Con nimedes entre los arbustos

En mi adolescencia tuve una aventura muy caliente.. . Mis abuelos le prestaron la casa de Piriápolis a unos amigos que vinieron con su hijo Nímedes. Con él fuímos a la playa y al volver cruzamos unos arbustos dodne nos pusimos a orinar, nos vieron dos tipos y luego nos hicieron gozar muchísismo con sus vergas muy escitadas.

CON NIMEDES ENTRE LOS ARBUSTOS

Mis abuelos habían vuelto a Montevideo, porque unos amigos de ellos le habían pedido prestada la casa para pasar unos días en la playa, pero por suerte yo no tuve que volver con ellos porque el hijo de ese matrimonio era de mi misma edad (unos diecisiete años) y como éramos muy amigos me quedé con ellos.

El hijo de ese matrimonio quizás tendría un año menos que yo aunque era más bajo, aparentaba ser muy tímido, nunca hablaba de sexo conmigo pero lo más importante en él era su nombre ya que se llamaba Ganímedes, pero sus padres le decían Nímedes.

Un sábado después de andar sin rumbo por la playa, nadando y tomado el sol, decídimos volver porque este ya se estaba ocultando, teníamos ganas de comer algo y además estábamos aburridos porque en la playa no teníamos más nada que hacer.

En vez de ir por la calle nos metímos entre unos árboles, para acortar el camino y de paso orinar porque hacia mucho rato que no lo hacíamos.

Sabíamos que ese era un lugar "peligroso", no porque nos pudieran asaltar porque realmente no llevábamos dinero, sino porque ese sitio tenía fama de ser una "Villa Cariño" o sea un lugar para encuentros sexuales de cualquier tipo y con cualquier tipo o tipa.

Nos pusimos a orinar contra unos arbustos y cuando nos dimos cuenta vimos a dos tipos conversando casi delante nuestro.

El que nos habló era un rubio con un bigote enorme aparentaba tener unos 26 años en cambio el otro parecía mucho mayor, por las canas que tenía en su cabeza..

-Qué andan buscando por acá?

No sé por qué mi amigo en vez de hacerse el sordo o decir cualquier excusa para poder irnos rápidamente les contestó:

-Pija!! Andamos buscando pija!

Ante las caras de asombro de los tipos, mi amigo se puso a reir mientras yo guardaba la mia porque ya había terminado de sacudírmela.

Uno de ellos después que se les pasó la cara de asombro por tan inesperada respuesta metió la mano en su short extrayendo de allí una pija muy gorda, la sostuvo en su mano, nos la mostró y luego nos preguntó:

-Algo así están buscando?

Con el contacto de su mano comenzó a levantarse, el tipo comenzó a moverse como que estaba cogiendo a alguien empujando su verga hacia adelante mientras sus bolas se balanceaban muy ritmícamente dado su enorme tamaño.

El otro no dijo nada simplemente sacó un cigarrillo lo encendió, se puso a fumarlo largando el humo sobre la verga de su amigo que cada vez crecía más y más por la presión que sus dedos le daban a la raíz de ese falo que a dos adolescentes como éramos nosotros nos pareció muy apetitoso.

Mi amigo se acercó, tomó la verga del desconocido con su mano la empezó a apretar como había hecho el tipo y cuando me di cuenta estaba arrodillado metiéndose todo ese enorme ejemplar de verga dentro de su boca.

Me asombré muchísimo porque con Nímedes nunca habíamos comentado nada de eso, él era muy amigo mio pero a la vez muy cohibido para hablar de esos temas, jamás me había hecho ningun comentario sobre que le gustaban las vergas, sino lo hubiese disfrutado yo antes que ese desconocido.

El tipo se excitó bastante porque Nímedes además de lamerla, y de chupársela, le metía las manos entre las piernas para sostenerle las bolas a las que de vez en cuando les daba alguna lamida a esas gigantescas pelotas pobladas de pendejos rubios las cuales colgaban dentro de una bolsa bastante holgada como para permitirles que se moviesen libremente dentro de ella.

Entre gemidos el tipo exclamaba:

-Como chupa este hijo de puta!,

Se bajó todo el short porque las manos de Nímedes tiraban tanto hacia abajo que el tipo finalmente terminó sacándoselo para que este tuviese más espacio para lamer y chupar todo lo que quisiese.

-Así, así, trágatela toda chiquitín..

