Confesiones de un joven (3)...
Chico relata como se inicio en una vida gay, y como ésta se convirtio en una de las cosas mas importante en su vida.
Tercera entrega, del chico mas lindo y tierno sobre este planeta. Pese a los difíciles momentos que pasó, en lo más profundo de su corazón. Albergaba aún el chico tierno y simpático que todo el mundo conoce. Y eso sin duda, lo hace sobresalir de cualquiera.
Gracias por ser como eres Ray. Te adoro.
-M.Cavalli
Nota: Ay que puedo decir... te amo M, sós lo mas divino que me ha pasado. Gracias, yo te amo también!
Bueno, como ya todos sabrán. La experiencia vivida entre Juni y yo, fue fenomenal. Sin embargo, aún siendo una relación estable y bonita... hubo momentos en los que me duele aún recordar. Esta es la historia de mi vida...
Después de aquella excitante experiencia que tuvimos Juni y yo. Nos quedamos aproximadamente 2 días más en ese lugar. Como ya se imaginarán, durante ese lapso de tiempo, tuvimos sesiones bastante íntimas. Pero que no considero detallar pues este relato trata más que el simple acto de sexo. Y además quedaría muy extenso.
En fin, cuando ya nos íbamos de ese lugar. Notamos que la prima de Juni, estaba muy rara. Estaba como medio hostil En realidad se me hacía una persona tan antipática, y me imagine que con esa actitud le iba a ser difícil encontrar novio o algo. De pensar esto, no se porque me la imaginaba con cara de lagarto. En fin, esto no era algo de que me importara... por el momento.
Durante el viaje, Juni y yo estuvimos viendo una revista de videojuegos que el tenía y que siempre nos había entretenido. Creo que fue por eso, que esta vez no me mareé. Pues se me hizo corto el viaje. Antes de llegar a la capital, los padres de Juni decidieron pasar a comer algo. Y pues comer algo de más no estaba mal en mi dieta. (Ya que suelo comer mucho, pero por dicha no engordo) Cuando nos bajamos, no se porque de pronto me dieron ganas de ir al baño. Le dije a Juni que iba al baño y el me dijo que me acompañaba. Una vez que encontramos el baño, entramos y el me espero afuera de este. Mojándose y arreglándose el pelo en el lavamanos. (No se porque siempre me cayo mal que se mojara el pelo... y especialmente en un baño publico... ¡que cerdo por dios!)
Cuando salimos del baño, vimos que su prima estaba afuera como intentando escuchar algo de lo que hablábamos nosotros. Me cayó tan mal... porque aparte de fea y antipática, era metiche. Juni le dijo "que te pasa?" y ella respondió "No, nada" y se fue. En serio que mujer tan rara.
En fin, cuando ya habíamos terminado de comer. Nos preparábamos para subir al auto de nuevo. Ya quedaba relativamente cerca la capital. Así que no me debía de preocupar por la distancia y el no marearme.
Cuando por fin llegamos, debo admitir que aún así... llegue mareado. Cuando mi padre me saludo, noto inmediatamente mi estado. Y solamente me dio un abrazo, suspiro y dijo "Ay Ray, que pendejo eres". Yo como no le podía responder mucho solamente le dije... "Voy al baño..." (A mi padre siempre le ha caído mal que yo sea tan débil en cosas tan absurdas. Por dicha me enseño a pelear y en eso considero que no soy malo.)
Pero bueno, la verdad es que nada interesante paso ese día. Solamente quiero decir que me pareció demasiado divertido ese día ver a mi padre arreglando unas tuberías... jajaja madreaba a las tuberías, las golpeaba y el mismo se propinaba golpes con el martillo. Que inútil! Jajaja
Pero bueno, la cuestión es que la relación con Juni durante los próximos meses fueron bastante normales. Es decir, siempre que teníamos tiempo de estar a solas y así. Pues aprovechábamos al máximo nuestra intimidad. Esto duró, hasta que teníamos 13 años... que considero que fue el inicio de la época mas negra en mi vida...
En fin... una vez había regresado del colegio, con una botella de agua. (Porque siempre me daba sed) cuando se me acerca mi hermana y me dice "Y como esta Juni?"... yo extrañado de su pregunta le dije "bien...". Ella sonrió y me dijo: "hay algo que quieras decirme?". Yo la verdad no sabia de que demonios me estaba hablando, además era mi hermana, que le tenía que decir. Solamente le dije "que quieres?"
Ella me dijo que, sabía algo muy importante. Pero que le gustaría que se lo dijera yo y se lo confirmara. En serio yo la verdad, estaba empezando a alterarme porque la verdad no soporto que me hablen de esa forma y mucho menos de que se metan en mi vida. Así que simplemente le dije "púdrete" y me fui.
