Confesiones de cuarentena, violación o infidelidad

Mitad de la cuarentena y no a habido día en que Dalia mi esposa no haya estado mensajeandose o hablando con sus amantes, pero todo es parte de nuestro estilo de vida, así es, somos una pareja liberal, ella tiene amigos y yo tengo amigas, y a estás alturas se que ella está tan ansiosa como yo de poder salir y la verdad es que por el momento yo me conformo con escucharla, sus llamadas son tan explícitas que me hierve la sangre y me alborotan la mente de una forma tremenda, y el día de hoy e decidido revivir un pasaje de su vida que me pone por demás cachondo, así que espero a que ella termine de hablar y de inmediato la abordo,

-¿ya terminaste de hablar con tus amigo?,

-estuviste escuchando de nuevo verdad,

-y como no hacerlo, si prácticamente les imploras por el teléfono que te penetren,

-jajajaja....bueno, de alguna forma tengo de satisfacerme, pero sabes que también te complazco a ti,

-menos mal que te acuerdas de tu esposo,

-vamos cariño, quieres que te susurré al oído que te deseo o prefieres que te platique todo lo que mis amigos me dicen,

Cuando ella me dice eso me reclino en el sillón y ella toma eso como un si, lentamente se acerca a mi y se sienta a mi lado,

-creo que ya se lo que deseas escuchar

-¿en serio?

-si, y se que eso en ocasiones no te deja dormir,

-en serio y que es eso que según tu me pone tan cachondo,

Dalia se queda en silencio unos instantes y después comienza a decirme,

-quieres que te platique como fui tomada por aquellos tipos, cierto,

dalia había dado en el clavo, hace algunos años asistió a una fiesta en donde según ella fue drogada y abusada sexualmente por varios tipos, pero hasta el día de hoy existen algunos cabos que no logro atar, y eso me alborota tremendamente, pero aún así prefiero que sea ella quien inicié la plática,

-bueno, algo hay de eso,

-se que quieres escuchar como es que tu mujercita fue drogada y termino en una habitación con tres tipos desconocidos,

-bueno, la verdad es que si, no entiendo cómo terminaste en ese lugar, vamos cuéntamelo todo de nuevo,

Dalia termino de acurrucarse a mi lado y con voz suave comenzó a decirme,

-sabes, ese día cuando llegue a la fiesta de inmediato me di cuenta que todos los hombres clavaron su mirada en mi, podía sentir sus lascivas miradas recorriendo mis piernas y clavándose en mi escote, prácticamente me desnudaban con tan solo verme,

-si lo creo, siempre te a gustado vestirte muy provocativa,

-así es y ese día no fue la excepción,

-¿y que más paso?

-bueno, la persona que me había invitado me recibió muy cordialmente, me invitó un trago y me puse a charlar con el unos minutos,

-¿y luego?

-después de un rato el tipo se disculpo diciéndome que tenia que recibir a más gente, me dijo también que podía ir a la cantina y pedir lo que deseara y que si quería algo más que lo buscará,

-un buen anfitrión,

-podía decirse, así que yo comencé a meterme entre la gente y me fui hasta el bar, pedí un tequila y comencé a disfrutar la fiesta, todos bailaban y reían y la verdad la música no era mala,

-¿y después?,

-bueno, me quedé en la barra y comencé a pedir mas tragos

-¿y después?,

-varios minutos después tuve la necesidad de ir al baño,

-y recuerdo que me dijiste que fue en ese momento cuando te comenzaste a sentir mareada,

-así es cariño, cuando intente ponerme de pie simplemente se me doblaron las piernas y me desvanecí,

-y cuando reaccionaste, ¿que sucedió?

-había dos tipos llevándome en hombros fuera del baño,

-y no pediste ayuda a nadie,

-la verdad es que no pensé que abusarían de mi,

-y después,

-me llevaron a una habitación y me acostaron en una cama, y volví a perder el conocimiento y cuando volví a abrir los ojos tenia a dos jóvenes parados a mi lado, conversaban entre ellos pero mi mente estaba algo confusa y no entendía nada de lo que decían,

-y después,

-de pronto uno de ellos se sentó a mi lado y sentí como su mano se comenzó a meter en el escote de mi vestido, la verdad intente detenerlo pero sentía mis brazos tan pesados que no logre nada, sentí como hacia a un lado mi brasiere y sujeto mi pecho y comenzó a apretármelo fuertemente, intente gritar pero ni eso pude solo un balbuceo salio de mi boca, la mano de aquel joven era tan grande que prácticamente agarro por completo mi pecho, sentía como me lo apretaba y sus dedos comenzaron a recorrerlo hasta que llegó a mi pezón y comenzó a frotármelo,

-¿y el otro sujeto?