Nímedes se atragantaba porque esa pija había crecido demasido con el agasajo que éste le estaba haciendo y su boca ya no podía darle cabida a todo ese pedazo de carne violácea, dura, palpitante, chorreante y sabrosa.

El otro terminó el cigarrillo tiró la colilla sobre el pasto, se acercó a mirar la tremenda chupada que estaba recibiendo la verga de su amigo, pude ver que su bragueta estaba muy abultada al igual que la mia porque me había excitado muchísimo no solamente por ver lo enorme que era esa verga sino por ver como la chupaba la mosquita muerta de mi amigo Nímedes.

-Te gusta mirar... te calienta?

Le dijo el tipo a su amigo mientras Nímedes tosía y se le llenaban los ojos de lágrimas, no sé si estaba acostumbrado a chupar pijas, pero esa era demasido larga y gruesa para su boca tan pequeña.

Yo estaba parado al lado de Nímedes porque no quería perder ni un minuto de esa chupada, estaba fascinado viendo como iba y venía esa pija tan chorreante dentro de esa pequeña boca por eso no me di cuenta que el otro tipo alargaba su mano hasta que se puso a tocarme el culo por arriba del short, luego sus dedos se metieron por la entrepierna y no se detuvieron hasta que los despositó sobre mi agujero palpitante.

-UYYYYYYYYyyyyyyyyyyyy! lo que es esto!!!

Entre gemidos y chupadas Nímedes exclamaba alguna frase entrecortada y eso es lo que único que le pude entender de todo lo que susurraba muy bajito.

Sentí un alivio en la presión que estaba recibiendo mi orificio, y eso sucedió por un instante en que el tipo me sacó la mano para llevarla a su boca, se escupió los dedos y nuevamente me atacó pero esta vez me entró la punta de uno de sus dedos porque había humectado mi ano con su saliva y este le había permitido la entrada.

Al sentir un poco de dolor me doblé hacia adelante cosa que el otro tipo que hacía rato que se estaba pajeando porque Nímedes había abandonado su verga porque no podía aguantar más los ahogos que esta le produjo en ese interín este aprovechó para meterme su verga en la boca.

No tuve inconvenientes como los tenía Nímedes porque esta era una verga normal o más chica que lo normal, o sea más chica que la mía, que nadie la había visto pero supongo que habrán notado el bulto que ésta formaba bajo mi short aunque la cabeza muy empapada y sudorosa se asomaba por el borde superior de mi pantalón corto.

Los dos arrodillados chupándoles las vergas a dos tipos que nos doblaban en edad, nunca lo hubiésemos imaginado.!!!

Ellos dirigían el ritmo de las chupadas luego nos sacaron las pijas de nuestras bocas porque estas comenzaron a palpitar mucho como señal de que querían expulsar el semen pero ellos todavía no querían eyacular querían más excitación antes del orgasmo.

El tipo del bigote enorme no volvió a meter la verga en la boca de Nímedes, me la ofreció a mi, por suerte para Nímedes que estaba cansado de abrir tanto la boca.

El bigotudo se puso a lamerle el orto a Nímedes pinchándolo con su bigote y una vez que lo hubo dilatado lo suficiente me sacó la verga de la boca y la comenzó a pasar por el agujero de Nímedes trantando de ir metiendo la cabeza de a poco para evitar que a este le doliese la penetrción.

Nímedes se apoyaba en mi, gritaba de dolor cada vez que un pedazo de verga trataba de ir distendiendo su esfínter y me decía:

-Decile que me la saque porque me va a romper el orto!!!

Ante sus quejidos el tipo le sacó el pedazo de glande que había entrado, miré el culo de Nímedes el cual era peludito estaba rojizo y bastante abierto por lo que podíamos ver el interior rosáceo.

El tipo se agachó, luego empezó a chuparle el culo con más fuerza y más rapidez, mi amigo gemía abriéndose las nalgas para que la lengua llegase más profundamente perdiéndose la boca del tipo dentro de esas nalgas casi vírgenes, porque a esas alturas ya no tenía dudas de que Nímedes ya había probado alguna verga en su culo por eso sabía que le gustaba y dejaba que el tipo lo preparase para disfrutar con esa pija enorme dentro suyo.

-Qué bien que me chupás el culo!!! Los bigotes me pinchan el interior de mi rcto!!

