Con un machito

Chat de contactos y termino quedando con un machito hetero...

Hace poco, chateando en busca de algo de sexo entre tios, me conecté con un chico de mi zona que buscaba alguien con quién descargar, a poder ser, en su culo o boca. Quería un tío que se la chupase y follárselo por el culo. Él no tocaba ni chupaba ni nada, solo ofrecía su polla.

Normalmente paso de estos tíos, me mola encontrar a otro macho como yo, que le guste chupar y que le chupen, y luego ya surgirá lo que sea en cuanto a encularse, pero no tan restrictivo. No hice mucho caso pero estaba bastante salido y no era capaz de encontrar nada desde hacía días, así que me conecté por skype con él ya que, como mínimo, tenía sitio.

Chateando con él por skype me empecé a calentar. Él me decía que fuese a su casa a comerle la polla y a que me follase el culo. Yo le iba haciendo preguntas y calentando también, diciéndole que le comería los huevos, que se la iba a chupar mejor que su novia… hasta que me mandó una foto de su polla dura. Esto fue lo que ya me decidió. Tenía una polla larga y fina, medio descapullada, pero sobre todo, se le veía muy apetitosa. Me la quería comer.

…….

Llegué a su casa y me abrió la puerta. Me encontré con un chico de unos 30 años, delgado, de chándal, el típico bacaladero. Entré en su casa y le seguí por el pasillo.

  • Vamos a mi habitación, así estaremos más cómodos.
  • Vale le dije yo. Mientras le seguía iba mirándole el culo, lo tenía bien formado, no me importaría comérselo y follárselo.
  • Tío, acabo de volver del gimnasio hace un rato, así que perdona por la ropa del suelo. Haciendo referencia a un montón de ropa sudado de una esquina. Pero no te preocupes, me he duchado bien para que mi polla te sepa a gloria, me dijo.
  • A ver cómo es, le dije.

Le empecé a sobar el paquete por encima del chándal. La tenía ya bastante dura y se notaba de un buen tamaño.

  • Joder tío, me dijo mientras se mordía el labio. Veo que sabes a qué has venido eh?.

Dicho esto se bajó los pantalones y calzoncillo liberando su polla. Yo se la cogí con la mano y empecé a pajearle despacio.

La situación era un poco incómoda ahora ya que él no me quería tocar, normalmente quedaba con otros tíos como yo que les molaba también, así que tampoco tenía claro cómo hacerlo. Así que, decidí tomar la iniciativa. Me arrodillé para chupársela.

Me puse de rodillas con su polla en la mano y me la metí lentamente en la boca. Suspiró de placer. Tenía la polla larga y estrecha, el capullo ya mojado con líquido preseminal de la excitación. Me la metí hasta el fondo apretando suavemente con mis labios y la volví a sacar. Lo repetí varias veces, con los ojos cerrados, disfrutando de sentir su rabo en mi boca, en como crecía dentro de ella y de cómo vibraba este chico. Su polla estaba muy rica, olía y sabía a limpio. Me iba a gustar mucho esta mamada.

Después de estas repeticiones, le cogí la polla con la mano de nuevo y le miré. Tenía una sonrisa chulesca en la boca, era bastante chulito el chico.

  • Veo que la chupas muy bien tío. ¿te gusta comer rabo?.
  • Sí, me mola comer polla. La tuya está muy bien. ¿quieres que siga comiéndotela? Le pregunté.
  • Claro que sí, vente a la cama que nos pongamos cómodos.

Dicho esto me levanté y le seguí hasta la cama y me fui quitando la ropa.

  • Tío, ¿qué haces?, me preguntó.
  • Me pongo cómodo, ¿te molesta?.
  • No, claro, me dijo algo nervioso, de hecho me parece bien, así dentro de un rato te follo el culo, seguro que te molaría. Me dijo.

Lo de follar lo habíamos dejado en el aire pero me parecía que sabía cómo iba a terminar el tema. Yo me estaba poniendo como una moto y creo que no me iba a resistir, aunque dependería como fuese ahora.

Me quité toda la ropa y me quedé desnudo frente a él. Flipó con mi polla, más gorda y larga que la suya, y muy dura ya.

