Con un amigo de mi hijo...y con mi hijo - 3ª parte

Esta es la continuación de cuando empecé con mi hijo y con alguna sorpresa, extra

La primera parte de este relato se publicó en la categoría de sexo con maduras el 2 de Abril, la segunda en esta categoría el 5 de mayo, por si alguno quiere leerlos, sería interesante hacerlo

Pero para los que no lo lean repetiré una breve descripción de como soy

Me llamo Susana, tengo 48 años, casada y con un hijo de 23 años que se llama Juan. Diré que vivo en Madrid y por hablar sobre mí diré que mi figura está bien conservada,  mido 173 cm peso sobre 54 kg tengo una talla 110 C de sujetador y, aunque esté mal que yo lo diga, un culo respingón que se me marca casi siempre. Soy Abogada y tengo un despacho de eso que compartes gastos con otros compañeros. Lo que cuento ha ocurrido hace dos años

Comienzo Continuación

Después de lo ocurrido, regresamos a casa.

Llegamos tarde por lo que hubo poco de que hablar con mi marido, aunque estaba tensa y note a Juan algo nervioso, pero nuestras miradas eran continuas. Nos fuimos a dormir, por la mañana Juan esperó que se fuera mi marido para venir a mi cama, Yo lo espera y deseaba y estaba segura que pasaría eso, entró y se metió en mi cama, me hice la dormida tumbada de lado, el me cogió desde atrás pegándose a mi espalda, noté su polla en mi culo, venía desnudo. Me subió el camisón y me pasaba sus labios por mi espalda, sus dedos me acariciaban por mi cuerpo, giré la cabeza y se incorporó y me beso en la boca

Juan: buenos días, princesa

Yo: buenos días, amor

Juan: no te muevas, deja que palpe, que bese todo tu cuerpo

Me terminó de quitar el camisón, aunque era blanco, corto y transparente y las bragas que tenía puestas y me puso boca abajo, besándome por todas partes, desde el pelo hasta los pies, sus dedos acompañaban su besos tocándome suavemente, estaba en la gloria, aún recuerdo esa primera mañana en mi cama, luego pasó a centrarse más en mi culo, mis mulos por el interior haciéndome abrir las piernas, después paso su mano, su boca por mi sexo ya caliente y mojado

Juan: te gusta así, princesa

Yo: uh a quien no amor, tesoro mio

Tiró un poco de mi cuerpo hacia arriba y metió su lengua en mi sexo, apenas la sentí en mi coño comencé a gemir de gusto

Juan: gime, gime que te oiga, gime fuerte, como una guarra

No hacía falta que me lo dijera, lo hacía sintiendo el placer que tenía y me daba, hasta que no pude más y tuve un orgasmo brutal, tanto que por la fuerzas que hice terminé derrumbada en la cama, mientras que Juan de rodillas me pasaba la mano por la espalda como calmándome.

Yo: ha sido brutal, que fuerte, Dios

Juan: así serán tus despertares todos los días, princesa.

Me puse  de rodillas junto a él y le besé, su boca sabía a mis jugos, luego le hice tumbarse y me puse de rodillas

Yo: y así serán tus despertares, amor

Cogí su polla toda dura, gorda, apetitosa y le pasé la lengua pro toda ella, luego se la pasé por la punta, despacio, suave quería devolverle todo el placer que me había dado, me la metí en la boca toda, o casi toda, y luego la dejaba salir, todo muy despacio, con dulzura, con amor

Juan: que bien, que bien, eres una experta, menuda zorra estás hecha seguro que te has comido un montón de pollas

(Bueno desde casada solo la de mi marido hasta que pasó lo de David, pero tuve más novios antes de casarme)

Esperé unos minutos antes de ponerme encima de él y cabalgar en su polla primero despacio y luego como una posesa, le besaba y volvía a  cabalgar, el me sobaba el pecho, los pezones me decía lo bien que lo hacía lo rica y buena que estaba

Yo: dame tu leche, quiero tu leche dentro de mí, quiero sentir su calor en mi cuerpo (la verdad es qe uno podía quedarme embarazada porque me había hecho una operación hacía tiempo)

Juan: de vedad la quieres dentro

Yo: si amor si toda

Y no pasaron ni tres segundos cuando noté como me bombeaba la leche dentro de mí, mientras Juan gemía de gusto con palabras sueltas y repetitivas.

