Confederación Imperial Galáctica - Libro 3

La Confederación Imperial se tambalea, pero surge un nuevo heredero al trono que puede devolverle, como mínimo, su estabilidad... y quien sabe si incluso mucho mas...

Confederación Imperial Galáctica

Libro 3

El Heredero - 1

Fecha estelar - 5310

Sistema Estelar Cero

Capital de la Confederación Imperial

Sede Central de Inteligencia

Sección 3ª, Contrainteligencia

El General Gzak entro en el despacho de su colega y amigo, el General Mao Tsetu, uno de los mejores analistas e investigadores de la 1ª Sección, Inteligencia Exterior de la confederación, aunque actualmente estuviese asignado a un grupo especial de la 3ª, Contrainteligencia, allí mismo, en la Sede Central del *Servicio de Inteligencia de la Confederación Imperial. Este le había llamado, rogándole que se pasase por su despacho en cuanto pudiese. Gzak pertenecía también a los servicios secretos, solo que estaba adscrito a la 2ª Sección, los servicios de Inteligencia Internos, y el General Mao sabía que su amigo tenia encima un marrón de los gordos, de esos que todo el mundo trataba de evitar a toda costa, pero al que toda esa misma gente, enseguida, procuraba arrimarse si es que su encargado lograba que saliese bien…

-      Hola Mao, qué tal, ¿me llamaste? –saludó y preguntó Gzak.

-      Si, pasa y cierra, quería hablar contigo…

-      Por cierto, enhorabuena por vuestro trabajo, tu grupo ha conseguido un gran pleno. He visto los datos de la emboscada de Kaliope, 23 naves de apoyo destruidas, 43 Acorazados, 39 Cruceros de Batalla, 81 Cruceros Pesados y más de 210 naves menores entre Cruceros Ligeros, Destructores, Fragatas y corbetas, una gran e increíble victoria, hicisteis un grandísimo trabajo consiguiendo esos datos… Prácticamente no sufrimos bajas propias…

Tan solo una semana antes, una importante Flota de los Razors había intentado atacar el sistema Kaliope en el tercer cuadrante militar, con la sanísima intención de destruir sus imponentes Astilleros de construcción y reparación de la Flota. Tan solo 84h antes, el alto mando de la Flota de la Confederación había recibido procedente de los sistemas del servicio de Contrainteligencia una estimación sobre un previsible ataque de los Razors a ese sistema en un plazo máximo de 120h incluyendo el probable punto de salto al sistema de la Flota atacante. En consecuencia el Alto mando tomo nota y decidió enviar todas las naves posibles a esperar a los invasores.

48h después de que la flota de la Confederación Imperial se desplegase en el sistema, los Razors hicieron su aparición, directamente a las fauces de una gigantesca emboscada. Más de 130 Acorazados, casi 200 Cruceros de Batalla, 235 Cruceros pesados y más de mil quinientas naves menores, incluyendo una treintena de Torpederas enviadas de urgencia y que se habían incorporado a la flota tan solo cuatro horas antes. Toda nave a la que el Alto Mando pudo echar el guante en tan corto espacio de tiempo estaba allí.

La Flota Razors, era de muchísimo menos de la mitad de lo que les estaba esperando, 52 Acorazados, 70 Cruceros de Batalla, 110 Cruceros Pesados, 600 naves Menores, pero además de eso, consigo llevaban algo muy, muy, muy importante y que de inmediato fue catalogado de “Blanco Primordial” para toda la flota. Fueron detectadas 23 Naves de Apoyo, estas eran gigantescas Naves Factoría de apoyo para la flota, podían construir piezas, mamparas, secciones de Casco, munición, misiles, minas, etc… y hacer importantísimas reparaciones en cualquier nave dañada… Se sabía que los Razors tenían 27 de estas, 23 de las cuales se encontraban en ese instante al alcance de la Flota de la Confederación. Según las vio el Almirante al mando, pensó que era casi demasiado bueno como para ser verdad… y no obstante, estaba claro que allí estaban. La orden fue instantánea, destruirlas como fuese, lanzar de inicio un ataque masivo de larga distancia contra la flota enemiga para a continuación, centrar toda la potencia artillera y la máxima capacidad misilistica de la flota en la destrucción de dichas naves.

Sin tiempo para organizarse y casi para poder hacer nada, en cuanto aparecieron en el punto de salto la Flota Razors empezó a recibir impactos, en esos momentos sus escudos aún se encontraban alzándose, completándose poco a poco por lo que los daños sufridos por toda nave que recibió fuego fueron enormes, generándose un caos de naves intentando esquivar a otras que habían quedado varadas por los daños. La flota quedo descabezada casi desde el primer segundo. La segunda andanada de la Flota de la Confederación fue al completo para las 23 Unidades de Apoyo que llevaban, todas y cada una de las naves concentraron su artillería principal y misiles en ellas, abriendo fuego al unisonó, lo que las destrozo, gracias a esta “distracción” y al sacrificio de los Acorazados que hicieron de barricada para el resto de sus naves, una parte de la Flota Razors consiguió regresar a su territorio, sobre todo naves menores, mas rápidas y maniobrables que sus hermanas más grandes.

Para cualquier operación de gran envergadura las Naves de Apoyo eran imprescindibles, aunque solo fuese para que tras la victoria, las naves más dañadas al menos fueran capaces de ponerse en marcha y regresar a territorio propio a los astilleros, sin estas, las bajas de una flota, aun en la victoria, podían aumentar muchísimo por tener que abandonar y destruir gran parte de las dañadas que de otro modo serian… “recuperables”. De hecho, la mitad de los Acorazados Razors que cayeron, fueron destruidos por sus propias tripulaciones porque no fueron capaces de escapar por los daños sufridos cubriendo a sus compañeras más débiles. Aún en el caso de ser ellos los ganadores de la batalla, sin Naves de Apoyo acompañándoles, de todos modos hubiesen tenido que ser abandonados y destruidos por sus daños con el fin de que no cayesen en manos contrarias, así de vitales eran esas naves para cualquier flota que quisiese llevar la guerra a gran escala a territorio enemigo.

-      Gracias, pero no fuimos nosotros quienes los proporcionamos, de hecho, ni si quiera nos lo habíamos olido, nos pilló tan de sorpresa como a todo el mundo aquí cuando nos enteramos...

-      Pero según tengo entendido, procedió de vuestros ordenadores… -dijo mirándole sin comprender.

-      Recuerdas porque se creó este grupo…

-      Si claro, el caso “Agujero Negro”, ¿no?

-      Sí, eso mismo, pues bien, esos datos no procedían de nosotros, sino de quien demontres sea esa persona. De algún modo logró penetrar en los ordenadores de inteligencia, que le volcaron gran cantidad de datos, el replicó con la información que ya conoces. En teoría lo introdujo en nuestro sistema y el ordenador principal lo considero como valido enviándolo al Alto Mando…

-      Pero… pero… pero como… -dijo dando un salto y poniéndose en pie muy exaltado ante la magnitud de lo que su amigo estaba diciendo.

-      Por eso te he llamado. No lo entendíamos, hasta que vimos esto… o más bien, hasta que gracias a eso, dimos con esto -dijo girando el terminal hacia él-, ha estado durante todo este tiempo moviéndose libremente por nuestros sistemas, no sabemos ni hasta donde ha podido llegar en su infiltración.

El general Gzak se inclinó hacia adelante, mirando muy interesado lo que venía en la pantalla, sin terminar de ver qué demonios se suponía que quería su amigo que viese allí. Miro de nuevo a su amigo sin entender nada, entonces este…

-      El código, fíjate en el código de autentificación… -le pidió el General Mao-, es el quid de toda esta cuestión de “Agujero Negro”.

-      Si, ya lo veo, es falso, y muy peligroso para nosotros, porque… -le interrumpió.

-      No es falso, es correcto, muy antiguo pero correcto, te garantizo que es auténtico. Le hemos encontrado enterrado en lo más profundo de los sistemas del ordenador central, escondido y protegido por varias capas…, ha sido gracias a que a un analista le dio por intentar ver desde cuando podía estar en uso ese código que encontramos este hilo de la madeja -pulso varios botones-. Ahora fíjate bien en él, mira quien fue el artífice real del registro…

-      ¿Estás de broma? –dijo mirándolo con los ojos muy abiertos-. Dime que estas de coña y que te estás riendo de mi… -dijo el General Gzak muy alterado.

-      Para nada, lo hemos comprobado cinco veces, cinco, y todas con la misma conclusión, es auténtico, este registro es total y absolutamente real.

-      Estas insinuando quizá, que “Agujero Negro”, el mismo que nos lleva esquivando más de dos años, es… -El general Mao le interrumpió.

-      No insinuó nada, afirmo que sí, que es, ciertamente es, que esto aparentemente fue consignado por el servicio de inteligencia de la Confederación, concretamente por la sección nueve, pero en realidad, lo hizo el propio Príncipe Jhored, dejando de este modo tras de sí un archivo protegido, no sé porque lo haría, pero es completamente cierto, lo registro él en persona, camuflándolo de ese modo.

-      Pero… pero… pero… es que… -nuevamente fue interrumpido por su amigo.

-      Pero parece que el emperador estaba en lo cierto, según esto, en algún sitio, ahí afuera, en la Confederación Imperial, existe un sobrino suyo, un hijo de su Hermano pequeño, el Príncipe Jhored, y por tanto, un heredero legitimo al trono y que tiene en sus manos su propio código Imperial de Acceso a nuestros sistemas más vitales, código con el que nos proporcionó todos los datos para conseguir la victoria de Kaliope, o con el que todo este tiempo ha estado ayudando a mejorar tácticamente a nuestros mandos.

-      Bueno, entiendo, vale, aun así esto es muy grave, el que acceda de esa forma. Además de lo otro, mira, eso de legitimo no sé, en todo caso sería un hijo bastar… -se calló al fijarse en algo que su amigo le acababa de indicar con un dedo sobre la pantalla.

-      Míralo bien, ves esto de aquí en el registro… mira…

Lo que el general Mao estaba señalando era una marca de confidencialidad, concretamente un código específico usado por los servicios secretos hacia veinte años para consignar el estado de una persona… El agente que aparentemente había creado esa ficha sin duda parecía ser muy meticuloso a tenor de lo visto, y en el estado del difunto Príncipe Jhored, la consigna era “Casado”, seguido por un “Secreto”, lo que venía a decir que se había casado de espaldas a todo el mundo, por su cuenta y riesgo… consignándolo él mismo para que quedase constancia de ello, de que su descendiente, era legítimamente miembro de la familia Imperial reinante.

El General Gzak se quedó pensativo haciéndose preguntas. ¿Por qué el príncipe lo había hecho de este modo? ¿Por qué ocultó estos datos en lo más profundo del Ordenador Central? ¿Por qué no reconoció abiertamente su matrimonio con quien fuese? Ni idea, pero lo cierto es que su Marrón, acababa de convertirse en algo muchísimo mayor, infinitamente más problemático que antes. Si al principio inicio la investigación por presiones de sus jefes y del Propio Emperador, considerándolo una estupidez, incluso por sus propios superiores, todo eso, en ese mismo instante acababa de cambiar… Realmente era como dijo el Emperador, en algún sitio, había un heredero vivo, y a tenor de lo que ponía en ese informe, si el Príncipe Jhored de verdad contrajo matrimonio con alguien, por muy en secreto y a espaldas de la familia o la Confederación que fuese, eso, convertía a su descendencia en herederos legítimos de un trono que en este momento no tenía a nadie ni posibilidad de tenerlo ante la inviabilidad del Actual emperador por tener descendencia debido a una enfermedad. Por otro lado, todo esto apuntaba a que el Emperador sabia positivamente que su hermano había tenido un hijo, aunque posiblemente y vista las discusiones entre ambos antes de su muerte, no tuviese ni idea de dónde y cómo poder encontrarle o quien era.

El problema es que el presunto Heredero, parecía ser el conocido como “Agujero Negro”, no se conocía su sexo o su raza, aunque ahora mismo estaba claro que era humano a tenor del descubrimiento, llevaban dos años largos tras su pista sin visos de ser capaces de dar con su paradero. Le habían apodado de ese modo porque todas y cada una de las pistas, de lo que habían intentado había fracasado… como dijo el grupo en cierta ocasión, quien fuese por sus conocimientos, por su forma de actuar, por su enorme habilidad, en realidad parecía un enorme y gran “agujero negro” en el que todo terminaba tragado por su sombra, de ahí procedió el apodo en gran parte. Bueno, ahora él tenía que encontrar a ese tipo por dos motivos, primero detenerle por el de siempre, y segundo, porque según parecía se podía tratar del heredero legitimo al trono Imperial, lo que haría inviable su detención por el primer motivo… de locos.

Quien fuese, llevaba al menos tres años, que supieran, infiltrándose en las redes de entrenamiento y evaluación de Mandos de relevancia, oficiales, cadetes junto con los alumnos de la Flota y sus academias, y ahora acaban de descubrir que no era solo eso, sino que había sido el sistema entero el que estaba comprometido. Las Redes de Entrenamiento y Evaluación, en realidad se trataba de un programa que permitía la interacción de todos los mandos de la Flota en combates y guerras simuladas, había también un apartado exclusivo para cadetes de las principales academias militares de la Confederación Imperial, en ella participaban también mandos veteranos por expresa invitación, todo con el fin de mejorar la interacción, los conocimientos y las tácticas de los miembros de la Armada.

Pues bien, “Agujero Negro”, desde su primera participación registrada, no había sufrido aún ni una sola derrota, todas sus batallas y simulaciones se contaban por victorias, incluso aquellas en que inicialmente empezaba con una enorme desventaja… Incluso los mejores estrategas de la Confederación Imperial habían caído a sus manos, de hecho y lo que más había preocupado por incomprensible, es que muchos de sus trucos y tácticas actualmente estaban siendo empleados en la guerra por los que fueron sus rivales en las practicas, todos con excelentes resultados. Si al principio se temieron que fuese un agente de inteligencia enemigo reuniendo datos sobre los métodos y estrategias de las mejores mentes militares de la Confederación Imperial, pronto hubieron de desecharlo, porque eran estas en realidad las que se estaban beneficiando de sus encuentros contra él… por lo que no sabían a qué atenerse. La primera prioridad para la sección tres al completo, era su detención, por eso se creó el Grupo al mando del General Mao con los mejores agentes disponibles de las demás secciones, sin resultado alguno hasta la fecha.

La familia Imperial casi al completo había perecido en el ataque Razors que dio comienzo a la actual guerra. Iban en misión diplomática y teóricamente debería de haber estado en esa nave toda la familia al completo. El emperador con la emperatriz, el hijo de ambos con su esposa, hijo único, y sus tres nietos, pese a los avisos de ser una majadería por parte de su servicio de seguridad, no hicieron caso. Por suerte el Emperador una semana antes había visitado el mundo pantanoso de Darassa, donde debió de coger las Fiebres Darassa, propias de ese planeta y muy contagiosas, por lo que tuvo que permanecer en palacio sin poder ir con el resto. Si bien esto le salvo, la terrible noticia de la muerta a manos de los Razors de toda su familia agravó su estado. Al final los médicos lograron recuperarlo, pero ese empeoramiento tuvo efectos secundarios, ya que quedo completamente estéril… Pero hasta ese instante, hasta que se recuperó por completo, para protegerlo, el servicio de inteligencia en connivencia con su servicio personal de protección, decidieron darle por muerto con el resto de la familia hasta que estuviese completamente dispuesto para hacerse cargo de nuevo de todo.

La Confederación Imperial empezó a desintegrarse poco a poco, su gobierno “democráticamente electo” no fue capaz de hacerse con la situación, cada uno empezó a mirar por sus intereses agravando el Caos, intentando hacerse con el poder por su cuenta y convertirse en el nuevo Gobernante ante un Trono, supuestamente “vacante”, o dicho en otras palabras, maniobrando para intentar ocupar el puesto. Por fortuna la recuperación del Emperador hizo que todo se estabilizase, basculando el peso del poder hacia el Trono Imperial de un modo como nunca antes había sucedido. En la primera semana después de su recuperación, el Emperador asumió personalmente todos los poderes del estado, destituyendo al gobierno y disolviendo las cámaras de representantes… ejecutando sin piedad a todo el que oso oponerse a él.