Ella enojada me dijo "Bueno, ve con tu novio entonces! Pájaro!" (No se en otros países que significado tendrá la palabra pájaro, además de ser un animal. Aquí también es un insulto bastante feo cuando se le dice a alguien que es gay)
En ese momento, me quede como en shock... y como 5 segundos después. Reaccione violentamente. Le dije "que te pasa puta, ramera hedionda!?" y mientras me le acercaba le tire el agua que tenía en la botella en la cara. Ella sorprendida de tal reacción (pues nunca me había comportado así) se quedo callada. Se dio la vuelta y se fue. Obviamente se fue con un genio terrible. Pero me valía madre la pura verdad.
Al rato de estarle dando vueltas al asunto... decidí llamar a Juni y contarle lo sucedido. Cuando por fin pude comunicarme con el, y le pude decir todo. Su respuesta fue un silencio bastante molesto. Le decía que le pasaba y así, que porque no me respondía. Y el me dijo que como era posible... que nadie lo podía saber. Y que si se enteraban de todo, la cosa se iba a poner fea. Yo obviamente lo sabía... pero note que Juni lo estaba tomando peor que yo. En fin, ese día por teléfono no logramos mucha conversación. Así que me adelantare al día siguiente... que fue donde se inicio todo.
Estaba yo llegando al cole, cuando voy a saludar a Juni. Veo que este me evade, y cuando logro saludarlo. Me saludo de una manera fría. Yo me quede extrañado. Pero pensé que se trataba de que se había levantado de mal humor. (O bien, yo quería pensar eso) En toda la mañana, Juni no me dijo nada. Era como si estuviera enojado o algo. Yo le hablaba, pero el me miraba serio y me respondía solo lo necesario. Esto fue a tal punto que la verdad me emputé y decidí enfrentarlo. Lo lleve a un lugar mas o menos privado y le dije "que te pasa? Que te hice o que?". El de la manera mas fría y grotesca me dijo "Ray creo que esto debe parar... ya, en serio". Yo me quede como idiotizado, no podía creer lo que Juni me estaba diciendo. No pude decir nada... él agrego "La gente piensa que somos normales... y yo la verdad estuve pensando mucho ayer. Creo que de seguir así, nos estaríamos confundiendo mas y la verdad no quiero que la gente me juzgue y me haga a un lado".
En serio, yo quería pensar de que se trataba de una pesadilla o algo... no lo podía creer. Le respondí "O sea que para ti es mas importante lo que piense la gente que lo que sientes por mi?". El me dijo que desde ayer ya no estaba seguro de lo que sentía por mi, que la verdad no podía imaginarse a todo el mundo sabiendo que éramos gay. Y además, tampoco sabía si era gay.
Yo, honestamente... hubiera preferido que hubiese sacado un cuchillo y me lo metiera. Pues a fin y al cabo, fue lo mismo. Solo que de haber sido un cuchillo real. El dolor hubiera sido menos. Yo me puse tan mal... que se me salieron las lágrimas.
En ese momento, sonó el timbre de entrada. Y no nos quedo de otra que parar la conversación de manera abrupta e irnos a clase. Secándome los ojos mientras entraba a clase. Note que Juni apartaba más su escritorio de mí. Me sentí tan despreciado como nunca. Sin embargo, traté de ignorarlo porque si recibía mas desplantes de ese tipo. Iba a llorar como tonto. Entonces me controlé.
Claro está, que a lo largo de la tarde. No me pude aguantar. Y solicite a la dirección del colegio que me dieran permiso para irme temprano ese día. La verdad es que me sentía tan mal, que no podía concentrarme en nada.
Llamaron a mi madre y le dijeron que yo me sentía mal. Ella dijo que estaba bien y que pronto llegaría a recogerme. (Ella sabe que cuando me siento mal... me siento mal)
Después de 15 min, veo el auto de mi madre y subí. Ella me preguntaba, que me pasaba y así. Y yo le decía que por ahora no quería hablar de nada. Que por favor fuéramos a la casa. Ella accedió muy preocupada y nos fuimos.
Las horas pasaron y yo todavía estaba encerrado en mi cuarto, llorando en silencio. Me sentía tan abatido por dentro, que sentía que no podía haber nada que me hiciera sentir mejor.
Creo que de tanto pensar en el asunto... no se porque me dio por ver la hora para ver si ya Juni había salido de clases. Y efectivamente, habían pasado ya 40 minutos desde que salieron. Cuando en eso, suena el teléfono y contesto... "bueno..."... del otro lado del teléfono no se oía nada. Solamente la respiración de alguien... y de pronto, cuelga.
Suena otra vez, contesto... y lo mismo. Ya sabía yo que era Juni. Siempre hacia eso cuando le costaba decir algo. Y a la tercera llamada, solo dije "vas a hablar o que?", del otro lado del teléfono, era Juni que me decía "oye perdóname, puedes venir aquí a la casa?". Yo le dije no de muy buena gana que si. Me aliste y me fui.
Cuando estaba bajando las escaleras, veo que mi padre esta todo serio. Y me dice "a donde vas?" y yo le dije "donde Juni". El me dijo "hmm no vengas tarde, tenemos que hablar". Yo le dije "ok..." y me fui.