  • Joder tío, menuda herramienta calzas ¿no?.
  • Sí, suele gustar mucho a los tios con los que estoy… le dije.
  • Sí, pero ya sabes que yo no te toco ni nada, ¿vale?.
  • Claro, le dije yo, yo he venido a chupártela.

Dicho esto se tumbó en la cama y yo me puse en ella de rodillas y entre sus piernas, y volví a la faena. Estuve chupándole la polla un buen rato, saboreando su rabo. Le pasé mi lengua por todo el tronco, lamí su capullo con calma y me la tragué entera sin pestañear. El machito no dejaba de suspirar, parecía que le estaba gustando la mamada.

Se me ocurrió comerle los huevos también. Saqué su polla de mi boca, y mientras empezaba a lamerle los huevos, dejé que su polla me fuese rozando la cara. Es algo que me pone mucho, sentir la polla de un tío rozándome la cara, me hace sentir muy guarro.

Aquí el machito empezó a flipar de verdad,

  • Aaahhh, qué gusto, qué cabrón eres…
  • ¿te gusta lo que te hago?... ¿no te irás a correr ya no?, le dije provocándolo.
  • No tío, aaahhh, quiero que me la comas más y follarte después. Ya te daré mi leche más tarde.
  • Mmmm, murmuré con uno de sus huevos en la boca, ¿me vas a pringar con tu semen?.
  • Joder, sí, te voy a llenar de leche!

Y seguí con mi trabajo de comerle la polla, pajearle un poco, comerle los huevos… la tenía superdura y estaba muy cachondo.

Yo también lo estaba, me molaba la polla de aquel niñato, y me ponía su actitud chulesca. Además de tener la polla dura y con ganas de marcha, me estaba empezando a “picar” el culo, no me importaría nada que me follase como a una perra.

Además, olía a limpio, su polla y huevos sabían de maravilla, así que me bajé algo más y empecé a lamerle por debajo de los huevos, esa zona entre los huevos y el ojete, el perineo. Después de los dos primeros lametones dio un respingo.

  • Ohh, ¿qué haces tio?, aahh, ahh, se estaba muriendo de placer.

yo me separé un poco y pregunté inocentemente,

  • ¿no te gusta?, ¿si quieres paro?, le dije mientras le pajeaba despacito y preparado para seguir chupándole esa zona.
  • No tío!, sigue, es una pasada! Qué placer!
  • ¿qué pasa?, ¿nunca te han chupado aquí?, ¿tu novia no te lo hace?.
  • No tío, nadie me la ha chupado como tú, joder, sigue comiendo...

Y seguí comiendo. Le lamí, le chupé la zona… disfrutando de su sabor. Y decidí seguir más abajo, a comerle el culo a ver qué pasaba. Me fue bajando con la lengua hasta que llegué a su culo y se lo empecé a lamer.

  • Para, tío, ¿qué haces?, me dijo sobresaltado. E irguiéndose. Hemos quedado en que yo no soy maricón.
  • Lo sé, pero quiero comerte el culo. ¿nunca te lo han comido?
  • No, tío, ni de coña.
  • Dejame comértelo, ya verás cómo te gusta.
  • Pero yo no te voy a hacer nada, en eso hemos quedado!
  • Si, ya sé que no eres maricón, pero yo sí, le dije, y quiero que me obligues a comerte el culo…, me pone mucho. Le dije casi ronroneando, como una putita. Ya estaba lanzado. Te mola lo que te hago o no?, le dije, mientras le seguía acariciando la polla. Estaría dudando, pero su polla estaba supertiesa!
  • Joder, no sé… dudó. ¿no me vas a meter nada por el culo no?
  • Claro q no, pero tú si no?, esa polla la quiero en mi culo tio, me tienes como una perra en celo ya. Abrió los ojos con agrado y volvió a sonreir en plan chulesco. Volvía a tener el control
  • Así que te mola comer culos… q maricón estás hecho.
  • Sí, me ponen los machos como tú, le dije. Y me gusta que me den rabo y me traten como a una putita. Sonreí maliciosamente mientras meneaba algo el culo.

