Con una chica de 5º curso.
El ligue de nuestro compañero de piso acepta el reto y se atreve con los tres.
Mi amigo Manel y yo volvemos a casa mucho antes de lo previsto. La fiesta en la facultad de veterinaria no ha sido ni la sombra de lo esperado, las expectativas eran grandes y la realidad ha resultado decepcionante. Aburridos y poco cansados de tirar la caña sin pescar nada hemos decidido recoger velas e irnos a dormir como todos los días… solos. Tendremos que esperar al fin de semana para ver si tenemos más suerte y nos ligamos alguna chica guapa con la que desahogarnos.
Compartimos piso con Luismi y los tres vamos somos buenos estudiantes de Telecos. En la facultad tenemos fama de ser “los empollones”, poco divertidos y demasiado responsables para organizar cualquier tipo de fiesta donde haya el mas mínimo desmadre. Es obvio que nosotros no nos vemos así, y que desearíamos con todas nuestras fuerzas participar en las fiestas que se organizan sin que nos inviten.
Nada más entrar al piso sentimos una sensación extraña. Todo está muy silencioso y tranquilo, no parece que haya nada anormal salvo que hay un extraño y fuerte perfume de mujer que lo impregna todo, lo que es muy poco habitual en nuestra casa.
Entramos con sigilo, y con mucha curiosidad por saber que pasa y cual es la razón para este olor tan poco habitual. Avanzamos por el pasillo, al fondo vemos que de la puerta entreabierta de la habitación de Luismi sale un poco de luz.
Penamos que quizás esté estudiando pues es estudia mucho. Sin hacer ruido vamos hacia allá con intención de darle un susto y así gastarle una broma. Abrimos la puerta de repente y gritamos al unísono. La sorpresa es mutua puesto que lo encontramos tumbado boca arriba sobre la cama y una chica completamente desnuda sentada sobre su pubis. Nos quedamos con la boca abierta sin saber que decir, como disculparnos y que hacer a continuación.
Nuestro compañero de piso tampoco sabe articular palabra. Es ella la que pasado el sobresalto inicial toma la palabra para decir:
- ¿qué os pasa a vosotros? ¿es que nunca habéis visto follar a nadie? –
- Cuando se os pase la sorpresa ¿podéis dejar que terminemos de echar este polvito tan rico?
Los dos nos hemos quedado de piedra. Primero no esperábamos que Luismi fuera capaz de ligar con una tía tan buena como la que hay sobre él, y segundo que a ella no le haya molestado lo más mínimo, nos induce a pensar que ella sí que sabe lo que quiere y como lo quiere.
- Bueno.. si preferís quedaros ahí mirando, pues que mirad... a mi no me va a molestar, ¿y a ti cariño?- le dice a Luismi al tiempo que levanta un poco el culo y se vuelve a dejar caer lentamente sobre su polla.
- Estáis ante la mas veterana conquistadora de la facultad – dice orgullosa.
El no es capaz de articular palabra y no llega a decir nada. Lo único que hace es resoplar y poner las manos alrededor de sus bonitas nalgas, y hacer que ella se sienta como sobre un trono.
- Pues os podéis quedar ahí si queréis, y mirar lo que todo lo que deseeis.
Acto seguido se pone a cabalgar sobre nuestro amigo como una amazona experta, dominando todos los movimientos y todos los ritmos. Para Manel y para mi el espectáculo es magnífico y enseguida nos hemos puesto a tono.
- Acercaos que quiero ver como se os pone gorda - dice la tía guarra dando unos pequeños brincos sobre nuestro colega apunto de correrse.
Manel y yo intercambiamos una mirada y nos bajamos los pantalones, nos cogemos la polla, nos acercamos a ella y empezamos a masturbarnos uno a cada lado.
- Así, así esto me encanta… tres novatillos para mi sola... y los tres al mismo tiempo, cuando lo cuente a mis compañeras de piso van a alucinar -
Los que realmente alucinamos somos nosotros, sobre todo Luismi, que aguanta como un cosaco los saltos y apretones le da la campeona. Empieza a arrugar la frente, apretar los labios y dar manotazos.
- No ahora no cariño, tienes que esperar un poco, solo un poquito mas - dice ella incrementando su ritmo tratando de llegar al orgasmo antes de que nuestro amigo se desinfle.
- Aguanta, aguanta... que me va a venir... si, si aguanta un poquito...
Nuestro amigo no lo puede resistir más y se corre en medio de unos gemidos que parecen que los estén matando.
- ¡qué pena! con lo bien que iba todo - se lamenta la chica
- Para algo estamos nosotros aquí - le digo haciendo que se vuelva hacia nosotros y le podamos enseñar nuestras vergas completamente preparadas para hacerla vibrar.
- No esta nada mal...nada mal - dice mirando de uno al otro.
- No me puedo ir ahora sin calmar mi calentura, ni tampoco dejar a dos pipiolos como vosotros con “eso así” -
Se pone a cuatro patas dándonos el culo, se lleva la mano hacia la vagina y separa los labios mostrándonos su vulva enrojecida y brillante.
- ¿quién va a ser el primero?... decidíos que esto requiere atención inmediata - nos dice mientras se frota la rajita con mucho empeño.
Me adelanto a Manel, después de darme dos menos y dejar la piel bien retirada hacia atrás, apunto sobre su chochito, empujo y la voy introduciendo lentamente. Cuando la tengo totalmente dentro, empiezo a bombear fuerte y rápido.
Apenas me puedo contener y tengo ganas de correrme enseguida. La emoción y la excitación pueden conmigo y después de empujar unas pocas veces me llega el orgasmo. Rápidamente me retiro para que mi amigo pueda ocupar mi lugar.
Termina casi tan rápido como yo, aunque tarda lo suficiente para que la chica llegue por fin a su ansiado orgasmo. Los cuatro hemos concluido la primera ronda, pero no hemos quedado totalmente satisfechos.
Nos preparamos para la segunda ronda, esta vez dispuestos a demostrar a la veterana de quinto curso lo mucho que valen los nuevos alumnos del campus.
Deverano.