Condición: Curioso. Faceta: Moldeable

Fue el mismo quien tomo la iniciativa, no contento con humillarme visitándome de chica, sino que deseaba más… deseaba vejarme. Llegando a ser el mismo, quien tomo una de mis manos, tirando hasta su miembro, forzándome a cogérsela… mmm.

Condición: Curioso. Faceta: Moldeable

Si me preguntan por mi condición sexual, diría que me considero curioso. No me reconozco como bisexual, pues realmente no me siento atraído por los hombres… solo algunos; diría que tampoco soy hetero… por mis inclinaciones, quedándome entonces con el término de curioso.

Cuando me preguntan qué tipo de hombres me atraen, suelo contestar, aquellos que están enmarcados en torno a una edad, no siendo otra que entre los cincuenta y los noventa años. Sí cumplen estas condiciones, ya poco importa cómo eres, pues me dará igual tu anatomía, físico, color o religión, tampoco debiéndote preocupar el tamaño de tu miembro.

Para aquellos que penséis que conducta fue por problemas en casa o que era un incomprendido, o que no era correspondido en el amor, debéis de saber que fue por voluntad propia, al menos inicialmente. Sentí curiosidad lo que me hizo decidirme, esto y el morbo que lo envuelve. Cuando me iniciaron, luego piensas en el siguiente paso, no descartando ser forzado, violado e incluso sometido, pues como prácticas todas son curiosas y morbosas. Bueno comenzare con esta biografía, se perfectamente que podría asignarla en confesiones, pero dada su naturaleza, creo que encaja más en esta.

Mirad, me lleve al menos una semana sin verlo, claro está tenía motivos, estaba en plena semana de exámenes. Pero lógicamente a él, no le hizo tanta gracia, pero no por eso deje de verlo, pues este comenzó a merodear por donde yo vivía. Tanta fue insistencia por su parte, que acabo provocando preocupación y sospecha a los vecinos, claro está en estos incluyo a mis propios padres. Llegando a pensar de él, precisamente que este fuera un acosador de chicas, no pensando que en verdad es de chicos. Llegando a escuchar de forma accidental a mis padres hablar, precisamente de esto, escuchándoles que habían pensado en llamarle la atención, no solo por asustarlo, pues no teniendo pruebas, no podían hacer otra cosa.

Y por aquel tiempo, yo aún era muy niño para comprender, pues en vez de no hacer nada… hice lo contrario, no ocurriéndome otra cosa que bajar, advirtiéndole de lo sucedido. Creo recordar que a José, no le sentó demasiado bien mi noticia, acusándome de ser yo el causante. Soltándome…

  • “No vez, si tu no hubieras faltado a tus compromisos, no hubiera llegado a esto. Tú tienes la culpa”.

Aprovechando este, la oportunidad de mí presencia para saciarse, y a pesar de ser advertido, me hizo entrar en mí mismo portal, haciéndome entrar en el cuarto de los contadores. Magreándome primero como un desquiciado, beneficiándose por la vestimenta veraniega que llevaba. Pues con la entrada de la primavera, llego con ella el buen tiempo y sobre todo el calor. Yo como la mayoría de chicos de mi edad, somos de esos que solemos bajar a jugar a la calle, con tan solo camiseta no necesariamente deportiva o un polo, calzonas, calcetines y botines.

Introdujo sus manos bajo mis prendas, primero mi camiseta… mmm, acariciando mi pecho, vientre y espalda… mmm, descendiendo sus manos. Mientras la derecha palpaba mis nalgas, la izquierda magreaba mi miembro... uuummm, acabando por introducir su mano por el pernil de la calzona, echando a un lado el elástico de mi bóxer… ooohhh. No me queje lógicamente, me deje hacer, estaba tan caliente y salido como él… mmm.

Acabo este por arrodillarse, inclinándose hasta que su boca topo con mi glande, comenzó a lamerlo, deslizándolo por sus labios, mordisqueándomelos… ooohhh. Levanto mi miembro, deslizando su lengua por el tronco, sintiéndola desde el capullo hasta mis genitales. Notando al darse cuenta de la incomodidad de mis prendas inferiores, acabando por tirar de mis calzonas hacia abajo con mi propio bóxer, dejándome semidesnudo de cintura hacia abajo… mmm.

Comenzando nuevamente, masturbándome al tiempo que chupaba mi glande o me daba chupetones… ooohhh. Levantando nuevamente mi miembro, deslizando su lengua a todo lo largo del tronco… mmm, redibujando mis marcadas venas hasta llegar a mis genitales… uuummm. Comenzando a chupármelos, primero el de la derecha y luego el de la izquierda, eso sí… sin dejar de masturbarme con su mano izquierda, mientras con el dedo meñique de su derecha, aprovechaba para presionar mi orificio anal… mmm, presionando una vez tras otra… aaahhh, hasta tenerlo dentro… uuufff.