Después de aquello me quedé tumbada encima de él respirando ambos y recuperándonos. Juan me abrazaba y besaba la cara.

Juan: me da algo de palo dejarte la leche dentro

Yo: no te preocupes, me hice una ligadura y no puedo tener hijos

Juan: vaya pues me lo podáis haber dicho antes par no preocuparme

Le besé en la boca metiendo mi lengua en su boca

Yo: bueno ya lo sabes amor

Nos duchamos juntos donde volvió a sobarme todo el cuerpo, Yo a él y me folló de nuevo. Nos fuimos al despacho, allí pasamos el día entre miradas cómplices y deseosas de lujuria, por la tarde aprovechando que estaba junto a él en su mesa mirando unas cosas, metió la mano por debajo de mi falda llegando a mi mojado sexo, me cogió una mano y me la llevó a su polla por encima del pantalón, la tenía dura, muy dura

Juan: ya estás caliente, bien así te quiero caliente como una perrita.

Tiro de mi tanga y lo dejó caer al suelo, luego lo cogió haciéndome subir los pies

Juan: mejor así, me gustan más la perritas caliente y zorritas

Con disimulo y con rapidez le dí un beso en la boca

Yo: soy lo que tú quiera, amor

Volví a mi mesa y esperamos a quedarnos solos en el despacho, Juan vino hacia mí y me cogió de la mano me hizo ponerme en pie, me besó y mientras tiro de mi blusa y me la quitó, también le sujetador y me sobó el pecho, me mordía los pezones, me los chupaba y lamía

Juan: que tetas más ricas tienes, me vuelven loco

Me dío la vuelta he hizo que me apoyara en la mesa, tiró de mi culo hacia fuera y me subió la falda, me pasó la mano por mi coño, todo mojado y por mi culo

Juan: que mojada estás, seguro que estabas deseando el momento de que te folle verdad zorra

Yo: si lo deseaba desde esta mañana

Juan. Que perra eres, ahora te follaré el coño de puta

Yo: por donde tu quieras, amor

Se bajó el pantalón, el slip y me la metió de golpe, sentí como entraba dentro de mí, como su dura polla llenaba mi mojado coño, a la vez me estrujaba mis tetas con sus mano

Juan: te gusta verdad, zorra, te gusta mucho, vas a sr mi puta dime

Yo. Si, si será lo que tu digas, amor

Juan: serás mi puta, dilo

Yo: seré tu puta, tu zorra, tu guarra si seré todo lo que tu quieras, haré todo lo que tu digas

Sentía como entraba y salía su polla de mi coño, pensé que en una de esas embestidas me partiría en dos

Después de un rato la sacó y puso su polla e n la entrada de mi culo

Juan: también se merece tu culo que lo folle verdad zorra

Yo: si, si, amor, si se lo merece, quiere que lo folles, si

Sentí perfectamente cómo se abría paso por mi culo su enorme polla, haciéndome sentir fuego y placer dentro de mí, después de brutales embestidas sentí el calor de la leche dentro de mi culo, eso me hizo llegar otra vez, que placer sentir la leche caliente dentro, era como la apoteosis del sexo sentirlo dentro de mi cuerpo, sentir que una vez estuvo dentro de mí y ahora también, solo que de otra forma. Juna se quedó encima de mí y yo apoyada mi cuerpo en la mesa del despacho, habiendo tirado papeles y utensilios al suelo. Luego nos incorporamos y tras unos besos y caricias nos vestimos y nos fuimos para casa.