Durante el camino, tenñia la esperanza que Juni se arrepintiera por haberme hecho sentir tan mal ese día. No se porque de pronto me entro como una felicidad de que talves me iba a recibir con un abrazo o así. No se algo tierno por el horror que me había dicho. O sea, anteriormente ya nos habíamos peleado, solo que esta vez jamas me habia herido tanto. En fin, cuando llegue a la casa de Juni, este me abrió y me dirigió a su cuarto. (Me quedé extrañado de su actitud tan fría) Cuando estaba cerrando la puerta de su cuarto me dijo "porque te fuistes?" y yo ya otra vez enojado le dije "y desde cuando te importa? Cuando me fui no me dijiste nada".
El me dijo que lo perdonara que no quería que la noticia me cayera tan mal. Yo le dije "ja! Que no me cayera tan mal...? estas demente o que?". El me dijo, "sabes algo Ray... me duele decírtelo. Pero no te puedo ver más. No puedo poner mi vida en peligro de esta forma. Es un estrés que no puedo manejar"
Eso fue como un bate golpeándome en el estomago... solo que esta vez dolió más. Nuevamente me puse sensible y empecé a llorar. No podía creer que Juni me lo dijera de esa manera tan fría y seca. Poco a poco sentía como los bonitos recuerdos se hacían pedazos. Dentro de mí, la linda vida que tenia adentro, sentía que se me desmoronaba.
Llorando le dije a Juni... que entonces que quiso decir cuando me dijo que nunca me iba a dejar... que, que era todo eso de que me quería... El simplemente se quedo callado, medio que llorando. No me decía absolutamente nada. Yo le dije: "Juni tienes idea de lo que me estas diciendo? Porque me haces esto?"
El me dijo: "Ray si se lo que te estoy diciendo... y por favor... no me hagas repetírtelo... por favor vete... no quiero verte mas... ya no puedo" en ese momento, empezó a llorar. Pero se seco rápidamente y me abrió la puerta para yo salir.
Entendí el mensaje y le dije "Eres un verdadero malnacido Giancarlo... no tienes idea de lo mal que estas" y me fui...
Cuando caminaba por la acera, sentía que nada podía estar peor. Lloraba y lloraba de camino, de la forma mas profunda que jamás haya sentido. (Las personas que les han roto el corazón sabrán a lo que me refiero)
Me sentía tan rechazado... tan infeliz, tan desgraciado... que me dio por ir a una tienda donde trabajaba un amigo mío. Y le pedí que por favor me vendiera unos cigarros. De ver mi estado y mi poca paciencia al respecto, me los dió. Y me fui sin decir nada.
Antes de llegar a mi casa, me desvié por un camino para poder fumar tranquilamente. Mientras caminaba, no se porque me entraban flashes de cuando estaba con Juni. Pues en ese mismo camino en el que me metí, nos íbamos Juni y yo a pasarla a solas. No se porque podía sentir a la par mía a Juni, podía perfectamente recordar la cantidad de veces que entrábamos y salíamos de ese lugar. Los besos, las caricias... el gran amor que anidaba en ese lugar y sobre todo, el amor que anidaba en nuestros corazones en aquel entonces...
Encontré un lugar donde sentarme, y una vez ahí. Me puse a llorar. Era increíble la manera en como lloraba. Por mi mente pasaban aquellos recuerdos de cuando una vez yo llore en su hombro en ese mismo lugar por una cuestión que me había pasado una vez. Y ahora que me veía como estaba actualmente... me sentía completamente solo, sin nadie con quien compartir los bonitos momentos. Sin nadie con quien poder compartir mis mas íntimos secretos... mi vida entera. Mi espíritu... toda mi persona.
Yo jamás fume tanto en mi vida como en aquella época. Yo parecía una chimenea de tanto que fumaba. Pero la verdad no me importaba, porque sinceramente no sentía vida dentro de mí de la cual cuidar. Me sentía demasiado devastado como para poder verle el lado positivo a las cosas. Sentía que todo era irreal.
Cuando ya iba por la mitad de la caja de cigarros, era ya un poco de noche. Así que decidí ponerme en marcha a mi casa, pues mi padre me había dicho que no llegara muy tarde. Y sollozando me fui despacio. Sin precisarme demasiado.
Una vez en mi casa... mi madre me encontró un olor raro. A cigarro obviamente. Ella me dijo "Ray que estuviste haciendo...?" Yo le dije "Nada..." mientras subía las escaleras. "Ray por favor dime... soy tu madre" yo en silencio seguía subiendo las escaleras.
Cuando llegue a mi cuarto, mi madre detuvo la puerta cuando la intente cerrar. Ella me levanto la cara y pudo notar que estaba llorando profundamente en silencio. Se notaba bastante pues mis ojos estaban muy húmedos y parte de mis lagrimas estaban por casi toda mi cara. En seguida me sentó en mi cama y me dijo "Esta vez si Ray dime por favor algo... no me gusta verte así, que te paso?"
Yo me quede callado por unos minutos, mientras trataba de aguantar el dolor que me carcomía adentro. Ella solamente me decía que me quería mucho y que le podía decir lo que fuera, que era mi madre y que iba a tratar de ayudarme.
