Concurso Amateur de Streptease

Relato light, nada de sexo, solo una situación morbosa, en el que se cuenta como fue la experiencia de la protagonista al participar en un concurso amateur de streptease en una discoteca plagada de gente.

  • ¿Cómo lo estáis pasando? - gritaba el speaker de la discoteca a través del micro antes de que la gente contestara con un sonoro "bien". - Queda media horita para las 3 de la madrugada y a esa hora celebraremos el concurso de streptease amateur masculino y femenino - la sala se llenó de júbilo ante el anuncio. - Así que, chicos y chicas que queráis participar, podéis apuntaros en la barra principal. Y no dudéis mucho porque el concurso está limitado a 8 plazas por categoría y recordamos que está en juego un fin de semana en Canarias con todos los gastos pagados para el ganador de cada categoría.

La música volvía a su volumen normal y se notaba que el anuncio había gustado al público. Yo no estaba lejos de la barra principal, pues acababa de pedir algo junto a mis amigas Cristina y Leire. Vimos como algunas chicas y algunos chicos acudían para apuntarse. La verdad es que eran auténticos pivones, como se suele decir.

  • ¿Os animáis alguna? - bromeó Leire mientras jugaba con la pajita de su copa.

  • Yo desde luego que paso, menudo corte - dijo Cristina.

  • ¿Para qué? - pregunté yo. - ¿Habéis visto el resto de participantes? Yo al menos no tengo nada que hacer - reí.

  • ¿Que no? - preguntó Leire, sorprendida. - Anda, anda, si sabes que te sacas las tetas y ganas seguro jajaja.

  • Jajaja que boba eres - contesté - Además, imaginad que gano. ¿Qué hago con el viaje? No le voy a decir a Alberto que lo gané en un concurso de streptease amateur jajaja.

Uy, ¿y por qué no? Lo mismo le gusta - bromeo Cristina.

  • Y si ganas y no lo quieres, pues nos lo das a nosotras y solucionado jajaja - dijo Leire.

  • Venga Marta, no te hagas de rogar.

Tras ese comentario de Cristina, me agarró cada una por un brazo y me llevaron para la barra. "Que no, que no, que me da vergüenza" iba diciéndolas entre risas. La verdad es que, como idea, me parecía morbosa. Pero me faltaban ovarios para participar, seamos realistas. Llegamos a la barra y estaba una chica apuntándose. La verdad es que era un cañon de tía, parecía tener un tipazo, alta y muy guapa de cara. Cuando finalizó, Leire se abalanzó sobre el chico encargado de apuntar a la gente.

  • A ver - empezó -, venimos a apuntar a Marta que no se termina de convencer y dice que le da mucha vergüenza.

  • Jajajaja entiendo, entiendo... Pues decídete Marta, cariño, que serías la última concursante.

  • No se... Que me da vergüenza...

  • Venga, si seguro que una vez que estés arriba seguro que te lo pasas muy bien. Y primero van los chicos y seguro que con ese te animas - trataba de convencerme el chico.

  • Además - se adelantó Cris antes de que yo pudiese decir nada -, ya sabes de que los últimos serán los primeros.

  • Venga que sí - la cortó Leire -, apúntala. Marta "la vergonzosa" - dijo con un tonito jocoso.

  • Bien, Martita "la vergonzosa" - apuntó el chico - Necesito entonces que me dejes tu DNI cariño.

Saqué el DNI y se lo dejé. "Os voy a matar..." dije entredientes mirando a las dos liantas que tenía como amigas.

  • Muy bien reina - comentó el apuntador cuando terminó con el DNI. - Pues necesito que vayas hacia el escenario y a la derecha verás una puerta de personal. Espera allí que ahora saldrá el speaker a buscaros a todos los que participáis y ya os contará él las normas.

Marchamos hacia donde nos había indicado el chico y estaba a rebosar de chicos y chicas. Salió el speaker y pidió que los participantes le acompañaran. Me despedí de Cris y Leire y fui para adentro.

