Con mi tía en la comunión de mi primo.

Como disfruté de mi tía en los servicios de un restaurante, y nada menos que el día de la cumunión de mi primo.

Hola:

Lo que les voy a contar es una historia totalmente verídica que sucedió hace algunas semanas. Transcurrió en la celebración de la comunión de mi primo. Pero antes de nada me gustaría presentarme, mi nombre es Tony tengo 18 años, soy un tío bastante alto 1,84, estoy fuerte, pelo corto, moreno, vamos que estoy bastante bien.

Lo que les voy a contar sucedió con mi tía María, ella es una mujer de unos 40 años, tiene un cuerpo bastante cuidado, mide + o - 1,75, es morena de pelo largo, algo rizo, tiene unos pechos bien firmes, ni muy grandes, ni muy pequeños, pero lo que más me gusta de ella son sus piernas, las tiene fuertes y largas, con unos muslos de escándalo terminando en un culo que calentaría a cualquiera.

Como les contaba, todo sucedió en la comunión d mi primo, yo llegué con mis padres a la iglesia a eso de la 1h. Toda la familia ya se encontraba allí, nos saludamos todos como de costumbre, pero el centro de todas las miradas y comentarios era mi primo, lo normal ya que era su primera comunión. A mi tía se la veía muy entusiasmada con el acontecimiento, estaba muy bien arreglada, llevaba una falda q le llegaba por debajo de la rodilla con una abertura q iba hasta el comienzo de sus muslos, por lo que se le podían ver bien sus esculturales piernas, además la falda era ajustada y le hacia también un hermoso culo, por arriba llevaba una blusa blanca con un par de botones sueltos lo que dejaba ver un poco de su canalillo, iba con la melena suelta y bien arreglada en la peluquería y muy bien maquillada.

Yo ya me había hecho algunas pajas a cuenta de mi tía, pero pensaba que a partir de aquel día me iba a hacer muchas más ya que estaba muy guapa y me había puesto cachondísimo, lo cual no es muy difícil en mi caso.

Ella se acercó y me dio dos besos, me dijo lo mucho que había crecido y lo guapo que estaba (lo típico), yo le dije que ella también estaba muy guapa.

Después de los saludos, todos empezamos a entrar en la iglesia. Yo me busque un sitio por la parte de delante junto a mis padres y mis otros tíos. La misa comenzó, mi primo estaba en una especie de altar con mis tíos uno a cada lado, desde mi sitio podía verlos perfectamente, durante toda la misa estuve observando el culo y las piernas de mi tía lo que me hizo poner aun más cachondo. A la hora de ir a comulgar, me las arregle para ponerme detrás de ella en la cola para poder ver más de cerca su hermoso culo, cuando acabó de comulgar yo me quedé mirando sus piernas y su culo con descaro, ella de repente miró hacia atrás y me pillo mirándola, yo aparté la mirada de inmediato, creo que me puse colorado, comulgué y me fui a mi

sitio, el resto de la misa transcurrió con normalidad.

Al salir, finalizada la ceremonia, la gente se quedo hablando en las afueras de la iglesia mientras le hacían fotos a mi primo, yo pensaba en si mi tía se habría dado cuenta de que la miraba o si tan solo me miró y no se percató.

Cuando terminaron de hacer fotos, la gente se empezó a ir a donde se celebraría el banquete. Una vez allí, aparcamos el coche y nos reunimos de nuevo, nosotros fuimos de los primeros en llegar, así que esperamos en el aparcamiento a que llegase el resto de la gente, cuando llegaron mis tíos, yo por supuesto me puse en una posición idónea para ver salir a mi tía del coche y observar sus piernas y ver si se le veía algo más por esa rajita que tenía en la falda que tan cachondo me ponía. Mi astucia tubo éxito, cuando se bajó del coche logre ver su entrepierna en todo su esplendor, lo que por supuesto me puso súper excitado. Mis tíos se acercaron y mi tía se dio cuenta de tenía la media rota, dijo que seguramente se la habría enganchado en alguna parte, tenía una carrera en la media que le subía por la pierna, ella se remango la falda haciendo visibles aquellos hermosos muslos que me volvían loco, yo me quede embobado mirando aquellas piernas que en aquel momento me parecían las mas eróticas del mundo, entonces subí la mirada y vi que mi tía me estaba mirando, yo me volví a quedar helado, no sabia como reaccionar ni que decir, ella simplemente sonrió y se fue al coche a quitar las medias, nadie se dio cuenta de nuestras miradas.

