Confesion: mi violacion consentida 1/7

Puri está desesperada. Su crisis económica y sexual está a punto de superarla

MOMENTO 1 (EL ANUNCIO)

No me llamo Puri. No tengo 42 años. Era un día entre semana cualquiera. No podía dormir. Estaba fatal. No dejaba de pensar en el saldo del puto banco que se estaba acabando por momentos y el sobre extra estaba casi agotado. Además cachonda por la falta de sexo. No tenía ganas de nada, pero mi cuerpo necesitaba sexo urgentemente. Todos los problemas se agolpaban en mi cabeza.

Desde que me había separado hacía ya tres meses, no había levantado cabeza. Ni tampoco había tenido una puta cita. No tenía ganas de nada. Mi ex con su nueva novia el cabrón. Yo, cada vez más cachonda por las noches. Pensaba en salir de noche cazando pollas y pollas, hacerme la ninfómana enmascarada. Sería una serie de éxito. Fantaseaba. Qué gilipollas me estaba volviendo.

Pero de día, solo pensando en poder salir adelante. Pocos trabajos y mal pagados. Limpiar mierda de dos abuelas, sin hijos maduros follables. Decenas de entrevistas sin entrevistadores a los que hacerles un favor. No quería tener que volver a vivir con mis padres y encima con dos  hijos. Me sentía frustrada. Me sentiría avergonzada si volvía. Tenía que salir adelante como fuese. Y tenía que follar pronto o me volvería loca.

Mis dos hijos menores no dejaban de pedirme cosas. Me tenían hasta el coño. Su padre solo me pasaba 700 € por los dos, que solo me daba para el alquiler, la comunidad, la luz y el teléfono. La comida la estaba sacando con lo poco que trabajaba por horas y con un sobrecito que me había pasado mi madre con 1000 €, sin que mi padre se enterase, al principio de mi pesadilla. Aunque mi pesadilla de las últimas noches es que mi vecino el de la polla gorda no viniese a pedirme sal y de paso taladrarme el coño y el culo.

Eran las 5 de la mañana y sin poder dormir, otra vez... Me levanté y me entretuve viendo ofertas de trabajo en mil anuncios por enésima vez. Solo comerciales, algún conductor de camiones y poco más. En las capitales de provincia la oferta de trabajo es poco variada y muy limitada. En tiempos de crisis mucho más. Ya había probado a vender seguros, el rollo de los batidos multinivel y engañar a ancianos a cambiar de compañía de luz. Estaba hasta ahí mismo de ese tipo de trabajos, y estaba hasta el mismisimo coño de no poder encontrar un tío normal que me estuviese follando diez horas seguidas.

Distraídamente, algo excitada, y algo mojada, me pasé a los anuncios de sexo de pasión.com. Llevaba más de seis meses sin echar un mísero polvo. El ultimo sin apenas ganas con mi ex antes de irse, el jeta. Joder si encontrase a alguien de fiar que me pudiese llenar el coño todas las noches de caliente leche. A veces miraba los anuncios de amistad, para ver si algún nuevo separado merecía la pena y encontraba algún hombre que mereciese la pena aunque fuese para un polvete de sábado con una copita medio colocada. Estaban los de siempre, no saben ni escribir algunos y uno nuevo, absolutamente horrendo, era bizco. Joder, que suerte la mía. En nuestra pequeña ciudad castellana hay poco donde elegir. Estaba muy cahonda.

Me pasé a los anuncios de sexo para mujeres. Tenia las bragas empapadas. Por lo menos ver una polla en condiciones y hacerme un dedo para aplacar mi sed. Entre mucha mierda asquerosa, babosos, preñadores e infieles, un anuncio me llamó la atención. “Maduro interesante, ofrece 500 € semanales por una sesión de sexo durante toda la tarde de los sábados”. Sería una estafa. Lo deje pasar.

Estaba más que hartita de mi mala suerte. Maldije haber conocido a mi ex y haber tenido hijos. Podía ser profesora y tener asegurado el futuro y con un montón de vacaciones. Podía haber ido  todos los años a Cuba todos los meses de agosto a follarme a cientos de negrazos de polla grande durante todo el mes. Al cabo de unos minutos e intrigada volví al anuncio. Comprobé si había tenido mucha aceptación. Había recibido media docena de mensajes. Era bastante reciente, pues solo había sido visualizado medio centenar de veces. Le mandaría un mensaje, pero no quería que fuese con mi correo personal.

Me hice una paja mental, pensando en que si ganaba ese dinero todos los sábados, podría dedicarme a lo que quisiese, podría terminar la carrera y estudiar la oposición. Luego la plaza, luego las vacaciones a Cuba todos los años…

Esta noche me crearía un correo especial, para contactar, con el supuesto maduro. Aunque seguramente seria un puto chiflado.

Volví a la cama. Empecé a fantasear con el maduro del anuncio Estaba morbosa, muy morbosa. Me lo imaginaba atándome y follándome con los ojos vendados. Me devoraba el coño con su boca. Me follaba la boca sin piedad. Joder que tranca. Me desvirgaba el culo después de agrandarme el ojete con un consolador. Luego me metía un consolador enorme en el coño. Me metía todos sus dedos juntos. Luego follaba mi coño a pelo para poder sentir su tremenda polla dura, grande y gorda. Gritaba de placer mientras me echaba litros de leche caliente y espesa en mi coño. Menudo pajote me hice a cuenta de esos pensamientos calientes. Buff.

Mientras pensaba que necesitaba una buena polla en mi coño…, me dormí.