Confesiones de mi mujer (2)

Lo que pasó después de confesarme su primer infidelidad.

CONFESIONES DE MI ESPOSA 2

Al termino del relato de cómo mi esposa me había puesto el cuerno por primera vez con su ex Jefe, yo me encontraba sumamente caliente y al tocarle entre sus piernas, me percaté que tenía empapada la pantaleta de lo caliente que se había puesto al relatarme y recordar su primer experiencia extramarital, así que sin mucho pensarlo nos encueramos y cogimos toda la noche sin el menor reclamo.

Pasaron varios días y nada se comentó, aparentemente la vida continuaba igual, yo trabajando, ella en las labores del hogar, pero en algunos momentos del día yo repasaba su confesión y así como me calentaba, también me venían a la mente un sinnúmero de preguntas acerca de ella, su familia, su ex jefe, etc., por eso al paso de 3 días, le dije a mi mujer que quería platicar acerca de la cogida que le había dado "mi hermano de leche" José Luis y ella me dijo, "acuérdate que tu me prometiste no enojos, y no reclamos, así que no me vayas a salir que estas celoso de lo que pasó hace tantos años" y yo le dije, no, solo quiero que me digas que pasó después y aclarar algunas cosas y saber otras, está bien, dime que quieres saber, me contestó ella.

Primero, ¿Cuándo llegaste a media noche a tu casa que te dijeron mis suegros y tu hermanas?, y ella me contestó, "recuerda que como consecuencia de que mi papá había trabajado muchos años en USA, ese año se fue por espacio de 5 meses nuevamente a ese país para arreglar su pensión y con ese motivo mi papá no estaba en la casa, así que él ni cuenta se dio de eso, mis hermanos, 3 ya estaban casados y Benito andaba en una fiesta y no se enteró y mis hermanas menores, aunque supieron, mi mamá se encargó de decirles que no comentaran nada, en cuanto a Marta y mi mamá, ellas de inmediato se dieron cuenta de que no veníamos de la oficina, pues aunque me cuidé, el cabello lo tenía un poco mojado y eso indicaba que había estado en cualquier otro lugar, menos en la oficina, así que apenas entramos a la casa, las dos me llevaron a la recamara de mis papás y ahí Marta me dijo, tenías razón tu Jefe está como quiere y mi mamá se sonrió y dijo, si está muy guapo, entonces Marta preguntó ¿Y cómo está?, a lo cual yo no respondí, pues con ella había mucha confianza, pero delante de mi madre, nunca había tocado temas así, y yo tenía mucho temor de hablar, pero Marta me insistió, ándale, platícanos como está, pero mi mamá al ver que yo me moría de miedo, me dijo, mira hija, ahora que ya te acostaste con tu jefe, solo te pido que cuides que Víctor no se de cuenta, pues con él te piensas casar y con este es solo vas a pasar momentos de placer, así que cuídate y no vayas a salirle panzona a Víctor con un güerito, pues él es moreno, al ver que yo solo me ponía roja de vergüenza, mi mamá me dijo, vete a descansar, pues se me imagino que vienes un poco cansada, y otro día platicamos".

Esa confesión de mi esposa acerca del comportamiento de mi suegra, me hizo alterar el orden de las preguntas y quise saber más sobre el permiso tácito que ella le concedió a mi mujer sobre tener sexo con su Jefe y le pregunté, ¿Entonces tu mamá aceptó que cogieras con él?, a lo cual Ana contestó, no me dijo que lo hiciera, pero entendió mi calentura y nunca puso objeciones a que yo saliera con José Luis cuando tu no estabas. Entiendo que tu hermana Marta solapara tu comportamiento, pero no me queda claro el porqué mi suegra se hizo de la vista gorda y hasta consejos te dio, le cuestioné a mi esposa y ella me comentó, yo tampoco entendía, hasta que le pregunté a Marta, el porqué mi mamá no me había regañado cuando supo que me cogí a José Luis, y ella me comentó, mi mamá, es más caliente y cachonda que tu y que yo juntas, lo que pasa es que nadie sabe eso, solo yo, así que por eso entiende cuando uno tiene ganas de que le rasquen el clítoris con una buena verga.