En ese momento, no pude aguantar el dolor que sentía y me puse a llorar a tal punto que me puse las manos en mi cara para que no me viera. Ella me abrazo y empezó a llorar también, diciéndome que porque no le decía nada. En ese momento, me quite las manos de la cara y la abrasé también. Le dije en voz baja que me sentía tan solo... me sentía muy mal.
Ella al verme así, se puso peor y empezó a llorar conmigo. Me preguntaba que me pasaba que por favor le dijera... yo solamente le dije que me diera tiempo... que ahora solo quería estar solo. (Ese es el peor error que cualquiera puede cometer... créanme) Ella me dijo que estaba bien... pero que por favor confiara en ella.
Antes de irse de mi cuarto, me dio un beso en la cabeza y me dijo que me quería muchísimo. Ya después se fue.
Yo me quede llorando como desconsolado en mi cama... la verdad no quería saber nada de nada o de nadie. Solamente quería estar solo... aguantando mi dolor de la manera mas intensa y profunda que hubiese.
De pronto entra mi madre y me dice... "Ray ven... vamos a comer... hace horas que no comes nada. Vamos..." Yo con pocas ganas fui... no sin antes secarme las lágrimas y cambiarme de ropa.
Una vez abajo, mi padre estaba como medio esperándome con una cara no muy agradable... pero la verdad ni me importaba.
Cuando por fin me senté... me dice, "Ray hay algo que me gustaría saber..." y yo le dije "que?". El nunca le gusto que le respondiera sin un "señor". Pero me valía en ese momento. Me dijo "es cierto que eres playo?" (Playo en costa rica es otra forma un poco inapropiada de decirle a alguien que es gay)
Yo me quede frío y no me atreví a decirle nada... simplemente miraba abajo.
"Respóndeme cuando te lo digo! Tu hermana me dijo que alguien le dijo que los vieron a ustedes, a Juni ya ti en una escena que no me gustaría ni describir... dime Ray eso es cierto?!". Yo solo me quedaba callado, estaba asustado y muy nervioso.
Mi padre ya fúrico me decía que como era posible... que ya hasta gay había salido. Que jamás había estado tan decepcionado de mí en su vida. El ya sabía que yo era un pendejo para ciertas cosas... pero que jamás se imagino que fuera tan pendejo como para ser así.
La verdad escuchar esto... me dolió demasiado. No podía creer que de la nada... todo el mundo me odiaba. Ya no me sentía solo ni rechazado... me sentía odiado y repudiado. A tal punto que no me pude contener de llorar.
Yo no le había hecho nada a nadie... nunca me gusto hacerle daño a nadie. Siempre fui bueno con las personas... y ahora, todos de la nada me odiaban. Era como si estuviera pagando un error que no cometí.
Esa noche, mi padre me insulto y hasta me quiso pegar. De lo histérico que estaba. Por dicha mi madre, siempre tan linda... no lo permitió y trataba de tranquilizar a mi padre. Por mientras... mi hermana estaba tranquila sentada en la sala haciendo no se que. Yo estaba sentado en una silla, con mi cabeza en la mesa y con mis manos encima de esta. Lloraba de todo lo que me decían y sentía. Hubo un momento, en el que no pude escuchar más los insultos de mi padre... y desde ahí fue como si escuchara nada.
Lo que recuerdo bien, es que sentí los brazos de alguien e hice a quitarme pensando que mi padre me iba a pegar. Pero por dicha era mi madre que me estaba tratando de levantar para llevarme a mi cuarto. Hecho un completo desconsuelo, oigo a mi hermana diciendo que no dejara hablando solo a papa. Que lo tenía que escuchar. Yo le dije "Por que simplemente no te mueres... no se, cuélgate, tírate de un puente, haz algo por favor. Te lo pido con toda mi alma... muérete" La voz no me daba para gritar la verdad... pero se lo hice saber de la manera mas sincera que podía haber. Mi hermana se me quedó viendo sorprendida y se dió vuelta. Mi madre ya fúrica de la altanería de mi hermana le dijo "Steph... si no te calmas, juro que te saco de aquí a patadas. Créeme, no querrás verme enojada. Deja tranquilo a tu hermano. Y tu Logan, cierra el hocico de una buena vez!" y así fue... ambos se callaron. Jamás había visto a mi madre tan enojada... me dio miedo.
Ya una vez en mi cuarto, yo seguía llorando completamente desconsolado. La verdad no me alcanzan las palabras para describir tanto dolor que había pasado en un día. Primero me dicen que no me quieren ver, después me dicen que me largue... y por ultimo me insultan como si fuera el peor criminal de la historia. Y encima de eso casi me pegan.
Mi madre me dijo que me quería mucho y que me quedara tranquilo. Que a ella no le importaba que fuera o no gay. Y que tampoco le sorprendía... pues ella lo supo hacía tiempo. (Típico instinto maternal) Me dijo que siempre me iba a amar y que no iba a permitir que me hicieran daño. Que primero muerta antes de que me toquen.