El estaba medio sentado en la cama, con las piernas abiertas y la polla tiesa. Yo se la tenía cogida y se la meneaba despacio. Yo estaba a cuatro patas, con el culo en pompa y, aunque no me lo veía directamente ya que estaba de frente a él, no paraba de mirármelo, se veía que tenía ganas de follármelo.

  • Tío, eres una putita, está claro. ¿quieres comerme el culo?.
  • Sí, dame tu culo, siéntate en mi cara y dame tu culo…

Me moví despacio hacia el borde de la cama, me senté en el suelo con la cabeza apoyada en el borde y él lo entendió. Puso sus piernas a ambos lados de mi cuerpo, teniendo así las piernas abiertas, y bajó lentamente hasta que dejó su culo a la altura de mi lengua.

Empecé a lamer, y para tener espacio, abrí suavemente sus nalgas, con esto conseguí tener todo su ojete para mí. Joder qué culo tenía el tío… si un solo pelo, con el ojete apretadito y rico.

  • Aaahhh, aahhhh, qué pasada! Comete mi culo putita!

Le gustaba. Hoy estaba descubriendo todo un mundo de nuevas sensaciones que nunca había vivido con nadie, estaba claro.

Le lamí el ojete a fondo, con cuidado de no meterle la lengua en el culo para que no se mosquease, y me puse morado de macho. Volví a comerle los huevos también, y de vuelta al culo, y le pajeé con mi mano… y soltaba líquido preseminal… lo tenía como una moto… no paraba de jadear.

Yo tenía la polla enorme, estaba tan salido que mi erección era descomunal, y tb soltaba líquido preseminal a tope.

  • Aahh, joder tio, menudo maricón estás hecho, como lo haces. Y veo que te pone mucho, veo q estás muy salido ¿no?
  • Sí tío, le dije, me tienes muy cachondo.

Él se movió un poco para que yo me moviese. Se apartó y yo me levanté despacio. Sin “querer”, al levantarme nuestras pollas se rozaron. Le pedí disculpas.

  • Lo siento tío, perdona.
  • Tranqui, no pasa nada.
  • Tienes una polla q me encanta, le dije. Me pasaría todo el día comiéndotela.
  • Ya te veo, me dijo mientras se acercaba y me ponía la mano en el culo y me lo apretaba suavemente, supongo que como hacía con su novia.

A todo esto, mi polla le rozaba la ingle y no se apartaba, estaba concentrado en mi culo. Me lo sobaba y me daba algunos cachetes en él. Me aparté un poco y me doblé algo de cintura ofreciéndole mi culo como una zorrita.

No tardó en ponerse detrás de mí y frotarme su polla por mi raja, rozándome toda la zona, incluso los huevos, me estaba pasando su polla, muy dura y mojada y yo solo pensaba ya en que me follase el culo.

Estuvimos guarreando así un rato, yo poniendo mi culo y balanceándome como una putita, él pasaba su polla por mi raja del culo y ojete, se bajaba y su polla se rozaba con mi huevos y polla… cosa q me ponía a tope y él no parecía que le importase.

  • Tío, te quiero follar ya!, voy a coger un condón me dijo.
  • Sí tío, le dije, tengo q preparar mi culo antes. Necesito coger el lubricante y acomodarlo o me harás daño.
  • ¿vas a tardar mucho tío?, a ver si se me va a bajar!! Me dijo.
  • Jeje, yo te la levanto de nuevo, no te preocupes, le dije.
  • ¿cómo lo vas a hacer?, ¿me pongo el condón?
  • Espera, tengo que trabajarme el culo con los dedos antes y lubricarlo… ¿quieres hacerlo tú?, le dije… me gustará que me trates como si fuese tu novia cuando la enculas, ¿cómo se lo haces?
  • Joder tío, cuando me la follo por detrás le como el culo y se lo lleno de saliva, pero contigo, no sé tío, ya sabes q no me mola.

Vaya, ya casi lo tenía convencido. Intenté darle un empujoncito.

Me puse de espaldas a él mientras hablaba, me agaché dejándole mi culo a tiro y empecé a tocarme el ojete con un dedo, me lo mojé en la boca, y volví a empezar, mojándome el culo… el machito estaba callado mirando, debatiéndose en qué hacer… yo seguí tocándome, metiendo un poco el dedo y gimiendo suavemente.

