Con ricardo y don pedro taller en la juárez
MI VIDA CON ARTURO 6.1 CON RICARDO Y DON PEDRO TALLER EN LA JUÁREZ Esta vez contaré una situación que viví y se podría intercalar en los capítulos de mi vida con Arturo, ya que fue en ese tiempo que decidí regresar a trabajar en una empresa.
MI VIDA CON ARTURO 6.1
CON RICARDO Y DON PEDRO TALLER EN LA JUÁREZ
Esta vez contaré una situación que viví y se podría intercalar en los capítulos de mi vida con Arturo, ya que fue en ese tiempo que decidí regresar a trabajar en una empresa.
La situación en la papelería no era buena, las ventas habían bajado y ya no obtenía ganancias, un día estaba leyendo el periódico en la papelería y encontré un anuncio donde solicitaban una secretaria con conocimientos en el ramo automotriz, específicamente en refacciones para laborar en un taller mecánico, en la colonia Juárez.
Llamé para preguntar los requisitos y solicitar una cita, me comunicaron con el sr Gutiérrez, quién era el gerente del taller, me preguntó si tenía experiencia en el ramo, le comenté sobre mi experiencia en vegue y que mi esposo trabajaba en Moresa y en ocasiones lo apoyaba por lo tanto estaba actualizada tanto en precios como en refacciones y modelos. Le agradó mi conocimiento y me citó a entrevista al día siguiente, pero le dije si podía ser en un par de días, para tener mi documentación actualizada y quedamos para el jueves a las 10 de la mañana, así que tenía dos días para tener todo listo y hablar con Arturo sobre esto.
Lo comenté por la noche con Arturo, al principio no estaba de acuerdo, pues decía que un taller no era un buen ambiente para mí, pero logré convencerlo ya que la papelería nos estaba costando en lugar de dando, al día siguiente me puse a empacar toda la mercancía y subirla a mi casa, afortunadamente no era mucho y los anaqueles los desarmó Arturo y los colocamos en el cuarto de servicio y puse un anuncio para vender todo a precio de mayoreo.
Llegó el jueves, me arregle muy bien, con una blusa de manga larga azul cielo y una falda corta azul marino, medias ajustables al muslo y zapatillas azules y me fui la cita, Arturo me llevó ya que quería ver qué tipo de taller era; es un taller en la calle de Versalles muy bien montado, con el área de oficinas separada del resto del taller, cosa que a mí esposo le agradó y evitó que pusiera más peros a que trabajara ahí.
El sr Gutiérrez era un hombre de unos 45 años robusto sin llegar a gordo, con incipientes canas en las sienes un poco más alto que yo, revisó mi currículum, me hizo algunas preguntas sobre materiales y me dictó algunos escritos como prueba. Al final aceptó darme el empleo, me presentó con la chica de caja y con la de recepción, encargándole a ésta última me
enseñara las instalaciones y me presentara al personal, se despidió de mi dándome la mano ya que tenía que salir en ése momento que me esperaba el lunes a las 9 para iniciar mis labores, me fue mostrando las distintas áreas y presentándome al personal.
En la parte alta estaba el área de oficinas formando una l alrededor del taller que quedaba en la planta baja. Era la oficina del sr Gutiérrez, mi futuro escritorio y archivo, una pequeña área de recepción y sala de estar, el área de cafetería y los baños de damas y caballeros y al final una escalera interna que daba hacia el taller directamente.
De ahí se encontraba el baño de los mecánicos, las diferentes áreas de servicio (hojalatería y pintura, alineación y balanceo, afinación, la oficina del jefe de taller (don Pedro, un señor de 55 años canoso pero con brazos muy fuertes y definidos y algo de barriga cervecera), el área de almacén atendida por un joven de unos 30 años de nombre Ricardo, es un chico delgado de 1.75 de estatura Moreno con ojos verdes, bastante atractivo y una blanca sonrisa muy cálida.
En esta época tendría unos 32 años y me conservaba bastante bien y podía lucir mis piernas en ajustadas minifaldas o pantalones tipo mayon que resaltaban mis redondas nalgas y mi abultado pubis.
Regresamos al área de recepción y me despedí, quedando en presentarme a laborar el próximo lunes.