Sometió a todos los miembros del gobierno, altos funcionarios y de las cámaras a una investigación interna, todo aquel que se demostró que intento aprovechar la desgracia de su familia para hacer carrera, obtener ventajas o preocuparse de hacerse con el poder mientras la Confederación se hundía en el caos, fue ejecutado de forma inmediata por orden suya y la totalidad de sus bienes confiscados. Varios miembros del gobierno sufrieron esa suerte, incluido el vicepresidente electo, que fue degollado en el mismísimo salón del trono por la Guardia Imperial ante el Emperador. A los servicios de inteligencia y al sistema de seguridad Imperial, cuando recibieron sus órdenes del propio Emperador, no les pareció algo hecho en poco tiempo precisamente, sino que se trataba de una especie de plan de contingencia largamente preparado, meditado, planificado y proyectado… aunque ni por casualidad sabían para que podía haber sido desarrollado inicialmente.

Solo seis meses después “regresó el poder” a las cámaras, nombrando estas al gobierno, aunque el poder real tras todo esto, continuaba estando en el trono. El Emperador eligió gobernar por medio de su “gobierno”, que en esos momentos, no tenía ningún poder real, todo estaba supeditado a la férrea voluntad del trono bajo pena de muerte por desobediencia para cualquiera en cualquiera de las decisiones que procediesen de este. Sus instituciones “electas”, desde ese instante se convirtieron en una simple pantalla con el fin de proteger al verdadero poder en la sombra del Imperio, el Trono, desde ese momento lo de “Confederación” quedo como un eufemismo, realmente, se transformó en un Imperio con todas sus características típicas, pero la principal, con el poder Absoluto en manos del Emperador.

-      Bien, tendremos que hablar con el Emperador sobre esto…

-      No amigo mío, tú tendrás que hablar con el Emperador, es tu misión –replico el general Mao.

-      Y tú, porque tendrás que explicarle quien sospechamos que es su sobrino, además, mientras tenga ese código protegiéndole será imposible dar con él, el propio sistema central le protegerá, y el único que puede cancelarlo, o permitirnos rastrearlo es el propio Emperador… -respondió el General Gzak.

-      Si, tienes razón, si queremos dar con “Agujero Negro” vamos a tener que conseguir que el emperador nos coloque momentáneamente por encima de la seguridad de ese código o que lo anule… Tenemos un buen papelón encima.

-      Si, la verdad es que sí que lo tenemos, sí. Hemos dado un paso para averiguar quién es su sobrino, solo para ir a descubrir que es alguien tras quien llevamos más de dos años y sobre el que no hemos avanzado nada de nada en nuestra investigación para dar con su identidad… -dijo el general Mao-, y es algo que vamos a tener que explicarle a su majestad… es cojonudo, no te creas que no.

-      Bueno, piensa de forma positiva…

-      ¿Es que tú ves algo positivo en ello? –le miro sorprendido.

-      Bueno, al menos tras darle cuenta de nuestros avances al emperador no tendremos a nadie encima pretendiendo decirnos que hacer –sonrió el general Gzak.

-      Por supuesto que no, si se llega a saber todo el mundo se quitara de en medio aún mucho más rápido que antes, esto ha pasado de ser un marrón a ser un suicidio profesional para el que le caiga encima como salga mal… A ver quién coño va a querer arrimarse a nosotros, nadie en su sano juicio… -sonrió pesimista el General Mao.

El principal problema en esos instantes para ambos, es que tendrían que pedir audiencia, un encuentro o lo que fuese con el Emperador, ya que el asunto era extremadamente delicado como para tratarlo por los canales adecuados, es decir, a través de sus propios superiores. Pero eso de decir, pido audiencia con el emperador era más simple de decir que de conseguir, también estaba por ver cuánto tardarían sus superiores en saberlo tras hacer la petición… Estaban en una situación en que un paso en falso podía ser el fin de las carreras de ambos y no tenían tampoco mucho más tiempo como para pensar en que hacer… Al final fue el propio general Gzak quien solicito en su nombre una entrevista para ambos con el Emperador, haciéndolo directamente y en persona a su secretario personal, para ello fue en persona a su despacho. Este tras escuchar la petición…

-      Bien General, me parece muy interesante, pero, ¿eso no debería hacerlo atraves de sus propios canales?

-      Sí, pero dada la delicadeza de la información que hemos obtenido, el General Mao Tsetu y yo preferimos que únicamente la recibiese su excelencia para que decidiese personalmente que hacer con ella…

-      Muy bien, ¿y que se supone que es tan importante?

-      Lo siento excelencia, pero solo es para el Emperador, por favor, transmítale que ambos queremos verle, que por favor compruebe nuestras actuales misiones y decida si lo desea así o que lo hagamos atraves de los canales normales… Es muy urgente…

-      Veré que puedo hacer, le transmitiré palabra por palabra lo que me ha dicho… Ahora por favor, retírese, le informare personalmente de lo que su majestad decida. Espero General, que por su propio bien, de verdad sea tan importante como cree, porque su majestad tiene muy poquita paciencia…

-      Excelencia, créame si le digo que para hacer esto es que no nos ha quedado más opción… Gracias, esperaremos sus noticias –termino, dándose media vuelta y marchándose.

Regreso directamente al despacho de su compañero y amigo el General Mao, no hizo más que entrar y se dejó caer de golpe sobre uno de los cómodos sofás que allí había… Miro a su amigo, y en sus ojos vio lo mismo que supuso que se vería en los suyos, preocupación por sus propias carreras…

-      ¿Y bien? –pregunto Mao.

-      Me ha dicho que el mismo le transmitirá nuestra petición al emperador y se encargara en persona de comunicarnos la decisión.

-      Bueno, veremos cuanto tardamos en saber si hemos hecho bien o por el contrario nos van a cortar el cuello… -sonrió- ¿Tu que opi…? –le interrumpió el comunicador del despacho con una llamada de la mas alta prioridad.

El general Gzak a un gesto del General Mao se acercó tras él, en el comunicador aparecía el escudo imperial marcando una comunicación, el general Mao pulso la aceptación de la comunicación visual. En la pantalla apareció la cara del secretario personal del Emperador…

-      ¡¡¡Ahhhh!!!, veo que también está ahí con usted el General Gzak, mejor, así se lo comunicó a los dos a la vez. El emperador quiere verles a ambos de inmediato, y eso es salir de inmediato tal y como estén hasta mi oficina. Por cierto… ¿General Gzak, General Mao?

-      Si, díganos excelencia… -respondieron.

-      Hicieron muy bien en venir personalmente uno de ustedes para informar en persona, estén los dos tranquilos, a su Majestad le gusto el detalle de lo que hicieron y el riesgo que ambos han corrido por ello…

-      Gracias excelencia.

Tras esto corto la comunicación sin decir ni media palabra más, lo que desde luego sí que teníamos claro ambos era que debíamos salir de inmediato hacia el despacho del secretario.

CONTINUARA

Servicio de Inteligencia: 1ª Sección Inteligencia Exterior, 2ª Sección Inteligencia Interior, 3ª Sección Contrainteligencia, 4ª Sección Operaciones Especiales y Encubiertas, 9ª Sección “oficialmente inexistente”.

Confederación Imperial Galáctica

Libro 3

El Heredero - 2

Fecha estelar - 5310

Sistema Estelar Cero

Capital de la Confederación Imperial

Palacio Imperial

Ambos generales se presentaron de inmediato ante el secretario del Emperador, este sin hacer el menor comentario les hizo pasar a una dependencia donde se encontraron con algo que no se esperaban. Junto con el Emperador se hallaba presente todo el estado mayor en pleno trabajando sobre lo que parecían ser algún tipo de operación contra los Razors... Su majestad se volvió nada más que entraron, y nada más cerrarse la puerta tras ellos...

-      Y bien señores, díganme, ¿qué es eso tan importante que tenían que hablar personalmente conmigo? ¿Es que por fin encontraron a mi sobrino o al tal "Agujero Negro"? -vieron miradas socarronas en los militares presentes ante la pregunta.

-      Es complicado majestad, porque la respuesta a su pregunta, es si y no -respondió el General Gzak.

-      ¿Como dice? -se sorprendió el emperador.

-      Majestad, de verdad que creemos ambos que debería de escuchar esto usted solo, o sino al menos, cuanta menos gente mejor. La información es muy delicada...

-      Está bien...

El Emperador de inmediato ordeno que todo el mundo saliese de allí, excepto el jefe del estado mayor y el del servicio Imperial de inteligencia. Cuando todo el mundo hubo salido de la sala, cerró esta con cerradura electrónica de alta seguridad, tras esto el jefe del servicio de inteligencia desplego también varios aparatos portátiles creando un segundo campo de aislamiento dentro de la sal, etc...

-      Bien, ya estamos solos... -se cruzó de brazos el Emperador.

-      Majestad, hemos constatado que su hermano tuvo un hijo, además sería un heredero legítimo, ya que se casó en secreto, aunque no sabemos aun exactamente con quien…

-      Muy bien, ¿y dónde está mi sobrino? –preguntó ansioso.

-      Ese es el problema majestad, un problema muy, muy serio y la razón por la que deseábamos verle a usted a solas –añadió el general Gzak.

-      No comprendo…

-      Vera Majestad, siguiendo a “Agujero Negro” tras su información sobre Kaliope dimos con esto… -el general Mao sin decir más puso el documento encontrado en el monitor del Emperador, señalándole los datos importantes con el dedo.

-      Supongo que están de broma –dijo el jefe de inteligencia al ver lo que el general señalaba al Emperador.

-      No señor, para nada –dijo el General Gzak-, según las pruebas, el sobrino de su Majestad, es “Agujero Negro” y el código de nivel Imperial que usa es el principal obstáculo que impide su localización…

-      Es más, mientras no tengamos un acceso directo o superior a ese código, encontrarle será imposible, pues el propio sistema le protege –añadió el general Mao.

El Emperador en completo silencio y pensativo se sentó en una de las sillas que había en torno a la mesa… Cuando tanto el jefe del estado mayor como el del servicio de inteligencia fueron a hablar, este les hizo un gesto para que guardasen silencio…

-      Bien, ¿Qué opciones tenemos?

-      Señor, necesitamos que nos autorice a nivel personal a… -fueron interrumpidos por el jefe de inteligencia.

-      No se os pueden conceder permisos por encima de ese código, es imposible…

-      No queremos eso señor –dijo el general Mao-, lo que queremos es permiso específico para poder rastrear ese código con el apoyo del sistema, pero ahora mismo, solo el Emperador en persona puede otorgar algo semejante…

-      ¿Y le encontraran? –pregunto el emperador.

-      Majestad, le seré muy franco, su sobrino es “Agujero Negro” por ello ya le digo que encontrarle será muy, muy difícil, pero también que mientras tenga el apoyo del sistema para protegerse, eso será imposible del todo…

-      Entiendo… -miro fijamente a ambos generales-, esta información que les estoy mandando solo es para sus ojos, exclusivamente. Empiecen a investigar por ahí… y comuniquen sus descubrimientos únicamente a mí, en persona, a nadie más… dejare en el sistema un acceso específico para ustedes dos por si me quieren o necesitan para algo, ¿entendido?

-      Si majestad, por supuesto.

-      Bien, regresen a su despacho, recibirán sus autorizaciones y los medios para poder agilizar su búsqueda… es todo, ahora por favor, empiecen con ella… y… encuéntrenlo…

-      Si majestad, de eso no lo dude, ahora sí que le encontraremos…

Cuando llegaron al despacho del general Mao, el emperador ya les había enviado lo que les había dicho. Primero la autorización para rastrear ese código junto con códigos personales para ellos con el fin de comunicarse directamente con el propio Emperador. Luego, para su sorpresa, también un mapa tridimensional de una zona acotada del espacio de la Confederación de donde según constaba en esos datos, el Emperador “sabía” positivamente que era la pareja de su hermano. Por ultimo quizá lo más importante para poder llegar a buen fin con todo esto, el emperador había colocado bajo sus órdenes varias naves de la Flota, concretamente dos cruceros pesados, cuatro cruceros ligeros, seis destructores y dos corbetas de exploración con sus poderosísimos sensores… Dada la composición, estaba claro que llegado el caso podrían dividir ambas fuerzas en dos, manteniendo toda su capacidad de rastreo sobre cualquier nave en la que “Agujero Negro” pudiese llegar a intentar huir si se viera acorralado…

Tres semanas después de todo esto, y con la flotilla asignada todavía esperando ordenes en la base externa del sistema estelar Cero de la Confederación, por fin ambos generales encontraron la más que probable ubicación del famosísimo “Agujero Negro”, y como la vez anterior, el error de este radicaba en la información que envió para la gran victoria de la Flota en Kaliope, curiosamente y extrañamente a ojos de los dos hombres, su ayuda a la guerra era lo que le estaba adelantado constantemente. De todos modos, nada de lo averiguado hizo la menor gracia a ninguno de ambos generales, el sitio donde se suponía que se encontraba el Heredero al trono se las traía, se trataba del planeta  Nehros VIII.

Nehros VIII y su población eran en realidad un núcleo habitable completamente aislado debido a la gigantesca gravedad de ese mundo, 16.2 veces la gravedad estándar. Sus habitantes no podían salir del planeta por mucho tiempo sin sufrir las consecuencias, y del exterior… bueno, para andar por el había que usar si o si mochilas repulsoras si no querías que tu propio peso te matase… Si el príncipe resultaba ser un nativo de ese mundo… iba a ser un problema aun muchísimo mayor de lo que nadie podría esperarse… Cuando el general Mao se lo comunicó al general Gzak, este se quedó pensativo durante unos minutos y cortando la comunicación, le dijo que mañana hablarían, que tenía una idea… Al día siguiente…

-      Y bien Gzak, dime, ¿Qué idea es esa tan brillante para sacarnos de este embolado?

-      Una  cámara de gravedad controlada… -sonrió Gzak.

-      ¿Cómo dices?... no entiendo… -dijo perplejo Mao.

-      Es muy simple, cuando un nativo de Nehros VIII sale de su mundo a otro del sistema, para poder aguantar sin que su organismo sufra daños, deben de pasar cada cierto tiempo en un entorno especialmente acondicionado a la gravedad de su mundo, son unas grandes salas que tienen en los otros planetas del sistema, pero en realidad… -Mao sonriendo le corto.

-      En realidad son simples cámaras de gravedad que mantienen a esas personas en gravedad 16.2, ¿no?

-      Sí, eso mismo, pero como no disponemos de tiempo para construir una en ninguno de ambos cruceros, podemos usar una cámara portátil… En realidad es una cámara de presurización para aquellos que gustan de bajar a las enormes profundidades de los océanos en inmersión personal… debidamente modificada, de momento nos servirá -sonrió.

-      Bien pensado… ¿Cuándo llegara la cámara al crucero?

-      Ya está allí, de hecho y por precaución, hice llevar una a cada uno de ellos junto con un duplicado de los equipos y medios médicos que nos asignaron… Podemos partir cuando quieras… También he avisado de esto al Emperador, se limitó a decirme que cuando regresemos, su sobrino tendrá alojamientos adaptados para él… que lo quiere aquí cuanto antes… y que toda prueba que hagamos quiere que se le envié en el acto.

-      Pues vámonos de inmediato, ya mismo…

Solo dos horas después, ambos generales estaban a bordo del Crucero Pesado “Amanecer” con rumbo al planeta Nehros VIII, iban algo preocupados de lo que se pudiesen encontrar allí. Otro problema al que ambos hombres se enfrentaban era a la presencia de la flotilla sobre dicho planeta, estuvieron comprobando los datos confidenciales relativos a su sistema de defensa y desde luego, si un mundo no necesitaba la presencia de naves para defenderse, ese sin duda debía de ser Nehros VIII.

En Nehros VIII únicamente se usaba energía gravitica, es decir, plantas energéticas encargadas de crear, o extraer la energía usando para ello la propia gravedad planetaria, como podréis imaginar, Nehros VIII tenía de esta toda la que quería y más. El planeta contaba con un escudo planetario generado por dos emisores, uno en cada hemisferio y un tercero de refuerzo en construcción en su ecuador, cada emisor contaba y contaría al estar acabado, con su propia planta de energía dedicada en exclusividad. También contaba con tres enormes centros de baterías Planetarias, con lo que eran capaces de cubrir todo el campo externo al escudo con ellas, cada uno al igual que los emisores de escudo, tenían sus propias centrales energéticas para uso exclusivo.

Pero no todo era eso solamente, debido al sistema de enlaces energéticos internos del planeta, en este caso, el habitual sistema de ataque por colapso de escudo aquí no serviría de nada. Este consiste en enviar grandes rocas de modo constante y a velocidades diferentes contra los escudos, de forma que los impactos contra estos creen sobrecargas energéticas en sus fuentes, reduciendo con ello su poder. En Nehros VIII en realidad y gracias al sistema interno que tenían, los escudos en caso de necesidad era como si contasen con tres centrales por emisor y la baterías con dos por Centro, por lo que aun afectando a sus centros exclusivos, la reducción momentánea creada en estos, se vería compensada con energía procedente de las centrales repartidas por todo el planeta y que surtían a la población del mismo. Era como un sistema redundante pero a lo bestia, algo que difícilmente sería posible o soportable económicamente en otro sitio que no fuese Nehros VIII o el mismísimo Planeta Capital de la Confederación Imperial.

