Confesión: mi violación consentida 5/7

Puri, sin apenas dinero para vivir después de contestar a un anuncio de sexo por dinero…, se había citado con un enigmático maduro, y aunque había ido tremendamente excitada a la misma, recibiría una proposición diferente a la que ella suponía

Si quieren leer antes los cuatro relatos previos, para seguir el iter temporal de los acontecimientos en orden…, estos son los vínculos…

Momento 1 (El anuncio)… https://www.todorelatos.com/relato/160813/

Momento 2 (El primer contacto)… https://www.todorelatos.com/relato/160814/

Momento 3 (La respuesta)… https://www.todorelatos.com/relato/160821/

Momento 4 (La cita)… https://www.todorelatos.com/relato/160862/

MOMENTO 5 (LA PROPOSICION)

Pasaron dos segundos interminables. Toqué de nuevo el cristal de la ventana del copiloto con los nudillos…

Por fin, con el mando electrónico el conductor, bajó el cristal.

Ambos nos miramos pero no dijimos nada absolutamente en ese momento.

Su mirada era cálida y sensual. Aparentemente tímido pero muy atractivo. Incluso mucho más de lo que me había parecido al vislumbrarlo en la oscuridad a través del cristal, momentos antes.

No me dio la sensación de ser un bicho raro. Perdí de repente todo mi miedo.

Sin dejar de mirarnos, nos saludamos ambos al mismo tiempo, levantando las manos de manera infantil. Quitó el seguro y me invito a pasar.

Siéntate Purificación por favor. Me dijo.

Llámame Puri, le dije.

Gracias por venir. Creía que te ibas a arrepentir, al no estar aquí a las ocho en punto…

Durante unos segundos, ninguno de los dos pudo articular palabra. (Realmente era una situación atípica, como pueden ustedes suponer).

Finalmente para romper el hielo el maduro sonrió algo forzado y me dijo que le contase algo de mi vida. Bromeando, me dijo…, que tendríamos que conocernos algo más, para comprobar si existía la ansiada y necesaria química entre los dos…

Asentí.

Como estaba algo nerviosa, y en esos momentos, cuando me suelto…,  nunca me puedo callar, como de un escopetazo…, le solté de una tacada…, prácticamente toda mi vida.

Pues mira, ya te había adelantado algo en el correo. Bla, bla, bla… Estoy recién separada, tengo 42 años, tengo dos hijos que tardaron mucho en llegar. Bla, bla, bla… Mi situación económica está mal. Me casé joven y dejé mis estudios. Mi exmarido me dejó por una compañera de trabajo. Bla, bla, bla… Me pasa algo de pensión, pero no es suficiente. Limpio en casas por horas. No quiero tener que volver a casa con mis padres. Bla, bla, bla… En cuanto al sexo, me gusta  muchisimo, soy bastante morbosa, muy activa y muy caliente. Me gusta de todo, especialmente que me follen mucho sin parar. Bla, bla, bla… Vi el anuncio y me decidí a contestarte. Y finalmente aquí me tienes, aunque no sé, sí aún estoy totalmente decidida. Por una parte sí, pero por otra tengo mis miedos… ¿Ya sabes?

Me escuchaba atentamente. Yo le miraba de vez en cuando. Me gustaba cada vez más. No era joven pero muy interesante. Tenía un cierto atractivo “italiano”, provocador, pero se le veía algo tímido, al menos aparentemente.

Pensaba en ese mismo instante que me apetecía follármelo incluso sin dinero, allí mismo, si hacía falta… (Pensaba), cuando  empezó a hablarme de los detalles del encuentro…

Mira, Puri, estos encuentros tienen que ser muy discretos. Claro, lo entiendo. Le contesté.

Como sabes es para todos lo sábados y el dinero siempre lo cobraras al principio. Podrás obviamente dejar de hacerlo cuando tú quieras. Sin obligaciones y sin condiciones. Aunque con algunas normas básicas. ¿Normas? Pensé.

¿Puedo preguntarte algo más sobre tu vida sexual? Me pregunto. Sí, claro. Le contesté.

¿Has hecho sexo en grupo alguna vez? En principio, no entendí exactamente en ese momento la pregunta, aunque le dije instintivamente que sí. No era cierto, pero había fantaseado mucho con ello…

Mi cabeza era un bombo. No terminaba de entender. Me estaba quedando en blanco. ¿Sexo en grupo? Pensé.

Mira Puri, me dijo. Te cuento los detalles de mañana, para que lo sepas, antes de que te decidas a aceptar o no, como te anticipaba en el correo. Vale, acerté solo a decir.