Los días transcurrían casi igual, Juan venía a mi cama, follábamos como posesos, luego al despacho y por la tarde otra follada en mi despacho, en el suyo…. Después algunas veces tomábamos algo antes de llegar a casa o no, dependía, algunas veces me indicaba por la mañana que ropa llevar o me había comprado alguna o por la tarde al volver me hacía regresar sin ropa interior o sin tanga o sujetador, y, aunque, todo era pasión, lujuria, entrega, sexo… pero todo predecible.

Llegó el verano y como otros años, fuimos mi marido y yo y luego iría Juan, Yo seguí la tónica del año pasado, biquinis sexys, pareos transparentes, vestidos o conjuntos de verano, cortos que daban un toque sensual y sexual a mi cuerpo. Por las mañana como e laño pasado playa, tumbona, libro, gafas de sol y lectura y algo de espiar a los mirones, entre los que también estaba mi marido, que se había vuelto servil, me ayudaba en todo, me traía alguna cerveza… bueno el mejor de los novios. Luego comida y después, por la tarde nos quedábamos en la piscina del apartamento, luego ducha, cena, alguna copa y vuelta al apartamento. Por la noche me follaba mi marido todos los días, vamos con un ímpetu y ganas no vistas antes y por la mañana o me follaba o me comía el coño, con lo que estaba atendida en todas la facetas. Una noche me puse un vestido de verano de punto color blanco ajustado, muy sexy y por los muslos, con un generoso escote, me quedaba de muerte, y mi marido al verme casi me desnuda allí en el salón, me besó y me dijo que estaba espectacular, además sin sujetador los pezones se marcaban cosa que él me lo hizo notar

Marido: vaya además sin sujetador

Yo: si, te molesta? En verano muchas mujeres no lo llevan pero si quieres me lo pongo

Marido: para nada estas buenísima, deja que sufran los tios que te miren.

Vaya eso me dejo fuera de lugar, era la primera vez que oía algo así a mi marido en toda la vida.

Fuimos a cenar y luego a tomar una copa. Al volver al apartamento, casi no me da tiempo a entrar, mi marido comenzó a tocarme por todas partes, a besarme estaba desatado, me quitó el vestido dejándome con el tanga blanco que llevaba y el calzado, me tumbó en el suelo del salón y empezó a tocarme por todas partes, se tumbó a mi lado, tiro de mi tanga para abajo y me empezó a tocar mi coño ya húmedo mientras me besaba me decía al oído

Marido: Que rica estas, que buena estás cabrona, en la cena todos te miraban y en el pub el camarero no te quitaba ojo de encima, deseoso de follarte

Yo: si lo se me dio su móvil en un papel

Marido: te dio su número, cuando? No lo ví

Yo: cuando fuiste al baño

Marido: y que hiciste con el papel

Yo: Lo tiré, claro

Mientras hablábamos el me tocaba y tuve por lo menos uno o dos orgasmos

Marido: lo tiraste, vaya seguro que está esperando tu llamada, el pobre chaval, seguro que se hace una paja pensando en ti

Yo: normal los jóvenes buscan maduras

Marido: maduras como Tú de buenas

En eso no pudo más mi marido y se puso encima follándome con todas sus fuerzas a la vez que decía

Marido: si lo sé que los jóvenes les ponen la madura y si están tan buenas como tu más, con ese cuerpo, ese culo, esas tetas….

No pudo má y dejo su leche en mi coño, luego nos recuperasmos y ns fuimos a dormir. Al día siguiente me dijo

Marido: perdona por lo de ayer si te moleste en algo o dije algo inapropiado

Me pues de lado junto a él, le miré, le besé y dije

Yo: todo lo contario estuvo fenomenal, me sorprendió que lo hicieras, nunca antes hiciste algo así

Marido:_ si lo sé. no sé porque lo hice

Yo: es bueno que dejemos volar la imaginación y digamos lo que pensamos

Ese día fui yo el que me puse de rodillas y me comí su polla sacándole toda su leche en mi boca. Luego fuimos a comprar, a la playa, a tomar el sol,  a bañarme y mi marido atento, servicial, vamos lo que hacía tiempo que no recordaba. Así fueron pasando los días, hasta que como otros años, vino mi hijo a la playa aunque había hablado algunas veces con él por teléfono prometiéndome todas las clases y formas posibles de sexo. Y fue un martirio porque tan servicial estaba mi marido que no me dejaba un rato a sola por lo que solo puede estar con juan algunos pocas veces antes de comer donde follábamos como locos, aunque duraba poco tiempo y también me dejaba meter mano viendo la tele en algunas ocasiones que la veíamos en la terraza y con sumo cuidado.