8 chicas y 8 chicos acompañábamos al speaker a una pequeña sala con sofás, donde algunos gogós descansaban. Como dije antes, la mayoría de mis contrincantes eran auténticos pivones. Y los chicos tampoco estaban nada mal. Cuando estuvimos todos dentro, el speaker se dirigió a nosotros.

  • Bueno chicos, pues antes de nada daros las gracias por participar - comenzó. - Tan solo hay una norma para el concurso: pasadlo bien y disfrutad. No os pongáis nerviosos, porque entonces os quedaréis paralizados ante tantas miradas puestas en vosotros y en vosotras. Pensad sólo en pasarlo bien. Podéis hacer lo que queráis sobre el escenario, no hay límite. Los chicos podéis enseñar la polla y las chicas, las tetas y todo lo que queráis. Pensad que seguramente, cuanto más enseñéis más posibilidades tendréis de ganar. ¿Alguna pregunta hasta ahora? - todos negamos. - Estupendo chicos, ahora os cuento el funcionamiento de ambos concursos: primero serán enfrentamientos de dos contra dos donde se clasificará uno, lógicamente. Este enfrentamiento durará un minuto y será al ritmo de la música del dj. Después, los cuatro clasificados saldrán a la vez al escenario y durante cuatro minutos podréis dar rienda suelta a vuestra imaginación. Cómo sabéis, el premio es un viaje a Canarias con todo pagado durante un finde y al resto de participantes se os dará un bono de copas ilimitadas para lo que resta de noche. Para que la competición sea justa y no parta nadie con ventaja respecto a la ropa que lleva, tenemos ropa para que vayáis todos iguales. Para los chicos, tenéis pantalones de chandal y camisetas sin mangas y las chicas tenéis leggins negros y camisetas de tirantes blancas. No os preocupéis por las tallas porque tenemos al menos un par de cada una. Bueno chicos, pues si está todo claro, los chicos que se vayan preparando ya y las chicas id mirando la ropa. Ahora os cuento a los chicos como serán los enfrentamientos. ¡Mucha suerte a todos!

Mi vergüenza iba aumentando con cada explicación que daba el speaker. Sabía que de la primera ronda no iba a pasar, porque tenía muy claro que como mucho enseñaría el sujetador. Nada más. Me daba mucha vergüenza pensar en quitarme la ropa delante de tanta gente. La de móviles que habría grabando. En notar los ojos de las primeras filas clavados en mí. Pero también me daba mucho morbo.

Mientras el speaker explicaba a los chicos el orden de enfrentamientos, las chicas mirábamos la ropa. Muchas se miraban de arriba a abajo, analizando a las rivales. Yo estaba a mi aire. Encontré una camiseta y unos leggins adecuados para mí y me cambié. Noté como los gogos que estaban en la sala descansando, no nos quitaban el ojo de encima.

Cuando los chicos salieron al escenario para hacer la primera de sus rondas, el speaker vino hacia nosotras.

  • ¿Qué tal chicas? ¿Nerviosas?

  • Que va - dijo una. - Un poco - contestó otra. - Bastante - dije yo.

  • Bueno no os preocupéis, ya veréis como no pasa nada y al final lo pasáis bien. Sabéis que al menos un poco tendréis que enseñar, pero eso ya lo gestionáis como queráis. Ahora os voy a ir nombrando una a una para saber quienes sois. Si queréis, para ir perdiendo vergüenza, cuando os nombre os bajáis la camiseta y me enseñáis el sujetador, ¿vale? - todas asentimos con la cabeza. - Muy bien, a ver, ¿Carolina? - una chica levantó la mano - Perfecto, a partir de ahora serás C, para que nadie de fuera sepa tu nombre real... - Se quedó callado - ¿No te apetece perder la vergüenza? - La tal Carolina se bajó la camiseta y mostró su sujetador. - Perfecto preciosa. Te enfrentarás a... ¿Raquel? - La tal Raquel directamente se bajó la camiseta. - Genial guapa, pues ahora serás R.