Tanto Gzak como Mao eran plenamente consciente de que la presencia en Nehros VIII de dos Cruceros Pesados, cuatro cruceros Ligeros, seis Destructores y dos Corbetas, iba a llamar la atención muchísimo en todo el sistema. Tampoco serviría la excusa de una avería en una de las naves y su reparación en “poco tiempo”, ya que Nehros II tenía astilleros orbitales civiles, pero que dado el estado de guerra, estaban obligados a hacer hueco en ellos a cualquier nave dañada de la Flota. Tres días después entraron en la órbita del planeta, ambos generales dieron ordenes de rastreo a sus equipos sobre los satélites de comunicaciones del planeta, el objetivo, localizar la posición exacta de “Agujero Negro”.

No llevaban ni diez minutos en órbita cuando recibieron la llamada del representante del gobierno planetario para tratar con el gobierno Confederal…

-      Hola, buenos días, bienvenidos a Nehros VIII, ¿podemos ayudar en algo a la Flota? –su cara reflejaba una sonrisa perfectamente ensayada.

-      Soy el General Gzak, le agradecemos su bienvenida, estén tranquilos, solo estamos haciendo un poco de tiempo… gracias… -sonrió también con una sonrisa tan ensayada como la de su interlocutor o más.

-      Perdón… ha dicho… General, no Almirante, ¿verdad?

-      Eso es, he dicho General, pertenezco a Inteligencia Interna de la Confederación Imperial, y con eso ya es suficiente. No se preocupe, si necesitásemos algo se lo haríamos saber… corto.

-      Jajajajajajajaja –el General Mao estallo en carcajadas-, le has tenido que dejar jodidamente preocupado, no quiero ni saber, la cantidad de gente ahí abajo que tiene que estar repasando sus últimos movimientos por si ha cometido algún delito, o algo que le haya delatado si lo ha hecho…

-      Si, por eso lo he hecho, mientras se preocupan por sí mismos, nos dejan en paz a nosotros…

-      Bien, ya di órdenes de intervenir todos los satélites del planeta y repasar su tráfico para identificar la fuente que nos interesa.

-      No creo que tardemos mucho, según la información que tenemos en estos momentos está en plena simulación en uno de los programas que lanzamos en las academias como señuelo –dijo el general Gzak.

-      No me digas nada, seguro que va ganando, ¿a qué si?

-      Pues no, no gana… -Gzak sonrió irónico-, lo que hace es arrasar a todo el que se le cruza por delante…

-      General, lo tenemos –informó el responsable del equipo de rastreo electrónico de los satélites-, en una de las grandes cordilleras del planeta, le paso la posición.

Ambos generales estuvieron estudiando la zona, era muy sencillo saber dónde estaba, ya que era la única construcción en más de doscientos  kilómetros a la redonda. Tenían que detenerlo y llevarlo con rapidez al Crucero en el que se encontraban, pero eso, tratándose de un habitante de Nehros VIII era más fácil de decir que de hacer, especialmente cuando como en este caso, no se podía dañar ni uno solo de sus cabellos dado de quien se trataba en realidad… Los dos se miraron y solo asintieron ambos, luego el general Mao dio la orden de despliegue, de los casi trescientos marines de la Flota que habían embarcado en la flotilla, cerca de doscientos fueron empleados en la captura, debían de usar armadura completa y mochilas repulsoras, el resto de ellos se debían de establecer en la órbita como posibles refuerzos, solo por si acaso… La orden fue clara y explícita, capturar a todo el que estuviese en la construcción, hacerlo con vida y sin que sufriese el menor daño… o alguien se tendría que arrepentir durante el resto de su vida.

Tan solo dos horas después, las lanzaderas regresaban a la flotilla dando por concluida con éxito su misión. Ambos generales estaban en la dársena cuando las dos lanzaderas del Crucero Pesado aterrizaron, de la primera de ellas vieron salir a un joven que aparentaba unos dieciocho o diecinueve años de edad, aunque en realidad, ambos sabían que tenía algunos más. Algo que les sorprendió fue constatar que se movía perfectamente en esta gravedad, para él, reducida, ya que pasaba de los 16.2 de su mundo al 1 estándar de la flota en muy poco tiempo. Sus movimientos podían recordar a ambos generales a los de algunos depredadores, parecía haberse adaptado perfectamente sin necesidad de una transición…, ambos se adelantaron para saludarle, siendo Gzak el que habló…

-      Bienvenido al Crucero Pesado “Amanecer”.

-      Bueno, lo cierto es que no me han dejado muchas opciones que digamos, más de cien Marines de la Flota invitándote cordialmente no es algo que te llame a rechazarlo… ¿no?

-      No, evidentemente, lo lamentamos, pero preferimos evitar problemas al mandar algo tan… desorbitado para invitarle…

-      Entiendo, ¿y que querían de mí?

-      Algunas explicaciones, no se preocupe por su “batalla”, podrá continuarla desde aquí… -sonrió Gzak.

-      Así que por fin me pillaron, han tardado un poquito –se rió-. Bien, que va a ser, ¿cárcel o trabajar para ustedes?

-      Antes de nada, hablemos…

El “invitado” fue llevado a una de las salas de interrogación de clase cuatro de que disponía el Crucero y que había sido habilitada antes de partir como de “clase 5”, la máxima posible. Una vez en ella estuvieron charlando. Cuando le preguntaron por el código que usaba, este dijo que se lo había dado su madre antes de morir, tanto esta como el hombre que les ayudaban le dijeron que le abriría muchas puertas. Con los datos que facilito no les resulto nada difícil encontrar los certificados de matrimonio de sus padres, esto más un análisis genético confirmaba que era descendiente directo del Príncipe Jhored, cuyo mismo nombre llevaba. A los cinco minutos de estar hablando con él, el general Gzak hizo la señal para que la flota se dirigiese a toda velocidad a la Capital Imperial, en el sistema estelar Cero.

Al hombre que describió y que reconoció cuando le presentaron varias imágenes de él, fue en su día el instructor y profesor de su padre, también por lo visto del hijo. Ambos generales estaban preocupados tras estas averiguaciones… ese joven, si había aprovechado bien las lecciones de su profesor, y todo parecía indicar que desde luego, lo había hecho al máximo, podía ser todo un peligro y un serio problema para la Confederación Imperial o por el contrario, buena parte de su salvación. Tras lo de Kaliope habían tenido sus sospechas sobre “Agujero Negro”, ese tipo de recopilación y conclusiones no eran propias de una autodidacta, sino de una mente muy bien entrenada… cosa que ahora, confirmaban al 100%.

El general Mao decidió intervenir en la charla y ser más directo que su compañero…

-      Dime Jhored, ¿sabes quién eres en realidad?

-      Soy hijo de mis padres, única y exclusivamente eso –respondió cruzándose de brazos.

-      No, en realidad, tú eres… -el joven le interrumpió.

-      Mi padre es quien era “eso”…, pero fue despojado de sus derechos según me dijo mi madre, por lo que yo no soy absolutamente nadie de importancia, más allá de lo que pueda ayudar para ganar esta guerra con mis conocimientos.

-      Te guste o no, ahora mismo eres el heredero del trono Imperial –soltó Gzak a bocajarro.

-      No, yo no… -Mao le interrumpió.

-      Si, el emperador te ha rehabilitado, de momento de forma confidencial, pero a efectos legales, si algo le ocurriese ahora mismo, tú ocuparías el trono.

-      No lo quiero, para vosotros –respondió sorpresivamente crispando un tanto el rostro, aunque arrancó una sonrisa de alivio en Gzak.

-      ¿Cómo dices? –preguntó Mao.

-      Lo que escucharon, que no lo quiero, solo quiero ayudar, cuando esta guerra termine, espero que me dejen en paz en mis montañas y no volver a saber nada de nadie.

-      Lo siento Jhored, pero esto no funciona así, la Confederación necesita estabilidad, más aun con esta guerra, y para eso, se necesita un heredero al trono, es decir, tú –dijo Gzak.

-      Te guste o no, eres quien eres, y debes de hacerte cargo de tus responsabilidades  –apuntilló Mao.

-      ¿Por qué?, saben que soy peligroso en esa posición, podría decidir que quiero el poder para mí solo… No siento especial cariño por mi tío, como ustedes comprenderán…

-      El hombre que te enseño, él es quien nos preocupaba, no tú…

-      ¿Saichi?... –pareció sorprendido.

-      Si, fue el profesor e instructor de tu padre, era el mejor que ha existido. Nos preocupaba que es lo que habría hecho contigo, no creo que nunca perdonase al Emperador por alejar a su hermano, podría haberte “malcriado”… y ahora mismo sé que no ha sido así…

-      Lo que tú digas, pero no pienso aceptar…

-      Lo harás Jhored… -dijo riéndose Gzak-, sabes que es tu responsabilidad, Saichi te ha preparado para no escapar u ocultarte de ellas, y lo sabes, tú mismo rechazas esas palabras inconscientemente, no puedes evitarlo por tu educación, como tampoco pudo tu padre, dejando tras de sí tanto el modo de encontrarte si era necesario, como preocupándose de que se te educase para ser quien eres.

-      Eso dices tú…

-      ¿Tú crees? –tomó un intercomunicador y se puso en contacto con el control de interrogatorios-. Teniente, ¿que indican los instrumentos sobre su “negación” a asumir sus responsabilidades? –espero sonriente.

-      Nada señor, de hecho, no hemos podido registrar actividad anómala ninguna a nada de lo que han estado hablando…

-      Eso es imposible, tienen que haberlo graduado mal… -se alteró.

-      No señor, para nada, si tuviese que dar una opinión, diría que ese joven ha recibido algún tipo de entrenamiento específico para afrontar estas salas… aunque no tengo ni idea de que. De otro modo esto no se explica, no es natural…

-      Gracias Teniente…

-      Qué, ¿ha logrado averiguar mucho? –pregunto irónico.

-      Nada, veo que Saichi te enseño bien y sobre muchísimas cosas… -quedo pensativo, entonces el general Mao sonrió de forma extraña-, dime, ¿qué rango eres de Pikhup-thall?

-      Vaya, esto sí que no me lo esperaba… -Jhored entrecerró los ojos-, supongo que usted es usuario de él.

-      Sí, soy primer nivel de maestría de Pikhup-thall, por eso le pregunto, porque eso si explicaría su “habilidad” para eludir estos instrumentos.

-      Entiendo… bien, estoy en el noveno nivel de maestría…

-      Eso quiere decir que tu maestro es Tao Tky –jadeó sorprendido.

-      Si, él es mi maestro, ha pasado con nosotros largas temporadas…

-      Pero como…

-      Una parte de mi casa tiene generadores antigraviticos, varias de las habitaciones pueden estar con 1g de gravedad, así se me entrenó, mi padre y Saichi, mi tutor, eran muy amigos del Maestro Tky.

-      Supongo que cuando él estaba te moverías por sus dependencias y entrenarías también en ellas bajo gravedad estandar, ¿me equivoco?

-      Para nada, tal y como sospecha –sonrió- por eso me muevo también en esta gravedad, estoy acostumbrado a ella y a ir “lastrado” cuando me muevo por aquí –hizo mover sus chaqueta, demostrando el enorme peso que debía de tener.

-      Entiendo, te hemos preparado una cámara para que puedas descansar en ella bajo tu propia gravedad, siento si no es muy cómoda, pero era lo que teníamos a mano en tan poco tiempo.

-      Gracias, será suficiente… ¿Cuánto queda para llegar al Sistema Estelar Cero?

-      Veo que te diste cuenta –sonrió Gzak.

-      No, no sé cuándo nos pusimos en marcha, pero en vista de nuestra charla, era lo más lógico… llevarme a la Capital.

-      En pocos días, no será muy largo, tranquilo, vamos a ir a toda velocidad por el interespacio casi todo el camino…

Su alteza se introdujo en uno de los módulos, donde estuvo descansando bastante tiempo, luego se entretuvo en pasear por la nave… Para ambos generales fue no ninguna sorpresa verle hacerlo, claro que tampoco lo fue cuando les dijo el motivo y que ya podían ver cómo conseguirle ropa como la suya. Tal y como ya habían supuesto tras su charla, su ropa, aparentemente normal, en realidad no estaba tejida, se podía decir que parte de ella más bien estaba “construida” de un material de polímeros de alta densidad, o lo que es lo mismo, una especie de blindaje muy pesado, quizá de unos 1400 kilos en total. También vieron un pequeño repulsor que sería lo que le ayudo hasta abandonar la Gravedad de su mundo con su peso Extra. Empezaban a explicarse muchas cosas “extrañas” sobre el Príncipe…

Ese peso de su ropa sumado al suyo, hacía que aunque por ejemplo no para su corazón, sin embargo para sus músculos, todo siguiese como en Nehros VIII, por lo que sus movimientos más o menos, eran casi idénticos a como hubiesen sido bajo su gravedad normal. Lo que les indicaba al llevarla puesta junto con el pequeño repulsor, es que muy probablemente, el joven les había estado esperando y ya estaba preparado de antemano para este viaje… Por lo tanto, sus “errores” no habían sido tales en realidad, muy posiblemente él mismo les había facilitado su captura…

Ambos Generales se daban perfecta cuenta de la enorme peligrosidad de ese joven dada su inteligencia y preparación… lo que les ponía sumamente nerviosos…

CONTINUARA

Confederación Imperial Galáctica

Libro 3

El Heredero - 3

Fecha estelar - 5310

Sistema Estelar Cero

Capital de la Confederación Imperial

Recinto del Palacio Imperial

Zona de Máxima Seguridad

La situación bajo el punto de vista de Gzak y Mao era muy seria, en el Crucero Pesado “Amanecer”, aparte de una cámara portátil de Gravedad, también habían incorporado a la tripulación un completo equipo y equipación medica. Jhored, el célebre “Agujero Negro” y sorprendente heredero al trono, había sido investigado con toda minuciosidad por el completísimo equipo que llevaba la nave, y los resultados, eran como mínimo… incómodos. De hecho resultaban muy, muy incómodos y preocupantes.

El joven era un Nehros VIII, lo que ya de por si lo convertía en un auténtico portento físico comparado con cualquier otro humano o humanoide, pero lo que más les preocupó fue el resultado de las pruebas para valorar su CI, o coeficiente intelectual, al extremo de situarle bajo fuerte guardia armada hasta poder hablar con el Emperador sobre ello. Esto del CI era mucho más completo y complejo de lo que las antiguas siglas indicaban, valoraban inteligencia, perspicacia, concentración, coordinación, intuición, autocontrol, capacidad sináptica y un montón más de valores un tanto abstractos. Un humano normal estaría por 100 a 130 puntos, uno excepcionalmente hábil en algún aspecto en unos 140 a 170 y un genio o superdotado, podría muy bien rozar incluso los 170 o 200… si llegaba aún más cerca que eso del límite máximo medible de 235 esa persona seria él no va más y digno del más profundo estudio posible… Pues bien, el joven Jhored, había dado una puntuación fuera de toda escala… La valoración a ojo del grupo de especialistas, ya que no había medición para ello, la situarían sobre los 260 puntos… y eso era algo realmente inconcebible, máximo cuando por lo que parecía, no tendía a destacar en ningún aspecto concreto de su CI, lo que resultaba aún más increíble si cabía...

Cuando la flota llego a su destino en el sistema Estelar Cero, de inmediato el joven fue requerido a presencia del Emperador. Sin embargo, tanto Mao como Gzak decidieron desobedecer esa orden y emplear la prioridad que les asignase el emperador para poder verle antes que el joven Jhored. Aunque a este no le hizo gracia, se avino a recibir en privado a ambos generales antes de ver a su recién recuperado sobrino. Junto al emperador se encontraban con la vez anterior el jefe de los servicios de inteligencia y el jefe del alto estado mayor, sin embargo, en esta ocasión ambos generales se mantuvieron firmes en su decisión de hablar con el emperador a solas, lo que les granjeo miradas nada halagüeñas por parte de ambos altos mandos. Una vez a solas…

-      ¿Y bien, que ocurre que es tan grave?

-      Como su majestad sabe, llevamos con nosotros un importante despliegue médico para verificar la buena salud de su sobrino, así como para asegurarnos que no sufriese daños al salir de Nehros VIII.

-      Eso lo sé, pero no veo… sigan… -conmino.