Recuerdo una noche que volvíamos los tres de cenar, yo cogida de sus brazo, cada uno a un lado mío, por el camino fui pensando que me ponían las manos en el culo y al llegar al apartamento me ponía entre ellos en la cama, pero no ocurrió nada de eso, además con eso de que estaba mi hijo, mi marido refrenó sus entusiasmos. Total que volvimos casa los tres era el final de vacaciones.

Al día siguiente estaba deseosa que se fuera mi marido, sabía que vendría juan a verme y así fue, entró desnudo con la polla apuntando al frente, me incorporé sentándome en la cama, Juan se puso de pie junto a mí y me quitó las sábanas luego cogió mi camisón y me lo quitó después se puso de rodillas y metió la cabeza entre mis piernas, me tumbé y sentí como su lengua pasaba por mi coño todo húmedo de la calentura de esperarlo

Juan: estas caliente he putita

Yo: si amor, si te esperaba

Seguía comiéndome el coño y paraba algunas veces para decir algunas cosas

Juan: te gusta estos despertares, dime quieres mi leche

Yo: si si me gusta despertar así, si quiero tu leche si toda

En esos momentos, seguro que ya había tenido algún orgasmo pero él seguía comiéndomelo para que tuviera más y más y los tuve, ya lo creo. Cuando ya no pude más le sujeté la cabeza contra mis piernas y mi sexo para que me dejara respirar y recuperarme. Le hice que se tumbara encima de mí y le acaricié el cuerpo con mis manos.

Juan: que gana tenía de comértelo, durante todo el mes no pude

Yo: pues yo tengo ganas de cabalgar encima de ti, túmbate venga.

Se tumbó, l pasé mis tetas por todo el cuerpo, boca, pecho, piernas para acabar pasándosela por su polla tiesa y dura como un palo luego le di unas mamadas en su polla y me puse encima introduciéndome su polla en mi coño y comencé a cabalgar encima suyo como una posesa, le quería dar tanto placer como él a mí, me sobaba las tetas, me miraba me decía lo rica y buena que estaba y me llamaba su puta, su zorra que yo asentía, tan fuerte fue que no tardé en sentir su leche dentro de mi coño y como gemía de gusto, casi a la vez que yo también llegaba, otra vez.

Después no fuimos al despacho y por la tarde otra vez en el despacho, así siguieron los días, sin muchos sobresaltos y casi calcados, hasta que pasados unos meses me dijo Juan que no podía estar toda la vida así de ayudante mío en el trabajo y que había hablado con otros dos compañeros de la pasantía donde estuvo y que querían ponerse por su cuenta, cosa comprensible y que también quería independizarse da casa, que quería comprar un piso ahora que con la crisis había buenos precios. Me pareció bien todo. A primeros de año se cambió la nuevo despacho con sus compañeros, no estaba lejos del mío y también encontró un piso que le gustaba en una urbanización cerrada y moderna, fuimos a verlo antes con él y estaba muy bien, por lo que le ayudamos en el pago.

Esos días o quizás algún mes entre el nuevo despacho, el piso y demás en mirar cosas para amueblarlo y demás fue pasando hasta que le llevaron la cama a su piso donde la estrenamos durante horas. Cuando tuvo casi todo pensó en hacer una fiesta en su nueva casa con amigos, compañeros… y por su puesto sus padres, pero me dijo que unos día antes quería hacer una fiesta conmigo.