Así, fue nombrando a todas hasta que finalmente quedamos otra chica y yo. La otra chica resultó ser el cañón de tía que se estaba apuntando cuando mis amigas me arrastraron hasta la barra. "Que bien", pensé, "así esto termina pronto y se pasa rápido esta vergüenza". Mientras nos iba nombrando, fuera se escuchaba a las chicas jalear a los chicos que en ese momento estaban participando. Con ellos, era una chica las que les acompañaba como speaker.

  • Y para terminar... ¿Quién es María? - la que sería mi contrincante levanto la mano mientras con la otra bajaba su camiseta. - Perfecto María, pues serás M... Y te enfrentarás a... Marta - levanté la mano. - ¿No te quitas la vergüenza Martita? - me bajé el escote y dejé a la vista el sujetador. Eso es, preciosa. Pues a ver como te llamamos a ti para no confundirte con María... Tengo aquí apuntado "la vergonzosa"... Así que serás M "la vergonzosa", ¿vale? - dijo riéndose.

  • Vale, vale... Como quieras - respondí cortada.

"Maldita sea, así que el apuntador ha apuntado lo de vergonzosa en la lista... Lo que me faltaba." Cuando el speaker terminaba de pasar lista, coincidió con el final de la primera ronda de los chicos, los cuales entraban a la sala acompañados de la chica que hacía de speaker. Alguno venía completamente desnudo y empalmado y fue inevitable que no se me fueran los ojos hacia sus cuerpos desnudos.

  • Lo habéis hecho muy bien chicos - comentó la speaker -, felicidades a todos los que habéis pasado de ronda. Tenéis cinco minutos para prepararos para la final, si queréis mantener las pollas duras no hay problema ninguno, ¿eh? Jajaja.

Uno de ellos, se me sentó a escasos metros. Estaba completamente desnudo, y se acariciaba la polla para mantener la excitación. Fue inevitable que no me quedase mirando su polla dura, descapullada. Me cazó mirándole y me sonrió. Le respondí con otra sonrisa.

  • ¿Te gusta? - dijo riéndose.

  • Jajajaja - reí con muchísima vergüenza marcándose en los mofletes de mi cara -, no está mal, no está mal...

  • Escuchadme chicos - interrumpió la speaker - Iros vistiendo ya que vamos a salir al escenario en dos minutos.

Me quedé mirando como le chico de mi lado se vestía. Antes de salir le deseé suerte en el concurso. Mientras se celebraba la final, nos dijeron que podíamos asomarnos si queríamos un poco. Nos asomamos y vi la sala abarrotada. Las primeras filas estaban abarrotadas de chicas que jaleaban a los concursantes que ya mostraban sus pollas al ritmo de la música. Filas más atrás, contemple al público masculino... Nuestro público. Entre esas primeras filas vi como Leire y Cristina se lo pasaban pipa haciendo fotos y vídeos del concurso. "Ahí tendría que estar yo y no aquí", pensé.

Finalizó el concurso de chicos con la coronación del ganador que recibía su premio todavía desnudo. Fue una final muy reñida y el chico al que deseé suerte quedó finalmente tercero. Con la finalización del concurso masculino, se anunció que en 10 minutos comenzaría el femenino. De nuevo los nervios y el nerviosismo me abordaba.

Esos 10 minutos se me pasaron volando. Se anunció a las dos primeras participantes, que salieron al escenario. Sonaba la música y de fondo a los chicos de la sala jalear a las participantes. Escuché como el speaker pedía topless, acompañado de toda la sala al grito de "queremos topless, queremos topless..." Y alguna debió hacerlo, porque los gritos fueron de alegría.

Fueron pasando las rondas, hasta que llegó la mía. El chico al que deseé suerte, hizo lo propio ahora.

  • Bueno, bueno, bueno... Llega la última ronda que decidirá la última clasificada. En esta ocasión contamos con un duelo de M... ¡Un fuerte aplauso para M y M "la vergonzosa"!