Llegué a mi casa muy contenta de haber conseguido el trabajo, le llamé a Arturo para avisarle que el lunes ya entraba a trabajar, estaba feliz, pues ya podría tener un ingreso fijo sin tantas preocupaciones y en un giro que me gustaba mucho y conocía muy bien.
El lunes me levanté temprano, me bañé y arreglé muy bien con un vestido sin mangas azúl claro bastante entallado que me quedaba como pintado al cuerpo y me quedaba casi a medio muslo, con un generoso escote que al inclinarme dejaba ver mis senos y el encaje de mi brassier de media copa, unas pantimedias, panti y brassier color beige de encaje y zapatillas y bolso negro. Pasaron varias semanas, me acople rápido al ritmo de trabajo y me llevaba muy bien tanto con Clara la recepcionista, como con don Pedro y Ricardo pues era con los que tenía más relación de trabajo, independientemente de mi jefe claro está.
Casi siempre comíamos juntos Ricardo Clara y yo, en alguna fonda de la zona, solo los sábados aprovechábamos ir a un mejor lugar ya que era día de cobro. En una de esas ocasiones fuimos a comer mariscos Ricardo y yo únicamente pues el novio de Clara pasó por ella y no nos acompañó, la pasamos muy bien, pues era un chico muy divertido y atento a veces demasiado ya que me tomaba por la cintura para cruzar la calle o ponía su mano sobre mi hombro al ir caminando, yo no le decía nada pues no quería aparentar ser una estrecha o que él se sintiera que lo hacía de menos.
El aprovechaba que nunca le marcaba un alto rotundo y siempre trataba básicamente de tocarme por cualquier motivo y vaya que había bastantes, ya que nuestro trato por trabajo era continuo y desde un principio como mi jefe nos pidió que hiciéramos un inventario físico, pues los roces y acercamientos eran constantes, yo aunque llegué a sentir el roce de su pene sobre mis redondas nalgas no le di importancia, creyendo que eran roces involuntarios por lo estrecho del espacio.
Estábamos tomando café al terminar de comer y empezó a acariciar mi pierna, mientras platicábamos, yo llevaba una falda blanca corta que al sentarme dejaba a la vista gran parte de mis muslos, casi al borde elástico de mis medias transparentes, le retiré disimuladamente su mano en dos ocasiones y en la tercera , tomé su mano entre las mías y poniéndolas sobre la mesa le dije que no se confundiera que me gustaba su amistad pero era una mujer casada y no podíamos más que ser compañeros y amigos, me pidió disculpas diciéndome que no se pudo contener pues yo le gustaba mucho y no sabía que era casada y me bromeó con el clásico de “no soy celoso”.
Debo decir que su mano fuerte sobre mi pierna, me inquietó bastante pues fue una caricia muy sutil y deliciosa que hizo erizar mi piel, terminamos de comer y me llevó en taxi hasta mi casa, despidiéndome de él dos calles antes con un beso en la mejilla.
En una ocasión al salir del trabajo me llamó Arturo para decirme que llegaría bastante tarde pues tendría una cena con unos clientes y no sabía a qué hora se desocuparía, le dije que lástima pues tenía tiempo que no salíamos y me hubiera gustado estar con él, me contestó muy seco que en otra ocasión lo haríamos. Yo me quedé contrariada pues desde hace dos meses no me había buscado y me sentía necesitada de cariño.
Iba caminando por la avenida Chapultepec y me quedé mirando la marquesina de una sala de cine que hay ahí y cómo no tenía ganas de llegar a casa todavía, me crucé para entrar al cine y distraerme un rato, compré mi boleto sin fijarme mucho que película pasaban, solo chequé la función más próxima.
Al estar esperando para entrar a la sala, sentí la presencia de alguien muy cerca de mí y volteé a ver quién era pues no había tanta gente como para que se acercara tanto y cuál fue mi sorpresa que era Ricardo y le dije sorprendida: y tú qué haces aquí?
Te vi desde que cruzaste la avenida algo cabizbaja y decidí acompañarte si no te molesta claro……
No para nada y lo tomé del brazo inconscientemente, el puso su mano sobre la mía y me dijo: ven vamos por algo, no gustas un refresco?
Ok unas palomitas le dije
Pidió dos palomitas y un refresco grande para él y me preguntó:: Algo de tomar? No, mejor me convidas del tuyo.