-      Físicamente su sobrino es un portento, como cualquier Nehros, pero mentalmente… el problema es su CI majestad…

-       Pero él es “Agujero Negro!, no puede ser tan baja como para representar un problema haciendo todas esas cosas que hacía en los juegos de simulación, que pasa, ¿ronda los 150? ¿quizá los 170 o 180?... ¿No me irán a decir que pese a todo lo que ha hecho está por debajo de los 120 o tiene algún problema de “sociabilidad”, verdad? –preguntó preocupado, Gzak se dio cuenta de que el Emperador posiblemente estaba pensando en quizá algún tipo de autismo.

-      Al contrario majestad, el problema es que no ha sido posible medirla, los expertos han calculado a ojo sobre los 260 puntos…

-      ¡¡¡Cómo!!! –salto el emperador, poniéndose incluso de pie por la sorpresa.

-      Lo que escucha majestad, está fuera de toda escala, esa puntuación es solo orientativa… el máximo medible es de 235 y lo superó con creces… calculan 260 siendo conservadores…

-      Bien, ¿algo más? –pregunto serenándose.

-      Creemos que no le descubrimos nosotros majestad, que fue el mismo quien dejo las pistas necesarias para que diésemos con él, incluso cuando le “invitamos a venir” ya estaba preparado de antemano para el viaje, ni se inmuto…

-      Sigan…

-      Majestad –intervino el general Mao-, si el joven Jhored fuese leal al trono y a su excelencia, sería algo sin duda definitivo para la Confederación Imperial, pero si por el contrario…

-      Decidiese hacerse con el trono por la fuerza… -continuo el emperador-, podría ser un auténtico problema, ¿no es eso?

-      Eso mismo majestad…

-      Pero da la casualidad que yo no quiero el trono para nada… -dijo Jhored apareciendo de repente por una puerta lateral, sorprendiendo a los tres hombres-. Buenos días Tío, te veo muy recuperado de tu enfermedad.

-      Gracias sobrino, sí, estoy completamente recuperado, aunque el dolor de la perdida va por dentro… junto con las ganas de venganza, por supuesto. Acércate, te esperaba… -le hizo un gesto con la mano.

-      Gracias por el recibimiento, pero supongo que ahora me dirás que un Emperador no puede permitirse esos sentimientos, ¿no?

-      ¡¡¡Ohhhh!!! No te equivoques Jhored, sí que se pueden tener y sí que te puedes permitir tenerlos, el Emperador en mi caso solo es un hombre, no una maquina sin corazón. Otra cosa es que no sea posible hacer luego algo al respecto… pero tenerlos…, ya lo creo que sí que se puede… de hecho, yo los tengo… y muy profundos e intensos, te lo garantizo…

-      Entiendo… pero como decía, querido tío, no debes temer de mí en ese aspecto, no quiero tú trono ni regalado…

-      Pues no deja de ser un problema, porque eres mi sucesor, tanto si te gusta como si no… de modo, que tú me dirás que hacemos ahora –se cruzó de brazos mirándole.

-      Pues ganar la guerra lo primero, luego puedes dedicarte a buscar, quien pueda hacerse cargo del trono –sonrió Jhored.

Su majestad sonrió mirándole, después mirando a los dos generales les pidió por favor y con voz suave que les dejasen a ambos a solas, pues tenían que tratar de algunos asuntos familiares que no era conveniente hacer delante de nadie. Sonriendo añadió que por aquello de los gritos, que las disputas domésticas, mejor en familia… Ambos generales muy nerviosos se retiraron con gestos de preocupación…

-      Y bien tío, ya estamos a solas, ¿qué es lo que tienes que decirme? –dijo tras salir ambos hombres.

-      ¿Qué te puedo ofrecer para que aceptes la herencia de tu padre y ser mi heredero? –pregunto el Emperador muy serio.

-      Sinceramente, nada, la mayor recompensa posible para mi seria el trono, y no lo quiero… -se encogió de hombros.

-      Dime una cosa, cuando estuviste en los archivos secretos usando tu código… no sé, ¿que viste?, dime algo importante para hacerme una idea…

-      Pues por ejemplo, sé que cuando murió tu familia, el golpe que diste, era una planificación original de mi padre para hacerse con el control real del Imperio, él sabía que de no hacerlo así terminaría pasando lo que luego sucedió. Aunque por cierto, te quedaste bastante corto con ello.

-      No, no me quede corto, yo estaba en contra de la idea de tu padre y procure desmontarla, de saberse podría haber sido un problema muy serio. Al final, por fortuna, no lo conseguí, y cuando paso lo de nuestra familia, tome lo que había disponible y me emplee con toda la dureza que pude, golpeando en todos los lugares que aún eran vulnerables al plan maestro de tu padre.

-      Bien, pero sigo diciendo que te quedaste muy corto, hubiese sido necesario desarrollar la casi práctica totalidad del plan, aunque te doy la razón, en ese momento no tenías ni la fuerza, ni la disponibilidad necesaria para ejecutarlo, y demorar las medidas solo hubiese servido para debilitar tanto la Confederación Imperial como para perder la guerra sin remedio.

-      Me alegra que estemos de acuerdo en casi todo, pero fíjate que yo creo que si tengo algo que ofrecerte a cambio de que aceptes tu… herencia…

-      Lo dudo, pero prueba… -dijo Jhored sonriendo irónicamente.

-      Hice que estudiasen tu genética, muchas de las pruebas que te hicieron en realidad fueron propuestas por mí, sabía que no aceptarías salvo que te pudiese ofrecer alguna cosa importante para ti personalmente, y estaba claro que por ambición no te podría atraer –sonreía-. ¿Pero qué te parecería, a cambio de aceptar ser mi sucesor, recibir un tratamiento que te librase de los problemas y restricciones de ser un Nehros VIII?. Esta aún en fase experimental, pero creo que podría interesarte probarlo…

-      ¿Es de verdad posible algo así? –preguntó muy serio Jhored.

-      En tu caso sí, tu padre era humano de los llamados “puros”, tu madre era de Nehros VIII, pero te trasmitió también una parte genética de un Thalant…

-      ¿Tengo sangre Thalant? –se sorprendió.

-      Si, supongo que conoces tu altísimo CI… -sonrió-, por tu cara veo que sí, eso la explicaría, ya que la CI de los humanoides Thalant debido a su mente acolmenada y semi comunicación telepática entre ellos es muy alta. Bien, tú no posees esas características, pero esa mezcla es la que te daría una oportunidad a parte de tu imponente CI.

-      ¿Qué tiene esto que ver?

-      Todo, veras, tu padre financio un proyecto de modificación genética, cuando se marchó dejo los medios para que este continuase, lo dejo todo listo para que aun en caso de cancelarse, este continuase con medios para continuar. No entendía la razón, pero al ver que era sobre los Nehros VIII, di por sentado que pretendía crear algún tipo de fuerza de choque especial con ellos o algo así, de modo que permití que continuase. Cuando me entere de tu mundo de procedencia, fue cuando por fin entendí completamente el verdadero interés de mi hermano por ese proyecto y el motivo que hacer todo lo posible porque jamás se viese suspendido…

-      ¿Y?

-      Pues que el tratamiento en tu caso concreto, tiene muy buenas perspectivas de funcionar… por encima del 75% al menos a medio plazo, en unos diez años tu genética alterada te permitiría moverte por gravedades normales igual que por la de Nehros.

-      ¿Y la parte mala?

-      Un 25% de que mueras, por eso sigue siendo experimental, la mortandad es altísima, y de un modo especialmente desagradable por lo que se, aunque no te entrare en esos detalles, no sirven de nada. Sin embargo en tu caso, aun siendo muy alto el riesgo, créeme que está muy por debajo del real para cualquier otra persona, para el resto y aunque se está tratando de reducir, es del 69% aproximadamente –dijo con voz contundente el Emperador.

-      Qué raro que quieras que corra un riesgo semejante… -dijo irónico Jhored.

-      No quiero que lo corras, pero siendo nativo de Nehros VIII tienes excesivas limitaciones… Además, estoy seguro que es algo que de saberlo ni te lo plantearías… por eso mismo te lo ofrezco… es un riesgo que tengo que asumir…

-      Así que eso es lo que me ofreces a cambio de aceptar tu herencia…

-      No, no me es necesario hacer eso para que aceptes ser mi heredero, de eso se encargaría tu propia educación y sé que lo sabes. El tratamiento te lo ofrezco libremente, pero independientemente de tu educación, también sé que eres consciente de que si lo aceptas y superas la prueba, para proteger tu propia vida y la de tu posible futura familia no tendrás otra opción que aceptar lo que yo quiero, que es el trono.

-      Sí, soy consciente de ello y en ambos casos, ¿pero entonces? –Jhored miró fijamente al emperador sin terminar de entender que quería.

-      He visto todo lo que has hecho, todo lo que podrías hacer con el poder adecuado, y como heredero mío lo tendrías, pero eres un peligro –levantó la mano antes de que Jhored pudiese hablar-. No, alto, no lo digo por eso, sé que no eres un riesgo para mí, pero si lo podrías ser para la Confederación Imperial si no te atase corto, por lo menos en estos primeros pasos.

-      No entiendo… -Jhored estaba perplejo.

-      Es muy simple, lo que quiero de ti es obediencia absoluta a mis órdenes, a cambio te concederé poder total, solo yo estaré por encima y solo yo podre revocar tus ordenes, pero lo que yo diga, lo aceptaras. En otras palabras, esta negociación entre los dos no trata de lo que yo te pueda ofrecer, sino lo que tú estés dispuesto a sacrificar…

-      Eres un Cabronazo, tío, uno de la peor especie, pero sabes que no puedo evitar verme tentado por lo que me ofreces, aunque eso de “ceder siempre”, no se… Así, por las buenas, hacer siempre caso… -El Emperador meneo la cabeza e interrumpió.

-      No, no me entiendes Jhored, no digo que no me las discutas, ni que no me intentes convencer, pero si quiero tu promesa o juramento en firme, que de si digo que no, tú lo aceptaras y obedecerás. Piénsatelo…

-      ¿Tengo otra opción?

-      ¿Realmente?, no, no la tienes, lo que te he puesto encima de la mesa es demasiado irresistible para ti, mi condición sabes que tampoco es descabellada y está bien cimentada… Conoces lo suficiente sobre mí como para saber que difícilmente te negare nada que traiga un beneficio plausible… Pero también eres consciente de que no permitiré según qué nivel de riesgos…, digamos que yo seré tú contrapunto.

-      Si, lo sé, he entendido las implicaciones de lo que quieres… pero en esto hay muchos detalles colaterales, por ejemplo también podría entrar el asunto de mí… pareja… -dijo Jhored quedando pensativo.

-      No te presionare con eso, te dejare que tú elijas…, pero dentro de unos límites, ya que tu pareja sufrirá una investigación más que profunda, y si la supera, aunque sea plebeya no me opondré –alzo de nuevo el brazo para impedir hablar a Jhored-. Sin embargo, ya te digo de antemano, que no vas a estar soltero de por vida, en un momento dado, y con el fin de salvaguardar el Trono si no has encontrado a nadie, quizá te veas abocado a un matrimonio o emparejamiento de estado con fin de asegurar tu descendencia, como prefieras llamarlo.

-      ¿Y cuánto tiempo “crees” que será ese de mi “libertad” de elección?

-      De momento se recogerá tu simiente para mantenerla en reserva por si sucede alguna desgracia antes de que puedas tener familia y dar una estabilidad total al Trono.

-      Vaya… bueno, lo entiendo, es algo totalmente lógico el desear ese tipo de salvaguarda en estas circunstancias, el tratamiento experimental que propones podría fallar… pero también funcionar…

-      Si el tratamiento genético funciona en ti, un efecto secundario en él es la prolongación de tu vida, incluso más allá de las actuales drogas anti muerte o de larga longevidad… Podrías tener quizá veinte años de “libertad” antes de que me empiece a preocupar, quizá más, pero te aconsejaría que no te durmieses en los laureles, porque el tiempo pasa… y al final me podría ver obligado a decretar un matrimonio para ti con la persona que considerase más adecuada… Recuerda también que tú vivirás mucho, pero yo no, y antes de morir, voy a querer ver que todo queda arreglado en ese sentido…

-      Ya, lo veo lógico y totalmente comprensible, además, ese me parece un plazo más que aceptable para buscar una pareja o al menos empezar alguna relación seria…

-      Me alegro que también lo veas así… siéntate y tomate el tiempo que necesites para decidir, no hay prisa… -se recostó mientras observaba a su sobrino perderse en sus pensamientos.

Media hora después Jhored aceptaba la propuesta de su tío. Este llamo a los dos generales, a los jefes del estado mayor y de inteligencia comunicando que su Alteza Imperial, El Príncipe Jhored, era el nuevo Heredero del Trono Imperial. Oficialmente el Emperador le concedió a su sobrino tres meses para ponerse al día de todo lo relativo a la Confederación Imperial y la guerra en curso, en realidad, ese tiempo era para someterse al tratamiento, recuperarse y también, ciertamente, para hacer lo que la propia excusa indicaba. El Emperador le había solicitado una apreciación personal suya sobre la situación, al ser el heredero podría acceder a todo lo que quisiese sin restricciones o necesidad de ocultarse para ello, por lo que deseaba que se pusiese al día. A la semana el príncipe le pidió a su tío permiso para poder usar a su discreción a los generales Gzak y Mao con sus respectivos equipos para que le “apoyasen”… algo que este le concedió de inmediato.

Cuatro meses después, y tras haber superado el tratamiento con notable éxito, su Alteza Imperial el Príncipe Heredero, estuvo en condiciones de presentar ante su tío el Emperador, las conclusiones del estudio que este le pidió que hiciese. Cuando se presentó ante él, se encontró allí con varios de sus principales colaboradores, incluidos el jefe del Alto Estado Mayo y el Jefe de los Servicios de Inteligencia. Al ver allí a toda esa gente, Jhored pensó que serían bastante escépticos con él, pero también sabia, que el hecho de que hubiesen sido informados discretamente de quien fue realmente el que hizo posible la Gran Victoria de Kaliope le concedía cuanto menos, el beneficio de la duda. El Emperador fue el que tomo la palabra…

-      Y bien, ¿por dónde prefieres empezar? .preguntó el Emperador, pese a que él ya había echado un vistazo a lo que traía su sobrino.

-      Por donde tú quieras Tío…

-      Creo que deberías de empezar por tu análisis sobre el resultado final de la Guerra…

-      Decidnos alteza, ¿la ganaremos? –preguntó en tono socarrón el Jefe del Estado Mayor de la Flota.

-      Sí, es indudable que la ganaremos, tras su derrota en Kaliope y la pérdida de esas 23 Naves Auxiliares de Flota, no tienen opciones reales de victoria sobre nosotros… cuanto menos, hasta que las sustituyan, lo que les llevara demasiado tiempo.

-      Bueno, veo que sus análisis son muy similares a los nuestros… -replico sonriente el mismo almirante de antes.

-      ¿Usted cree Almirante…? -dijo en tono sosegado.

Jhored empezó a desgranar sus estimaciones basadas en los informes de inteligencia y las informaciones aportadas por las más diversas fuentes de la Flota, así como de los interrogatorios de los pocos Razors capturados durante las confrontaciones con sus naves… y estas desde luego no le agradaron a nadie. Estimaban la victoria sobre los Razors, pero con una pérdida territorial oscilante entre un 5% y un 17.6% del total de la Confederación Imperial, entre ellos, sistemas de los más ricos que poseían y con importantísimas instalaciones vitales para la defensa.

Todo el mundo se quedó perplejo, especialmente porque su Alteza no permitió que nadie hablase o preguntase mientras él iba desgranando paso a paso sus conclusiones, así como los métodos e informaciones a través de los cuales había llegado a ellas… También obtuvo su dosis de “confianza” en lo que había hecho, porque ante todos ellos, inteligencia le descubrió como la persona que durante estos años se había mostrado en los ejercicios de simulaciones como invencible. A la media hora, vio que todo el mundo parecía estar ejecutando simulaciones en sus consolas portátiles con la información que él iba proporcionándoles. Cuando terminó, el primero en romper el hielo que parecía haberse instalado en la sala, fue el Jefe de los Servicios Secretos…

-      Mis disculpas por mi… digamos que escepticismo inicial sobre usted Alteza, su… análisis es impecable, aunque creo que peca de optimista… desgraciadamente… La pérdida territorial es más que probable que oscilase realmente entre el 8% y el 19.8% -dijo con voz lúgubre.

-      Coincido con él Majestad –reafirmo el Jefe del Alto Estado Mayor con el mismo tono de voz mientras miraba al Príncipe con respeto, mientras varios otros asentían.

-      ¿Soluciones? ¿Señores? ¿Jhored?