Fui a su casa sobre la 5 de la tarde, como tenía llave por el tema de los muebles abrí la puerta, entré al salón y me encontré allí a mi Juan sentado en el sofá, se levantó y me besó en la boca metiendo su lengua hasta el fondo, esto promete pensé, luego me invitó a sentarme y me dijo que me ponía un gin tonic y se fue a la cocina, vino con la bebida y se sentó a mi lado

Juan: bueno parece que ya tengo todo lo que quiero

Me morreaba mientras lo decía y me tocaba el pecho

Juan: huy casi se me olvida, tengo un regalo para ti

Se levantó y fue a la habitación y me trajo unas bolsas

Juan: toma para ti

Abrí las bolsas y era un conjunto de camiseta verde y amarilla y una falda a juego, un tanga amarillo y unas sandalias a juego

Yo: vaya no esperaba nada así, que bonito es seguro que me sienta bien

Juan: pruébatelo venga

Me fui a la habitación suya y me lo puse, me sentaba de vicio, la camiseta ajustada con cuello en V resaltaba más mi pecho, la falda ajustada, perfecta, el tanga minúsculo que apenas tapaba y las sandalias de mi número. Salí al salón

Yo: como me ves

Juan: que como te veo, pues deslumbrante, sensacional no sé que decirte

Yo: te olvidaste del sujetador

Juan: para nada así estás mas atractiva

Cogí la copa y tomé algo cuando sonó su móvil

La conversación fue de monosílabos, más bien

Juan: vaya con tanta historia no em acordaba que había quedado con David

Yo: con David, tu amigo, mi pasante y donde has quedado?

Juan: aquí, vaya fastidio, pero será un minuto, viene porque quiere venirse a mi despacho, pro ya le he dicho que sin la aprobación de los otros no puedo hacer nada, pero insiste

No tardó en sonar la puerta desde abajo y luego arriba, Juan fue a abrir y les oí saludarse y hablar mientras entraban en el salón

David: pero bueno que sorpresa Susana, como estás, cuanto tiempo, no sabía que estarías aquí

Se acercó donde estaba sentada y me dio un beso en la boca, no lo esperaba

Yo: hola David, si es una casualidad que esté aquí, cosas de decoración.

Juan: siéntate y toma algo venga y se fue

David: y que tal todo, el trabajo, los clientes

Yo: bien, todo bien, ya sabes con las crisis los abogados tenemos más trabajo y tu donde estás ahora? Sigues con tu novia?

David: yo, pues estuve de pasante y luego me puse con otro, pero la verdad no vamos bien y por eso quería iniciar un nuevo proyecto con juan, que es competente.

Yo: y con la novía, te casaste?

David: jajja que va lo dejamos y volví con mi madre, pero cuando tenga algo de dinero me independizo y me compro una casa como ésta jajaj

Llegó Juan con su bebida y se sentó junto a mí, David estaba frente a nosotros y hablamos del trabajo, despacho y profesión… en la segunda copa la cosa fue cambiando

David: Susana estas impresionante, de verdad, cada día más guapa y espléndida, solo hace falta mirarte

Yo: siempre tan halagador

Juan: si, verdad, está deslumbrante

Seguimos así un rato hasta que David dijo

David: una cosa porque no ponemos música disco y bailamos

Juan: ah vale por mí

Yo: música disco, de verdad queréis eso?

Juan: si, porque no, venga como si fuera una fiesta

Se levantó y fue a poner música mientras que David iba al baño, yo me fui junto a Juan y le dije

Yo: de verdad quieres que bailar ahora, pero David no se iba a marchar, si se queda ya sabes como es  y que querrá baila conmigo.

Juan: bueno no es para tanto, no pienses tanto relájate y disfruta

Luego me dio un morreo

Me volví a sentarme algo contrariada, estaba claro que esto estaba preparado y que a mi hijo no parecía importarle que su amigo tonteara conmigo, bailar o que fuera a más.