Ese día como era viernes y podíamos ir más informal y mi jefe no iba a estar me puse una blusa corta azul claro que me llegaba justo a la cintura y algo entallada que hacía ver mi busto más erguido y con mi brassier de media copa, pues realzaba aún más, un mayon color color gris, que hacía resaltar mis redondas nalgas y para que no se marcara mucho mi panty me puse una de encaje sin resorte y así se disimulaba un poco aunque no mucho, pues todos los hombres del taller cuando bajé al almacén, no dejaban de ver mis nalgas y disimuladamente se tocaban la entrepierna. Combinando mi vestimenta con unas zapatillas de tacón que moldeaban mejor mis redondeces.
Entramos en la sala y ya estaba casi llena, tocándonos lugar hasta arriba y en una esquina. Subí delante de Ricardo y conforme subía sentía la fuerza de su mirada en mis piernas y nalgas, volteé a verle y efectivamente tenía sus ojos puestos en el movimiento de mis caderas, me hice la disimulada diciéndole que sólo había lugares juntos hasta arriba y de lado. Solo se encogió de hombros diciendo ya ni modo, ahí está bien.
Fuimos pasando por la fila hasta nuestros lugares, sintiendo uno que otro roce en mis muslos, al moverse para dejarnos pasar y sentí como uno de la fila anterior movió su brazo para abrazar a su acompañante y prácticamente me acarició completamente una nalga, haciéndome estremecer!!!
Por fin llegamos y me senté junto a la pared y él quedó a mi izquierda, nos acomodamos poniendo mis palomitas sobre mis piernas y quitándome el suéter que llevaba, colocándolo en un costado de mi asiento, él se sentó colocando su refresco entre sus piernas y poniendo sus palomitas en su pierna izquierda.
Comenzó la película y acercando sus labios a mi oído me ofreció refresco, le dije que al rato y comencé a comer mis palomitas, en un momento dado se volvió a acercar a mi oído pero rodeando mi espalda con su brazo para hacerme algún comentario, al sentir su respiración tan cerca me puse chinita y me encogí de hombros acercándome más hacia él, la verdad entre el toqueteo en mi nalga y su respiración en mi oído, me había excitado un poco y con los dos meses que llevaba de abstinencia, estaba muy receptiva a cualquier acercamiento o roce.
Poco a poco fui sintiendo cómo su mano se apoyaba en mi hombro y la iba recorriendo acariciando primero mi brazo y Jalándome hacia él mientras con su otra mano me ofrecía refresco, el cual acepté para poder despegarme un poco de su simulado abrazo. Poco a poco su caricia se volvía más audaz y ya no sólo rozaba mi desnudo brazo, si no que pasaba sus dedos por mi cuello en dirección a mi canalillo que al tener desabrochado los dos primeros botones de mi blusa le daba un acceso visual directo hacia mis senos, le pedí un poco más de refresco para mitigar en algo el calor que sentía en mis mejillas por sus furtivas caricias, pero como tenía en sus manos sus palomitas, me señaló el vaso entre sus piernas para que yo lo tomara y así lo hice.
Bebí un largo trago, refrescándome un poco, pero al volver a poner el vaso entre sus piernas por ver la pantalla roce su paquete que ya mostraba una fuerte erección sintiendo cómo me subían los colores y disculpándome, él sólo se sonrió diciendo: no hay cuidado, poniendo su mano sobre mi rodilla.
Yo moví mi pierna, pero él no quitó la mano de mi rodilla, volteé a verle y acercó su cara a la mía dándome un beso en la comisura de mis labios, me le quedé mirando sorprendida pero al no retirarme lo tomó como aceptación de mi parte y abrazándome me jaló hacia él y me besó en los labios, tratando de introducir su lengua en mi boca, mientras su mano avanzaba sobre mi pierna acariciando la parte interna de mi muslo, yo instintivamente junté mis piernas impidiendo su avance hacia mí intimidad y con mi mano sostuve su brazo evitando que siguiera su camino.
Separó sus labios de los míos, pero sin dejar de abrazarme, acercó su boca a mi oído y besó mi lóbulo, recorriendo desde ahí hasta mi cuello por detrás de mi nuca haciendo que mi piel se rezará y emitiera un ligero gemido al sentir su beso en mi cuello, mientras su mano recorría mi muslo derecho y acariciaba toda mi pierna y mi glúteo hasta llegar a mi cadera, yo me enderece y poniendo mi mano sobre su pierna, me retiré un poco de él, volteando mi cuerpo frente a la pantalla, obligando a que hiciera lo mismo y dejará de acariciar mi pierna.