En ese momento me sentí protegido... pero igual de desconsolado. Ella me dijo que me iba a traer algunas cosas para comer y que las iba a dejar aquí en mi mesita de noche. Por si me daba hambre. Yo le dije que estaba bien... pero en realidad no tenia nada de hambre. No había comido nada desde las 6 de la mañana y ya eran las 8 de la noche. Pero igual, el hambre no era nada para mí.
Y así fue, mi madre me dejo unas cosas en la mesita de noche y se quedo a la par mía. Le dije que por favor me dejara solo. Que verla llorar me hacia sentir peor. Ella me dijo que estaba bien, pero que si necesitaba algo, se lo dijera... yo le dije que gracias. Y se fue.
Esa noche... la pase de lo peor. No podía estar tranquilo... me sentía solo y rechazado. Sentí que en mi no había esperanza alguna. Quería morirme... durante la noche, puedo recordar que me retorcía del dolor. Era un dolor tan extremo que quizá muchos de ustedes no puedan imaginarse.
Me acuerdo haber estado llorando tanto... que siento como abren la puerta de mi cuarto. Era mi madre con una taza de té de tilo. Se me acerco y me dijo que me lo tomara... que yo no podía estar así de mal... y aunque no me gustan los tes, pues me lo tome porque casi que me obligo. Aun así yo seguía fatal... entonces mi madre se acostó en mi cama conmigo y me abrazo. En ese momento como que me compuse un poco... y pude finalmente dormir. La verdad que se siente bien, cuando una madre preocupada te hace sentir mejor.
Al otro día, era un martes. Se suponía que debía ir al colegio. Mi madre después de haber notado que no había tocado la comida que me había dejado el día anterior en la mesita de noche. Me dijo que si me sentía bien para ir. Yo le dije que si, que además. Necesitaba salir de esta habitación para evitar pensar tanto y sentirme peor.
Para ser honesto... me sentía igual... pero bueno. Me aliste y todo, y veo que mi madre me tiene el desayuno listo. Yo le dije que no tenía hambre, que para después. Mi madre preocupada me dice que no he comido nada desde ayer. Y yo le mentí que si, que había comido algo cuando regresaba de la casa de Juni... y pues me había caído un poco mal y por eso no comí nada el día anterior. Obviamente no se creyó nada de lo que le dije, y por eso me dijo "Ray por favor come algo... mira, no hay mucho tiempo, te lo empaco y te lo llevas por favor" yo le dije, esta bien.
Cuando ya pude escuchar la bocina de la buseta que me venia a recoger. Cogí el desayuno que me había preparado mi madre y mi bulto y salí.
Ya estando en la buseta, me acorde que había un chico que era un poco voluptuoso que le encantaba comer. Y pues, me le acerque y le dije "No te gustaría esto?" y sin dudarlo me dijo "Claro!". Bueno en pocas palabras así fue como me deshice de mi desayuno.
Debo decir que, hacia ya 3 años antes de que esto pasara. Yo conocí a un chico llamado Edgar. De la misma edad que yo. Nos hicimos muy amigos, bastante amigos. Y pues me agradaba pasar tiempo con el casi que siempre, además de Juni claro este. Muy guapo también... bastante guapo. (Solo que este es 100% heterosexual) Por otro lado, una gran amiga llamada Diana, también era alguien con quien pasar un buen rato. Muy buena amiga, casi siempre andábamos juntos y así hablando de cosas.
Ese día me habían visto algo desorientado y se me acercan y me preguntan que me pasa y así. Yo la verdad no podía aguantar mas aparentar estar bien... sencillamente no podía.
Como yo veía el momento en que se iban a dar cuenta... decidí decirles toda la verdad...
Les dije que era gay y que todo el mundo me cayo encima... ellos se volvieron a ver y Edgar, dirigiéndose a Diana le dijo "Me debes 5 dólares". Ella dijo "Edgar! No seas grosero!"
Edgar había notado que yo era gay hace no se cuanto tiempo y aposto con Diana. Aparentemente gano la apuesta. En fin, Edgar me dijo: "Ay tranquilo hombre... aquí estamos nosotros. Ya sabes que puedes confiar en mí. Siempre lo has hecho". Y la verdad pues si, Yo siempre confié bastante en Edgar y Diana. Y el haberles dicho que era gay, no pareció afectarles en absoluto. Es más, se pusieron como alegres. Pues según ellos yo ya estaba abriéndome más.
Yo solo les dije "Tan obvio soy?" mientras me llevaban como abrazado. Me sentí bien la verdad. Cuando entramos a clases, Juni me estaba viendo. Pero como que el apoyo que me habían dado Edgar y Diana, me ayudo bastante a ignorarlo.
Lo mas lindo de todo esto, es que Edgar se sentó a la par mía... y el muy precioso me sobaba la espalda! En serio, siempre he dicho que tiene una cara lindísima y demasiado tierna! Es mas, después lo estuve molestando con que parecía un osito todo lindo! Jajaja. Pero aparte de ser lindo, es un excelente amigo.