Al llegar David al salón la música empezó y Juan apagó luces, cerró persianas dejando el salón en penumbra. Comenzaron a bailar y a los poco segundos cada uno de una mano me llevaron para que bailara, con lo que no me quedó más remedio y lo hice, no conocía la canción pero para una mujer bailar es sencillo, ellos eran más estridente y haciendo algo el tonto, más jóvenes en definitiva. Estuvimos así varias canciones hasta que me fui a sentar y a tomar algo de bebida

Juan: venga no te retires, que esto está super

David: mujer, no nos dejes solos

Yo: un respiro esta música es muy rápida

El decir eso fue el remate y lo que ellos esperaban o querían porque entonces dijo Juan

Juan: venga ahora ponemos algo más suave

Mientras cambiaba de música David bebía de su casi acabada copa, como la de todos. Y sonó la música, no es que fuera suave era lenta de bailar pegados

David: porque no pones otras copas Juan, mientras yo bailo con esta belleza que tenemos aquí

Juan fue a la cocina mientras que David estiraba su mano para que saliera a bailar. Me levanté y salí con Él al medio del salón, me pegó a él enseguida poniendo sus manos en mi cintura a la vez que me miraba, fue a besarme pero yo no recibí su lengua puse mi cabeza a un lado, notaba su dedos moviéndose por mi espalda, mi cintura y bajando algo más, notaba su calentura en mi vientre, la dureza de su polla, empezó a besarme el cuello despacio

David: que bien sabe y hueles

Siguió besándome por la oreja, el cuello mientras con sus dedos se dedicaba a pasarlos despacio por mi culo, tengo que decir que recordaba los encuentros con y eso me ponía, siempre fue un morboso excitante, tanto que notaba que estaba caliente, tanto que una vez que cuando intentó besarme de nuevo en la boca me deje que su lengua se entrelazara con la mía bastante tiempo, ya sus manos sobaban bien mi culo y una de ella la pasaba por mi pecho

David: que rica estás Susana, como me pones

No habíamos sentido llegar a Juan, yo al menos; cuando se puso a nuestro lado con unas copas y dijo

Juan: venga también hay que refrescarse

Cogimos las copas y brindamos y bebimos los tres

Juan: bueno deja que baile Yo ahora

David se apartó a un lado y fue Juan le que ocupó su sitio, me besó en la boca a l vez que sus manos me apretaban el culo. Después puso su boca en mi oído

Juan: uh, estas caliente verdad, el tenernos a los dos te calienta, como me gustas que seas tan zorra.

Metió la mano por debajo de la falda hasta llegar a mi coño

Juan: lo tienes todo mojado, creo que lo mejor para tu calentura es que te la quitemos dos pollas hoy, putita

Llamó a David que se puso por detrás de mí, haciéndome un sándwich, me puso las manos en la espalda y luego las pasó a mi pecho,  juan me tocaba el culo y el coño, davir metió las manos por debajo de la camiseta sobándome bien las tetas

David: que ricas siguen igual, están como la recuerdo

Se restregaba su polla con mi culo y mi hijo con mi coño, David tiró de mi camiseta hacia arriba y me la quitó, mi hijo tiró de mi falda hacia abajo hasta que cayó al suelo, luego la apartó con el pie. Solo tenía el tanga y las sandalias y dos tios sobándome

David: que buena estas y que zorra eres, no crees que tu madre es muy puta, juan

Juan: si lo es muy putita y zorrita y caliente mira como gime, es más puta que la tuya David.