Terminó la película y se ofreció a llevarme a mi casa pero cómo no era muy tarde le dije que mejor nos íbamos en el metro ya que a los dos nos quedaba bien, ya que yo iba hasta San Antonio Abad y el iba por general Anaya,
al salir del cine me ayudó a ponerme mi suéter y al voltear para tomarlo del brazo pude notar la protuberancia que mostraba en su entrepierna, se veía un bulto bastante grande!!!
Nos subimos al metro y al entrar al vagón, la gente nos empujó y quedamos junto a la puerta del fondo, él quedó recargado de espaldas en la puerta y yo quedé de lado, frente a él, cogida del tubo, pero a la siguiente estación, entró mucha gente y me empujaron de manera que al estar de lado mi hombro
quedó sobre su pecho y mi pierna y nalga en medio de sus piernas.
No podía ni moverme pues quedé de lado entre él y una señora que me apretaba más contra Ricardo, inmediatamente sentí como su pene rozaba mi nalga izquierda e iba creciendo conforme nuestros cuerpos se pegaban al movimiento del tren, por lo ligero de la tela de mi mayon sentía su pene como crecía y abarcaba cada vez más mi nalga, por la posición y los apretones no me podía mantener bien de pie, casi iba recostada en su pecho, hasta que perdí el equilibrio y al no poderme sostener del tubo, me fui sobre la persona que estaba atrás de mí, afortunadamente éste señor me sostuvo por la espalda evitando que cayera y quedando apoyada en mi pie derecho únicamente, me sostuve del brazo de éste señor mientras Ricardo me tomaba por la cintura sosteniéndome en pie.
Con el ajetreo y recuperando el equilibrio quedé de espaldas a Ricardo y al llegar a la siguiente estación, quedamos inmovilizados por la gente que subió, la señora me apretaba por el frente y me empujaba hacia atrás, quedando totalmente sin poder moverme entre la señora y Ricardo que quedó pegado a la puerta también sin poder moverse y con sus manos apoyadas en mi cintura, mis nalgas quedaron pegadas a su pubis y su erecto pene presionaba en medio de ellas, me le quedé viendo de reojo y él sólo me decía con la cara roja, lo siento no puedo moverme.
Era comprensible pues íbamos como sardinas y después de los escarceos en el cine y ahora con mis nalgas pegadas a su paquete, obviamente que tenía que excitarnos la situación.
Sentía la humedad en mi vagina y como mi panty se pegaba a mis labios vaginales, tanto por mis fluidos como por el sudor del calor que se sentía en el vagón y más sintiendo su pene duro y bien erecto entre mis nalgas uuuff me tenía súper excitada, lo sentía cómo de repente palpitaba y su dureza separaba mis cachetes traseros y con el movimiento del tren pues más se me enterraba su duro miembro en medio de mis nalgas. Así nos fuimos las dos estaciones que faltaban para llegar a Pino Suárez, sentía cierta humedad entre mis nalgas, no sabía si era el sudor o el líquido pre seminal de Ricardo por la continua fricción de su miembro y mi culito hummmm pero yo sentía un placer que me tenía al borde del orgasmo, pero trataba de no moverme mucho, ya que mi excitación era a tal grado que ganas me daban de masturbar su rígido pene con mis nalgas, cada pequeño movimiento me hacía sentir un gran placer al frotar su pene y sentía como su glande se incrustaba entre mis nalgas ricamente!!! Que solo me mordía mi labio inferior para no emitir ningún sonido que pudiera delatar lo que sentía…
Por fin llegamos a Pino Suárez y salimos varias personas, yo iba acalorada y muy excitada, el sentir sus manos apretar mi cadera y cómo distraídamente las bajaba por mi cadera hasta mis redondas nalgas y su duro pene presionando mi culito sobre mi mayon uuuff me tenía con las mejillas ardientes!!!!
El estaba en igualdad de condiciones, se le veía acalorado y con una tremenda erección cuando nos bajamos que por mucho que trataba de ocultarla y acomodar su miembro, era tal su excitación que su pantalón al ser delgado, mostraba una tremenda carpa.