-      Si su Alteza tiene algo en mente, que por favor lo exponga, nosotros ahora mismo tendríamos que estudiarlo… -dijo el Jefe de Inteligencia, luego con voz cargada de enojo contra sí mismo-, también le prometo averiguar cómo se nos han podido pasar a todos tantos de estos datos que nos acaba de facilitar, no tenemos excusa, éramos nosotros quienes deberíamos de haberlo visto.

-      Si, la verdad es que sí que lo tengo, si… -respondió, pasando por alto las implicaciones de lo dicho por el Responsable de Inteligencia-. Sería algo a largo plazo, obtendríamos la victoria con una ganancia territorial que su supondría entre un 13% y 31% de nuestra actual extensión –vio como todo el mundo se medió incorporo de golpe en sus asientos por la sorpresa-, aunque tendríamos aun muchísimo trabajo por delante… y por supuesto no podría salir de esta sala, bajo pena de muerte... –termino con voz decidida.

-      Les pasare una simulación de inmediato para que la puedan ver, aunque vamos a necesitar de un pequeño detalle sin importancia para conseguirlo. Hay que lograr que los Corix entren en la guerra… -dije para estupefacción de todo el mundo.

-      Eso es imposible –replico al instante el jefe de Inteligencia-. Los Corix son “oficialmente Neutrales”, aunque todos sabemos que están apoyando subrepticiamente a los Razors, nunca conseguiríamos que entrasen en la guerra a nuestro favor, imposible del todo… -meneo la cabeza acompañado en el gesto de varios más de los presentes.

-      Sí, eso ya lo sé, pero yo no he dicho que quiera que entren en nuestro favor, solo he dicho que necesitamos en entren, y para ser más precisos, es necesario que lo hagan en apoyo de los Razors –fue como si cayese una bomba.

-      Explícate –intervino el Emperador.

-      Las torpederas Razors entran en nuestro territorio usando la Frontera Corix, sus astilleros reparan sus naves en una situación de completa tranquilidad, les están financiando en gran parte esta guerra, de no ser por ellos ya estarían prácticamente en la quiebra económica total. Lo Corix llevan más de veinte años reforzando sus demás fronteras, sus vecinos o bien tienen gobiernos afines, o auténticos títeres impuestos por el poder de su Flota, prácticamente se podría decir que sus dos puntos débiles somos los Razors y nosotros. Su forma de actuar no es directamente, prefieren madurar la situación tarden lo que tarden, incluso décadas, cuando están listos y consideran que todo está a su favor… ¡¡actúan!!.

-      No estará insinuando que se preparan para una guerra contra nosotros, ¿verdad?

-      No, ni mucho menos, aún no, como digo no es su forma de actuar, procuraran que quedemos agotados, luego provocaran rebeliones y el surgir de nuevos pequeños estados en nuestra frontera con ellos y con los Razors, nuestras fuerzas no podrán hacer frente a tantos puntos a la vez, de ahí nuestras pérdidas territoriales y las que muy posiblemente sufran también lo propios Razors, de este modo se aseguran de tener a otros entre medias. Bastantes de estos sistemas a lo largo de nuestro 5º cuadrante luego serán absorbidos por ellos empleando el poder de su flota, la única intacta y en esos momentos la más poderosa en todo el sector –dijo su alteza señalando varios puntos en un mapa holográfico tridimensional.

-      Sigue –apremio el Emperador.

-      Si logramos que entren, y se exactamente cómo hacerlo, esto es lo que quiero conseguir en un plazo medio de tiempo ganando esta guerra… -paso la información a las terminales de los demás.

-      No será sencillo, aunque es factible, esto es algo enorme, pero si, desde luego que podría ser posible hacerlo así. Sería una victoria gigantesca, y si saliese bien dejaría nuestra flota prácticamente intacta… pero los preparativos… no se… el plazo de tiempo… es muy largo, me preocupa la seguridad -opino el Jefe del Alto Estado Mayor.

-      Si se compartimentan bien los distintos proyectos requeridos se puede hacer, es posible mantener el nivel de seguridad que se requiere…  aunque no niego que será difícil y que necesitaremos algo más, necesitaremos crearles distracciones… tendremos que ver como desviar sus servicios de inteligencia de todo esto -indicó el Jefe de Inteligencia mientras se mesaba la barba.

-      Y ya veo lo que pretendes conseguir con estas absorciones –replicó el Emperador-. Al conseguir el territorio Corix que da al Espacio InterGalaxias, de paso proteges el Flanco de nuestro 6º Sector y su frontera con la zona Inexplorada del brazo de nuestra Galaxia. Pero ese territorio pese a su extensión nominal, está casi deshabitado, su población es mínima… es una ganancia ciertamente pírrica más allá de su posible importancia estratégica… serán mayores los gastos que los beneficios a obtener.

-      Pero eso también permitirá que no hagan falta grandes masas de tropas para el control de las poblaciones y esos planetas difícilmente se rebelarían pues sus poblaciones además son muy heterogéneas. En esos sistemas se puede construir la infraestructura necesaria para un nuevo Distrito Militar junto con sus defensas empleando para ello el montante económico que habría que haber empleado en una ocupación de esa extensión si hubiese estado fuertemente habitada. También hay que contar con el desarrollo posterior del comercio con sus rutas según la planificación que les he enseñado y la sobre dimensión en esos instantes de nuestra flota debido a la guerra, las principales inversiones, ya estarán hechas…

-      No te niego el valor Estratégico, y que eso que dices tiene sentido, pero la verdad… no sé hasta qué punto es realmente beneficioso para nosotros –replico el Emperador.

-      Su valor estratégico es muy impórtate y es evidente, pero aún lo es más el económico, aunque a simple vista no lo parezca. En esos sistemas hay algunos planetas con importantísimas reservas de ciertos materiales primordiales… por ejemplo Kripmium, y eso por poner el más obvio. Según los datos obtenidos por inteligencia, sus reservas en esa zona son muy concentradas, de la mejor calidad, las estimamos en el equivalente a más del 600% de nuestra actual disponibilidad… aunque obviamente habría que regular muy seriamente su explotación para evitar saturaciones en el mercado.

-      Pero eso nos lo garantizaría casi durante bastante más de trescientos años… y eso como mínimo… –dijo atónito el responsable de Recursos del Alto Estado Mayor-, esa información, como ha podido…

-      ¿Acceder a ella? Estaba ahí, entre toda la información que teníamos conseguida por inteligencia, repartida en migajas a lo largo de miles de informes, solo que en medio de una guerra, nadie ha estado buscando eso. Yo lo encontré cuando era “Agujero Negro” al hacer un barrido general en busca de posibles motivos económicos Corix  o como conseguir el trato económicamente más beneficioso para nosotros tras nuestra “victoria”... y encontré todo esto. Créame que esos sistemas son una autentica mina de Oro en bruto, tienen prácticamente todos los minerales considerados por nosotros como “de altísimo interés estratégico” en cantidades muchísimo más que notables.

-      Creíamos que la guerra había sido provocada por ellos, que estaban manejando a los Razors en la sombra, pero no veíamos motivo ninguno… -repuso pensativo el jefe del Estado Mayor de la Flota-.

-      El motivo es tanto proteger esos recursos alejándonos de sus fronteras, como el obtener sistemas nuestros del 5º Cuadrante que les den acceso a los territorios inexplorados del brazo de la galaxia sin necesidad de correr riesgos usando el espacio InterGalaxia para explorarlo. Usando a los Razors, además debilitan también a estos e interponen también con ellos varios estados satélites que les hagan de amortiguador.

La reunión y exposición de su Alteza sobre las virtudes de los Corix y los Razors a un duro unas pocas horas más, pero cuando termino, el plan maestro de su alteza imperial había sido aprobado, aunque sujeto a modificaciones según fuese desarrollándose la situación, puesto que era un plan a medio e incluso a largo plazo en algunos de sus puntos… Según dijo su Alteza, en este plan, emplearían el eficaz sistema Corix de actuar… y conseguirían que se les indigestase…

El Emperador se quedó pensativo mirando a su sobrino, sin intervenir, observando mientras como todos los presentes aportaban sus opiniones. Empezaba a entenderle y comprenderle muy bien, por eso permanecía a la espera de quedarse solos los dos, ya que quería hablar con él sobre… “lo que no había contado allí de sus planes”.

CONTINUARA

Confederación Imperial Galáctica

Libro 3

El Heredero - 4

Fecha estelar - 5311

Sistema Estelar Cero

Capital de la Confederación Imperial

Recinto del Palacio Imperial

Zona privada del Emperador

Su alteza estaba sentado frente al Emperador en sus dependencias privadas en Palacio, concretamente en una antiquísima Biblioteca de Madera Natural, repleta de muebles acristalados con antiguos libros de papel. Ese era el sitio preferido por el Emperador para descansar y relajarse…

-      Bien, tu plan será puesto en marcha, ahora dime, ¿qué es exactamente lo que te has guardado en esa reunión?

-      Suponía que te habrías dado cuenta, ¿sabes que más es necesario para mantener en la inopia a nuestros enemigos?

-      Si, conseguir que sus servicios de inteligencia se centren en otro lado, y solo hay una cosa que pueda provocar eso con total seguridad… Tú o yo mismo fuera de este sistema y sus defensas.

-      Exactamente, y me propongo ser yo –Jhored levanto una mano para evitar ser interrumpido-, tranquilo que no he perdido la razón todavía. He visto los planes sobre mi protección para cuando tenga que viajar, es de locos, no puedo arrastras tras de mi más de cien naves como escolta, sería casi como ponerme una diana.

-      ¿Entonces qué propones?

-      Esto, mira y dime qué opinas –le paso al terminal del Emperador unos planos que este estudio con calma.

-      Sus especificaciones son ridículas, su lujo inapropiado del todo en esta situación, y su precio exorbitantemente caro, de su nombre viendo esto prefiero no opinar. Supongo que tendrás algo en mente para este diseño, porque si es tal y como esta, de verdad que estás loco si piensas que te permitiré esto.

-      Mira mi idea –envió el diseño especial modificado.

-      Uhmmmm… Nombre… lo mantienes, “Represor”… -el emperador se mantuvo en silencio mirando una y otra vez las características-, esto es otra cosa, por lo menos ahora el nombre le pega...

-      ¿Y bien?

-      Un monstruo con un tamaño entre el de un Crucero de Batalla y un Acorazado, al cual, ahora sí, ciertamente su nombre le hace verdadero honor, “Represor”, es algo que parece creado por el mismo infierno, su potencia real de destrucción es descomunal… al igual que lo sigue siendo su coste, por cierto que aunque no te lo creas, realmente me está empezando a asustar su coste. Según estas especificaciones podría hacer frente a cinco acorazados con éxito, aunque sufriendo importantes daños, claro… pero aun así dudo que fuesen capaces de destruirlo pese a la teórica superioridad… y estas especificaciones de energía…

-      Ni caso, pon tres Acorazados máximo, ni un loco intentaría hacer frente a cinco contrarios tan formidables si puede evitarlo… Ciertamente dada su potencia de fuego podría, pero sería de género estúpido siendo como es mucho más rápida incluso que un Crucero de Batalla aceptar semejante enfrentamiento. Esa será mi nave Insignia…

-      Supongo que pretendes que todo esto sea confidencial al más alto nivel, verdad… Ciertamente si con esta nave intentan tenderte una emboscada… que vayan rezando a sus dioses si lo hacen pensando en que de verdad es lo que tú pretendes que parezca.

-      Eso sabes que funcionara únicamente por un tiempo, antes o después, se terminara sabiendo que realmente es una nave de guerra y no un lujoso despilfarro… pero hasta ese momento, cumplirá perfectamente con su función. Además ya procurare que su potencia real sea ignorada tanto tiempo como sea posible.

-      Bien, ¿qué más?

-      Necesitare también tiempo para poder poner en marcha un programa de reclutamiento intensivo de agentes especiales que únicamente estén al servicio del Trono.

-      Sección nueve supongo, ¿no? –pregunto el Emperador haciendo referencia a la sección de inteligencia que “no existe”…

-      No, para nada… échale a esto un vistazo –mando la programación al terminal del emperador.

-      Y porque no mejor, me mandas todo lo que tengas con sus explicaciones correspondientes… así vamos a tardar una eternidad…

-      Me parece bien… dame un par de horas o tres y te lo pasare todo…

-      De acuerdo, aprovechare para leer un poco…

El príncipe Jhored empezó a trabajar en una especie de plantilla temporal con su programación para el desarrollo de sus planes en la guerra. Era consciente de que debía de procurar ser muy claro y usar un lenguaje comprensible para no cansar a su interlocutor con tecnicismos. Cuando termino, hizo un repaso general y luego se los mando a su Tío al terminal… Este nada más recibirlo tomo el terminal, lo encendió y se puso a leer detenidamente lo que su sobrino le había enviado. Le miro en más de una ocasión a medida que iba leyendo el plan al completo, y no como ante los altos mandos, que solo fue una versión un tanto edulcorada de la real. Cuando el Emperador termino con toda la planificación…

-      Te das cuenta de que esa es una planificación real a doce años, contando con que la guerra dure aproximadamente de ocho a diez de ellos, y contra Razors y Corix a la vez… es una auténtica locura.

-      No, no lo es, la planificación es perfecta, si seguimos los pasos no habrá problemas…

-      ¿Y si algo falla, entonces qué?

-      Como veras he calculado un margen real para el plan de entre ocho y diez años para llevar a cabo la victoria en la guerra. Todo lo que te he mostrado es perfectamente posible…

-      ¿Todo?... mira esto de la nueva organización… Servicio Imperial de Seguridad Interior, SISI… pero si suena a cachondeo… y cinco años para empezar a preparar los agentes…

-      Es imprescindible ese tiempo para preparar las instalaciones secretas de formación, asignar dos corbetas modificadas para su uso particular, pero sobre todo seleccionar a este primer grupo de agentes, tanto su personalidad como su genética por causa de las drogas especiales que les daremos para mejorar sus habilidades y prolongar su vida… Estarán basadas en la que yo tome y debidamente modificadas para alterar un gen especifico…

-      Esa es otra, un 40% de bajas incluso antes de entrenarles por causa de esa droga que quieres darles, y luego calculas que en el campo de instrucción habrá también sobre el 60% de bajas de los supervivientes de la primera sangría… es de locos… Y estas dos prisiones…

-      Tío, créeme que todo es necesario… Determinados delitos y prisioneros tendrán que ser encerrados en lugares especiales, por eso la creación de esas dos prisiones de Máxima seguridad, Hibernia e Infierno… Una en un planeta cuya temperatura media anual en superficie ronda los 134º bajo cero, y la otra en uno planeta abrasado por su estrella, su temperatura media en superficie supera los 126º sobre cero… y eso en su lado de sombra… un ser humano en su lado expuesto a la estrella se incineraría en segundos… El objetivo es que se piensen seriamente el hablar antes de ser enviados a cualquiera de ambos lugares, obviamente daría igual a cuál de ellos, salvo que por ejemplo se criase o sea nacido en un planeta desértico o Glacial, en ese caso iría automáticamente a la prisión contraria.

-      Eso lo entiendo, pero fíjate en el coste… es desorbitado… sin contar la dificultad, se tardaran casi cinco años y medio en construirlas –repuso el Emperador.

-      Lo sé, pero no importa, estarán terminadas para cuando los primeros Agentes del SISI estén listos para empezar su trabajo, que por cierto tendrá que ser algo espectacular y que resulte “inolvidable” para todo el mundo, no le tiene que quedar a nadie dudas de que cuando el SISI interviene, no existe la piedad para nadie… Cuando empiecen las posibles detenciones habrá lugares que les soltaran la boca… y si no hablan, morirán allí dentro en poco tiempo. Cuando sus características se conozcan, dudo que nadie aguante en cualquiera de ambas más de un año o dos, aflojaran la lengua… Pero si, todo es a medio plazo tío, nos es imposible hacerlo antes sin que los riesgos de ser descubiertos aumenten exponencialmente.

-      Lo se… y estas naves, Clase UEP… Su coste es casi tan exagerado como el de tu nave, aunque a una escala mucho menor, como escoltas no te servirán por mucho que… -silbó al llegar a características de las naves-. Entiendo, operaciones especiales de largo rango y profundidad, diseñadas para el territorio enemigo…

-      La primera de todas, la UEP Estrella Oscura debería de estar lista en tres años y medio, y tras un año de pruebas las siete restantes una vez solucionados los posibles problemas que surjan, deberían de estar preparadas para ser botadas un año después. Dentro de entre cinco y seis años esas ocho naves tendrían que estar listas para empezar con sus planes de operaciones…

Lo que más costo de convencer al Emperador fue de la reasignación del “sobrante” de Naves Auxiliares de la Flota. El Alto Mando de esta, se las había apañado para ocultar el verdadero número del que la Confederación Imperial disponía, en teoría se disponía de 35, cuando su número real era de 55. Esas veinte naves de más, tenía planeado reasignarlas a un punto oculto dentro del 4º Cuadrante Militar. Durante los próximos tres años íbamos a poner en marcha un vasto plan para la modernización de amplias zonas de los principales astilleros militares, sustituyendo partes obsoletas o muy antiguas por nuevas partes de ultimísima generación.

