Confesión

A veces las cosas no salen como las planeamos, a veces terminan mejor.

Cuando quieres placer haces de todo para conseguirlo.

Llevaba unos meses soltera después de romper una relación de más de un año en la cual había entregado mi primera vez, nada especial, nisiquiera llegué al orgasmo. Todo lo conocí después de romper con él y sentir a mi cuerpo pidiendo placer a gritos. Aprendí a correrme sola, a conocer mi cuerpo y darme el placer que necesitaba pero me hacia falta un hombre, mejor dicho un pene, era la única parte que necesitaba de un hombre. Pero no quería salir con nadie, mucho menos conocer personas, me sentía dolida y confieso que tenía más ganas de comprar un juguetito que de salir con unos amigos, al final decidí ir con ellos, el plan era hacerle un recorrido de la ciudad a una amiga que acaba de llegar, lo haría junto a un amigo en común lo que no esperaba es que ella había invitado a dos personas más de las cuales llegaría solo una, aquella que me cambiaria la vida y me haría decir tremenda mentira.

Estabamos molestos porque lo que iba a ser un recorrido terminó pareciendo una cita en parejas, donde habían dos tortolitos y dos violinistas caminando atrás haciendoles la guardia. Tomó un rato que los cuatro nos conocieramos más y volvieramos a ser un grupo de amigos, lo que no contaba era con los celos de mi amiga, de no ser por su escándalo y caída en las escaleras, él y yo no hubieramos intercambiado números y nunca nos hubieramos conocido más allá de aquel día.

Pasaron los días y seguiamos en contacto, aunque solo hablando de mi amiga, en parte porque yo no buscaba una relación y en parte porque creía que a ella le gustaba. Resultó que ella solo lo buscaba por dinero, palabras en literal, y yo no quise seguir con el juego, decidí contarle y enseñarle los mensajes y que el tome su desición, me hice a un lado, pero él me dijo que nunca saldría con ella, él fue el ex de su mejor amiga, eran de la misma ciudad y por ello se conocían. Aclarado todo me invitó a salir. Me negué pero que dos personas que se conocen se encuentren en un concierto y se junten no es una cita, o eso quise creer.

Salimos del concierto en la madrugada, yo no queria volver a casa y el no sabia el camino de regreso, decidimos quedarnos en un hotel. Tenia sueño pero mi cuerpo se había despertado, echados en la misma cama intenté provocarlo, empujarlo para tener más espacio en la cama mientras mi cuerpo se encendía más con cada roce pero él, todo caballero, llegó a darme toda la cama y echarse en el suelo. No pude ser tan mala, mi cuerpo tendría que quedarse con las ganas, lo hice subir, me giré y me forcé a dormir.

A la semana empezamos a salir, fue el primer beso, y yo creí que tendría lo que quería, total solo saliamos no era nada serio. Fue ahí donde me enteré que para él sólo existian dos clases de mujeres: las de una noche y la que va camino al altar, virgen. Quise alejarme en ese momento, no era que yo tuviera gran experiencia, de no ser por la libido de mi cuerpo aún seguiría siendo virgen, mi ex no lo había merecido, pero no podía mentir, o eso creí en aquel momento.

No le negué que ya no era virgen, mejor dicho, evitaba el tema, el creia que lo hacía por pudor y verguenza de una chica casta. Me presentó a su familia y conoció a la mía, era la persona perfecta pero yo solo tenía ganas y no con quien satisfacerme. Quise terminarle en diversas ocasiones pero sus lágrimas y la culpa de sentir que hizo algo mla me ganaban, se había robado mi cariño, así que tuve que emplear otras tácticas. Empecé a dormir en su habitación bajo la excusa de que nuestras casas estaban lejos y que me gustaba dormir abrazada. Haciéndome la dormida me sobaba hasta ponerlo duro con mi culo, o me giraba y lo abraza hasta que mis pechos quedaran pegados a él y pudiera sentir mis pezones, quería tentarlo pero nunca cayó o me tocó a pesar de sentirlo bien duro bajo las sábanas.

Asi pasaban las semanas mientras yo hacía más profundos nuestros besos y los abrazos donde mis manos recorrian todo su torso bajo la excusa de molestarlo con cosquillas. Cansada de tantos intentos decidí llevarlo lejos para forzanos a dormir en un hotel, ya no me importaría si me dejara o me viera como una puta, lo necesitaba urgente.