Dejando mis genitales, volviendo a ascender por mi tronco hasta mi glande… mmm. Comenzando a introducírselo poco a poco… aaahhh, hasta tenerlo toda dentro de su cálida boca, moviendo su cabeza de arriba hacia abajo, sin dejar de chupármelos… ooohhh. No pudiendo aguantar mucho más, llegando a hacérselo saber, cosa que a este poco importo, pues comencé a lanzar una serie de chorros dentro de su boca… aaahhh. Cosa que este no se detuvo, continuando y repitiendo la misma estrategia, hasta hacerme alcanzar el segundo orgasmo, obteniéndolo en menor tiempo, quizás fuera por ese dedo corazón que martilleaba mi orificio anal… uuufff.

Antes de marcharme, satisfecho y aturdido. Advertid a este por mis posibles ausencias, cosa que este aunque molesto, supo hacerse una idea. Pues tras pasar las vacaciones de Semana Santa, tuve una semana de por medio, que la verdad tampoco llegamos a vernos. Tras esta semana, vino la feria de Abril, semana que claro está, tampoco pudimos vernos.

Os debo confesar que a muy a mí pesar, nos veíamos muy poco. Y el día en que volvimos a vernos, tuve que hacerle saber, que no nos podríamos ver hasta el lunes. Pues el sábado era mi cumpleaños, queriendo mis padres celebrarlo con la familia, aprovechando también el domingo para continuarlo. Queriendo José quedar ya…

  • “Vale, pues quedemos ya, nos vemos donde siempre, sobre las cuatro a cuatro y media”.

Por fin Lunes, creo recordar que estuve muy nervioso, no supe bien los motivos, tampoco era para tanto… pensé. Cuando Salí de la escuela a mediodía, me encamine hacia casa, comí e hice mis deberes, pidiéndole permiso a mis padres salir a jugar un poco. Mis padres confiados, me dejaron aunque me advirtieron, no solo de personas desconocidas sino del mismo calor bochornoso.

Bueno continuo, tras salir de casa, me encamine hacía el Parque María Luisa, accedí y me dirigí hacía la Glorieta de los Toreros, no habiendo maduro o anciano, que no me hacía saber que deseaba mi compañía, pues cuando se cogen su “bulto” es la señal… mmm. Cuando llegue al lugar donde habíamos quedado, me encontré allí sentado a José ya esperándome, recriminándome la espera.

Más calmado y con esa sonrisa perversa, no solo me felicito por mi cumpleaños, sino que se disculpó por no tener regalo alguno para mí. Tras un efusivo abrazo por su parte, haciéndome notar como de dura y erecta la tenía, nos pusimos en marcha hacia los arbustos. Aquel que está detrás del Museo Mudéjar, cubierto con arbusto y maleza. Cuando llegamos nos encontramos con la sorpresa de que había sido podado, sorpresa que una vez más no le gusto a José, cosa que clara de ver. Pero lleno de ideas y soluciones, pues cuando le hice saber…

  • “Mira, ya nos vemos otro día… vale”.

Rápidamente locuaz, me hizo saber de otro sitio donde podríamos estar, haciéndome saber que estaba más cerca de donde vivía. Me hizo saber que lo siguiera… cosa que hice, pues este caminaba delante para que nadie sospechara. Continuo hasta salir del Parque María Luisa por el acceso que hay junto al Bar Alfonso, atravesó la carretera del Paseo de las Delicias. Continúo dirigiéndose hacia el Consulado de Colombia, pero se adentró en uno de los caminos de albero hasta una glorieta. Esta estaba flanqueada por un Pabellón del 1929 (creo recordar que era el de Marrueco), arboleda y una casa con estanques.

Este me hizo continuar hasta unos cañizos, adentrándonos en su interior hasta el centro. Allí comenzó, pues me gusta dejarme hacer, comienza magreando mi cuerpo, pellizcando, mordiendo y chupando, siempre de cuello hacia abajo a modo de no dejar marcas… mmm. A poco de nosotros, vimos claro restos de un robo a turista, unas maletas y bolsos, cuyo interior estaba desperdigado. Acabando por llamar la atención de José, él cual no solo se acercó a ver el interior, sino que tras ojearlo, acabo por decirme…

  • “Desviste”.

Extrañado por decírmelo, pues precisamente él es quien me desviste, acabe por preguntar…

  • “Porque”.