Él se acercó a mí a sobarme el culo, a darme cachetes … yo gemía como una perra, ya tenía un dedo metido hasta la mitad y me estaba follando con calma, disfrutando el momento. Con la otra mano le cogí la polla y le pajeé despacio, le cogí algo de líquido preseminal, que estaba soltando a chorros, y me lo llevé a la boca, saqué la lengua y lo lamí disfrutando del sabor…

  • Joder!, que zorra estás hecho!, te mola mi polla?
  • Sí, tío, está muy buena, y la quiero en mi culo…

El me tenía cogido el culo con una mano y no lo soltaba, yo me volví a echar hacia delante poniendo mi culo a su disposición y ya cayó totalmente. Se arrodilló detrás de mí y, abriéndome el culo con las manos, metió su boca en mi culo, empezando a comérmelo sin piedad.

Chupaba y lamía mi ojete con fuerza, sin demasiados miramientos, dudo que a su novia se lo hiciese así. Me metió la lengua en el ojete empujando e intentando follármelo.

Joder cómo me molaba esto, el machito me estaba comiendo el culo muy bien, yo tenía el culo preparado para recibir, pero lo iba a alagar, y mi polla estaba que estallaba.

Mientras me comía el culo, yo gemía y le animaba:

  • Sí, tío, hazme tu zorra, ábreme el culo. Quiere sentirte dentro, necesito q me folles cabrón!... y cosas parecidas.
  • Menuda putita estás hecha!, me dijo mientras se separaba un poco y cogía aire para seguir. Te la voy a meter bien!. A ver si caben mis dedos.

Se metió un par de dedos en su boca, y los acercó a mi culo y fue empujando despacio, lamiendo y salivando para que entrasen y… entraron perfectamente. Yo tenía el culo preparado y con ganas de que alguien lo penetrase.

Con sus dedos metidos en mi culo, noté como mi polla se ponía todavía más dura y grande, miré para abajo y la vi enorme, nunca había tenido la polla tan grande como ahora!. Además no paraba de soltar líquido preseminal. Aproveché para pasar un dedo por mi capullo para tragarme mi líquido, qué rico!!

Estuvimos unos minutos así, el me abría el culo con la lengua y de vez en cuando me metía los dedos y me llamaba putita, zorrita… y yo gemía y le pedía más.

Aproveché para tocarme algo la polla, tampoco mucho o me correría de lo caliente que estaba yo. Y además, estaba en la posición perfecta para que, si este machito fuese bi, me tocase la polla o lamiese los huevos por detrás, así que probé. Empujé hacia atrás mi polla mientras me la sobaba, de manera más o menos disimulada a ver qué pasaba.

En una de estas que se separó se dio cuenta de lo grande que la tenía…

  • Joder tío, cada vez tienes la polla más grande!, es que no para de crecerte nunca?.
  • Buff tío, me tienes a tope, le dije. Me estás trabajando el culo de maravilla y así me tienes!

Mientras me seguía tocando el culo, con un dedo dentro, me pareció que se quedaba fijamente mirándome la polla, estaba deseando tocármela, se le notaba, pero no se atrevía.

Aprovechando la ocasión que me estaba viendo el rabo, volví a pasar dedos por mi capullo para pillar el líquido que salía de él, lo cogí y me lo llevé a la boca mientras lo lamía, cerrando los ojos de placer, chupándome los dedos y gimiendo.

No decía nada, seguro que estaba flipando conmigo y el morbazo de la situación. Yo también le estaba viendo su polla y también le había crecido, estaba muy salido.

  • Tío, que guarra eres! Te mola comer semen?. Yo también tengo la polla chorreando, ¿quieres el mío?, eh? Putita?
  • Claro que sí machote, dame tu polla.

Y sacó el dedo de mi culo y se fue levantando, yo me di la vuelta y nos dimos con las pollas el uno contra el otro, ambas durísimas, de manera fortuita. No dio ningún respingo ni nada, ni yo tampoco me aparté ni acerqué, fue totalmente casual.

Yo me arrodillé y me lamí el capullo despacito, cogiendo su líquido preseminal (y parte de mi saliva claro) y jugué un rato con él, lengua contra capullo, cogiéndolo con mi boca y saboreándolo mientras me relamía. Le di un par de mamadas profundas para volver a levantarme y hacer ademán de darme la vuelta para darle el culo de nuevo.