Lo cierto es que oficialmente estas partes serian destruidas y recicladas para su aprovechamiento en otros ámbitos, solo que en realidad serian reensambladas en el mismo lugar al que se destinarían esas veinte Naves Auxiliares, quedando de ese modo listos nuevos astilleros Militares de gran porte fuera de ojos indiscretos. Excepto cosas muy específicas, el 95% de cualquier nave podría ser fabricado por esas naves Auxiliares de la Flota, y su ensamblaje final llevado a cabo en los Astilleros Reconstruidos, una simbiosis perfecta.

Cierto que estos astilleros serían más lentos construyendo que si usásemos piezas de última generación o instalaciones adecuadas en vez de las Naves Auxiliares para fabricar las piezas, pero este era el modo más eficaz de ocultarlos a los servicios de inteligencia contrarios, ya que todo eso no existía, y no habría ningún desfase entre piezas producidas y usadas por nuestras industrias de construcción Naval… Que era el modo más simple de vigilar la construcción de nuevas instalaciones y naves, de hecho, era los mismos métodos que nosotros usábamos con ellos para saber que pondrían en el espacio contra nosotros, complejo, laborioso y tedioso, pero ciertamente muy eficaz a la hora de evitarse sorpresas importantes.

Esos Astilleros “inexistentes”, construirían una nueva Clase completa de naves llamadas Superacorazados, denominados como de Clase A, con el doble del tamaño de un acorazado normal, superando a este en vez y media su potencia de fuego y defensa, añadiendo en sus entrañas un escuadrón de Bombarderos Pesados estelares de la nueva clase “Sable” y uno de Cazas Interceptores de última generación de la nueva Clase Escorpión, ambas aún en fase de proyecto y pruebas por orden mía, recuperando un viejo proyecto que estaba siendo actualizado. En total entre ambas, cincuenta naves entre ambas clases para cada Superacorazado. Para cuando todo estuviese listo ocho años después, si los planes se desarrollaban de la forma prevista, estarían construidas 250 de estas nuevas unidades de Clase “A”, nunca antes vistas, armadas y completamente pertrechadas, junto con los 6.250 Bombarderos Pesados Sable y los 6.250 Cazas Escorpión que llevaran en sus entrañas.

Todo esto se construiría en el sistema Estelar “Traxkorp” en el 4º Cuadrante Militar, un sistema muy especial, ya que solo tiene un planeta, una roca inhabitable debido a que el sistema en si es un tupido campo de asteroides. En su interior existe la zona limpia creada por la Órbita del gigantesco planeta… Incluso la explotación minera de los asteroides era poco rentable y muy peligros debido precisamente a la densidad de su campo y la cantidad de pequeños choques entre ellos… aunque existían diversos caminos “limpios” para acceder al “terreno” despejado del Planeta.

Pensaba convertir todo ese sistema en una gigantesca trampa mortal para las flotas Corix y Razors, pero necesitaba tiempo para poder prepararlo, despacio, sin que se notase que tal cantidad de material estaba siendo desviado, por eso todo se estaba realizando a tan largo plazo. Era un riesgo, pero si salía bien, destruiríamos ambas flotas dejando la nuestra prácticamente intacta. Gran parte de todo esto iba a ser posible gracias al descalabro de la Flota Razors en Kaliope y su pérdida masiva de Naves Auxiliares, lo que les inhabilitaría durante bastantes meses para poder montar ofensivas a gran escala contra nosotros si no querían perder gran parte de su flota sin remedio.

Obviamente no era tan sencillo como lo estoy contando, requería de multitud de pequeñas operaciones perfectamente sincronizadas y orquestadas para que todo esto pudiese llevarse a cabo. El General Gzak y el General Mao con sus dos grupos de investigación especial, se estaban ocupando de rastrear de forma discreta y constante las posibles filtraciones de seguridad, a la vez que rastreaban posibles delitos de alta traición dentro de las fuerzas armadas y políticas de la Confederación, o más concretamente, a quien se estaba haciendo inmensamente rico a costa de sustraer importantísimas cantidades de dinero del esfuerzo de guerra. El SISI tendría un nombrecito ridículo, pero para su primer golpe, quería algo espectacular, algo que provocase el miedo automático antes su sola mención… bueno, también un apodo, algo fácilmente reconocible que dejase claro lo negativo que podía ser cruzarse en su camino… Tenía varias opciones en la mano, pero en este caso, di prioridad a la que decidió el propio Emperador, “La Guadaña”. Como el mismo lo definió, un apodo corto, fácil de recordar, conciso en su definición y claramente orientado a lo que ese cuerpo se va a dedicar a hacer en realidad… por muy divertidas que sean sus siglas.

La primera parte del plan sería el “Represor”, no os digo la que se armó cuando el estado mayor de la Flota se encontró con una de sus principales Dársenas de Construcción Avanzada de los Astilleros de Sharthart, en el 1º Cuadrante Militar, ocupado con la construcción de una enorme nave para mí. Las especificaciones a las que tuvieron acceso hablaban de una nave con un lujo desmedido, aunque dotada de excelentes sistemas de seguridad internos, lo de llevarse las manos a la cabeza en señal de la barbaridad que era aquello en tiempo de guerra, hubiese sido puro eufemismo… Los gritos se escuchaban desde el propio palacio Imperial, incluso acudieron a mi Tío para que parase semejante burrada y despilfarro…

Se iba a tardar un año completo en montarla, y tres o cuatro meses más en probar debidamente todos sus sistemas. Ese tiempo era el que yo disponía para hacerme con la tripulación para mi nave, empecé a repasar registros de la Flota, informes y ver hojas de servicio de personal… Para haceros una idea del coste real de la nave, solo deciros que con el fin de dilapidar dinero en el proyecto “oficial” que encubría la verdad, en mi camarote y salas anexas de “uso personal”, paredes y techo, iban recubiertos de finísimas láminas de metales preciosos recubriendo un carísimo blindaje molecular… Mesas, sillas, marcos de las puertas y los más insospechados sitios también estaban construidos con los más valiosos metales…

Lo cierto es que existía un Blindaje interno en el “Represor” que estaba justo bajo el habitual en una nave de guerra, este estaba compuesto por un polímero molecular experimental de Kripmium, que es el mismo con que se forran los blindajes de las unidades de Antimateria… Era de rápida y muy fácil reparación en caso de sufrir daños a la par que caro, aunque para que le pasase algo… bueno, tendría que soportar muchísimo castigo. Para que os hagáis una idea, únicamente el coste de forrar con ese material el “Represor” equivalía al de la construcción de ocho de los nuevos Superacorazados y dos Cruceros de Batalla completos, armados y listos para entrar en servicio con un alto sobrecoste por trabajo intensivo para una entrega anticipada en un tiempo que más que record, seria milagroso.

El Represor contaba además con dos fuentes de Energía de Antimateria, A y B, la fuente A alimentaba los sistemas de Armamento, soporte vital y elementos tácticos, mientras que el B proveía de energía a la nave, a sus poderosos escudos de nivel de Acorazado y sensibles sistemas sensores de nivel de una Corbeta de Exploración, y ambos sistemas operaban siempre a la vez… al 50%, claro que cualquiera de ambos podría alimentar en realidad cualquier sistema pese a su teórica división. Este sistema hice que lo adaptasen para el “Represor”, era una de las innovaciones más importantes de las UEP y me pareció increíblemente útil para una nave de las características de la mía.

Principalmente la incorporación de este sistema fue determinada por lo que quería de los escudos del “Represor”. Un disparo sobre un escudo provoca que este pierda densidad energética que tiene que ser reemplazada por el núcleo energético de la nave y a una nave en pleno combate a máximo rendimiento no es que la energía le sobre… En eso se tarda tiempo ya que hay que priorizar y redistribuir esa energía… En el caso del “Represor” no es necesario, únicamente hay que poner ambas fuentes al 100% de rendimiento y buscar un modo de gastar toda esa energía antes de que sus gigantescos acumuladores incorporados a su diseño se saturen y corran un serio riesgo de explotar… Sus sistemas de escudos defensivos gracias a todo esto son capaces de aguantar un 800% más de daños que cualquier otro de cualquier Acorazado existente.

Tiene muchas otras características técnicas clasificadas como de alto secreto y que no voy a rebelar aquí. El punto débil del “Represor” es su coste desproporcionado, si bien en una economía de Guerra como la actual de la Confederación Imperial soy el primero que reconoce que ese gasto es un disparate pues con ese mismo dinero se podrían construir muchísimas naves de Guerra que son muy necesarias, lo cierto es que en tiempos de paz esto era muchísimo peor. Su construcción en tiempos de paz sería inviable del todo, no habría forma de poder manejar tal cantidad de fondos para una sola nave, no digamos ya el tratar de ocultar sus verdaderas características…. Esta construcción sería un suicidio político completo y de un precio a pagar que sería completamente inasumible para el Trono. Una flotilla de estas naves haría quebrar hasta la economía más solvente… mi ventaja es que con mi planificación había cerrado múltiples programas inútiles para lo que queríamos hacer, y ese dinero estaba disponible en ese momento para construirlo, orden que me apresure a dar de inmediato, antes de que mi Tío cambiase de idea si le presentaban algún presupuesto real para construcción de naves de guerra con ese dinero.

Pese a lo que hice me costó lo mío el que mi Tío no cancelase la construcción del “Represor” cuando vio en comparativa el coste real de la nave con la de por ejemplo un Acorazado. En los seis primeros meses no pude moverme de la Capital Imperial, todo fueron actos oficiales, mi aceptación pública de la Herencia de mi padre, mi presentación en sociedad, mi presentación al gobierno, a las cámaras de representantes, a lo más selecto de la nobleza, mi trabajo conjunto con el Alto Estado Mayor, etc… Todo mi tiempo libre estuve dedicándolo a intentar buscar a la persona a quien encomendar el mando del “Represor”, el General Gzak me presento cinco posibles candidatos, y a mí me fue a gustar, precisamente el que menos le gustaba a él y al General Mao… Se trataba de un Almirante de dos Estrellas, la Almirante Tanya Smith, a la que tenían al mando de una pequeña base remota situada en una zona poco habitada del 10º Cuadrante… obviamente, para quitársela de encima y dejarla donde no molestase.

La Almirante Tanya de repente se vio trasladada a la Capital Imperial, en el 1º Distrito Militar, preguntándose qué le tendrían esta vez preparado… y si de algo estaba segura es de que con total seguridad no le iba a gustar. Cuando llegó a su destino y le fue notificado que tendría el inmenso honor de comandar el grupo de naves que trasladaría a su Alteza Imperial el Príncipe Heredero a una visita protocolaria a un mundo del 3º Cuadrante Militar… se acordó de todo lo acordable y por acordar. Saludo con profesionalidad, puso cara neutra y se marchó rumiando su desgracia, segura de que peor que hacer de niñera de un idiota encontrado en saber dios donde, sería difícil que encontrasen algo con que poder joderla más…

Para terminar de alegrarle la vida se encontró con que su “Alteza” había decidió el mismo la ruta y su “flota” se componía del Crucero de Batalla “Invencible”, su nave insignia, seis Cruceros Pesados y Cuatro Cruceros Ligeros… Iba a llevar a la segunda persona más importante de la Confederación Imperial con solo esas naves… estaba claro que alguien debía de estar mal de la cabeza, así que protesto, elevo quejas e hizo lo que pudo porque le asignasen más naves, lo que fuese, pero más naves… Cuando partían de la Base rumiaba su desesperación y sus ganas de matar al imbécil de su “Alteza”, había sido el mismo al final quien unilateralmente desestimo más escoltas “pues su ruta era perfecta y secreta”… Cuando Tanya le vio por primera vez le saludo con total frialdad y unos ojos que expresaban sus ganas de matarlo…

Intento hacerle entrar en razón, pero se siguió negando una vez tras otras, eso sí, con una sonrisita que Tanya hubiese dado lo que fuera por poder quitársela de un guantazo. El viaje se componía de seis saltos antes de llegar al destino… en el cuarto salto Tanya tuvo su primer susto, a los pocos minutos de saltar dentro del sistema y estar la flotilla empezando a prepararse para realizar el siguiente salto todas las alarmas de la nave comenzaron a sonar, los sensores empezaron a detecta contactos por doquier… De inmediato Tanya ordeno la alerta roja y posiciones de combate a la vez que ordenaba el despliegue de su flotilla con la sana intención de escapar… aunque se quedó en eso, en intención y con la boca abierta…

Los potentes sistemas del “Invencible” reconocieron rápidamente los contactos como naves de la Flota… Tres Cruceros de Batalla, el “Vengador”, el “Innombrable” y el “Impenetrable”, seis Cruceros Pesados, veinte Cruceros Ligeros, treinta Destructores, diez Fragatas de Escolta y catorce Corbetas de Exploración acababan de aparecer en el sistema e iniciado un rumbo de intercepción para reunirse con la Flotilla, iniciando junto a esta el despliegue para el salto… Tanya recibió un mensaje del mando de la Flota asignando todas esas naves a su Grupo…

Tanya tardó poco en darse cuenta de que el despliegue que se estaba llevando a cabo no era el que ella había ordenado, consulto al sistema y este le informo de donde procedían las órdenes… muy enfadada se giró en su silla volviéndose a su derecha, donde estaba sentado su Alteza. Dispuso un campo de aislamiento para ambos, luego de sopetón…

-      Alteza, las ordenes las doy yo, mejor será que empiece a entenderlo así. Como vuelva a dar una nueva orden pasando por encima mío, por mis muertos que le encierro en una puta capsula hasta que lleguemos a destino, ¿le quedo claro, “Alteza”?

-      Por supuesto Almirante, lo siento mucho… no volverá a pasar… solo quería ayudar…

-      Pues no lo haga… -replico Tanya tajante.

Tanya estaba que rabiaba, esperaba a que la Flota saliese del salto para reorganizar su flotilla y agruparla, pensaba vigilar muy de cerca al payaso al que tenía que escoltar. Cuando la Flota salió al espacio normal, nueva sorpresa para ella. Al estar la Flota completamente desplegada con las Corbetas al Frente y sus sistemas de rastreo al Máximo, habían conseguido detectar doce puntos de presencia. Los sistemas de identificación casi de inmediato los reconocieron como Torpederas Razors en emboscada… al instante dio órdenes de Caza para la Flota, permaneciendo junto al “Invencible” únicamente los otros tres Cruceros de Batalla y las Fragatas de Escolta, que se desplegaron rodeando a sus hermanas mayores para protegerlas con sus imponentes generadores de Escudo. Su Alteza, con tono de asombro y cara de sorpresa…

-      Vaya, que suerte… ¿verdad Almirante? –tenía los ojos muy abiertos.

-      Sí, claro, mucha suerte, si… -le miró especulativa.

Tanya se dio cuenta al instante que de no haber sido por el despliegue que su “Alteza” había ordenado, esas torpederas hubiesen podido retroceder y retirarse al ver a la gran cantidad de escoltas que llevaban. Sin embargo, el despliegue las había metido directamente dentro en una entramado de tela de araña formado por los sensores de las Corbetas, lo que multiplicaba su eficacia. Si esas escoltas no hubiesen sido enviadas por el Mando, y ese despliegue no lo hubiese realizado su Alteza, Tanya hubiese jurado que “alguien” sabía que les iban a tender esa trampa. Posiblemente esas serían todas las Torpederas que en esos momentos los Razors tenían desplegadas por todo el Distrito Militar… y ese alguien estaba esperando para poder cazarlas a todas ellas a la vez. La Flota no sufrió apenas daños, mientras que ninguna de las Torpederas fue capaz de escaparse.

Para regresar del viaje de nuevo a la Capital Imperial, a la pequeña Flotilla, se le unieron más de cien naves de Guerra procedentes del 1º Distrito Militar para hacer las funciones de escolta, incluyendo seis Acorazados y seis nuevos Cruceros de Batalla que se unieron a los cuatro que ya eran, además de casi sesenta nuevas escoltas a las que se sumaron todas las anteriores, que también se mantenían con ellos. Cuando empezaron el último salto para regresar al Sistema Estelar Cero, Tanya se quedó mirando todas esas naves con una seria sospecha sobre todo lo sucedido, algo que poco a poco iba tomando forma en su mente.