Haciéndome saber…

  • “Sabes, ya sé que te voy a regalar por tu cumpleaños”.

Sacando del interior de una de las maletas, unas prendas femeninas. Enseñándomelas y diciéndome…

  • "Desnúdate, te vas a vestir de chica. Veras como me pones, vamos a disfrutar como nunca".

Claro está, me negué en redondo y este, no solo me zarandeo, sino que me dio un par de azotes en mi nalga izquierda, azote que me dolió bastante. Aunque me negué, no os negare que la idea por muy extraño que pareciera, acabo por excitarme, pues notaba mis calzoncillos húmedos. Cuando le dije…

  • "No, ni lo pienses, no me voy a vestirme de chica".

Su rostro cambio, me sujeto fuertemente nuevamente del brazo izquierda, no pudiendo evitar… aunque tampoco lo vi venir, la bofetada que me dio. Amenazándome al tiempo que tiraba de mi camiseta, advirtiéndome y decirme…

  • “Podemos hacer dos cosas…”.

  • “O te desviste tu por las buenas, probándote todo aquello que te dé yo”.

  • “O te desvisto yo, dejándote aquí solo y desnudo. Dejándote al amparo de los viciosos y violadores”.

No me lo pensé. No le conteste. Con solo verme desvestirme, supo entender que escogí. Me quite la camiseta, las calzonas y los calzoncillos. Acabando este por soltarme…

  • “Todo, tienes que quitarte todo”.

Continuando por quitarme los botines y calcetines. Quedándome a la espera, comenzando este por lanzarme prendas interiores… unas braguitas blancas de encajes muy coquetas y un sujetador de igual color, prendas que me puse y que mi miembro reacciono, notando como se me endurecía… mmm. Luego me lanzo unas medias de color tipo carne, no pareciéndose para nada a las que utilizaba mi madre o hermana, pues esta era de tipo liga. Medias que acabo el por ayudarme a colocármela, pues era imposible ponérmelas.

Rebuscando, escogió una falda de color negra y una blusa blanca, no dejando que esta me la pusiera, hasta no rellenar las copas del sujetador con un par de calcetines gordos, emulando estos los senos. Avergonzado, no pude mirarlo a la cara, pero fije mi vista en su entrepierna, fijándome en el tremendo bulto… mmm.

Este miraba de un lado al otro, como si hubiera perdido algo, no siendo otra cosa que los zapatos, un gran pañuelo a modo de cubrir mis cabellos y pintura, sacando esto último y un juego de pendiente de uno de los bolsos. Utilizando la pintura para pintarme los ojos, ponerme colorete y pintarme los labios. Acabando por zarandearme, mientras me decía…

  • "Mira por donde, acabo de convertirte en toda una zorra”, dándome una palmada en el culo".

Si os soy sincero. No os miento, si os digo que me encontraba muy caliente, notaba como humedecía las braguitas, me sentía extraño pero muy excitado. José, actuaba distinto, se acercó hacía mí e incluso quiso besarme, cosa que no consiguió. Desistiendo, continúo.

Me rodeo con sus brazos al colocarlo alrededor de mi cuello, dejándolas caer, descendiéndolas por mi espalda hasta mis nalgas… mmm, magreando mi culo sobre la falda. Sentía mis pezones duros, lógicamente por la excitación, ocultos a su vista, gracias a esos calcetines, menos aún lo apreciaba, cuando le dio por magrear esos falsos pechos. Pero eso sí, yo sí que notaba a pesar de la falda y las braguitas, aquella tremenda erección… mmm, notaba el bulto de José duro chocar contra mi pubis, aunque eso sí… la calentura era mutua.

Fue el mismo quien tomo la iniciativa, no contentándose por humillarme visitándome de mujer, sino que deseaba más de mí… deseaba vejarme. Llegando a ser el mismo, quien tomo una de mis manos, tirando hasta su entre pierna, restregándomela sobre su miembro. Queriéndola apartar, cosa que este, no solo no me dejo, sino ayudándose con su otra mano, bajo la cremallera y saco de su interior… su miembro.

Tirando una vez más mi mano, hasta sentir ya no solo lo caliente que esta estaba, sino lo dura e incluso viva… pues palpitaba. Me hizo tocársela, acabando por soltármela y dejarme apartarla, notando algo impregnado en mi mano, húmedo, caliente e incluso viscoso, no supe qué coño era… pero esto era líquido preseminal, líquido que no hice nada por quitármelo.