Me paró.

  • Tío, me tienes muy cachondo, te quiero follar el culo.
  • Sí, lo tengo hambriento de tu polla, ¿me la vas a dar?
  • Claro que sí, te voy a follar.

Dicho esto cogió un condón y nos fuimos a su cama, se lo puso a toda prisa, se veía ansioso, muy nervioso.

Yo me tumbé boca arriba, abriendo las piernas y dándole mi ojete, con mi polla toda tiesa a su vista. Íbamos a ver cómo lo hacía.

  • Empecemos en esta posición hasta que se acostumbre mi culo, le dije.
  • Creo que tu culo está preparado para lo que sea, pero me vale,

Se puso de rodillas, apuntando su polla contra mi culo y lo fue metiendo despacito. Entraba bien, yo estaba más o menos dilatado, pero sobre todo con muchas ganas de recibir, así que lo disfruté desde el principio, sin ningún dolor.

Su polla no era demasiado grande, así que me entró perfectamente, en nada la tenía dentro entera y empezó a bombear despacio. La metía despacio, la sacaba casi entera y la volvía a meter. Yo no paraba de gemir de placer, que bueno!

Estuvimos así un buen rato, él me sujetaba las piernas para que estuviesen abiertas, y decidí moverlas a sus hombros para estar más cómodo. En esta postura, según me iba follando más rápido, mi polla no paraba de moverse, con lo que empezó a pegarle en la barriga, fibrada y sin pelo. No parecía importarle, de hecho me fijé que no le quitaba ojo de encima, se veía que tenía ganas de cogérmela.

Al cabo de un rato follándome, me pidió cambiar de postura, que me pusiese a cuatro patas y le diese el culo, que me iba a follar como a su novia, por detrás.

Él se apartó, yo me levanté despacio y de nuevo, nuestras pollas se tocaron, ahora la suya enfundada en el condón. Ambas muy tiesas y duras. Tampoco se inmutó.

Yo me puse de rodillas en la cama, cerca del borde, juntando las piernas y dejando mi culo en pompa a su vista.

  • Venga machote, sigue follándome… dije con voz de zorrita.
  • Te la voy a meter toda maricón, que culo tienes tío!

Dicho esto se acercó a mi culo, que estaba ya muy preparado, y me la metió hasta el fondo, no bruscamente, pero sin miramientos. Joder que placer. Ya había alcanzado el momento que yo creo que me podría follar un negro pollón, que me tragaba cualquier cosa, qué gusto.

Y empezó a darle, sin ser brusco ni rápido, pero sí con ritmo.

  • Sí tío, no corras mucho q quiero que dure, métemela entera y sácala bastante, me mola la follada larga… bufff, que polla!
  • Ah, ah, ah, eres una putita!

Y así estuvimos un rato, yo estaba encantado, la mejor follada de mi vida creo, no me podía tocar la polla mucho o me correría en nada. Me fui moviendo para ir acomodándome y en una de estas, apoyé mi cabeza en la cama y mientra me tocaba el rabo, lo empujé hacia atrás, con lo que sus huevos golpeaban mi polla cuando me la metía entera.

Él me tenía cogido por el culo mientras me follaba, agarrando y dándome palmadas mientras gemía, y en esto, que bajó su mano y empezó a sobarme la polla y huevos… por fin!!

Estaba tan caliente que al fin se dejaba llevar. Ahora mientras me follaba, echado casi sobre mi, me hacía una paja, o m retorcía los huevos.

Aproveché después de un rato para cambiar de postura a ver qué pasaba.

  • Tío, me duelen las rodillas, espera que nos movemos.
  • Vale, así respiro!

Me levanté y me di la vuelta hacia él para acercarme a la cómoda y poner mi culo, al pasar a su lado le cogí la polla y se la pajeé. Él hizo lo mismo:

  • Tío, eres una zorra. Y menudo rabo tienes, qué pasada!
  • Claro, y se me pone muy duro con un machote como tú. Follas de maravilla.

En esto me cogió el rabo y me lo empezó a pajear despacio.