Pero bueno, claro esté que no lo hacia con morbo ni nada. Lo hacia por simple amistad cercana. (Recuerden que el es 100% heterosexual... aunque ganas me den de... ustedes saben. Pero es imposible.) Lo mejor de todo es que nunca me juzgo ni cambio su forma de ser conmigo cuando supo oficialmente que era gay. Es mas un día le pregunte si le podía dar un beso de lo lindo que era conmigo, pero el me dijo que en el cachete nada mas que no abusara. Pero bueno, asi fue y no paso nada. Nunca ha pasado nada con Edgar. Pero bueno, me salí completamente del tema.
La cosa es que estuve ignorando todo el día a Juni. Edgar notó que ya no pasábamos juntos y se atrevió a preguntarme que pasaba. Y pues como ya no podía ocultarle nada a Edgar, le dije que Juni y yo nos habíamos separado. Y el con cara de asombro dijo "No me digas que tu y Juni... oh dios, esta vez si me sorprendiste. De ti lo esperaba... pero Juni?" Yo le dije "Oye no me has respondido... tan obvio soy? Pero si, Juni fue pareja mía y por eso estamos así." El me dijo "No es que seas obvio es solo... que se sabe nada mas.". Le respondí... "mentiroso". El me dijo "bueno quieres saber?..." y le dije "Sipo"... a lo que el responde: "noto que me ves mucho en las duchas al igual que todos los chicos.". yo me quede sorprendido y dije "Uppss! Jejeje que observador"
En fin, parecía que no le importaba mucho mi inclinación sexual siempre y cuando no me aprovechara de él. Cosa que nunca hice, la verdad. Aunque ganas me sobren, pero no.
Pero bueno, estuvimos hablando por ratos acerca de todo lo sucedido. Y el lo entendió todo y me dijo que todo iba a estar bien, que no me preocupara tanto. (El siempre ha sido un chico todo relax. Casi nada lo preocupa de tal forma que se enoje o algo.). Algo que paso después de eso, es que cuando hice levantarme casi me caigo no se porque. Y Edgar me sostuvo. Me dijo que si estaba bien y yo le dije que si. Cuando hice a levantarme me sentí como mareado, pero no pensé que fuera nada del otro mundo y seguí caminando.
Cuando de pronto, siento que me desvanezco y todo se me empieza a poner negro. Me había desmayado. Más de ahí no supe. Lo que si me acuerdo es que me desperté en el pasillo del colegio con la coordinadora de no se que apoyándome la cabeza y poniéndome en la nariz un algodón impregnado con no se que. La cosa es que estaba nuevamente despierto... solo que esta vez tenia un dolor en la mandíbula. Aparentemente de la caída me golpeé... y pues me dolía cuando la movía y así. La verdad nunca supe si Juni estuvo ahí cerca o que, nunca lo supe. Sino hasta después que el mismo me dijo que casi le da un ataque cardiaco del susto que se llevo... obviamente esto me lo fue diciendo como 6 o 7 meses después. Ya se darán cuenta el porque...
Ese mismo día tuvieron que llevarme nuevamente para mi casa. Pues la verdad, no me sentía nada bien. Además de que por desmayarme llamaron a mi madre y pues ella dijo que me recogía nuevamente.
Bueno, después de que vinieron a recogerme. Mi madre ya había sacado una cita con un psiquiatra. Fui casi que obligado y resulta que después de decirle como me sentía y así. Me dijo a mí y a mi madre que yo tenia depresión. No hombre! Wow, que hombre mas genio! Adivino que tenia depresión! Wow. Por dios... acaso no era obvio?!
Pero bueno, lo que mas importo ahí fue la preocupación desmedida de mi madre. Desde ese día tuve que tomar Prozac. Me había dicho que me tomara una antes de acostarme.
Y así nos fuimos del lugar.
Durante todo el viaje, mi cara no reflejaba mucho mi sentir. Por dentro aún yo estaba destrozado... aun no me podía reponer de tales sucesos. Es más, cada vez deseaba estar muerto.
Cuando llegue a la casa, esta vez mi madre casi que me obligo a tragarme la comida. Además ya me había dado un poquito de hambre. Pero aún así, no comí mucho. Lo necesario, según yo.
Mi madre se sentó a hablar conmigo, y pues no tuve mas remedio que contarle todo. Ella estaba muy preocupada y aún no sabia mucho del caso. Le conté lo de Juni y ella lo tomo muy bien. Mas que bien mejor dicho... Ella me dijo que no me preocupara. Que las cosas pasaban por algo, y que simplemente no me convenía. Mi madre tiene una mente muy abierta, debo recalcar que ella fue mi pilar durante toda esta época.
Ya en la noche (mi padre aún me ignoraba y me siguió ignorando por varios meses), mi madre se aseguro que yo tuviera todo lo necesario para dormir bien. Me dejo la pastilla a la par de la mesita de noche, me dio un beso y se fue.
Yo me quede, acostado... encendiendo y apagando la luz de mi mesita. De pronto, vuelvo a ver el vaso de agua que se encontraba ahí mismo. Y miro mi reflejo en el. No se, como esa imagen mía la llegue a comparar con lo que veía Juni... una cara feliz y alegre, a una cara completamente muerta. La verdad me entro de nuevo, una tristeza fatal.
