Con un abuelo
Quede con un desconocido que resultó ser un abuelo muy vicioso.
Buenos días a todos.
Soy un hombre maduro de buen ver, bisexual y abierto a todo tipo de experiencas. mis relatos están todos basados en experiencias reales. os los iré contando sin orden cronológico, pues cada uno es una experiencia concreta.
Puse un anuncio en Milanuncios, en el apartado gay, tenía ganas de tener un desahogo con un hombre. Os dire´que puse que buscaba un macho activo y dominante, pues me gusta ser pasivo y sumiso.
Tuve varias contestaciones y tras algún intercambio de correos me decidí por uno y quedamos ese mismo día al medio dia. Vivía en la calle Antonio López de Madrid. LLegué a la hora fijada y llamé a su puerta. Me abrió un hombre muy mayor, de setenta y muchos años, bajito y gordo. No era muy agraciado. En ese momente pensé en irme, pero entre mi excitación y que me cogió por el brazo y me hizo entrar decidí aguantar un poco a ver que pasaba. La casa era antigua, estaba sucia y llene de trastos. Hola, me dijo, que suerte que hayas venido y estes tan bien, vamos desnudate aqui mismo. Estaba indeciso pero algo me hizo empezar a desnudarme en la entrada. Me quite la camisa y en cuanto vió mis tetas agarró mis pezones y los pellizcó fuerte, me dolió. Cuando vió me gesto de dolor se rió y me dió una bofetada. ¿No buscabas un macho dominante? me dijo. Terminé de desnudarme completamente y me miró detenidamente y exclamó. voy a pasrlo bien con ese cuerpo. Allí mismo me soltó un par de azotes. Me agarró la polla y me llevó por el pasillo, notaba como mis pies se llenaban de toda aquella suciedad. Llegamos a una especie de salón abarrotado de cosas y me tumbó sobre una mesita boca arriba. Empezó a chuparme los pezones y llenarme de babas. La sensación era contradictoria, por un lado sentia asco y por otro tenía la polla dura. Siguió babeandome por todos lados y luego se centró en mamarme. De vez en cuando me soltaba alguna bofetada y algún escupitajo en la cara, que luego extendía con su mano. Luego me puso a cuatro patas sobre la mesita. Colocó dos pinzas de la ropa en mis pezones y comenzó a darme azotes. De vez en cuando se ponía delante de mi y me metía su pene en mi boca, estaba flacido y olia a pis. Cuando se cansó de ponerme el culo rojo, cojió no se que líquido y me lubricó el ano. empezó a meterme un dedo, luego dos, tres, entonces me dijo, voya presentarte a un amigo. Sacó de un cajón una madera parecida a un pene de buenas dimensiones. Le dije que me parecía muy grande, me soltó una bofetada y un azote diciendome que su amigo me iba a follar. Comenzó a metérmelo y me dolia, cada vez que me quejaba, me soltaba un azote, poco a poco lo fué metiendo y se me pasó algo el dolor. Segúia metiendo su polla en mi boca de vez en cuando. estubo un buen rato follandome con esa cosa y azotando mi culo. Arrancó las pinzas de mis pezones y a la vez que me follaba empezó a masturbarme. No tardé mucho en correrme. Cogió mi semen y junto con un escupitajo lo restregó por mi cara. Ha estado bien, ven a ducharte y puedes irte. Yo pensaba que habíamos acabado. La ducha estaba sucísima, me dijo que me arrodillara un momento y así lo hice. Se puso delante de mi y empezó a masturbarse. Pronto se corrió en mi cara. Fui a levantarme pero me dijo que quedaba el final. me dijo que abriera la boca y en unos segundos empezó a mear en ella. Tambien meó en mistetas y en mi polla. Cuando acabó me la metió en la boca y me hizo limpiársela. Se la guardó y me dijo que me duchara. Cuando terminé fuí a buscar mi ropa al recibidor. Allí estaba esperándome. Me dijo que lo había pasado muy bien mientras me daba algun azote y pellizcaba mis pezones. Me dijo que volviera cuando quisiera. Nos despedimos. Me fui con una sensación extraña, Había sido todo un poco sucio, pero a la vez excitante.
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