Cuando ya estábamos todos empezamos a entrar en el mesón y nos fuimos sentando, a mi me toco sentar bastante lejos de donde se encontraba mi tía, pero igualmente la podía ver. Empezaron a traer la comida y la gente se puso las botas, todos comimos hasta reventar, me di cuenta que de vez en cuando mi tía miraba para donde yo me encontraba, no se si me miraba a mi, pero yo me imaginaba que si y eso me excitaba mucho. Después del postre todos empezaron a fumar y a beber, al poco rato ya estaban las botellas de licor vacías y todo el mundo empezaba a estar contento de más. Yo había bebido vino durante la comida y un par de chupitos después, estaba empezando a coger el "puntillo", me entraron ganas de ir al baño, cuando me levante de la silla note como el alcohol había hecho efecto en mi y noté ese "puntillo" más que antes, aun así podía mantener la compostura perfectamente, me dirigí a los baños y me di cuenta de que no tenían el letrero de hombres y mujeres, me había fijado en una señora que había entrado en uno de ellos, así que yo entre en el otro, el baño era bastante pequeño, solo había un water, un lavabo y una repisa en la que había papel higiénico. Entre, cerré la puerta, aunque sin poner el pestillo y me dispuse ha hacer mis necesidades, de repente la puerta se abrió, se abría hacia dentro, yo quede atrapado entre el water y la puerta, quien

había entrado aun no sabía que yo estaba allí, la puerta se fue cerrando, yo miré haber quien había entrado, era mi tía, me quedé sorprendido, yo estaba allí con mi polla en la mano meneando las ultimas gotas de orina, me la escondí rápidamente y con los nervios no me di ni cuenta de cerrar la bragueta, cuando intente salir ella me cerro el paso cerrando la puerta, esta vez con el pestillo puesto, yo no sabía como reaccionar, ella me dijo que esperase, que quería hablar conmigo, yo estaba muy nervioso, y a la vez algo excitado. Mi tía se remango la falda, se bajó las bragas y se puso a orinar allí delante de mi sin ningún pudor, yo me quedé boquiabierto. Me dijo que si le importaba que ella mease delante mía, se la notaba un poco borracha, pero no mucho, yo conteste que no, entonces ella me dijo que si me gustaba verla mear, yo cada vez estaba más nervioso y excitado, mi pene comenzaba a reaccionar, le contesté que si, por ese entonces yo ya solo pensaba con la cabeza de la polla, me daba igual que fuera estuviese toda la familia, yo solo quería fallármela. Después de mi respuesta ella se limpio y se subió las bragas, se dirigió hacia mi dejando su falda en el suelo, se paró frente a mi y bruscamente metió su lengua en mi boca, yo respondí a su morreo, y con mis manos tomé firmemente su culo que solo estaba oculto por unas braguitas blancas de encaje, la empuje hacia mi y sentí todo su cuerpo pegado al mío, yo no podía más, estaba excitadísimo, mi polla estaba tan dura que hasta me dolía, no aguante más y como buen adolescente me corrí. Ella se dio cuenta y yo para mis adentros me estaba cagando en todo, pensaba en como podía ser tan gilipollas, ella me palpo por encima del calzoncillo ya que tenía la bragueta abierta, y notó la humedad, yo ya pensaba que todo se había acabado, y más cuando se dio la vuelta hacía el water, yo pensaba que cogería su falda y se largaría, pero no fue así, ella cogió un royo de papel higiénico, volvió hacia mi, se arrodilló y me bajo los pantalones y los calzoncillos, cogió el papel y me limpio la polla de los restos de semen que tenía, yo estaba flipando, y más cuando de repente se metió mi polla en su boca, la muy puta estaba arrodillada delante de mi haciéndome una mamada de escándalo, mi polla reaccionó enseguida y volvió y ponerse dura, cuando vio que estaba totalmente empalmado paró de chupar, se

puso de pié y se empezó a desabrochar la blusa, yo mientras me quite los zapatos, pantalones y calzoncillos. Ella dejo caer su blusa, y solo se quedó en bragas y sujetador, el sujetador iba a juego con las bragas era también blanco y de encaje, yo como loco empecé a besar y a chupar todo su cuerpo, empecé por su cuello, luego fui bajando por sus pechos, le bajé el sujetador sin llegar a quitárselo y empecé a chupar sus preciosos pechos, eran unos pechos bien firmes, no me cabían del todo en una mano pero casi, chupe sus pezones hasta que estuvieron bien puntiagudos, ella estaba con los ojos cerrados guiando mi cabeza con sus manos, se la notaba muy excitada, después de los pechos bajó mi cabeza hasta llegar a su coño, yo sabia lo que tenía que hacer, le aparte la braguita que ya estaba húmeda y vi su hermoso coñito, no estaba rasurado pero si bien cuidado ya que no tenía excesivo vello, su coño ya estaba húmedo, con uno de mis dedos empecé a palpar aquella conchita en busca de su clítoris, cuando lo encontré me lance a el con mi lengua y mis dedos empezaron a penetrarla, a ella se le escapo un gemido bastante fuerte que tubo que retener mordiéndose el labio, luego empezó a suspirar y a emitir gemidos más bajos.