Simplemente tome mi almohada y la puse encima de mi cabeza. Y comencé a llorar. Pero no crean que esta noche fue como la anterior... esta vez. Yo estaba mas deprimido aún... esta vez sinceramente me sentía más o deseaba aún más estar muerto.
Tan deprimido estaba que, incluso pensé en escapar de la casa. O bien terminar con este martirio. Pues, la verdad... no había y tal vez no existan palabras para describir lo que sentía. Miré fijamente el blister de Prozac y me acorde que habían pastillas de no se que en la parte de abajo. En la cocina. Esta vez, fue como si el mismo demonio me dijera donde estaban, cuantas eran, y cuantas me debía tomar. Lo sabía todo, lo único que tenía que hacer era levantarme por ellas.
Y así hice... espere a que todos se durmieran y me levante. La verdad, no se de donde saque tanta determinación para hacerlo. Pero hasta había dejado de llorar con la determinación que tenía.
Fui abajo, saque las pastillas y las comencé a sacar una por una. La verdad no me acuerdo que eran, pero si se que eran unos medicamentos de mi padre para no se que. Eran de varias clases. Al final pude extraer como más de 30 pastillas. Para ese entonces, de mis ojos salían pocas lágrimas. Cuando, fui por un vaso para llenarlo de agua. Me prepare para tomármelas todas.
En el preciso momento que iba a poner no se cuantas pastillas en la boca... me vino de
pronto un reflejo de mi madre. Podía ver el terrible sufrimiento que le podía causar. Y que no solo terminaría mi tormento... sino que generaría sufrimiento a otras personas si lo hacía. Cosa que la verdad, no me gusta hacer.
Mi mente era un campo de batalla entre lo que era correcto y lo que no. De pronto sentí como una voz dentro de mí me decía que lo hiciera, que solo así iba a estar tranquilo. Y que no me preocupara por otras cosas... pues todo el mundo me odiaba. (Debo aclarar que esta cuestión no se debió únicamente por el rompimiento de Juni. O sea, fue parte de un todo... pero no lo fue todo. Mas que todo, me sentía mal por el enorme y tan repentino rechazo de todo el mundo hacia mi. Aun sin yo haberle hecho daño ni a una mosca)
No se porque... pero me dio un miedo terrible tomarme esas pastillas. Ahí mismo las bote y me senté en el suelo de la cocina a llorar. La verdad estaba demasiado confundido, no sabia que hacer.
De donde yo estaba se podía ver el estante donde se ponían los cuchillos. Medio que me levante y agarre el más finito y con más punta.
Pero esto no era para matarme ni mucho menos... lo agarre porque sentí que de alguna forma tenia que liberar esa enorme tensión que estaba dentro de mi. Así que me auto inflingí heridas en el brazo. Estas fueron como 4 heridas. Una de ellas fue un poco profunda, pero nada grave. En ese momento, mi brazo estaba cubierto de sangre. Podía ver gotear a poco unas cuantas gotas que recorrían a lo largo de mi brazo hasta mis dedos.
Mientras lo hice, pude sentir un enorme alivio. Eso fue como un tranquilizante. Pues mi mente se concentraba en el dolor que sentían mis heridas. Y no en las heridas del corazón. Que sin duda eran más profundas que las de mi brazo.
La verdad, por mas grotesco que se oiga... eso fue un completo alivio. En ese momento deje de llorar... y proseguí a limpiarme el brazo y las heridas. Incluso comencé a recoger las pastillas y las bote. Cuando termine, apague la luz y me fui a mi cuarto con una venda en mi brazo. Entre a el, tome el vaso de agua y me tome la prozac que me había dicho el medico y me acosté. Por primera vez, me sentí bien... me sentí liberado. La verdad, pude sentir como la tensión y el estrés se liberaban por esas heridas. (No por esto digo que lo hagan... no lo hagan. Después me di cuenta que era una pésima forma de liberarlo).
Al otro día mi madre ni siquiera me insistió en que fuera al cole. Me dijo que me quedara en casa descansando. Me dio la otra prozac, me la tome y me quede viendo tele.
Esta vez, pude notar en mi venda que ciertas partes estaban empapadas de sangre. Me dio susto la verdad, pues pensé que quizá, no se, me había cortado una arteria o algo así. Además, cuando me la quite me dio mucho susto ver las heridas. Además de que se veían completamente anti-estéticas. O sea, se veían muy feas.
Estando en el baño... según yo, le había puesto seguro a la puerta. Cuando en eso entra mi madre y me ve limpiando las heridas. Aun recuerdo la cara que puso mi madre cuando me vio. Ella cerró la puerta, esta vez con seguro y me abrazo. Me dijo que porque había hecho eso... mi madre estaba llorando casi atacada. La verdad me sentí mal... muy mal. Por que nunca quise hacer nada que la pusiera así. Me sentía como un mártir no se porque. Voy saltarme esta parte de la historia porque la verdad fue muy larga y además toco temas que no vienen al caso explicarles.