Ya en el metro hacia Taxqueña aunque venía con gente, no íbamos tan apretados pues ya podíamos, cogernos del tubo lateral sin estar tan pegados, llegamos a san Antonio Abad prácticamente sin decir una palabra, los dos veníamos apenados y excitados a la vez sin casi mirarnos, por temor a la reacción uno del otro. Al bajarme se bajó el también, diciendo que me iba a dejar, le dije que no era necesario que estaba cerca mi casa y que no me gustaría que alguien nos viera por ahí, le dije que estuve muy a gusto y gracias por acompañarme, le di un beso leve cerca de los labios y al abrazarle sentí la presión de su glande en mi vientre y cómo sus manos apretaban una mi cadera y otra mi nalga.
Llegué a mi casa mis hijos ya habían cenado, me fui a cambiar pues mi panty estaba muy mojada, mi hija Brenda me preguntó si tenía calentura pues estaba muy roja de la cara, le dije que tenía mucho calor porque el metro venía muy lleno, me puse una playera sin brassier, unas panty limpias y un short corto para dormir, me servi un café y cómo Arturo llegaría tarde, me fui a recostar después de ver un rato la tele.
Me acosté sobre las sábanas, me sentía inquieta y todavía excitada pues mi vagina palpitaba y sentía inflamados mis labios vaginales, cerraba mis ojos e imaginaba cómo sería el pene de Ricardo de acuerdo a lo que sentí entre mis nalgas cuando lo tenía bien duro y erecto, no podía quitar esa imagen de mi mente, el estar de espaldas a él y con su duro miembro presionando mi culito hummmm qué rico se sentía y no poder disfrutarlo plenamente por temor a que pasaría si se enteraran en el trabajo o que pensaría de mi, después de que hace algunos días le había dicho que era casada y solo podíamos ser amigos.
Así me quedé dormida y no me tapé hasta que llegó Arturo y sentí que se metía en la cama.
Al día siguiente me fui a trabajar, me puse una falda plisada con mucho vuelo que me llegaba como 5 dedos arriba de la rodilla, una blusa guinda de cuello Mao, medias con silicona y zapatillas no muy altas, llegué a la oficina, me puse hacer unos reportes. Bajé con don Pedro por si requería algún material o refacciones que no hubiera en almacén, pasé con Ricardo para cotejar mi reporte de refacciones con el físico de almacén.
Estuvimos checando algunas diferencias, sin hacer ningún comentario referente a lo sucedido el día anterior.
Como todos los sábados la chica de caja, pasa a nuestro lugar y nos entregaba el sobre con nuestro pago y le firmábamos la nómina, así llegó la hora de salida y empecé a guardar mis cosas, dejé mi reporte en el escritorio del sr Gutiérrez, ya todo el personal de oficina se había retirado, pase al tocador pero estaba cerrado y no sabía quién más tuviera llave, cómo ya me andaba, recordé el baño del taller, me asomé y como no vi a nadie, me animé a entrar.
Me metí en un cubículo y al terminar me acicale el cabello, acomodé mi blusa y falda y al salir escuché ruido en el área de regaderas ( el baño del taller contaba con regaderas para que los empleados de servicio se pudieran bañar ahí antes de irse a su casa) salí sin hacer ruido, pero al llegar al pasillo que comunica los lavabos con las regaderas, sentí una presencia y al voltear vi que era Ricardo que se estaba secando, estaba totalmente desnudo, se
acababa de bañar me le quedé mirando paralizada sin poder moverme el me sonrió y se me acercó y sin poder quitar la vista de su miembro que aún en reposo se veía de buen tamaño, le dije: que haces aquí?
Y me contestó: tu qué haces éste es el baño de hombres….
Me abrazó y me besó, yo sentía su pene rozando mi pubis y cómo poco a poco iba endureciéndose y al recordar lo vivido el día anterior, mi vagina se humedeció y palpitaba de deseo.
Correspondí a su beso abriendo mis labios y dejando entrar a su húmeda lengua que ávidamente se enlazó con la mía, mientras sus hábiles manos, levantaban mi falda y amasaban mis nalgas acariciándolas y estrujándolas ricamente con muchas ansias, al sentir que su mano se metía entre mis panty, le dije: espera nos pueden ver….
