Con un maduro en la pileta

Tarde de invierno, pileta, un oso hermoso de 50, yo 38, mi primera experiencia con un hombre.

Una tarde de invierno, un dia de semana fui a la pileta a nadar un poco, era un dia lluvioso y al llegar me encontre con la pileta para mi solo, esa tarde el guardavidas habia salido por un problema familiar.

Comence a nadar en soledad total, luego de un rato se abre la puerta del vestuario e ingresa un hombre de unos 50 años, alto, musculoso, con el cuerpo peludo, hermosos. Senti algo raro, no podia sacarle los ojos de encima. Hasta ese momento solo habia tenido sexo con mujeres, aunque fantaseaba con hacerlo con un hombre maduro ,peludo y lindo como este.

Me saludo, y comenzo a nadar por otro andanivel.

Al terminar una hora después salio de la pileta y se fue a duchar, a los 5 minutos yo estaba en el vestuario, lo vi en bolas con una verga enorme, charlamos un poco, cada cual se ducho, cruzando miradas de fuego.

Al salir se ofrecio a llevarme, ya que llovia bastante, era medico y me pidio si podiamos pasar por el consultorio a recoger unos papeles, que luego me llevaria a mi casa, yo no tenia ningun apuro.

Me pidio que bajara a tomar un café mientras preparaba sus cosas, ambos estabamos muy excitados, se podia percibir , ya dentro del consultorio hablamos un poco, sentados en un sillon, casi sin mediar palabras me agarro la cabeza con sus dos manos y me beso lentamente, nuestras lenguas fueron contactándose cada vez con mas fuerza, en un rato estabamos en el piso en bolas, en llamas, luego gire y comence a chuparle la pija , que el hacia lo mismo, al mismo tiempo nuestras manos acariciaban las piernas, luego de un rato acabamos casi al mismo tiempo , el trago mi leche hasta la ultima gota, y acabo sobre mi pecho.

Quedamos tendidos en el piso abrazados por un rato largo, besándonos sin parar.

Luego me pidio que le hiciera el amor, se recosto en el sillon , tenia un culo duro, limpio, y redondo, un manjar que empece a chupar de inmediato, luego de humedecerlo bien, coloque mi pija y lentamente se la meti, podia ver su rostro con los ojos cerrados gimiendo de placer, mientras me decia que no parara, que siguiera, no dure mucho, pero lo suficiente por ser mi primera vez con un hombre.

Nos seguimos viendo por meses, hasta que se mudo con su familia a una provincia del sur argentino.

Yo soy manuel, tengo 38 años, y por suerte soy soltero, para poder disfrutar con osos maduros y lindos como este.