Confesiones de porristas [Introducción]
Cada una dará su experiencia más caliente, la que pierda...
Estábamos 4 en ese cuarto, Pamela, Ger, Laura y Jess, habíamos quedado en hacer una fiesta sólo de chicas en casa de Pam, las 4 nos quedaríamos a dormir ahí (cada una había pedido permiso en su casa, y como somos compañeras del equipo de porristas no hubo el menor problema), yo era las más nueva, ellas llevaban cerca de dos años juntas en el equipo y yo sólo llevaba 4 meses y esta era mi primer fiesta, las 4 acordamos llevar nuestra pijama o la ropa que normalmente usamos para dormir, así que sería como una pijamada.
Todas llegamos como entre las 7 y 8 de la noche como el siguiente día sería sábado y no hay clases teníamos pensado dormir hasta muy tarde, nos metimos una por una al baño para cambiarnos por la ropa de dormir. Primero lo hizo Ger la que para mí es la más bonita de todas, como 1.75, güera ojos cafés, dientes perfecto, gran carisma, 110 de brasier y con un gran culo, grande, duro por el ejercicio y bien paradito, dos piernas largas y bien formadas, toda una belleza cuando salió del baño cambiada portaba un sexy babydoll negro casi transparente que le marcaba el cuerpo perfectamente y nos dejaba ver que no tenía brasier debajo de este y en la parte de abajo la prenda terminaba en faldita por la mitad de sus nalgas en las que llevaba una tanga también negra súper sexy , a todas nos dejo con la boca abierta.
La próxima en meterse fue Laura, de ojitos rasgados, descendencia oriental, más baja que Ger pero no por eso menos buena, con cara muy bonita 90 de bubbies y con un culito pequeño pero muy apretado, al salir del baño llevaba un boxer azul a media nalga que decía "En busca de problemas" y arriba una blusa que hacía juego con dos tirantitos que hacía que cada que se agachara pudiéramos comprobar que no traía nada abajo de esa blusita.
La tercera fui yo que para nada dormía con ropa tan sexy como la de ellas así que ya estando en el baño tuve que improvisar. Como sé que mi mayor atractivo son mis grandes bubbies, arriba decidí dejarme la blusa blanca que traía pero quitándome el brasier, ahora todos los pezones se me marcaban y abajo opta por trusa que tapaba la mitad de mis nalgas negra con verde.
La última en cambiarse fue Pam, la dueña de la casa, pelirroja y muy pecosa (por todo su cuerpo después nos enteramos) la mas chaparrita de las cuatro, con pequeñas bubbies pero un gran trasero definido también por el ejercicio y que para mí es desproporcionado con todo su cuerpo aunque la hace ver espectacular, salió solamente con un brasier blanco de encaje y una tanga de hilo con un moñito blanco atrás.
Ya entradas en la fiesta, bastante tomadas y talvez por el calor de vernos vestidas como estábamos, comenzamos a platicar de chicos, con los que habíamos estado, y entonces Ger propuso un juego.
-Cada una dirá la experiencia más caliente que haya pasado y a juicio de las 4 cuatro la menos caliente tendrá un castigo.
-Pero que castigo- contesté yo.
En eso Ger se dirigió hacía su mochila y saco un pene de plástico como de 22cm. con un ganchito para el clítoris. Las demás chicas se veían unas a otras, yo nunca había usado algo así pero me dio pena que lo supieran así que me hice la que por supuesto que sabía bien de esas cosas y acepté. Y con las cartas sobre la mesa iniciamos nuestros relatos…