Él me contestó: ya no hay nadie, me tomó de la mano y me llevó hacia las regaderas, ahí había una banca y recostándome en ella, me desabrochó la blusa y el brassier y comenzó a besar mis senos de una manera tan deliciosa que me dejé llevar y estiré mi mano hasta tocar su pene que ya estaba totalmente erecto y bien duro, pasé mi mano a lo largo de todo su miembro acariciándolo desde la base hasta el glande que ya estaba húmedo en la punta, con mis dedos pulgar e índice
retiré las gotas de líquido pre seminal que coronan su glande acariciándolo y apretándolo levemente
humedeciendo mis dedos con esa sustancia viscosa y pegajosa, volví a recorrer todo el tronco hasta llegar a sus colgantes testículos, que se contraían al contacto de mis dedos, mientras el seguía succionando mis senos primero uno y luego el otro y sus manos enrollan mi falda en mi cintura y comenzaba a deslizar mi panty por mis piernas hasta retirarla por completo arrojándola al piso.
Acarició mi vagina en toda su extensión de arriba abajo varias veces y con su dedo medio, buscó mi excitado clítoris y al sentirlo lo comenzó a sonar deliciosamente aaaahhhh haciéndome gemir de placer aaaahhhh hummm!!!
Yo lo abrazaba apretando con mis manos su febril espalda y buscaba con mis labios los suyos con una pasión desenfrenada y acumulada de estos meses de abstinencia, él dejó de lamer mis pezones y me besó apasionadamente en la boca enlazando su lengua a la mía, besaba mis labios y mi cuello y acercando sus labios a mi oído me dijo: voy por un condón…. Yo lo retuve y le dije no hace falta así, házmelo así no hay problema…..
Él me vio a los ojos y sonriendo, apuntó su duro pene a la entrada de mi mojada vagina y colocando su glande, lo paseó por toda mi vulva, rozando mí clítoris y haciéndome sentir la proximidad de mi orgasmo, elevé mis caderas al encuentro de su rígido pene y me penetró lenta pero continuamente hasta que sus testículos golpearon mis redondas nalgas aagggyyyy wow qué rico sentir cómo se abre ampliamente mi vagina para recibir su potente y rígido miembro, llenando completamente mí canal vaginal ajustándose a su tamaño y grosor, movía mi cadera hacia arriba acompasado mis movimientos a sus repetidas y profundas embestidas, lo apretaba por las nalgas para tenerlo dentro de mí por completo, él se apoyaba en mis hombros y me penetraba con vigor, lo sacaba casi por completo para volverme a embestir con fuerza hasta que sus cargados testículos golpeaban contra mis nalgas.
Así me estuvo dando bien rico a
un mismo ritmo, metiéndomelo totalmente, hasta que después de varios minutos y dos intensos orgasmos que me provocó con sus profundas penetraciones me agarró de las nalgas con ambas manos y aceleró sus embestidas, besando mi cuello y apretando mis nalgas me dio varias estocadas más y con un fuerte golpe de cadera lo metió hasta el fondo topando su glande con mi cuello uterino uuuff y explotó en un copioso mar de espeso esperma llenando mi matriz de blanco y cálido semen, lo abracé fuertemente con mis brazos alrededor de su cuello y con mis piernas rodeé su cintura y moví mi cadera hacia el para sentirlo profundamente!!!!! Mientras apretaba su pene con mis músculos vaginales hasta exprimirlo completamente y recibir dentro de mí hasta la última gota de su viscoso y rico esperma!!!!!
Nos quedamos un rato así abrazados hasta que poco a poco nuestras respiraciones se fueron normalizando, yo besaba toda su cara, sus hombros y lo apretaba fuertemente para sentir cómo su pecho oprimía deliciosamente mis senos!!!
Su pene fue disminuyendo de tamaño y poco a poco salió de mi cálida y húmeda vagina, quedando reposando semi erecto entre mis nalgas hummmm!!! Qué rico sentir su pene palpitando empapado de semen y mis fluidos reposando junto a mi fruncido esfínter que se abría y cerraba al sentir el glande rozándolo delicadamente!!!!
Reposamos besándonos y acariciándonos por todas partes y él me decía que le había gustado mucho que era una diosa haciendo el amor y qué rico apretaba su pene con mis labios vaginales que nunca había sentido algo igual.