Todo salió como lo planee, nos fuimos de excursión y en la tarde, viendo que ya no habían buses de regreso "decidimos" ir al hotel. Después de bañarnos y ya listos para dormirempecé a moverme, tocándolo mientras me quejaba que algo me fastidiaba, al alzar las mantas me vio enredada en la cuerda con la que habiamos escalado en la excursión. Yo estaba en bata y sin truza, él estaba en boxer.

Me arrodillé y dándole la espalda mientras empinaba el culo le dije: ayúdame. Pude verlo duro mientras daba vuelta a la cuerda, cada vez que podía movía mi cuerpo para que mis pechos rozaran con su mano. Me giré y le di un beso que el correspondió y pude sentir por fin como sus manos recorrian mi cuerpo buscando pegarme cada vez más a su cuerpo.

Empezó a lamer y yo disfrutaba mientras no podía hacer nada por estar enredada en la cuerda; me tumbé y el vino sobre mí, nuestras lenguas estaban en un baile frenético , me separé un poco quise desenredarme por completo y como no podía se me escapó un No... que él confundió con que yo no quisiera ir más allá pero se pegó a mí y me susurró: perdón, perdón, perdón mientras sentía como su glande estaba en mi entrada, sentía como entraba y salía solo la punta pero aún asi estaba por volverme loca. Me di la vuelta, el creyendo que intentaba alejarme me siguió pidiendo disculpas mientras se colocaba tras de mí y cogiendo las cuerdas me empinó y con su glande empezó a sobar mi clítoris haciéndome llegar al cielo, yo seguí temblando pero el ya había puesto su pene en mi entrada y empezó a empujar, a pesar que estaba mojada era dificil que entre pues yo era estrecha y su miembro grueso.

-Te amo, perdoname

-Si... Hummf en ese momento lo metió hasta el fondo con lo que me hizo soltar un grito y un suspiro de alivio, al fin lo tenia adentro, antes de moverse me pregunto si estaba bien. Como respuesta me moví un poco y él lo tomo como un sí y empezó a moverlo, primero lento luego veloz. Para mí el dolor había dejado paso al placer y empecé a mover las caderas haciendo que se clave cada vez más. Me tomó en cuatro, me sentí su perra y más cuando se corrió dentro, llegué al orgasmo otra vez, no quería que lo saque y se lo dije, pero el lo sacó aún asi me mantuvo en la posición mientras levantaba el semen que me chorreaba y lo ponía en mi culo y cuando menos lo esperé ahí lo tenía empujando en mi segundo huequito, lo metió a la fuerza,dolió un poco ya que no lo tenía tan duro, pero adentro, mnientras bombeaba sentía como se iba engrosando y llenándome por completo, me giré para verlo y el estaba con una sonrisa pero con lágrimas en los ojos, quise decirle que no importaba, que eso era lo que queria, pero antes de hablar empezó a masturbarme mientras seguía penetrándome y el placer pudo más. Me perdí en otro éxtasis mientras el me llenaba de nuevo.

Cuando me desperté y él no estaba no se como me senti, si aliviada porque se había ido o dolida porque me habia dejado sin ninguna explicación como si hubiera sido una cualquiera. Me bañe y me fui de ahí, decidí no buscarlo, había tenido el placer que buscaba y eso era más que suficiente me decía aunque sabía que iba a ser dificil olvidarme de ese hombre que me dio tanto placer. Lloré en el bus y cuando bajé ya no tenía lágrimas. Puse mi cara más seria y fui hacia mi casa.

Entré y no había nadie, mejor para mí pensé, no iba a tener que dar ninguna explicación por el momento, pero cuando me senté se abrieron todas las puertas y no solo apareció mi familia, ahí estaba él, estaba su familia, incluso unos amigos. Sorprendida me levanté, él se acercó y se arrodilló.

-No...- me tapé la boca, no podía hablar

Fue así que me comprometí al día siguiente de "perder la virginidad" con ese hombre, para él yo sangre ese día yo creo que la sangre que vío pudo deberse a algún pequeño desgarro, aunque fue algo de suerte como yo lo veo, pues al día de hoy seguimos casados y con él pude deshinbirme, conocí su lado pervertido aunque no se asemeja al mío, pero siempre seré la niña que perdió la virginidad con él y no pienso romper esa ilusión.

N.K. Una historia real.