Después de unos minutos en esta posición, ella me levantó la cabeza y se aparto de mi, fue junto a la repisa donde estaba el papel, se quito las bragas y se apoyó en ella abriendo sus piernas, yo me levanté y fui hacia ella, me coloque entre sus piernas, mi tía me abrazo con ellas cruzándolas por detrás de mi, puse mi pene en la entrada de su vagina y la fui penetrando lentamente, ella suspiraba con los ojos cerrados, empecé un mete-saca lento y continuo, sus suspiros cada vez eran más sonoros, me dijo que fuese más rápido y más fuerte, la penetre hasta el fondo con fuerza, ella soltó un gemido bastante fuerte pero este no lo reprimió con nada, comencé a penetrarla a un ritmo bastante rápido, ella se abrazó a mi con sus brazos poniendo sus preciosos senos contra mi pecho, suspiraba fuertemente y gemía, a veces para disminuir el sonido de sus gemidos, chupaba mi cuello y mi hombro. Mis embestidas eran cada vez más fuertes como también eran más fuertes sus gemidos, la cogí, y sin dejar de penetrarla, baje la tapa del water y me senté en ella, de esta manera ella quedaba encima de mi, empezó a cabalgar como una puta, tenia sus manos detrás de mi nuca y la cabeza echada hacia atrás, sus gemidos ya no importaban, ya que acababan de poner música, su pechos botaban delante de mis narices, empecé a chuparlos, mientras mi tía gozaba de lo lindo con el sube y baja, me decía que yo era su sobrino favorito y que iba a ser mi puta siempre que yo quisiera, me cabalgó un buen rato más y creo que hasta tubo un orgasmo, luego se levantó fue hasta el lavabo, se inclinó sobre el dejando sus piernas ligeramente abiertas, me dijo que fuera y que me la follara por el culo, yo fui, pero antes de nada ella se mojo la mano y cogió un poco de jabón, se lo puso en la entrada del ano y también en mi polla. Puse mi pene en posición y empecé a penetrar su ano lentamente, ella se apoyaba con sus manos fuertemente al lavabo, estábamos delante de un espejo y podía ver su cara de dolor y a la vez de placer.

Cuando mi polla la penetro completamente, me dijo que fuera despacio, así lo hice comencé a penetrar de forma lenta y suave, ella ya casi no sentía dolor, así que me dijo que fuera más rápido, mis embestidas fueron mas rápidas y fuertes cada vez, mi tía volvía a gemir como una puerca diciéndome que no parase, que más fuerte, yo penetraba con furia, comencé a magrearle los pechos, ella con una mano masajeaba su clítoris, y con la otra se echaba agua por el cuerpo, estaba como loca, sus gemidos eran constantes, yo con mis manos en sus pechos la atraje hacia mi, ella giró su cabeza, y no besamos, metió su lengua casi hasta mi garganta, con una de sus manos agarraba mi cabeza por detrás y con la otra tocaba su clítoris, Me mire en el espejo y no me lo creía, allí estaba, fallándome a mi tía por detrás mientras nos dábamos un morreo, ella se separó de mi, se inclino aun más en el lavabo y me dijo que me la follase con todas mis fuerzas, yo empecé a penetrar violentamente a aquella hembra que me pedía más y más, sus gemidos ya parecían gritos, me decía que se iba a correr, que siguiese, más fuerte y con unos gritos de escándalo tubo su orgasmo, su cara en el espejo reflejaba el placer que estaba sintiendo, yo seguí penetrando con fuerza hasta que me corrí también llenando su culo con mi semen. Ella se quedó exhausta apoyada en el lavabo, yo quite mi polla de su ano y mi semen comenzó a salir, después de unos momentos de reposo, no limpiamos y nos vestimos, ella me dijo que había sido el polvo más placentero y más morboso que había tenido nunca, y que lo repetiríamos sin duda. Salimos por separado, todos estaban bailando o bebiendo, nadie se había enterado de nada, el resto de la fiesta transcurrió con normalidad.

Aún no he vuelto a ver a mi tía desde entonces, espero que no se haya arrepentido.