Al poco rato sentí como iba creciendo nuevamente su pene entre mis piernas, bajé mi mano y lo agarré y efectivamente ya estaba otra vez en su máxima expresión, se veía hermoso, duro con sus venas saltones y su glande amoratado por la carga sanguínea, nos sentamos frente a frente y lo tomé con mis dos manos y apenas podía abarcarlo, lo agarre desde la base y colocando una mano continua a la otra y sobre salía su glande, se sentía duro y caliente!!!!
Le pregunté cuánto le media pero no supo decirme, le calculé unos 20 o 22 cms por lo menos y me volví a mojar de solo pensar que todo eso me había entrado hace unos momentos!!!
Mientras lo masturbaba con mis dos manos el acariciaba mis senos y apretaba mis hinchados pezones, mi vagina brillaba de todos los jugos tanto míos como suyos que albergaba!!!
Se acercó a besarme y me dijo: quiero volver a penetrarte, pero viendo tus ricas y deliciosas nalgas, se puede?
Me agaché y dándole un beso en el glande me lo metí en la boca, masturbándolo con ella unas tres veces y después me puse en 4 sobre la banca en inclinándome lo más que pude para que resaltarán más mis nalgas y excitarlo al máximo, giré mi cabeza y le pregunté: así te gusta?
Por respuesta recibí su húmeda lengua entre mis nalgas chupando desde mi ano hasta mi vagina, dejando sus labios alrededor de mi clítoris y lo lamía y succionaba durante algunos minutos hasta que retorciéndome de gusto inunde su boca con mi intensa y copiosa corrida!!!! Ahhhhh
El absorbió lo más que pudo e incorporándose pasó su duro pene entre mis nalgas varias veces y después enfilándolo a la entrada de mi vagina me lo fue metiendo poco a poco haciéndome sentir todo su tamaño y cómo iba invadiendo mi canal vaginal con su potente falo!!!!
Lo metía y sacaba, avanzando a cada embestida un poco más hasta que sentí sus bolas golpear mi vulva ricamente!!!!
Se quedó un rato quieto, con todo su miembro dentro de mí, yo pasé mi mano entre mis piernas y agarré sus colgantes bolas, acariciándolas y arañando las cariñosamente, él sólo suspiraba y me decía que rico se siente, sóbalos así bien rico!
Empecé a ensartarme yo solita haciendo mi cadera hacia atrás y adelante, me movía pausada y lentamente sacándolo casi por completo solo dejando el glande adentro, apretaba mis labios vaginales apresándolo su glande y después aflojando me lo iba metiendo hasta sentir su vello púbico cosquillando mis nalgas.
Así estuve algunos minutos mientras el acariciaba y apretaba mis nalgas, las abría y pasaba su dedo entre ellas acariciando mi ano que se fruncía al sentir sus dedos pasar.
Cuando el ya no aguantaba tanto placer y sentía que su pene palpitaba y brincaba dentro de mí, me tomó de la cadera y nalgas y comenzó un fuerte y continuo mete y saca, haciendo que sintiera cómo topaba su glande contra mi cuello uterino uuuff y aceleró sus embestidas hasta que emitiendo un bufido me llenó nuevamente mi vagina y útero de esperma, tres fuertes chorros de espeso esperma llenando todo mi ser, yo solo movía mi cabeza de arriba abajo mientras su candente semen inundaba mi ya mojadisima vagina y apretaba mis nalgas y labios vaginales alrededor de su pene para sacarle hasta la última gota de semen, cerré mis piernas y apreté mi vulva para no dejar que se retirarse, sino hasta que saliera por sí solo debido a la disminución de tamaño y grosor!!!
Él se recostó sobre mi espalda y yo me estiré sobre la banca con su pene dentro de mí y agarrando sus manos con las mías las puse sobre mis senos, mientras su pecho reposaba agitada mente en mi espalda.
Giré mi cabeza y entre abrí mis ojos mirando hacia la entrada del baño y me pareció ver una sombra que se desapareció rápidamente.
Nos levantamos y nos metimos a bañar cada uno en una regadera pues ya había pasado mucho tiempo y no tardaría en llegar el velador, las regaderas no tenían puerta ni cortina y nos podíamos ver mientras nos enjabonábamos varias veces me asomé para ver cómo se enjabonaba su riquísimo y bello pene. Terminamos de bañarnos y vestirnos y nos salimos del taller. Cada quien por su lado pues él iba a otro lado y por eso se baño en el trabajo.