  • ¿A tu novia te la follas así?, le pregunté. Seguro que ella no te hace lo que yo.
  • Joder tío, ni de coña! Ni la chupa como tú, ni se deja follar el culo como tú. Mientras decía esto no paraba de pajearme despacio.
  • Y correrte?, ¿Dónde te corres con ella?.
  • No le mola mucho que le suelte mi semén, normalmente me corro en el condón mientras follamos. Alguna vez que me hace una paja o mamada me corro fuera.
  • ¿en su cara, en sus tetas?.
  • No, no le mola nada.
  • Jeje, muchas tías no saben disfrutar de una buena polla, y el morbazo de sentir el semen en tu cuerpo.
  • ¿a ti te mola que me corra en ti?, ¿en dónde?, ¿te lo tragas?. Me preguntó con cara de alucinado otra vez.
  • Me mola sentir el semen por mi cuerpo, en mi cara, o pecho, o corriendo por mi culo, pero no me lo trago… bueno, sí el mío, le dije y le guiñé un ojo.

No me soltaba la polla, no parecía que le importase. Le molaba.

  • ¿te gusta mi polla?. Le pregunté.
  • Tío, es la leche. Tienes una polla enorme.
  • Ahora entiendes lo que molan las pollas ¿no?
  • Joder, no sé… y me soltó la polla.
  • Tranqui tío, no pasa nada. Si te mola tocarme la polla, hazlo, a mi me parece que es una pasada. ¿qué te preocupa?, un casado como yo te ha estado comiendo la polla y el culo, y me has estado follando, ya eres bisexual.
  • No sé, no lo había pensado así.

Yo seguía pajéndole o tocándole los huevos. Su polla no bajaba, así que seguía superexcitado. Me bajé de nuevo a comerle la polla un rato, como me molaba.

Terminé y le volví a ofrecer el culo, apoyándome en la cómoda y poniéndoselo para que me la metiese. En lugar de eso, se arrodilló y me empezó a comer el culo, a pasarme la lengua por el ojete y metérmela dentro ya que lo tenía dilatado. Joder qué placer.

Parecía que se le había pasado el reparo.

Me lo estuvo comiendo un buen rato, me metía la lengua todo lo que podía. Yo mientras, me empecé a pajear. Me sacó la mano para cogerme él la polla. Y siguió comiéndome el culo.

Yo no paraba de echar líquido de lo caliente que estaba, mucho. Él siguió bajando su bocar y me empezó a comer los huevos, qué cabrón!!

Mientras me lamía los huevos me metía un dedo en el culo y me hacía una paja. Joder con el hetero!

Estuvo un par de minutos así, y decidí darme la vuelta, ya estaba preparado para comerme la polla de una vez!

Me erguí y me di la vuelta, apuntándole con mi polla. Larga, dura y goteante. Él se quedó mirándola, dudando. Pero excitado. Tenía su polla superdura también. Y lo estaba deseando.

  • Venga, chúpamela. Le dije tranquilamente.

No dijo nada, me la cogió y se acercó a ella. Se la metió en la boca despacio y empezó a chupar. Lo hacía con cierto miedo.

Pero rápidamente se soltó y empezó a tragarse mi rabo. Le molaba, ya que gemía y se pajeaba mientras lo hacía.

Le dejé hacer. Lo hacía muy bien, y le ponía empeño. Se metía mi polla y me la pajeaba con una mano, y con la otra se pajeaba él. Hacía lo que me había visto a mí, me lamía el capullo, le pasaba la lengua y después se la metía entera y chupaba con ganas.

Después de un rato así, yo estaba superexcitado, si seguía así me iba a correr!

Le paré y le dije:

  • Tío, la chupas muy bien, deberías hacerlo más a menudo!
  • Joder, es la primera polla que me como, y me ha molado. Tienes una polla tremenda, enorme.
  • Gracias, pero como sigas así me voy a correr y te echaré todo mi semen en tu cara. ¿quieres que lo haga?, le dije probando a ver.
  • No tío, por ahora paso.
  • Ok, no te preocupes.

Me fui a la cama de nuevo y le dije:

  • Fóllame hasta que te corras, quiero que me riegues con tu leche.
  • Túmbate cabrón, que te voy a dar placer.