Estaba absolutamente en Babia. Es decir, distraída y ausente. (Como saben por lo del dicho…, por aquella ciudad de León en donde iban los reyes de la Edad Media, a cazar para distraerse y obviamente se “ausentaban” de la corte…)

Seguía con los presuntos detalles…

La sesión sexual se realizará en mi chalet a las afueras de la ciudad. Durará aproximadamente unas cinco horas. Desde las cinco hasta las diez de la noche, de todos los sábados. Podrás comer o beber lo que te apetezca y en el momento que te apetezca. El dinero lo recibirás como te he dicho al principio, antes de empezar.

Se desarrollará la sesión de sexo contigo de protagonista, totalmente desnuda, salvo una máscara que te impedirá ver a nadie. Utilizaremos consoladores de muchas medidas y formas. También vibradores de todo tipo. Quizás esposas y pinzas para los pezones. También incluso te subiremos en un columpio especial anclado a la puerta para juegos sexuales en ambiente BSDM, sadomosaquismo, pero siempre light ¿No sé si conoces algo de esto? Si, le contesté. Había visto en alguna ocasión cosas de esas, hojeando catálogos eróticos, en donde siempre hay objetos de esa índole.

La verdad, es que lo de utilizar “plurales”…, como “utilizaremos” o “subiremos”…, me estaba empezando a sonar algo raro, más lo del sexo en grupo que me había dicho antes...

Finalmente dijo: El sexo lo harás conmigo…

(Calló unos segundos, y continuo)…,  pero también con otras personas, unos conocidos míos de absoluta confianza. Me dijo mirándome a los ojos…

Nuestro juego es como un simulacro de violación aunque obviamente “consentida”.

Me quedé atónita, al escuchar esto último. Mi cara señalaba esa sorpresa, absolutamente inesperada.

Para darme cierta tranquilidad o seguridad, inmediatamente me dijo que me daba su palabra de honor, de que no haría nada que no quisiese hacer. Que la boca la tendría siempre libre, obviamente para ofrecer sexo oral, pero también para poder decir en cualquier momento que quería parar. En ese caso calcularíamos el tiempo transcurrido y devolvería la parte proporcional del dinero.

Pensaba callada. Tenía la sensación de que me habían lanzado un cubo de agua helada sin esperarlo.

Lógicamente sabía que tendría que hacer sexo con alguien, y me había supuesto que con él solamente, y por ello, jamás me hubiese imaginado que serían varios. (Y aún quedaba algún detalle más por descubrir…)

La verdad es que los detalles de la proposición, lo de los juguetes, lo de la máscara o careta, y especialmente de que serían varios,  me habían dejado absolutamente estupefacta.

Hasta aquel instante de perplejidad, me había hecho cierta ilusión al conocer a aquel maduro atractivo. Me había gustado desde el primer momento, incluso desde el primer correo, bastante más cuando atisbe su figura desde fuera del coche. Sin dudar mis primeras impresiones en persona habían sido más que ilusionantes.

Creo que desde el primer segundo había pensado en follarlo y disfrutarlo.

Me había dado un montón de detalles, menos el principal…

No pude sino preguntar balbuceando: ¿Entonces con cuantos tendré que estar? ¿Cómo son? ¿Son muy mayores o jóvenes?

Pausado, comprensivo y con un ligero sentido paternal, me dijo:

Puri, no podrás saberlo, ya te lo he dicho. Las personas que te van a follar si tu aceptas, no sabrán quien eres, y lo mismo te ocurrirá a ti. Jamás sabrán quienes han sido. Este tipo de fiestas deben de ser muy discretas, especialmente en estas ciudades de provincia.

Pueden ser varios o uno solo, de entre todos mis amigos. Depende del día.

Los únicos que sabremos quienes somos siempre, solo seremos tú y yo. Yo como organizador y uno de tus amantes fijos, y además obviamente tú,  como la única protagonista, que espero y deseo que lo disfrutes mucho... Así son las normas de este juego sexual.

¿Alguna cosa más?

Bueno sí..., lo normal en este tipo de juegos fetiche…, que ellos jamás te dirigirán la palabra en ningún momento y que te estarán haciendo sexo continuamente sin pedirte permiso, como si se tratase de una violación, aunque realmente no lo es…

¿Y si me hacen daño? No te preocupes, antes de nada yo te lubricaré bien el coño, para que no tengas molestias… (Joder con el tímido… Pensé)

¿Te parece bien Puri?

Mi mente estaba absolutamente en blanco… En Babia…