Salí bastante relajada después de éste muy satisfactorio encuentro con mi joven compañero, la verdad ya necesitaba un rato de buen sexo y Ricardo no me defraudó todo lo contrario, tiene un buen instrumento y sabe usarlo bastante bien y sobretodo lo mejor que no termina pronto, pues
nos encontramos como a las dos y media y ya pasaban de las siete cuando salimos del taller, fácil estuvimos haciéndolo unas tres horas uuuff, esto prometía……!!!!!
Llegando a la casa, me dice Arturo que me invitaba a comer, bueno más bien a merendar, le pregunté por los niños y me dijo que estaban haciendo tarea en casa de la vecina y que ya les había dicho que íbamos a salir un momento, le dije que sólo me cambiaba y nos íbamos, cosa que no me dejó hacer diciendo que así estaba muy guapa y que ésa falda le gustaba mucho.
Sólo entré al baño, para ponerme un panty protector pues el semen de Ricardo empezaba a humedecer mi prenda intima, me puse perfume, cogí mi bolso y dándole el brazo salimos, fuimos a una pozoleria cerca de casa, nos sentamos y comenzamos a cenar, yo llevaba bastante hambre y sed!!!
Iba un poco deshidratada después de tan grata actividad, lo primero que pedí fue un Tehuacán con limón, Arturo se extrañó un poco pero le comenté que tenía mucha hambre y quería se me asentara el estómago pues desde el desayuno no había probado alimento, pues tenía mucho trabajo y unos informes urgentes que entregar y por eso había salido tarde.
Él me comentó que me había llamado dos veces como a las cinco y que no le contesté, le dije que se descargó mi celular y lo apagué para que se cargara más rápido. Estuvimos platicando de varias cosas, me pidió disculpas por lo del día anterior, pero que hoy me compensaría, me besó y volvió a decirme lo bien que me quedaba esa falda; y es que al ser corta y de amplio vuelo mostraba gran parte de mis muslos al sentarme y comenzó a acariciar mi pierna por debajo de la mesa.
Yo le dejé hacer incluso separé un poco mis piernas, pues sé que cuando se excita mucho no dura y eso es lo que yo necesitaba porque estaba algo cansada y aparte no quería perder la sensación que traía de mi encuentro con mi compañero Ricardo.
Regresamos a la casa y ya estaban ahí mis hijos, les serví de cenar y me tomé un café con ellos en lo que Arturo veía la tele. Terminando de cenar, se fueron a su habitación y yo me senté en la sala junto a Arturo, quien volvió a poner su mano sobre mi pierna y comenzó a besarme y acariciarme las piernas, yo puse mi mano sobre su miembro que ya estaba bastante durito, le bajé el cierre y metiendo mi mano en su trusa lo acaricié y comencé a masturbarme suavemente subiendo y bajando mi mano por todo el tronco y con mis dedos sobar sus testículos que se encogían con mi caricia.
Arturo ya respiraba agitadamente y metiendo una de sus manos en mi blusa amasaban mis senos mientras con la otra seguía acariciando mi muslo, antes que llegara a mi intimidad y viendo como palpitaba su pene en mi mano y el abundante líquido pre seminal que destilaba su pene en eminente preludio de su corrida, me levanté y tomándolo de la mano nos fuimos a nuestra habitación.
Mientras me besaba me fui desnudando y cuándo ya estaba desnuda, me puse en la cama, boca arriba y con las piernas abiertas y enconada,
el terminó de desnudarse y colocándose entre mis piernas, cogió su erecto pene y me lo metió de una sola estocada hummmm ahhhhh, gemí al sentir cómo llenaba mi vagina poco a poco según iba avanzando, lo abracé fuertemente en cuanto sentí su vientre pegado al mío y sus testículos pegados a mis nalgas.
Él me dijo: que mojada estás!!! Y qué calientito se siente!!!
Es que ya te necesitaba le contesté, moviendo mis caderas en círculos bastante rápido, haciendo que en pocos minutos eyaculara dentro de mí, no tardamos ni cinco minutos cuando ya sentí el calor de su corrida mojando mi canal vaginal, poco a poco fue saliendo de mi vagina conforme iba perdiendo consistencia su pene, se recostó a mi lado dándome un beso en la mejilla y otro más en mi hombro, yo solo saque mi short de bajo la almohada y una playera, me la puse, me volteé y me dormí.
El domingo llevamos a los niños al parque y por la tarde vimos películas en la tele.