Salimos María y yo al escenario entre los gritos y aplausos del público. De lo primero que me di cuenta es de que había muchísimos chicos abajo. De lo segundo que me di cuenta fue de que había muchos móviles preparados. Pero ya no había marcha atrás.

  • ¡DJ, ponle ritmo! - gritó el speaker.

Empezó a sonar una canción actual de reggaeton e instintivamente me puse a bailar a ese ritmo. Contoneaba mis caderas al ritmo de la música, intentando no pensar en la cantidad de gente que en ese momento me estaba mirando. En menos de 20 segundos mi contrincante ya estaba en ropa interior. Iba lanzada. Justo cuando el speaker anunciaba los últimos 30 segundos, me quitaba la camiseta quedándome en sujetador.

  • Venga chicas, menos de 30 segundos, y... Queremos topless... Queremos topless.. - empezó a decir acompañado de todos los chicos de la sala.

Me desabroché el sujetador y lo sujete por delante con ambas manos. 15 segundos. Me tape las tetas con un brazo mientras con el otro retiraba el sujetador y lo dejaba caer. Mi compañera había corrido mucho pero seguía en ropa interior. Es bastante difícil contener una 95D mientras bailas y que no se vea nada.

10 segundos. Retiré el brazo con el que tapaba mis tetas y las dejé a la vista de todos. El publico jaleó mientras bailaba durante los 10 segundos que faltaban. Noté los flashes de las cámaras estrellarse contra mi cuerpo, los ojos clavarse en mí, pero no me importaba. Con una sonrisa terminaba mi participación. Con una sonrisa y enseñando mi par de tetas, claro.

  • ¡Tiempo! - anunció el speaker que se acercó a nosotras. - Bueno, bueno, bueno... ¿Qué pensáis chicos? ¿Creéis que M "la vergonzosa" debe ser la ganadora de la última ronda? - Todos empezaron a gritar que sí entre otras cosas. - Pues M "la vergonzosa", eres la ganadora de la última ronda - me puse a saltar de alegría... Con el bote propio de mis tetas, claro. - Menos mal que eras vergonzosa, que si no lo llegas a ser... Bueno chicos, en 10 minutos se reanudará el concurso con la gran final del concurso femenino de streptease amateur. ¡Nos vemos ahora!

Recogí mi sujetador y mi camiseta y me metí para adentro. Estaba muy excitada por haber pasado de ronda. Sinceramente, no se de donde saqué el valor para terminar en topless pero bueno, lo hice. Mientras me colocaba el sujetador, al chico que deseé suerte y del que me quedé embobada mirando su polla, se acercó a mí.

  • No están mal, no están mal...

  • ¿Cómo? - le pregunté.

  • Es lo que me dijiste tú antes respecto a mi polla, ¿recuerdas? - Me dijo con una sonrisa - Pues eso, que tus tetas tampoco están nada mal.

  • Jajaja ah vale... Muchas gracias.

  • En fin, espero que ganes, M "la vergonzosa" - dijo riéndose.

  • Muchísimas gracias.

  • Lo habéis hecho muy bien chicas - se dirigió hacia nosotras el speaker - Habéis sido muy valientes y hemos visto más tetas de las que pensábamos ver en la primera ronda jajaja. Espero que nos sorprendáis en la final, estoy seguro de que sí. Muchísima suerte a todas, vamos para el escenario.

Salimos las cuatro clasificadas entre vítores del público. Yo me situaba en uno de los extremos. El speaker nos fue presentando a todas. Todas las que estábamos ahí habíamos hecho topless en la primera ronda, por lo que habría que arriesgar más si quería ganar.

  • Un fuerte ruido para R, S, T y M la vergonzosa. Mucha suerte a todas chicas y que gane la mejor. Deleitarnos como vosotras sabéis. ¡Que comience la gran final! ¡Dj, ponle ritmo!.

Comenzó la música y con ella, nos pusimos a bailar. En menos de un minuto, tres de nosotras ya estábamos en sujetador. En menos de dos minutos, ya eramos dos las que nos habíamos lanzado al topless y pronto se nos uniría otra.

