Confesiones de un sumiso 2

Describo cómo soy, las cosas que hago como sumiso y las que no. Gracias por leerlas y comentarlas. Si los comentarios son humillantes, mejor.

En mi anterior confesión, hablaba de algunas cosas que he vivido, de mis experiencias con el Amo Juan, y otras reflexiones. Aquí quiero simplemente describirme como sumiso.

Mido 1’65 y no estoy especialmente gordo ni flaco. Mis piernas son delgadas para el resto del cuerpo. No tengo apenas pelo de cintura para arriba pero mucho en mis piernas. Mi pelo es negro y mis ojos marrones. Soy bisexual.

Me gustan muchas cosas como sumiso. La mayoría las he probado. Las enumero sin ningún orden específico:

Face slapping. Hostias o tortas en la cara, aunque también por cualquier otra parte del cuerpo.

Humillación en general. Siempre he soñado con llegar a llorar de la humillación. Pocas veces ha pasado, pero he llegado a veces a ese punto en el que uno llora por lo humillado que se siente a la vez que está profundamente agradecido porque le han hecho sentir así.

Hidden public o público escondido. Es decir estar haciendo algo humillante rodeado de gente que no tiene ni idea de lo que está pasando. Puede que alguien se dé cuenta, y la humillación aumenta.

Dolor. La variedad es infinita aquí. Pinzas en los pezones, orejas, nariz, cara, polla, escroto, o cualquier otro sitio donde se queden cogidas. Azotes con todo tipo de útiles: cinturón, látigo, fusta… Simplemente azotes con la mano, o cera caliente.

Emputecimiento o uso como juguete sexual. Quizás el mejor ejemplo que haya vivido lo cuento en mi relato La puta de José. Ese día lloré de la humillación, a la vez que me sentía agradecido y feliz de que me usaran de esa manera que tanto deseaba.

Desnudo permanente siempre que esté con mi Am@ o cuando esté solo en casa. Para endurecerlo, a veces fantaseo con abrirle la puerta desnudo al pizzero, repartidor, electricista, fontanero etc Nunca he hecho esto último.

Nunca llevar calzoncillos. Lo hacía siempre que estaba bajo mi Amo Juan. Me encanta porque contribuye a sentir una permanente tensión sexual que me hace sentir más sumiso. A esto último contribuyen muchas más cosas, como el edging, o masturbarse sin llegar nunca al orgasmo. Es otra de la actividades de esclavo que más me han humillado, llegando incluso a rogar poder correrme. Agradecí desde lo más profundo de mi corazón que no me lo permitieran. Siempre he cumplido por muchas ganas que tuviera de correrme.

Enlazando con lo anterior, la castidad forzada. Es increiblemente humillante tener la obligación de dar placer a otros sin tener el derecho al propio placer. Mi placer está en servirles y en que me humillen y desprecien.

Insultos de todo tipo. Desde un simple maricón, a otros, especialmente en femenino: puta, zorra, esclava, gilipollas, idiota… Añádanse libremente los que se deseen. Me gusta también que me lo escriban en el cuerpo, marcarme como “Propiedad de...” de manera semi permanente en donde quede tapado por la ropa; o temporal durante una sesión donde sí se vea (manos, cara, etc).

Comer en el suelo sin cubiertos, a cuatro patas, y desnudo, por supuesto. El resultado suele ser una cara llena de restos de comida. Para más humillación, comería comida de perro o gato. Nunca lo he hecho, pero lo he fantaseado muchas veces

Escupitajos, pis o semen en el cuerpo. Simplemente notarlos correr por el cuerpo me hace sentir tremendamente sumiso y humillado. Me encanta la sensación. Nadie me ha meado encima sino yo mismo, y me encantaría que me lo hiciera alguien.

Mis límites serían éstos:

No me gusta lo público a no ser frente a gente que entienda lo que está pasando. Siento que molesto a aquellos que no lo entienden ni desean ver cómo me desnudo o me humillo. Por supuesto la discreción social me es absolutamente imprescindible.

Lamer pies o culos. Es realmente repugnante y sólo lo aceptaría como castigo por haberme portado realmente mal.

Scat, o jugar con mierda. Igual que lo anterior es muy repugnante y no aceptaría de ninguna manera comer mierda u orina.

Jugar con animales. Sin más comentarios.

Sangre o marcas permanentes.

Lo que estropee mi vida familiar, amistades, o vecinos.

Gracias por leer mis relatos y confesiones. Si deseas contactar conmigo, puedes hacerlo en esclavo_sevi@hotmail.es