Con un chaval jovencito

Me lo hice con un chaval que conocí en un bar

Buenas a todos los lectores. Soy Amaya, tengo 39 años, soy pelirroja, ojos marrones, 1.69, 66kg y una 105B.

Soy una mujer divorciada con un hijo de 20 y una hija de 18

Este relato os contaré cuando me acosté con un desconocido:

Llevaba ya unos meses separada, no guardé luto ya que yo era muy activa en todos los sentidos y mi ex era un mueble más, eso llevaban a discusiones que bueno terminó con la magia.

Era viernes por la noche por lo que por ganas, venganza o por ser como soy, decidí salir a tomar algo yo sola a un bar que hay cerca de mi casa.

Me puse un vestido azul marino que me quedaba una cuarta por encima de la rodilla, unos tacones de 10cm de alto y un tanga de encaje. Siempre me ha gustado provocar a los hombres, sentirme deseada, que me coman con la mirada.

Llegué al bar, casualmente había poca gente, para ser viernes esto está muerto pensé, pero de todas maneras ya estaba allí, por lo que me pedí una copa y me senté en la barra.

Al rato entro un chaval jovencito unos 18 años calculé se sentó a mi lado y pidió una copa, era bastante guapo, ojos verdes,rubito y se le veía que de cuidaba el cuerpo, pero yo seguí con mi copa.

Yo solo hablaba con el camarero al cual conocía y conocía a su esposa, charla amena me preguntaba por mis hijos y por mí marido, al cual le respondí que me había separado. Esas palabras parece que al chaval le gustaron pues cambió totalmente de actitud y me empezó ha hablar:

Chaval: vaya como es que te separaste siendo tan guapa

Yo: no vayas por ahí que no doy tan facilona, además soy más mayor.

C: más quisieran algunas de mi edad tener ese cuerpazo

Y: pero tú qué edad tienes?

C:19 años

Al oír la edad un escalofrío recorrió mi cuerpo nunca había probado carné joven,  la mayoría eran de mi edad o mayores, pues así también cambió mi actitud. De darle casi la espalda a tenerlo cara a cara

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Seguimos hablando, me contó que no era de mi ciudad, que estaba por en la uni estudiando... mi interés por él fue creciendo y despertando la loba que llevo dentro, notaba como me comía con la mirada y yo opté por avanzar en el proceso, por lo que en una de esas miradas me levanté un poco el vestido y abrí las piernas algo descarada. Él se dió cuenta y con una sonrisa en la cara me dijo:

C: menos mal que no eras facilona...

En mi rostro también se dibujó una sonrisa provocativa y le solté un:

Y: mira podemos estar aquí toda la noche o irnos a follar.

Obviamente el chaval se sorprendió pero rápidamente actuó y muy educadamente pagó todas las copas. Salimos del bar y le dije que me llevase a su casa que en la mía no se podía, pero en la suya había compañeros por lo que opté por coger el coche y follarme lo ahí mismo. Le conté que había un sitio un poco apartado pero seguro, obviamente accedió de inmediato.

Conduje hasta el lugar, en el trayecto (15 min) no dijimos nada, ni un roce ni nada. Llegamos y todo cambió, nada más quitarme el cinturón le bajé el pantalón dejando salir su pene ya erecto, era normalito unos 17 cm, rápidamente me lo metí en la boca, lamiéndolo y tragandomelo entero, el chaval solo suspiraba y jadeaba. La mamada la acompañé con un masaje de los testículos, apretandolos un poco el solo jadeaba y resoplaba. Yo seguía a lo mío lamiendo ese trozo de carne, dios que bien sabía.

Sala rato veía que el chaval no iba a aguantar mucho más, y yo quería sentirla dentro. Nos dirigimos a los asientos de atrás me tumbé con una pierna por encima del apoyacabezas del asiento y la otra hacia la luna trasera, el chaval se puso encima mis y me la introdujo de una sola vez, madre mía, si la postura no era muy cómoda se sentía muy rico, el chaval se ve que tenía experiencia, como hacia esos movimientos de cadera, como hacia esas pequeñas penetraciones con la punta y luego me la metió del todo, como lamía, mordisqueaba y pellizcaba mis pezones, Dios.

El chaval la verdad follaba muy bien y joder como aguantaba, madre mía me temblaban las piernas, ya no podía estar mucho tiempo en esa posición, por lo que le senté y me puse encima ahora era yo quien iba a llevar la voz cantante, en lo que pude en esa posición empecé a mover la cadera haciendo círculos y cada vez con más rapidez, el chaval no sabía ya ni como gemir, yo estaba de orgasmo en orgasmo, mi cuerpo se retorcía de placer por cada orgasmo.

El chaval en esa posición y con esos movimientos míos de cadera no tardó mucho, me agarró el culo y empezó a apretar con fuerza, y un gemido de placer salió de su ser. Nada más que terminó, me quité de encima, retiré le retiré el preservativo y le limpié la verga.

Le dejé en su casa y nos intercambiamos los número y de ve en cuando nos veíamos.

Muchas gracias por leerme y mandarme sus mensajes de apoyo que no son pocos, intento contestar a todos.

Un beso