Me senté en el borde de la cama y me eché hacia atrás, dejándole el culo a tiro. Él se puso otro condón y se acercó a mi agujero mientras me sujetaba las piernas en algo.

Metió su polla despacio, pero entraba perfectamente, tenía el culo abierto y lubricado, así que no tuve problemas en recibir su rabo entero. Joder qué placer!

Empezó a moverse, la sacaba casi hasta fuera y me la metía hasta el fondo del todo, mi polla bailaba empalmada, soltando chorritos de líquido preseminal y saliva, y golpeaba contra su barriga cuando me la metía entera.

Los dos estábamos como motos, gimiendo, yo como una putita, y él como un búfalo. Después de un rato follándome, me soltó una pierna y me cogió la polla y empezó a pajearme.

  • Tío, como sigas así me voy a correr, le dije entre gemidos.
  • Sí tío, quiero ver como se corre un maricón como tú!

Y siguió follándome y pajeándome, hasta que no pude más y me dejé llevar. Empecé mi corrida con una explosión de semén que noté que caía sobre mi pecho, y siguió una serie de chorros, algunos cayeron en mi barriga, pecho, en su mano… corridón!

El tío se echó hacia delante y acercó su mano manchada de mi semen a mi boca:

  • Lámelo putita, quiero ver cómo te tragas tu semen…
  • Uhmmm, dame leche machote, le dije yo gimiendo como una perra mientras me seguía follando el culo.

Lamí mi leche de sus dedos, lo fui recogiendo con mi lengua y, una vez lo tuve todo en la boca, saqué la lengua y se lo enseñé mirándole a los ojos.

  • Trágatelo todo putita, hazlo ya.

Y eso hice, me tragué mi semen y sentí su sabor entre amargo y ácido en mi garganta, y me relamí y me excité mucho más.

En esto, el machito, que estaba como una moto, no pudo más, se apartó de mi se quitó el condón.

  • Ven guarra, quiero llenarte la cara de lefa!

Yo me arrodillé en el suelo y, como en las películas, puse mi cara cerca de su polla para que se corriese.

Se dio caña con la mano unos segundos más y explotó, lanzándome chorros calientes en la cara, el pelo… no sé cuantos soltó, pero creo que 5 ó 6 hasta que no pudo más y se relajó.

Cogió un pañuelo y me lo acercó, con el que me limpié la cara. Me levanté y me acerqué al baño. Tenía la cara con algunas manchas blancas todavía, sobre todo en el pelo. Me las quité como pude, me limpié la polla y el culo con un papel y salí.

Él estaba sentado en la cama. Olía a sexo, a semen, a machos en celo. El me miraba la polla, la tenía todavía bastante tiesa, a pesar de la corrida, seguía superexcitado.

  • Tío, ha sido una pasada, me dijo. De lo de comerte la polla, ni una palabra a nadie.
  • No te preocupes, le dije. Queda entre tú y yo. Además ya sabes que yo quiero discreción.

Me acerqué a coger mi ropa y empecé a vestirme. Mi polla seguía tiesa y no me entraba en los calzoncillos. Me la tuve que poner hacia un lado. Me puse el pantalón y marcaba paquete de manera salvaje, no podía salir a la calle así!

  • Joder tío, no se te baja!. El machito ya la tenía medio bajada.

Yo me cogí el paquete y me lo apreté:

  • Tus vecinos van a alucinar!

Nos reímos y quedamos en chatear otro día y repetir.

Salí por la puerta, con el culo palpitando todavía, con la boca con sabor a mi semen y a su polla, y con mi paquete abultado en los vaqueros.

Cuando se abrió el ascensor, había un matrimonio más o menos joven. Entré y les saludé. Bajamos 2 pisos. La chica se dio cuenta de lo abultado de mi paquete y me lo miraba de reojo. El tío estaba con su móvil, ni caso. Ella no perdió vista del mismo.

Salimos y nos despedimos. Me fui andando delante de ellos, meneando un poco el culo, como una zorrita. Cuando llegamos a la puerta de la urbanización, abrí y me hice a un lado para dejarles paso.

Pasaron a mi lado y la chica me sonrió pícara, estaba claro que se había dado cuenta de algo…