Entonces, ¿me quieres decir que tu madre también le puso el cuerno a tu papá?, y Ana me contestó, pues hasta ese momento yo tampoco sabía, pero a raíz del comentario de Marta sobre lo caliente de mi madre yo le pregunté, que como sabía ella y me relató que cuando ella tenía 10 años, un día salió de la escuela antes de la hora acostumbrada y pasó por una pequeña tiendita que teníamos a dos cuadras de la casa en donde vivíamos cuando éramos pequeños y como encontró cerrada la puerta principal, se fue por la puerta trasera para buscar a mi mamá, pero su sorpresa fue grande cuando encontró a mi mamá completamente encuerada y a un repartidor de refrescos cogiéndosela, situación que de acuerdo a Marta, orilló a que mi madre le explicara que aunque eso no era bueno, ella lo hacía porque mi papá duraba mucho tiempo sin venir de USA, y a ella le daba mucha comezón por donde hacía pipi, y que ese señor le estaba rascando en el mismo lugar que ella había visto que Marta se rascaba, pero que no dijera nada a nadie y que ella tampoco la iba a regañar por tocarse su panochita y así ambas se guardaban el secreto.

Con lo anterior, entendí el porqué de la tolerancia de mi suegra hacia el comportamiento de Marta y de Ana y le hice otra pregunta a esta sobre José Luis, ¿Qué pasó después de la cogida que te dio tu jefe?, bueno, pues al día siguiente llegué, desvelada y cansada pero muy contenta y así anduve todo el día, pues él aunque disimulaba muy bien las cosas en ratos me veía y se reía, ya en la tarde me llamó a su privado y me preguntó, ¿A dónde vas a ir el fin de semana? ,o ¿viene tu novio a verte?, a lo cual le dije, Víctor no viene esta semana y no voy a salir a ningún lado y él me dijo, te invito a un balneario de aguas termales que está cerca de aquí y yo le contesté, mañana le digo, pues tengo que pedir permiso y así quedamos ese día, pues yo salí y él se quedó en una junta con todos los demás gerentes de la empresa.

Al llegar a mi casa, le dije a mi mamá que mi Jefe me había invitado a un balneario y ella me dijo, puedes ir, pero cuídate, no vayas a salir panzona, y solo me reí. Al día siguiente le informé a José Luis que si iba con él al balneario y me dijo que pasaría a mi casa a las 8 de la mañana del día siguiente.

El Sábado pasó muy puntual, yo salí con una pequeña mochila en donde llevaba el traje de baño, toalla y artículos de aseo personal, cuando subí al coche, José Luis me preguntó ¿qué llevas en la mochila?, le dije lo que contenía la mochila y el me dijo, el traje de baño no lo requieres, pero espero lleves cremita por si la usamos y sonrío, claro que entendí su comentario, pero fingí no entender; Durante el trayecto pasamos a un restaurante a desayunar y seguimos el viaje que duró aproximadamente 1 hora, tiempo en el cual me preguntó, si tu me había roto y si solamente contigo había cogido, cuanto tiempo tenía de haberte dado las nalgas y todas esas cosas, también me dijo que él tenía 1 año de divorciado y que desde que me conoció le gusté, y dudaba sugerir algo, pues me dijo que yo me comportaba muy seria y no como todas mis compañeras que a diario le aventaban la pantaleta y que por eso esperó tanto tiempo para llegar a su objetivo, pues esperaba que con el paso de los días yo también se la aventara como todas, pero al ver que no era así, tuvo que idear la carta a la novia y retenerme más de la hora de salida, yo le pregunté ¿quiere decir que todas las muchachas de la oficina han pasado por sus armas?, él solo sonrió y no comentó nada, pero con el tiempo supe que efectivamente la que iba llegando, se iba acostando con ese cabrón.

Llegamos al balneario, el cual es diferente a los que conocía, pues en este rentaban privados los cuales eran prácticamente una habitación de hotel con baño completo, camas, toallas y una pileta con agua termal, así que cuando entramos, José Luis cerró la puerta y me dijo, como veras, aquí el traje de baño sale sobrando, pues solo tu y yo estaremos en el agua y yo estoy acostumbrado a bañarme en pelotas y tú?, me reí y le dije que también, nos besamos y lentamente nos fuimos desprendiendo de nuestra ropa, hasta que llegó el momento en que ambos quedamos desnudos, nos metimos a la pileta de agua termal, y en forma más cómoda nos seguimos besando apasionadamente, y digo en forma más cómoda, debido a que el mide 1.85 y yo solamente 1.65, entonces la diferencia de tamaños hacía que su miembro me quedara en el ombligo y no en la panocha como yo quería sentirlo, pero al entrar al agua, se acomodaron las cosas y casí sin sentir me la dejó ir hasta que sus huevos tocaron mis nalgas de un solo empujón y así estuvimos limado por mucho tiempo, tiempo en el cual yo me vine 3 veces, hasta que finalmente me dijo, ya me los vas a sacar, quieres que te los aviente adentro o me saco y yo bien caliente solo le dije adentro papito, adentro y pegue un grito de satisfacción al sentir los chorros de lechita caliente que me estaba dejando en el culito, estuvimos abrazados y yo motada en su verga por buen rato, hasta que poco a poco esta perdió su rigidez y sola se me salió, en ese instante tocaron la puerta para avisar que el tiempo había terminado, él con toda la calma del mundo se salió del agua me sacó a mi, mientras yo me empecé a secar, él solo se enredó una toalla en la cintura, abrió la puerta, pagó por más horas y cerró, yo me metí al baño a miar y le pregunté si ya era hora de irnos y el me dijo que no, que faltaba lo mejor, así que me metí a la regadera para lavarme bien el oso que seguí escurriendo leche, en ese instante el se metió y me acompañó en la regadera, nos lavamos y, salimos nos secamos y encuerados nos acostamos en la cama.