CONTINUARA

Confederación Imperial Galáctica

Libro 3

El Heredero - 5

Fecha estelar - 5311

Sistema Estelar Cero

Capital de la Confederación Imperial

Base Estelar Cero.

Crucero de Batalla “Invencible”

Su alteza Imperial estaba sentado en el puente de mando del Crucero de Batalla “Invencible” mirando divertido a una cabreadísima Almirante Kasinhs mientras la Flota iniciaba las maniobras de desatraque de sus dársenas en la Base Estelar Cero. Se trataba de un viaje oficial al 3º Distrito Militar, concretamente al Sistema Kaliope, con parada obligada en sus Gigantescos Astilleros Militares de la Flota, además del “Invencible” nos acompañaban otros tres Cruceros de Batalla más, el “Vengador”, el “Innombrable” y el “Impenetrable”, nueve Cruceros Pesados, trece Cruceros Ligeros, veinte Destructores y tres Corbetas de Exploración. El Cabreo de la Almirante, venia porque nuevamente, su ruta había venido ya establecida por su “Alteza Imperial” con su grandiosa sabiduría…

Jhored se estaba partiendo de la risa, viendo como a la Almirante le rechinaban los dientes cada vez que le miraba, claro que el en esos casos le ponía una sonrisita bonachona y dulce, una autentica carita de gilipollas que tiraba de espaldas. La Almirante estaba preocupada por la ruta que había establecido su “excelentísima inteligencia”, el Príncipe. Esta tenía un par de puntos “complicados”, el primero no le preocupaba en absoluto, tendrían que volver a usar nuevamente Torpederas para destruirles, pero con las escoltas que llevaban y las tres Corbetas desplegadas no podrían acercarse al “Invencible” lo suficientemente rápido como para causarle problemas, sin embargo, el segundo punto era mucho más correoso…

El segundo punto se trataba de un sistema con una amplísimo sector repleto de asteroides, un sitio ya sobreexplotado por naves mineras, por lo que era una zona en que los sensores serian poco menos que inútiles, podrían ocultar en la zona una flotilla de acorazados y ni los verían hasta estar encima de ellos… Tanto sensores espaciales, cuánticos, radioestelares e incluso los más avanzados de los ópticos se verían bloqueados por el polvo flotante procedente de las explotaciones mineras por “desmenuzamiento” y la distorsión que este creaba. Al menos dentro de su estupidez, su Alteza había planificado una ruta que aunque mucho más larga e igual de expuesta les mantendría muy alejados de ese sector, pero aun así la Almirante no las tenía todas consigo, no le gustaba nada todo aquello.

Jhored veía como la Almirante no hacía más que consultar los sistemas representando el sistema y las posibles simulaciones que se le ocurrían por si pasaba algo. Se sonrió para sí mismo, en ese viaje pensaba averiguar si de verdad la Almirante era la persona idónea para lo que tenía en mente. Jhored sabía que efectivamente ese sistema era perfecto para una trampa, pero con la ruta que había establecido los Razors solo disponían de un modo de llevarla a cabo y los estaba esperando si decidían hacerlo…

Las previsiones se cumplieron, empezando por el grito de frustración que aduras penas pudo ahogar la Almirante Kasinhs, cuando nuestra flotilla estaba en el peor punto posible del tránsito por el sistema hicieron su aparición las naves Razors. El problema es que se trataba de un grupo de ataque compuesto en exclusiva por 23 Cruceros de Batalla de última generación, lo más moderno de su flota y muy, muy, muy veloces según los datos de inteligencia. Según los datos debían de estar recién sacados de sus Astilleros, casi sin tiempo de hacer las pruebas de navegación, y allí los tenían, todos juntitos y a punto de caer sobre su Flotilla… No se hacía ilusiones, en un combate sus cuatro Cruceros de Batalla estaban perdidos, y a las escoltas no les iría mucho mejor… su única opción era poner rumbo a la zona de Asteroides a máxima velocidad y ver de tratar de escapar por allí.

Un problema con la rapidez, es que a mayor velocidad, peor funcionan los sensores, menos “objetos” detectan, aunque gracias a las Tres Corbetas de Exploración era consciente de que su Flota tendría mejor visión que la Flota Razors, ya que sus naves tendrían que fijar prioritariamente sus sensores sobre sus naves y se comerían lo que se metiese entre medias, asteroides, minas o lo que fuese… Tanya Kasinhs estaba tratando de encontrar algún asteroide, meteoro o cuerpo que fuese lo bastante sólido como para poder interponerlo y que la flota Razors se pegase de bruces contra ello, ya que de ese modo reduciría sus efectivos, pero obviamente no había nada como eso en nuestro camino. Pero aún en caso de existir, los sistemas de las naves Razors podrían haber controlado su posición al entrar al sistema y luego esquivarlo, pero esa maniobra significaría que deberían de frenar, cambiar de rumbo y luego volver a acelerar tras de la Flotilla, lo que suponía una importantísima pérdida de tiempo.

Estábamos acercándonos a toda velocidad al campo de Asteroides y a su zona de influencia, la zona donde empezaba el polvo y las pequeñas rocas… Su Alteza Imperial, decidió hablar en ese preciso momento…

-      Almirante, creo que va siendo hora de… -se interrumpió al escuchar las ordenes que esta dio.

-      Alto, pasar a velocidad de crucero, deceleración de emergencia, rastreos independientes de la Flota, libertad puntual en la formación… Toda la Flota, dentro del Campo de Asteroides desde ya…

Su Alteza se calló al escucharla. La Almirante hacia ordenado el cambio de velocidad para poder usar los sensores sin por ello dejar de usar la máxima velocidad segura. La orden incluía que cada nave trazase sus propias rutas atraves de la zona de escombros, pero procurando mantenerse en lo posible dentro de su posición en la formación, siendo esta lo suficientemente extensa como para darles mucho margen… La Almirante se volvió hacia su Alteza…

-      Si, dígame Alteza, ¿qué es lo que quería? , que frenásemos quizá para no estrellarnos –sugirió socarrona y con una sonrisita irónica…

La Almirante espero paciente a que su Alteza contestase, sabía que era eso lo que iba a pedirle, pero equivocadamente pensó que sería por el “miedo” a darse de bruces con un Asteroide y quedar destruidos. La sonrisa se le borro de la cara cuando su oficial Táctico le pasó en un grito la información que su consola acababa de transmitirle…

-      Almirante, naves delante nuestro… es increíble… -jadeó- los sensores detectan Acorazados, Cruceros de Batalla, Cruceros Pesados y muchas naves de escolta… y son nuestras Almirante, son naves de la Flota…

-      ¿Naves de la Flota? ¿Qué naves, que composición?, rápido, venga…

-      Doce Acorazados, veinte Cruceros de Batalla, Treinta y dos Cruceros Pesados y unas sesenta naves más entre Cruceros Ligeros y Destructores… También detectamos cuatro Corbetas de Exploración desplegándose con la Flota… Están abandonando el Campo de Asteroides… debían de estar allí ocultos… -describió el Oficial Táctico.

-      Almirante, más contactos, esta vez acaban de aparecer tras la Flota Razors, acabamos de verles, deben de haber llegado al sistema al poco de empezar nosotros a escapar… sus sistemas nos transmiten sus datos…

-      ¿Qué naves, que datos? –pregunto nuevamente una cada vez más asombrada Almirante.

-      También son naves de nuestra Flota, Veinte Acorazados, veintiún Cruceros de Batalla, Treinta y ocho Cruceros Pesados y casi cien naves de escolta entre las que hay seis Corbetas de Exploración con sus sensores en forma de red… –Comunico el Oficial de Vigilancia.

-      Almirante, ambas Flotas solicitan sus instrucciones y permiso para iniciar el ataque contra los Razors –dijo el oficial de comunicaciones.

-      Pero… -la Almirante parecía desconcertada por la petición por lo que la interrumpi.

-      Almirante, mi presencia a bordo del “Invencible” me otorga a “mí” el mando automático de toda nave de la Flota Presente en el sistema, pero dado que usted es la persona al mando de esta flotilla y persona de mi máxima confianza para dirigirla, es en realidad quien debe de hacerse cargo de la situación, ¿entendido Almirante?.

-      Desde luego Alteza, así será, pero luego, cuando todo esto termine, usted y yo tendremos que hablar largo y tendido sobre muchas cosas… no crea que se me va a escapar de ello –añadió al ver cómo me retiraba del puente.

-      Tranquila Almirante, la espero en mi camarote, le dejo el puente a usted, tiene el mando total de la flota, la veré después… ¿Y Almirante?

-      ¿Si señor…?

-      Destruya esos Cruceros de Batalla, que no escape ni uno de ellos.

-      ¡¡Delo por echo Alteza, no escaparan de esta “trampa”, serán destruidos!! -respondió tajante y algo enojada.

Tan solo una hora después, de los veintitrés Cruceros de Batalla Razors tan solo quedaban trozos destrozados dispersos por una amplísima zona. Cuando los Razors deceleraron con el fin de terminar con la Flotilla del Invencible fue cuando se dieron cuenta de la trampa en la que se habían metido, al empezar la persecución a máxima velocidad sus sensores no habían podido detectar la entrada de las demás naves en el sistema, para cuando lo hicieron, ya estaban desplegadas contra ellos. Las que procedían de los Escombros de Asteroides estaban demasiado cerca como para poder esquivarlas, y las que tenían detrás, demasiado lejos como para que su mayor velocidad impidiese que fueran interceptados. La distancia era la justa como para que trazasen el curso que trazasen les cortasen el paso.

Con los doce acorazados, más los veinticuatro Cruceros de Batalla, incluyendo al “Invencible” y sus tres compañeros, la Almirante tuvo la potencia de fuego suficiente como para dañar todas y cada una de las naves Razors en la primera pasada, además de impedirles entrar hacia los Asteroides. Diez minutos después la segunda Flota se unió a la Batalla, desde ese instante las Naves Razors no tuvieron la menor oportunidad de escapar. Tan solo un Crucero de Batalla Razors, el Osrutoi, quedó lo suficientemente entero tras entrar en combate como para tratar de escapar por su mayor velocidad de las naves capitales de la Confederación Imperial, sin embargo cayó ante el ataque combinado de veinte Cruceros Pesados que la Almirante envió a por él, las pasadas que estos dieron y sus ataques combinados lo destruyeron en pocos minutos. Los Cruceros de Batalla más modernos de que la flota Razors disponía acababan de ser destruidos en su totalidad en una emboscada.

La Almirante dio orden a la totalidad de la flota para que entrase en formación bajo sus órdenes con el “Invencible” como centro, y les acompañase hasta Kaliope… Tras ello dejo el mando de la nave a su segundo y se fue directa al camarote de su Alteza echando chispas hasta por las orejas… Ni pidió permiso siquiera para entrar, simplemente abrió la puerta del camarote del príncipe, adentrándose en el como una fiera en busca de su presa. Se encontró con él sentado tras la mesa, con las manos cruzadas y mirándola fijamente con una sonrisita irónica en la cara… Tanya no pudo más y explotó…

-      Una puta trampa, todo este viaje fue una puta trampa… -entonces recordó algo de su primera misión, sus sospechas sobre todo lo que ocurrió- y el anterior viaje igual… aquellas torpederas… ¿Todo ha sido una trampa desde el principio? Nos ha usado, ha estado poniendo esta flota en grave riesgo para tender una puta trampa a los Razors… y ni siquiera me ha advertido de ello a mí, como máximo responsable de su seguridad –sorprendida vio cómo su Alteza aplaudía.

-      Bravo Almirante, me alegra comprobar que su ficha y mis datos solo reflejaban la verdad, confieso que dudaba, pero veo que ha unido todos los puntos con asombrosa rapidez. Si, estos dos viajes eran trampas para los Razors y pruebas para usted… que por cierto, ha pasado con nota.

-      ¿Pruebas? –parecía desconcertada.

-      Eso es, pruebas, quería saber si era la persona adecuada para estar al mando de esto… -le paso un terminal portátil-. El informe A son los datos oficiales, el informe B son los datos reales sobre la nave en la que quiero que tome el mando. Écheles un vistazo… -levanto un brazo al ver su intención de hablar y negarse a ello-. No Almirante, no diga nada de lo que luego quizá tenga que arrepentirse, cuando termine hablaremos de si desea ese puesto o no, pero ahora por favor, siéntese y tómese su tiempo, sin prisas.

La descripción de la cara de la Almirante cuando vio las características “oficiales” del “Represor” fue de incredulidad por la majadería, y cuando vio los costes de nerviosismo, pero todo esto quedo a un lado cuando pasó a la “realidad” de la nave, entonces sus ojos hicieron competencia a su boca en ver cuál de ambos se abría más. Lo que estaba mirando resultaba increíble, sobre el diseño la potencia de fuego de esa nave parecía ser descomunal, no le iban a la zaga los sistemas defensivos o los mismos sistemas de energía y propulsión. Su Alteza le indico que si tenía dudas le preguntase, y eso mismo fue lo que hizo.

Estuvo preguntando durante casi dos horas a su Alteza sobre las capacidades y futuros cometidos de esa nave, a medida que iba obteniendo sus respuestas se iba poniendo cada vez más pálida. Tanya tuvo claro desde que empezaron las respuestas de su Alteza que esa nave sería un mando por el que cualquier oficial de la Flota mataría, para empezar aceptar le supondría un ascenso instantáneo a Almirante de media Luna, entendía perfectamente también el interés de su Alteza porque esa nave, su nave insignia estuviese directamente bajo el mando de un Oficial de Rango superior.

La Almirante dejo el terminal portátil encima de la mesa…

-      Y bien Almirante, ¿acepta mi oferta?. Pero tenga en cuenta que tendrá usted que hacerse cargo de supervisar la construcción de la nave encargándose también de que cumpla con los plazos, tendría que estar preparada para sus pruebas en seis meses y completamente lista para usar en un máximo de doce desde ahora.

-      Es tentador Alteza, pero solo lo hare con ciertas condiciones… -se puso firme.

-      Está bien, dígame que quiere…

-      Lo que quiero señor, es saber lo que está sucediendo en todo momento, cualquier cosa que haga referencia a mi nave. No quiero volver a verme en una como esta –señalo en dirección al puente de mando-. Quiero saber estas cosas antes de que pasen, de hecho, quiero saberlo desde el momento de salir de la dársena de la Base Estelar como muy tarde.

-      Por eso no se preocupe Almirante, usted será alguien de mi máxima confianza, y como Comandante en Jefe de mi nave Insignia tendrá una acreditación de seguridad mucho más alta de la que debería de poseer por su rango. En cuanto a mis movimientos y cualquier cosa relacionada con los problemas que podamos encontrarnos en esta nave, créame que si se algo será la primera en enterarse, en ese sentido, acepto su condición.

-      Gracias Alteza, en ese caso aceptare el puesto…

-      Bien, cuando regresemos será reasignada a una estancia en la Base Estelar de Sharthart, en los Astilleros del Sistema es donde el “Represor” está siendo construido, su única misión, es controlar la construcción y seguridad de esa nave... Le serán facilitados los planos, tanto de la tapadera como de la construcción Real, tiene potestad para resolver cualquier problema que surja como mejor estime, pero determinadas cosas, no pueden ser tocadas, si tiene alguna duda con alguna de ellas consúlteme… ¿de acuerdo?

-      Si Alteza, por supuesto, no se preocupe, El “Represor” estará listo a tiempo.

-      En eso confió… y Almirante, tiene usted autoridad sobre cualquier cosa que haga referencia a esa nave, en ese aspecto solo tiene que dar cuentas a mi o al Emperador, a nadie más, ¿entiende lo que quiero decir con ello?

-      Con claridad meridiana Alteza, me ocupare de que nadie ande metiendo las narices donde no debe.

-      Entonces perfecto, todo claro. En cuanto lleguemos puede ir directa a por su nuevo mando.

Tras esto nos dirigimos a la capital, una vez en el palacio Imperial recibí toda la información solicitada sobre mi siguiente candidato a “especialidades”, el Almirante de una estrella, Carl Stratos y si era como esperaba, sería el futuro comandante de la primera de las UEP, la UEP Estrella Oscura. Se trataba del que creía como hombre idóneo para el encargo de probarla y dar una solución para sus posibles errores o fallos en la construcción. Eran naves enormemente caras, por lo que no podíamos permitirnos que las ocho previstas tuviesen problemas… La “Estrella Oscura” iba a ser el conejillo de Indias.