-bueno, recuerdo que comencé a sentir como el otro tipo metía sus manos bajo mi vestido y comenzó a subirlas hasta que llego a mis caderas y de un momento a otro sujeto mi tanga y comenzó a sacármela, claro que yo intente impedírselo pero fue en vano,

-pero hubieras intentado gritar,

-en serio no podía,

-y después de que te quito la tanga que sucedió,

-bueno, mientras uno manoseaba mis pechos el otro se hinco entre mis piernas y me las levantó y comenzó a besármelas, sentía como sus labios succionaban mis pantorrillas de una forma tremenda mientras que sus manos subían y bajaban apretándome las piernas y te juro que yo intente zafarme pero obvio ellos eran mas fuertes,

-y ese tipo solo te besaba las piernas,

-no, también comencé a sentir como su lengua recorría mis pantorrillas,

-vaya, ese tipo no desaprovecho la oportunidad...jajajaja,

-no te burles,

-bueno y que mas paso,

-después de algunos minutos de estarme manoseando así el que estaba entre mis piernas se quito, pensé que ya había terminado todo pero no fue así, de pronto sentí como me sujeto por la cintura y me jalo hasta la orilla de la cama me levanto de nuevo las piernas y en ese instante sentí como su verga se apoyaba en mi vagina y de un momento a otro me la metió de un empujón, aquel pedazo de carne era bastante grande sentí como si me hubieran penetrado con un pedazo de madera caliente,

-¿volviste a gritar?

-te juro que lo intente de nuevo pero solo pude balbucear,

-en serio dalia,

-te lo juro cariño, eso que me dieron me dejo completamente atontada y fui presa fácil para esos tipos ya que el que me había penetrado comenzó a moverse cada vez mas y mas rápido sentía como su enorme pedazo de carne entraba y salía de mi vagina sin parar a veces lo hacia lento pero en otras lo hacia tan rápido y fuerte que sentía que me desgarraba por dentro, su pelvis chocaba de una forna brutal contra mi cuerpo,

-¿y el otro tipo?

-el otro tipo me continuaba manoseando pero después de algunos minutos se detuvo,

-¿te dejo de manosear?

-no, por el contrario, el tipo este se comenzó a desabrochar el pantalón y yo claro me di cuenta de sus intenciones así que solo gire mi rostro, pero el me tomo por la mandíbula y cuando logro hacerme voltear ya tenia su enorme verga frente a mi cara y prácticamente se acostó sobre mi rostro y su verga entro de lleno en mi boca, sentía como su miembro me llegaba hasta las anginas y comencé a hacer horcadas y trataba de empujarlo pero no podía, aquellos dos hombres de plano me tenían bien sometida y el comenzó a moverse lentamente, su verga no salía de mi boca solo movía sus caderas de un lado a otro y mi boca se fue llenando de sus fluidos, la verdad es que la estaba pasando bastante mal,

-pero dalia, si a ti te fascina sentir el semen en la boca,

-si, pero esa situación no era muy cómoda para mi,

-bueno y después

-los dos tipos me estuvieron penetrando así durante varios minutos, después intercambiaron lugares y continuaron usándome, no había momento en que no tuviera yo una verga dentro de mi hasta que al fin después de varios minutos comencé a sentir como mi boca se llenaba de sus fluidos, y si, como dices me fascina el sabor del semen, pero en esta ocasión sentí bastante asco,

-¿y después?

-bueno, cuando termino saco su verga y comenzó a restregármela en el rostro mientras se reía,

-¿y el otro?

-el otro no tardo también en terminar dentro de mi,

Lo que me acababa de contar mi esposa aun no despejaba mis dudas, algo me decía que ella no había sido del todo forzada, así que le pregunte,

-oye, tu eres muy fogosa, en ningún momento terminaste,

Ella solo sonrió y se levanto del sillón y me dijo,

-me conoces bien, pero te dejare con esa duda, me voy a la cama,