Continúo magreando y acariciando mi cuerpo, acabando por colocarse detrás de mí. Colocando su duro miembro entre mis nalgas, comenzando a moverse, movimientos extraños, pero dada la pornografía vista… sabía lo que era. Sus manos se apoderaron de mis falsos senos, magreándomelos sobre la camisa, para acabar por sacármelos después, mientras me comía la oreja, babeando minutos después cuello y hombro… mmm. Soltándome…

  • “Joder, que caliente me tienes. Como me gustaría hacer otras cosas”.

Acabando por introducir una de sus manos por debajo de mi falda, echar a un lado las braguitas, notando lo caliente que estoy, no solo por la erección, sino por lo mojada que está la tela. Diciéndome…

  • “No vez. Estas caliente mi niño, estas muy excitado”.

  • “Tanto, que te vas a correr y tan siquiera, tocarte mi niña”

Acabo por levantar la tela de la falda, sacar mi miembro por un lado de las braguitas y sin poderlo evitar, acabar por correrme, echando varios chorros de semen que hasta me extrañe. Diciéndome este al tiempo…

  • “Sabes, creo que estas prendas, vamos a utilizarla más a menudo”.

  • "Aun no te haces a una idea, como de caliente estamos, al estar tu vestida de chica”.

Mientras hablaba no dejaba de masturbarme alternando, no solo como emulaba los movimientos de la penetración, restregándose contra mis glúteos, sino la misma presión de su polla… mmm. Esto me hizo volverme a correr, corrida que este tomo e impregno mi miembro, vientre y muslos… mmm. Haciéndome descubrir una faceta nueva en mí, pues no sé aun como, busque con mi mano derecha su miembro, tomándolo entre mis dedos y la palma de mi mano, queriéndolo emular. Gesto que este acabo por decirme…

  • “Lo próximo que te veo hacer, será buscar mi polla y masturbármela”

Aun no sé, sí eso fue lo peor de todo, eso o la sensación que me dejo estar vestida de chica. Pues me notaba muy femenina… muy sensual, excitada con esas prendas… con esas braguitas. E ignoro como acabe por decirle…

  • “As lo que quieras conmigo, aprovéchate, soy tu nena”.

Me hace inclinar hacia delante, apoyándome sobre el tronco de un árbol con ambas manos. Pienso que me va a… “FOLLAR”, pero estaba muy equivocado. Levanta la falda hasta dejarla sobre mi cintura, deja las braguitas a la altura de mis rodillas. Siento como coloca su duro miembro sobre mis nalgas, dejando sus quince centímetros entre mis glúteos… ooohhh. Noto el calor que emana de su miembro, incluso como vibra… incluso sus venas… mmm. Comienza a moverse, movimiento que su miembro se desliza entre mis glúteos, movimiento que a pesar de mis quince años, deseo tenerla dentro… ooohhh.

Este aprovecha para acariciar mis muslos… sobre mis medias de liga, ascienden hasta mi espalda, tira hacia arriba la tela de mi camisa y hacia atrás… mmm. Acariciándome la espalda, arañándome con sus uñas, poniéndome la piel como gallina, erizándose… aaahhh. Llegando a notar como su glande… mmm, alojarse muy cerca de mi orificio anal, orificio que no penetra pero sí que me lo impregna de sus fluidos preseminales… aaahhh.

Pero para nada me penetro, mucho hacer el intento, llegándome a suplicarle que lo hiciera, pero no aceptando. Solo colocaba su miembro entre mis muslos, colocándolo en la ingle y moverse, de delante hacia atrás, hasta que estallaba de placer. Corriéndose y quedándose, como si en vez de haberse corrido una vez, hubieran sido diez… aaahhh.

Descansábamos, ambos apoyados sobre el árbol. Continuando después por desvestirme y vestirme con mis ropas, mientras este guardaba estas prendas de mujer en una bolsa. Después salíamos de los cañizos, dirigiéndose cada uno a su casa, donde no había noche que no me masturbara pensando en aquello.

Pero no penséis que las demás se repitió de la misma forma, pues como que no, alternamos otros sitios, donde José saciara su sed de sexo. Otros lugares que estaban cerca, también acabamos por tener público, pues acabaron por descubrirnos algunos mirones, corriendo la voz entre estos. Pero creo que mejor, os lo hare saber en un nuevo relato. Bueno aquí finaliza otra anécdota más, donde mi acosador poco a poco a vista de otros, era mi amante, otros que deseaban tomar el relevo.

Espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios, pero, por favor, no me seáis muy crueles. Sé de sobra que me gusta recibir como la zorra sumisa que soy, pero aun siendo sumiso me va probar cosas nuevas, moviéndome por el morbo y la curiosidad. Mi email es (lógicamente va todo junto): Jhosua 1974 @ Gmail . com