El speaker nos animaba, mientras los gritos de los chicos que estaban en el público, agolpados para estar más cerca, chocaban en mis oídos. Fruto de ese agolpamiento, vi como mis dos amigas quedaron muy atrás, pero aún así no dejaban de hacer fotos y de grabarme sobre el escenario.

Seguía bailando sobre el escenario, intentando desatender a la gente que me miraba. Me sobaba las tetas y hacía que se moviesen al ritmo de la música. Cuando la última concursante alcanzó el topless, las otras dos ya estaban en tanga y yo me disponía a lo mismo.

Me di la vuelta dejando al público a mi espalda y arqueé la espalda para que quedara el culo ligeramente en pompa. Bajé un poco los leggins, dejando a la vista el hilo del tanga. Bajé un poco más y dejé al descubierto medio culo, el cual movía al compás de la música. Finalmente me bajé los leggins hasta los tobillos y los saqué como pude. La vergüenza se había ido totalmente y había dejado paso al morbo. Me provocaba mucho morbo y mucha excitación ser el fruto de deseo para tantas personas. Estar ahí arriba, contoneandome para el deleite de tantos chicos me ponía muy cachonda.

El speaker anunció que la final se encontraba en el último minuto. Miré a mi izquierda y vi que T estaba ya sin tanga. Con esto sabía que no iba a ganar, porque tenía claro que no iba a enseñar más de lo que ya había enseñado, lo cual me parecía más que suficiente. Me dediqué, durante ese minuto, a dejarme llevar y disfrutar del poder que tenía para captar la atención de todos esos chicos. Disfrutar de lo cachonda que estaba al saber la de fotos que me habían hecho desnuda tantos desconocidos, la de vídeos que albergarían esos teléfonos y, por qué no, la de pajas que seguramente caerían a mi costa y la de mis compañeras y rivales.

  • ¡Tiempo chicas! - anunció el speaker - ¡Uoh, menuda final nos habéis regalado! - se alegraba el speaker bajo los aplausos de los asistentes. - Felicidades a todas, creo que va a estar muy difícil elegir a la ganadora. Por eso os pido que no os tapéis todavía para poder determinar quién se lleva el premio.

Y así nos quedamos. R, en el extremo contrario al mío, estaba en tanga y con sus pechos al aire. S tan solo había descubierto sus tetas y mantenía los leggins. T, a mí lado, estaba completamente desnuda y yo, por mi parte, con el tanga y las tetas al aire.

  • Bien, si os parece vamos a ir descartando de la cuarta clasificada, hasta la ganadora final. Por haber sido la chica que menos ha enseñado en la gran final y para premiar la valentía de sus contrincantes, queda en un dignísimo cuarto puesto... ¡S! ¡Fuerte ruido para S! - el público estalló en aplausos. - Dos besos guapetona y ya puedes abandonar el escenario si deseas.

Sabía de sobra que no iba a ganar... T se ha quedado desnuda completamente y solo eso la haría ganadora. Pero que me quiten lo bailado, nunca mejor dicho.

  • A partir de ahora, la elección va a ser muy complicada, viendo los bellezones que me acompañan en el escenario. Chicas, dad una vuelta que os veamos bien - dimos una vuelta sobre nosotras luciéndonos - ¡Ole, ole y ole! Menudos cuerpazos tenéis las tres. Bueno, visto lo visto, el tercer puesto es para... ¡R! ¡Un aplauso para R! - de nuevo el público estalló. - Un beso preciosa, muchas gracias por participar y ya puedes dejar el escenario.

Nos quedamos sobre el escenario T, el speaker y yo. El speaker se colocó entre nosotras y me pidió que le sujetara el micro. Nos agarró por la cintura y nos abrazó contra él, quedando nuestras tetas contra su pecho. Me pidió que le acercara al micro.