Lo que si les puedo decir, es que nunca hubo medidas drásticas al respecto. Ese mismo día mi madre llamo a su oficina para avisar que no iba a llegar ese día y que si tenían algo urgente... que esperaran hasta mañana. Cuando colgó, apago su celular. Y se quedo conmigo en la sala viendo tele. Ella me abrazaba y ponía mi cabeza sobre ella. Lo que mas me gusto es que me lleno de besos. Y pues como soy bastante cariñoso... pues me gustaron mucho. Ella prometió no decirle a nadie, siempre y cuando no lo volviera a hacer. Yo le dije que nunca más lo iba a hacer y que estuviera tranquila. (Nota a los que son padres... muchas veces un medico de por medio... sale sobrando. Intenten conversar y dialogar con sus hijos, porque no existe mejor medicina que esa)
Desde ese día, nunca me dio por hacerme heridas. Y tampoco tuve ideas suicidas. Pero aunque mi exterior dijera que todo estaba "bien"... mi interior aún se sentía muy vacío.
La verdad, que las próximas semanas y meses... entre Juni y yo. No hubo mucha interacción. El cambió completamente conmigo, y por consiguiente yo también. Ya no nos hablábamos mucho, ya no andábamos mucho juntos. El se hizo de su grupo de amigos y yo el mío. Aun hay que admitir que existía cierto respeto y diplomacia entre nosotros. Pero aún así, resulto ser muy extraño para nosotros actuar de esa forma. Aunque ninguno, por orgulloso, diera el famoso "brazo a torcer". Incluso tiempo después me di cuenta que se había hecho de una novia.
La verdad que el final de mi relación amorosa con Juni tuvo un final completamente tajante. Frío y extremadamente doloroso. Claro está que no fue de mi parte... sino de Juni. Su constante inseguridad varias veces me molestaba, pero jamás pensé que fuera llegar tal inseguridad a tales extremos. Juni fue siempre una persona muy linda, muy cariñosa, caballerosa y muy romántica. Lástima que esa forma de actuar, lo haya llevado a lo que meses después él llamó... "una solemne cagada... la peor estupidez que pude haber hecho en mi miserable vida" (esas son palabras de Juni...)
Esa frase que mencione anteriormente... ustedes la entenderán mejor cuando relate mi próximo relato. Pues, según trato de acordarme... todos estos eventos sucedieron más o menos como a principios de febrero o marzo del 2005 aproximadamente. Toda esta época negra se extendió por más de 6 meses. Meses en los cuales, me sentí completamente solo e incomprendido. La gran mayoría de las noches las pase llorando... la verdad no se si Juni estaba igual o que. Pues me imagino que a el también le debió doler todo eso. Yo se perfectamente que una relación así no se bota así no mas sin sentir nada. Claro eso lo se... pero Juni no me lo dijo... sino hasta después... cuando ya su sus lagrimas y su perdón no tenían importancia alguna para mí.
Yo se que este relato, no tuvo nada de sexo. Pero es que le quería dar más énfasis a la peor época de mi vida. Época la cual me hizo sufrir, pero a la vez... fue la que me hizo ser lo que soy ahora. Y que considere como elemento clave para que puedan entender en los próximos relatos, mi variada toma de desiciones y demás.
Creo, por experiencia propia, que las malas experiencias son en realidad muy buenas. Pues te ayudan ser una mejor persona en el futuro. Lo se porque ahora soy como soy, y madure bastante. A tal punto que encontré lo que considero actualmente como... mi verdadera felicidad. Felicidad que encontré por dicha hace casi ya un año...y no me arrepiento. Felicidad, que próximamente les contare en mi siguiente relato. Con lujo y detalles...
Por el momento, hasta aquí llego. Considero que este relato se me hizo un poco largo y pues para no aburrirlos mas de lo que probablemente ya estén. Dejo lo demás para el otro que sigue. Que quizá para algunos lectores, sea de mayor interés que escuchar sobre mi vida en este tercer relato.
En fin, muchas gracias a aquellos lectores que se han tomado el tiempo de leer todos mis relatos y que todavía tienen interés en escuchar mas de mi vida. Se los agradezco tanto.
También me gustaría agradecer a las personas que han puesto comentarios positivos en la Web. Y aquellas personas que se han comunicado conmigo para poder compartirles otras cosas de mí. (Excepto a los que me pidieron sexo... no se que les hace pasar por la mente que me voy a desnudar frente a ellos... hay cada loco! En fin para aclarar que las personas que me agregan a msn solamente para ver si reciben sexo o no, ahórrense el tiempo que no les voy a prestar atención)
Muchas gracias nuevamente.
CONTINUARA...
Nota de Ray: Como siempre les digo a mis queridos lectores. Me gustaría mucho saber sus opiniones o comentarios, a través de esta Web o a mi correo personal. Todas sus opiniones cuentan y son de gran valor para mí. Gracias de antemano.
HASTA MUY PRONTO
Ray Müller