Al estar acostados él me acarició el mono y me preguntó ¿Así lo has tenido siempre o te lo rasurabas?, y le contesté que nunca me lo había afeitado que así lo había tenido siempre y el me preguntó ¿tu novio no batalla para mamar?, y yo le contesté él no, ¿tú si?, él me dijo, a mi me gusta mamar panochas rasuradas y yo le contesté para la próxima me voy a afeitar y José Luis me contestó ¿para que esperar?, en este instante te rasuro, se levantó y del baño, lo necesario para afeitarme y a los pocos minutos la panocha brillaba de lo lisito que se encontraba, sacó de mi maleta un poco de crema y me la untó, claro que tanto tocarla, la verga se le empezó a levantar y a mi me empezaron a dar ganas de otro palito, así que me empezó a besar y me dijo, voy a estrenar culito sin pelos y apenas dijo eso, se bajó, me abrió los labios, buscó mi botoncito y me lo empezó a lamer, pero se acomodó de tal manera que su linda pelona me quedó enfrente, por lo cual, pensé en acercarme para tocarle la corneta, pero tenía miedo de lo que pensara de mi, pero como me seguía mamando muy rico, llegó el momento que me valió madres, me acerque, le acaricie sus lindos huevotes güeros y me pegue en el pito, con lo cual él se acomodó e hicimos un perfecto 69, yo me vine y cuando esto sucedió, él se levantó me puso en cuatro patas y me empezó a pasear la verga por entre mis nalguitas, por lo cual le pregunté ¿Quieres entrar por ahí?, y él me preguntó, ¿también por ahí se puede? y yo solo le dije ponte crema y déjamela ir despacio, pues la verga de Víctor es muy pequeña en comparación del pito que tu tienes, así que en forma obediente me introdujo crema en el culo, se puso en la cabeza y empezó su faena, y poco a poco fue entrando su rico pelón y aunque hubo momentos que me dolió, nunca protesté, pues lo estaba sintiendo bien, cuando entró todo empecé a mover la cola como tu me enseñaste y me dijo, cabrona que rico lo mueves y aprietas la verga, y él al igual que tú, con una mano me buscó el clítoris y los estimuló mientras me ensartaba por la cola, hasta que ambos no resistimos más y yo le pedía, metela toda cabrón, metemela toda por favor y él me decía así, pinche flaca peluda, asiiiiiiiiiii, y en ese momento sentí toda la descarga de leche dentro de mi y le dije que buena cogida me has dado papacito.

Fue así como Ana dijo, "así fue como durante los siguientes meses y mientras mi papá regresaba de USA y nos casábamos, José Luis se encargó de tenerme contento y con práctica el culo", asimismo, me dijo que con el tiempo se dio cuenta que él era un cabrón y a todas se cogía, pues a la novia nunca la dejó, pues en muchas ocasiones ella iba por él a la oficina, y él ni siquiera volteaba a ver a nadie, también se enteró de que todas las compañeras se lo habían comido.

Entonces yo le dije. muy bien, ahora entiendo lo de tu mamá y Marta, también entiendo el porqué en una ocasión, cuando vine de descanso, me encontré con tu panocha completamente pelona y tu me dijiste que la tenías así debido a que usarla así era más higiénico y solo te reíste del comentario, claro, había que justificar la afeitada, ja,ja, ja.

Con este relato, concluyo la primer etapa de infidelidades de mi mujer, pues ahondar en las veces y las formas en que José Luis la cogió durante meses es repetir las escenas. Claro que lo único que logró Ana al contarme estas experiencias, fue unirnos más y coger más sabroso, pues yo nunca me he molestado por saber que ella se ha metido otra verga.

Asimismo, al confesarme su primer desliz y descargar su aparente culpa, la comunicación sexual entre nosotros mejoró, así como también mejoró su visión acerca del sexo, situación que a los pocos meses la llevó a que se comiera otra verga diferente a la mía.

Por lo anterior amable lector, si estas historias no le han aburrido y quiere saber porqué digo que estas confesiones mejoraron mi vida, me lo puede hacer saber a través de sus comentarios y yo con gusto les seguiré contando lo que pasó después.