  • Se que muchos estaréis deseando cambiaros por mí. Pero una cosa os digo: ¡es una completa maravilla estar entre este par de chicas! ¡Y ya me entendéis lo que quiero decir con "este par"! - soltó una carcajada. - Bien chicas, va a ser muy difícil elegir a una ganadora. Las dos tenéis buenas razones para llevaros el premio final. Por ello os voy a pedir una última cosa. ¿Estáis preparadas? - nos acercó el micro a la boca, que me había quitado hace un momento.

-Sí - dije yo - Sí - repitió T.

-Bien, pues que os parece si os dais una vuelta por el escenario para que el público aquí asistente contemple por última vez vuestros cuerpazos y, por qué no decirlo, esas tetazas y culetes que tenéis. Después, la que reciba más ruido, será la que se lleve el premio.

Empezó T con el paseo sobre el escenario. El público la miraba fijamente al pasar por delante de ellos. Yo tenía claro que no iba a ganar. Pero bueno, sinceramente no me importaba, estaba disfrutando un montón con todo aquello.

Llegó mi turno. Con las manos en mi cintura, caminé sobre el escenario, moviendo mis caderas, moviendo el culo y haciendo que mis tetas botaran con cada paso que daba. Noté todas las miradas de la sala sobre mí, pendientes de cada uno de mis movimientos.

  • Bien, pues vamos allá... Chicos, ¡fuerte ruido para que M "la vergonzosa" sea nuestra ganadora! - la gente empezó a chillar, silbar y aplaudir durante unos segundos. - No está nada mal, nada mal. Has conseguido muchas papeletas para ganar guapa. Ahora, todos aquellos que quieran que gane T, ¡un fuerte ruido para ella! - sin duda el ruido fue muchísimo mayor que el mío. - Bueno, bueno, bueno, tampoco está nada mal... Bien, pues vamos con la ganadora... Si no me equivoco, creo que habéis decidido que la ganadora del concurso amateur de streptease y del viaje a Canarias sea... ¡T! ¡Un aplauso para ella! - la gente comenzó a silbarla, aplaudirla y piropearla mientras se emocionaba por haber ganado. Por mi parte, sabía que no iba a ganar, pues T había ido demasiado lejos quedándose completamente desnuda y era normal que ganase ella. Mientras sacaban el cheque con el premio del viaje, el speaker dijo - Y muy fuerte también el ruido para nuestra vergonzosa, !un fuerte aplauso para M!

El público me ovacionó con un fuerte aplauso. Casi había olvidado ya que estaba con las tetas al aire sobre el escenario de una discoteca completamente llena. Recogí mi ropa y entré en la sala, en la cual no había nadie. Detrás de mí entro el speaker, que se acercó a mí mientras me vestía.

  • Una pena que no hayas ganado, guapísima. La verdad es que tienes unas tetas preciosas, si me permites decírtelo.

  • Gra-gracias... - titubeé.

  • No me des las gracias por eso, que no es un piropo, es la verdad. Dame dos besitos y cuando acabes de vestirte puedes salir ya si quieres por donde entrasteis antes todos.

Me terminé de vestir (esta vez con mi ropa), me despedí del speaker y salí en busca de mis amigas. No tardé en encontrarlas, pues se encontraban cerca de la puerta.

  • ¡Jo, que pena que no hayas ganado! - exclamó Leire mientras me daba un abrazo.

  • Claro, es que si la guarra esa se pone a enseñar el coño... Así es imposible - dijo Cristina riéndose.

  • Bueno, no os preocupéis chicas, no me importa no haber ganado... A pesar de todo, me lo he pasado muy bien, tendríais que haber participado...

  • Para la próxima, para la próxima jajaja - vaciló Leire - Mira, algunas fotitos que te hemos hecho, no veas como lo disfrutabas, ¿eh, perra?

Me dejó su móvil y me puse a ver las fotos. Madre mía, menudo espectáculo parecía que había dado. Y lo peor de todo es que cientos de fotos así estarían en cientos de móviles más.

  • Guardar esas fotos bien, chicas - dije- y por nada del mundo pueden salir de los móviles ni enterarse nadie.

FIN.