Conejillo de prueba de una futura dominatriz

Simplemente entre en un sex shop a comprarme un suspensorio, acabando saliendo de aquella manera, mi primera vez e inolvidable

Conejillo de prueba de una futura dominatriz

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea al portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar.

No hace mucho y como tantos, me han preguntado…

  • “¿Y dime, te quedan aún fantasías por cumplir?”.

Respondiendo…

  • “Bueno, supongo que algunas me quedaran, pero de momento me contento por ser la fantasía de otros, ya sea para su disfrute o como el objeto a usar”.

Me preguntan si mis fantasías y mis locuras van de la mano, cosa que les hice ver que no. Os voy a confesar algunas locuras que me he atrevido a realizar, no es una fantasía que tenía, pero el morbo y la curiosidad creo que se unieron una vez más. Podría contar muchas experiencias, pues a lo largo de mi vida he querido probar muchas cosas, he tenido en mi mano oportunidades que he dejado escapar por pensar en la moralidad o qué pensarían. Pero en otras no las he dejado escapar, me he dejado usar tanto en cines X como en Salas X, en Sex shop o en lugares destinadas al Cruissing, pero muchas serían para contar en una sola confesión.

Comenzare por confesaros de una que no busque, una que surge de forma casual, una que pienso que quizás fuera cosa del destino, o simplemente… tocaba.

Hace años ya de aquello, bueno quizás no tanto, ahora que lo pienso solo han pasado seis años, tampoco es tanto. Os diré que era un día cualquiera de la semana, eso sí con una temperatura superior a la de este mes, aun siendo junio.

Ese día me encontraba por Sevilla Este (puedo deciros que es una zona de Sevilla, situada en el sector oriental de la ciudad), zona que conozco bien ya sea por familia o por trabajo. Ese día simplemente había quedado con una persona, pero antes debía de comprarme una prenda para mi encuentro. Pasando fortuitamente por Sex Shop, local que no esperaba encontrarme por ahí la verdad. Di muchas vueltas, pero al final entre. Atendiéndome una chica bellísima cuyo acento la delataba, pues era Argentina cosa que me encanta su gente.

Me vio nervioso porque no iba al grano ya que me iba por las ramas, finalmente le dije que necesitaba una prenda masculina, prenda que no era otra que un suspensorio. Ella me pregunto…

  • “¿Qué talla utilizas?, y ¿Qué color prefieres?”.

Nervioso acabe por responder…

  • “Pues necesito la L, y el color me da igual la verdad”.

Sacándome ella varios modelos y que finalmente escogí uno, continuando por deambular por la tienda, escogiendo algunas cosas más, condones, lubricante anal al agua, y un plugs. Pero en mis vueltas por la tienda, no deje de admirar una máquina del amor, mirada que ella noto y que finalmente se me acerco, soltándome…

  • “Te gusta… verdad”.

Quise decirle que no, pero ella me interrumpió y me dijo…

  • “Si quieres probarla, podemos arreglarlo, todos los artilugios del placer que tenemos están para ser utilizados”.

Calle y me quedé pensativo, y cuando fui a preguntarle, ella nuevamente me interrumpió, soltándome…

  • “Mira es muy sencillo, te vas al probador y te desviste por completo, te colocas el suspensorio que has elegido, mientras yo cierro la tienda”.

Y la verdad cosa que hice y que vi que ella se dirigía, mientras me desvestía en el probador, pude escuchar los ruidos de llaves. Salí un poco avergonzado, encontrándome que ella ya me esperaba, conduciéndome al interior de una habitación donde pude ver la máquina. Pero viendo que alrededor de esta, había barra de retención con esposas y separadores, perplejo fui a dirigirme a ella, cuando nuevamente me interrumpió con…

  • “Mira, te sugiero que te apliques algo de lubricante, pues creo que vendrás un poco seco, pues cuando comience la maquina no te puedo decir que esta pare, ya que no tiene oídos y menos compasión”.

Dice calla unos segundos y continua…

  • “Venga ve, mientras yo voy preparando las esposas y separadores, no querrás moverte cuando esto comience, no te recomiendo que lo hagas”.

Asiento y servicial accedo, colocándome un poco de lubricante, poniéndomelo yo mismo, viendo ella la dificulta más por mis nervios que otra cosa. Diciéndome…

  • “Toma te recomiendo que lo uses, ve adaptándote”.

Viéndome como iba utilizando el plugs conmigo mismo, esta volvió a mirarme y decirme…

  • “De verdad estas seguro, te lo digo por si es tu primera vez… te aconsejo otra cosa”.

Respondiendo que estoy preparado, me ayuda a colocarme en posición perrito a cuatro patas, mis manos sujetadas a las esposas a una barra, mientras mis tobillos a una barra separadora ajustable. Cogió la chica y coloco al consolador de látex un preservativo, consolador que vi que media unos dieciocho centímetros por cuatro de diámetro. Acto seguido, puso en marcha la máquina y esta fue penetrándome muy despacio, introduciéndose dentro de mi centímetro a centímetro… ooohhh!!.

Veía como la chica me veía, podría decir que estaba disfrutando con aquello, yo lógicamente si disfrutaba, comenzando a gemir y suspirar. Viendo como esta se levantaba y tras coger un mando, dio más velocidad a ese artilugio… ooohhh!!. Aquello me daba realmente disfrute, cosa que esta con una mordaza a modo de pelota me coloco en la boca, silenciándome, volviendo a desaparecer tras esa puerta. Puerta que no más de cinco minutos… volvió, volvió con otros artilugios y me decía…

  • “Siempre he querido saber para qué son todas estas cosas, y como decía mi madre la practica en vivo dan la sabiduría y experiencia”.

Artilugios como una bomba de vacío, artilugios de sadomasoquista que comenzó a colocarme, pinzas en pezones y algunas cosas más. Hubo momentos en que pensé que aquello había acabado, quizás al sentir como ese consolador desaparecía de mi orificio, pero llevándome la sorpresa al notar otro más grande y mucho más grueso.

No os sabría decir el tiempo que me llevo de esta manera, perro cuando termino, simplemente deseaba salir de allí, claro está compre lo que había escogido, bueno el suspensorio iba colocado… como el mismo plugs. Saliendo de esa tienda y despidiéndome de esa chica, chica que me aseguro que mi secreto estaba seguro con ella.

Os puedo decir que un mes después, volví a pasarme por esa tienda, tienda que ya no se encontraba, pues el local estaba vacío y en venta. Pregunte por este, y me hicieron saber que tuvo denuncia por clientes, clientes que habían tenido una experiencia en el interior, pero pocas se saben de estas denuncias. Yo claro esta me marché triste, pues, aunque sales humillado y avergonzado, sales dolorido y con esa sensación de haber disfrutado, tanto es así que volví, pena mía es de no saber nada más de esa pequeña dominatriz, pues pocas me han dado tanto placer.

Pero bueno, no me enrollo más, espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios. Mi email es (claro está, todo junto)… jhosua 1974 @ gmail . com