En los siguientes seis meses, recibiría varios comunicados de mis diferentes proyectos, todo ellos con problemas, afortunadamente, junto con estos, también recibía peticiones de las personas a su cargo para aplicar soluciones, lo que me demostraba que había elegido perfectamente y eran los indicados para ello. Pero hablar de eso ahora sería adelantar acontecimientos que ya contare en su momento.

Nueve meses después del nombramiento de la Almirante para su mando, por fin estuvo listo “El Represor”, mi nave insignia. Mis dependencias consistían en un despacho con todas las necesidades tecnológicas que iba a necesitar para atender mis responsabilidades, desde allí tenía acceso a prácticamente toda la Confederación Imperial y a todos los sistemas del “Represor”. Junto a esta dependencia se encontraba un  dormitorio nada lujoso, y en un anexo a este, una réplica exacta de mi despacho de trabajo. El motivo de esta replica, es que tanto ella como mi dormitorio estaban situados en una cámara de Gravedad, allí podría recibir mis dosis periódicas de Gravedad 16.2 que me eran necesarias para estabilizar mi cuerpo. Esto evidentemente era un secreto de estado, pero claro está, la Almirante Tanya tenía conocimiento exacto de ello, así de cuando me pensaba recluir y cuando saldría de mi reclusión.

Cuando el “Represor” por fin estuvo listo para su primer viaje, como podéis suponer, me embarque en él bajo el más estricto secreto. De la Base estelar Cero Partimos con una escolta formada por los Cruceros de Batalla “Invencible” y “Vengador”, además de seis Cruceros Pesados, ocho Ligeros, cuatro Fragatas de Escolta, diez Destructores y dos Corbetas de Exploración. Cuando nos pusimos en marcha la Almirante Tanya me pido que le diese nuestro destino para trazar la ruta… sonriéndole irónicamente se lo facilite, sistema estelar CIG 0134. Tardo apenas diez segundos en volver a mí con el ceño fruncido, lo que tardo en ver dónde íbamos realmente…

-      ¿Es una broma, verdad Alteza? No puede ser ese nuestro destino.

-      No, para nada, ahí es exactamente dónde vamos.

-      Es territorio de los Guardianes Centrix, tendremos problemas si entramos en esa zona sin el permiso expreso del mando de 2º Distrito Militar… son muy picajosos con eso… a mí el no hacer caso ya me costó muy caro…

-      Almirante, creo que no me entendió bien cuando le expliqué las condiciones de su mando. En primer lugar, el mando de un Distrito Militar, no está por encima del mando del “Represor”, únicamente podría darle órdenes sobre que o no hacer el Alto Mando Central o el Alto Mando de la Flota. Pero dado que en estos momentos yo estoy a bordo, salvo ante mí, únicamente tiene que responder por sus posibles actos ante el propio Emperador. De modo que si le dicen algo “inapropiado” desde el mando del 2º Distrito, les manda a tomar por culo con mis más sinceras bendiciones… ¿lo tiene ahora más claro?

-      Sigo diciendo que tendremos problemas Alteza, más adelante esta nave será sobradamente conocida y nadie cometerá… un “error”, pero ahora mismo… el nombre de “Represor” no le dirá nada a nadie Alteza.

-      Si, la verdad es que dudo que ese nombre diga algo a alguien –sonreí irónico-. Almirante, si se fija bien, para el sistema o cualquiera que nos rastree usándolo, somos el Crucero de Batalla “Pesadilla Imposible” y no el “Represor”. Tome esto… es nuestro… “plan”…

Tanya silbó sorprendida cuando empezó a leerlo, sin darse cuenta se sentó lentamente sin despegar sus ojos de la pantalla del terminal portátil. Cuando termino miraba al Príncipe con cara de estar alucinando… Si el plan que acababa de mostrarle salía como él creía, los Guardianes Centrix iban a dar su último problema a la Confederación Imperial…

Lo que Tanya desconocía, es que una parte muy importante del territorio que su Alteza estimo que la Confederación Imperial perdería, seria a manos de esa organización. Los Guardianes Centrix declararían la independencia de varios sistemas estelares muy ricos, haciéndose ellos con el poder, inteligencia había logrado echarle el guante a una seria planificación de esa organización en ese sentido. El plan de su Alteza era muy simple, poner delante de las narices de la organización un Carguero Militar aislado con la única escolta de un más que vetusto Destructor y repleto de Kripmium refinado listo para usarse, lo que haría que estos enseguida de enterarse lo considerasen “contrabandista”, asaltándolo y confiscando todo lo que llevase, incluso si se ponía a tiro, lo harían con el propio carguero. No sería el primer carguero militar que asaltaban, pero hasta la fecha, por un motivo u otro aunque tenían sus sospechas, la flota había hecho la vista gorda, lo que estaba a punto de terminar… y de la forma más dura posible.

El plan era simple, ellos intentan a saltar el carguero y el grupo del “Pesadilla Imposible” los interceptara y “detendrá” como piratas… Todo muy simple sobre el papel… aunque eso no arreglaría nada, salvo que decidiesen hacer frente a la Flota, claro… y para hacerse con el cargamento tendrían que ocuparse del Destructor de escolta que no se lo entregaría, por lo que no les quedara otra que destruirlo si de verdad deseasen el Kripmium.

El Carguero cebo además era una de mis nuevas “ideas”, en realidad se trataba de una de mis llamadas “naves Q”, o lo que era lo mismo, un Carguero Pesado de nueva construcción, con un casco idéntico a todos sus hermanos gemelos, solo que con las especificaciones de uno de los antiguos Crucero de la Flota de Clase Media, entre los actuales Pesados y los Ligeros. Estas naves eran muy capaces de hacer mucha pupa en un Crucero Pesado, no digamos ya lo que haría en naves reformadas como las que tenían los Guardianes Centrix.

De acuerdo con el Plan nos pusimos en marcha cuando el carguero hizo una inocente solicitud al sistema, pidiendo información sobre las naves “amigas” que se estaban acercando este alerto al Represor. Cuando nosotros llegamos al sistema, las naves Centrix estaban destrozando el vetusto Destructor… Tanya miro divertida las representaciones tácticas que mostraban los sistemas, enviadas por el Carguero…

-      Ni se han dado cuenta de que ese Destructor estaba automatizado y no iba nadie en él… -dijo irónica.

-      ¿Y porque iban a pensar mal Tanya?, es muy antiguo y ellos eran “amigos”, solo ha sido comandado por un capitán descuidado y confiado.

-      Si, pues a ver ahora que explicación nos dan… -repuso maliciosa.

-      Tanya –llamó su Alteza señalando el Destructor que en ese mismo momento estallaba-, ¿explicar qué?, eso no necesita explicación ninguna y por otra parte no pienso atender a ello… Han atacado a la Flota… usted está por encima del mando de este Distrito… tiene una independencia casi total… además de una flota de naves de guerra bajo su mando. Por otro lado, ese destructor que han destruido pertenecía a la Flota…

-      Tiene razón Alteza, mis disculpas, tiendo a olvidarme de mi situación real…

-      Eso esto viendo Tanya, no abuses de ello, pero no te cortes ni lo más mínimo a la hora de usar esa autonomía… o “tu” Flotilla…

-      Eso hare señor… ¡¡Atención Flota, dispersión de ataque!! ¡¡Patrón Oro dos!! ¡¡Ataque total sin resctricciones a las cero dos uno!!

La orden que Tanya acababa de dar era de muy simple cumplimiento, los Cruceros de Batalla “Invencible” y “Vengador” junto con cuatro de los Seis Cruceros Pesados, el “Amanecer”, el “Atardecer”, el “Viento del Shtar” y el “Océanos de Jlotao” se separarían del resto de la flota y ambas formaciones iniciarían un ataque coordinado sobre los agresores, sin dar ningún tipo de cuartel… La orden implicaba la destrucción total y sistemática de naves o capsulas de escape de los agresores, nadie en esas naves iba sobrevivir.

La nave más grande de todas las agresoras, que fue identificada como el Carguero Pesado RZ-98765 y cuyo capitán parecía estar al mando, se comunicó con el “Pesadilla Imposible” para amenazar a su capitán. Lo cierto es que encontrarse enfrente con una Almirante de Media Luna fue excesivo para el pobre hombre, quien resultó ser el cabecilla de la organización… En medio de su Diatriba el “Vengador” hizo añicos una de su naves, estalló en cólera insultando a Tanya. Como respuesta el “Represor” destrozo de una sola andanada de sus poderosas baterías al Carguero Pesado RZ-98473, segunda nave más poderosa de su grupo…

-      Esta loca, hare que sea ejecutada por esto Almirante… su mando de este sector será informado… sus tripulantes sufrirán lo que dice el nombre de su nave, una Pesadilla, todos ustedes serán ejecutados… -parecía al borde de la Histeria.

-      Con todo mi respeto, cabrón hijo de puta, esta nave no se llama “Pesadilla Imposible”, su verdadero nombre… -la interrumpí.

-      …es “Represor”, y es mi nave insignia. Ese Destructor que destruyeron era parte de la escolta de esta Flota… por lo que pagaran por su delito de Alta Traición… con la muerte -terminé la frase de Tanya.

Cuando continúe la frase, el operario de comunicaciones había ampliado la imagen de la Almirante, mostrándome a mi sentado tras ella. Por la palidez cadavérica que mostraba el pobre hombre y el gesto de maligno placer que reflejaba Tanya, estaba más claro que el agua que me había reconocido a la primera o quizá al enorme escudo en relieve de la Casa Imperial en la pared tras mi asiento, y también, que era plenamente consciente de lo que eso significaba. Después con voz Glacial di orden a Táctica de que centraran toda nuestra potencia sobre su nave y disparasen… Segundos después, el Carguero Estallaba en cien mil pedazos.

Las naves de los Guardianes fueron masacradas, a una orden de Tanya la nave “Q” abrió sus sistemas de Defensa y ataque, mostrándose tal y como era en realidad, tres naves cercanas a ella fueron víctimas de sus potentes baterías. En cinco minutos las catorce naves de los Guardianes habían sido destruidas, tras ellos los Destructores de la escolta se dedicaron a reventar todas las capsulas de escape que esas naves habían soltado, matando hasta el último guardián. Su base central en un Asteroide del sistema vecino, había sido atacada por Acorazados de la Flota, diez Acorazados junto con veintidós Cruceros de Batalla y sus correspondientes escoltas terminaron de aniquilar todos los Guardianes que estaban allí, ni una sola de sus naves se escapó, los Acorazados dispararon contra el Asteroide cincuenta y tres misiles Termonucleares que lo reventaron por completo. Tras nuestro paso, posiblemente no más de tres o cuatro docenas de Guardianes hubiesen escapado al ataque, y estos estaban en orden de Captura para su posterior e inmediata ejecución… con el añadido de “vivos o, preferiblemente, muertos”, aunque gran parte de ellos fueron capturados en ese mismo día por los agentes de inteligencia enviados a por ellos, desgraciadamente, ninguno “se entregó vivo”, de ello se encargó la “inexistente” novena sección de Inteligencia.

Tras la “solución” drástica del problema con los Guardianes Centrix aun tuvimos que aguantar al imbécil responsable del 2º Distrito Militar, el estúpido e incompetente Almirante de Doble Luna, Tarkedo Florwett. El muy cretino se puso personalmente en comunicación con la Almirante Tanya Kasinhs, amenazándola con todo lo amenazable, incluso tuvo la malísima suerte de exigir de inmediato si alguien por encima de ella había dado alguna orden al respecto para también “poder follárselo” vivo y matarlo con sus propias manos… Una sonriente Tanya le respondió que sí, que habían sido órdenes y que de inmediato se lo presentaría. Con una sonrisa maliciosa le hizo un gesto al responsable de comunicaciones para que abriese el campo de imagen del puente, lo suficiente como para que yo entrase en la imagen…

-      Bueno, bueno, bueno, Almirante Florwett… de modo que va usted a “follarse vivo” a quien diese esa orden y luego a matarle con sus propias manos, ¿no era eso?.

-      Al… Al… Al… teza… vera… yo… es que… -tartamudeaba incapaz de hablar al verme allí y tras lo que había dicho.

-      Almirante, es usted más cretino de lo que pensaba, también mucho más inútil e incompetente de lo que me habían comentado, que es justo lo que alguien en ese puesto no tendría que ser… Queda destituido de forma inmediata, su segundo, el Almirante Colegro será quien ocupe su puesto temporalmente hasta que el Alto Mando decida que hacer al respecto…

-      ¡¡¡No puede hacer eso!!! Usted no es nadie, usted es un advenedizo que no tendría ni que haber nacido, no es quien para… -se calló.

Desde mi terminal, en cuanto escuche hablar al Almirante con Tanya, había trasmitido instrucciones al a Policía Militar de la Flota basada en la Sede Central del 2º Distrito Militar, para que arrastrasen al Almirante por orden mía y le comunicasen a su segundo que se debía de hacer cargo del puesto momentáneamente. En ese momento en que empezó a chillarme sin percatarse de nada a su alrededor, fue cuando entró la policía militar, a mi seña y una orden mía en su terminal personal sacó su pistola poniéndosela en la nuca al Almirante… Luego fijo su vista en la pantalla…

-      Alteza, desea que disparé… Soy testigo de su insubordinación e insultos a su persona, según la ley y reglamentos de la Flota puede ser motivo de ejecución sumarísima de llevarse a cabo en situación de combate… Me han informado que este término hace exactamente quince segundos que es cuando fue destruido el Asteroide de los Guardianes Centrix, los insultos fueron proferidos un minuto antes… Repito la pregunta Alteza, ¿le ejecuto?

-      No, pero arréstenle por el delito de Alta Traición, tiene muchísimas cosas que explicar, y más le vale si quiere seguir vivo que lo haga… o me encargare personalmente de que sea puesto en una capsula y enviado vivo al interior de una estrella

Tanya tuvo que hacer verdaderos esfuerzos para no reírse, ya que de todo lo que hice con mi terminal, le envié una copia al suyo en tiempo real, por lo que sabía de antemano todo lo que pensaba decir y hacerle a poco que pudiese al cretino del Almirante. Lo cierto es que la permisividad que había demostrado en los cuatro años que llevaba en el cargo sobre las andanzas de los Guardianes Centrix, era más que suficiente como para que fuese ejecutado veinte veces puesto que como responsable militar del Distrito Militar podía haber tomado la misma decisión que yo con respecto a ellos, era algo que entraba dentro de su “capacidad” de mando. Tras esta situación, le confié a Tanya de forma definitiva y hasta el momento en que ella misma decidiese renunciar, el mando sobre “El Represor” y su escolta.

EPILOGO

El Almirante Florwett fue ejecutado tras ser interrogado. Puesto que no logramos sacar mucho de él, se decidió que tampoco tenía sentido conservarle con vida tras su delito de Alta Traición. Aunque eso sí, la operación de presentación y prueba del Represor fue un rotundo éxito. Como organización, los Guardianes Centrix fueron completamente exterminados, en el plazo de un año fueron ejecutados los últimos Guardianes, todos los que se habían escapado del ataque de la flota.

Tanya fue un gran descubrimiento para mí, sabía que en los próximos años se convertiría en una de mis piezas de máxima confianza. Durante nuestras conversaciones sobre cómo manejar el “Represor” y su sistema de escolta para moverse, Tanya puso como condición indispensable para lo que quería, formar a su alrededor un núcleo de naves de “confianza” y con el que estuviera su tripulación acostumbrada a operar. Este núcleo quedo formado por el “Represor”, cuatro Cruceros de Batalla, el “invencible, el “Vengador”, el “Innombrable” y el “Impenetrable”, junto con un total de seis Cruceros Pesados, el “Amanecer”, el “Atardecer”, el “Anochecer”, el “Viento del Shtar”, el “Nébula Estelar” y el “Océanos de Jlotao”. Fueron añadidos como escoltas, Los Cruceros Ligeros “Telgor”, “Caribdis”, “Algor” y “Mikall” además de los Destructores, “Libertad”, “Princesa”, “Rapaz”, “Flecha”, “Daga”  y “Dardo”, también quedaron asignadas de forma permanente dos Corbetas de Exploración, la “Ámbar” y la “Jade”.

Ambos llegamos a la conclusión, que de ser necesario una mayor escolta de Destructores, Cruceros Ligeros, Fragatas o corbetas, sería preferible ir solicitándolas al mando de la Flota según fuesen siendo necesarias, también se haría igual con la incorporación de más naves pesadas si la situación lo requería, pues no era plan tampoco distraer del esfuerzo de guerra un número excesivo de naves, principalmente porque por ese mismo motivo se había construido el “Represor”. En realidad y para ser totalmente sincero, ese fue el mínimo de naves que tanto Tanya como el Emperador aceptaron como mi escolta permanente, y creedme que me costó lo mío dejarlo solo en “esas”.

FIN