le mamamos la verga hasta que se corrió en nuestras bocas y lamimos toda la leche que sacó. No sé ni cuántas veces me vine aquella noche, sólo sé que los tres disfrutamos como nunca la cogida, pues fue lo bastante generoso con nosotras como que ganamos mucho más que cualquier otra esa noche y gracias a eso pude disfrutar de otro enorme placer ¡Ir de compras! Jajaja.