Nímedes no pudo soportar tanto placer y tanta excitación su leche comenzó a salir a borbotones de su verga empapada de precum mientras las gotas de transpiración corrían por sus bolas mojándole las piernas.

El tipo le estaba haciendo unos chupones increíbles a su culito al mismo tiempo se pajeaba muy lentamente para no perder la excitación de su propia verga, yo seguía de pie sosteniéndolo porque él estaba gozando tanto que no podía mantener el equilibrio él solo, por eso no me di cuenta de que el otro tipo también me estaba haciendo lo mismo y como su verga era más chica que la de su amigo me la había metido sin hacerme doler.

Sus huevos golpeaban los míos al msimo tiempo que su verga entraba y salía él me separaba las nalgas con sus dedos tratando de empujarme toda su verga hacia adentro.

Una vez que la metió toda pasó sus manos para adelante y comenzó a pellizcarme las tetillas, ese vaivén fue fabuloso porque al rato bajó su mano agarrándome la pija y comenzó a hacerme una paja fenomenal al mismo tiempo que decía:

-Que verga tenés!!! Tan chico y me ganá a mi!!! Si fuese puto como te la dejaría meter en mi orto!!!

Finalmente el orto de Nímedes fue dilatado lo suficiete como para que pasase por allí el "arma" del bigotudo y se puso a metérsela muy lentamente para sacarla y volverla a meter a la misma velocidad ante los gemidos de Nímedes que ya tenía otra vez la verga parada con los restos de su primera eyculación mojando su glande y su prepucio.

No sé cuanto tiempo permanecieron las vergas dentro de nuestros ortos, al rato vi que el tipo que se la había clavado a mi amigo se la sacaba muy rápido por lo que este cayó sobre el pasto abriendo muy grande su boca mientras la leche caía sobre su cara y algunas gotas trataban de entrar a su boca dejándole la cara blanca por la gran emisión de semen que había expulsado el "arma" del bigotudo.

Me excitó muchísimo ver la cara de Nímedes en ese estado de blancura brillosa que da el semen recién expulsado, aunque su verga estaba dura apuntando hacia el cielo la paz que irradiaba su cara denotaba que había gozado intensamente, para expulsar la poca leche que aun le quedaba en sus bolas y para quedar totalmente satisfecho no tuvo que masturbarse porque el tipo se agachó tomó su verga con una mano, con la otra le metió tres dedos en su dilatado agujero moviéndolos en círculos al mismo tiempo con dos o tres movimientos logró extraer otro poco de la leche que aun tenía en su reservas.

Yo quedé muy caliente viendo como Nímedes se había abandonado al placer total quedando tirado sobre el pasto con un especie de modorra muy serena.

Mirándolo no me di cuenta de los empujones que me daba el tipo que me la estaba metiendo a mi, aceleró las metidas, sus convulsiones se hicieron más evidentes hasta que se descargó dentro mio dando un tremendo:

-OOOOhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!

Los temblores y las contracciones de su verga me encantaron ya que empecé a tener una eyaculación muy abundante de crema espesa la cual cayó sobre el cuerpo de Nímedes que aun permanecía tirado sobre el pasto.

Después que disfrutaron con nuestros culos y bocas los tipos se hicieron humo, aunque oi al más viejo que le decía al bigotudo:

-Vámonos porque estos son menores y nos van a meter en un lío por violaciín!!!!

Tanto Nímedes como yo quedamos agotados, nuestros culos fueron taladrados por interminables minutos que parecieron siglos, pero como el placer fue muy grande no nos percatmos de la hora en que había terminado nuestra aventura.

Aunque era de noche volvímos a la playa para lavarnos todo el pegote de semen y de otros fluídos que había dentro y fuera de nuestros cuerpos.

Los padres de Nímedes estaban impacientes por nuestra demora pero al vernos tan agotados pensaron que habíamos nadado y caminado mucho, nos dieron la cena y nos mandaron a dormir cosa que agradecimos porque no dábamos más.

Dormímos como diez horas seguidas!! Al otro día nos despertamos con la resaca típica de las borracheras.

Nos ardían los culos por eso los tocamos encontrándolos muy trabajados o sea muy dilatados, calientes y jugosos pero como no estábamos en condiciones ese día no hicimos nada.

Al otro día estábamos calientes nuevamente pero eso lo dejo para otra narración, aunque les adelanto que el culo de Nímedes no escapó a la rabia que tenía por no haber podido disfrutar yo de el antes que el bigotudo.

OMAR

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