David aprovechó para quitarse el pantalón y sacar su polla, cogió mi mano y me la llevó a ella, estaba como un palo de dura, no la recordaba tan dura y gorda. Juan hizo lo mismo y me llevó mi otra mano

Juan: ponte de rodillas putita y cómetelas

Me puse de rodillas y metí una polla en mi boca y luego la otra, estuve así un buen rato

David: creo que lo mejor es acabar en su culo y coño, vamos a la cama

Juan: aquí mismo

Me quitaron el tanga y Juan se tumbó en el suelo y me dijo que me la metiera, luego David me la metió en el culo, a la vez que ambos me sobaban las tetas, la espalda, la boca, el pelo. Nada más tenerlas dentro gemí mientras tenía un orgasmo pero quería más y más

David: este culo es como lo recuerdo, perfecto, el de una puta tragona

El primero en llenarme de leche fue David, que me llenó el culo con su esperma caliente, a los pocos segundo sentí la leche de mi hijo dentro de mi coño bombeando con todas su fuerzas. Yo había tenido varios también por lo que me quedé tumbado encima de mi hijo y David encima de mí.

Cuando David sacó su polla de mi culo pude salir de mi hijo y me tumbé, entonces la leche comenzó a salir de dentro, mojándome los muslos y el suelo, me fui al baño y me dí una pequeña ducha y salí con una toalla enrollada en mi cuerpo, llegué al salón, ellos estaban desnudos sentados cada uno en un sillón dejándome a mí el sofá, me puse frente a ellos y bebí a la vez que veía su pollas dura y tiesas de nuevo, al dejar mi copa en la mesa David la cogió y apartó luego se puso de rodillas y abriéndome la toalla puso su lengua en mi coño diciendo antes de nada

David: uh hace tiempo que no me como un buen coño

Y empezó a comérmelo, sentía su lengua ir a ritmo a la vez que me lo tocaba con sus dedos, mi hijo no se quedó atrás se puso de pie en el sofá poniéndome su polla en la boca la cual cogí y se la empecé a comer con delicia saboreándola tocándole su huevos con mis manos y sintiendo los lengüetazos de David en mi coño todo empapado de nuevo

Juan: déjame David a mi ahora

Cambiaron de posición, al cambiar de ritmo mi coño lo notó y no tardé en sentir como explotaba de placer otra vez, a la vez que le comía la polla a David, luego cambiaron otra vez y creo que otra más aunque no sé si pasó o no, porque solo sentí placer en mi coño con una buena polla en mi boca.

Cuando caí derrumbada por el placer de los orgasmos ellos pararon, aunque solo me dieron un respiro, Juan me cogió en brazos y me llevó a la cama, me tumbó boca arriba y comenzaron a tocarme con las yemas de los dedos y con su lengua al unísono, cada uno por una parte de mi cuerpo, sentí dos lenguas a la vez en mi tetas, mi vientre, mi muslo mis piernas mis pies, mi cara mi boca. Después me dieron la vuelta y me pusieron de espaldas y lo mismo con sus dedos y su lengua me la pasaban por mi espalda, mi culo, mis piernas mis pies… hasta que uno de ellos se puso comerme el coño desde atrás, luego vi que mi hijo se ponía de rodillas frente a mi cara y oía a David como decía que iba a por un preservativo, no tardé en sentir como subía mi culo y como ponía su polla en la entrada de mi coño introduciendo su polla dentro, mi hijo tiró de mi hacía arriba para ponerme a cuatro patas y así poderle comer su polla a la vez que David me follaba.

No era fácil comérsela con las embestidas de David en mi coño el cual no solo lo follaba si no que lo sobaba, así como mi hijo me sobaba mis tetas al mismo tiempo que le comía la polla, tanto fue que no pude más y llegue sin poder gemir pro tener la boca ocupada, al poco rato ellos también lo hacían, mi hijo me llenó de leche la boca que me trague todo lo que pude y David el preservativo que después se quitó.

Me quedé tumbada boca abajo con los ojos cerrados, estuve bastante tiempo así tanto que sentí como David se despedía de mí con un beso en el culo, luego me incorporé y me vestí con la ropa que traía, salí al salón y me abracé a mi hijo

Juan: espero y deseo que te haya gustado, aunque no sé si lo deseabas esto

No dije nada seguí abrazada a Él

Yo: hijo ha sido estupendo, amor, si tú lo deseabas yo también

Estuvimos un rato así antes de irme, aunque fui pensando por el camino el porqué habría querido compartirme con otro

Continuará