Con mi tía
Quiero compartir con uds. la historia de cuando por fin pude coger a mi tía!.
Esta no es una historia de ninfómanas y hombres mutantes pero es una historia real que quiero compartir con ustedes, por favor tengan paciencia que esto de la escritura no se me da. Sólo espero que les agrade y disculpen si omito nombres pero uno nunca sabe quien está del otro lado
Ella es la esposa del mi tío (hermano de mi madre). La conocí cuando tenia 10 años, han de imaginar que en esa época empezaban los cambios propios de la pubertad así que sólo veía a quien echarle mano.
Mi tía es una mujer morena clara con ojos y cabello oscuros, baja de estatura, delgada con poco pecho pero como la mayoría de las mujeres de la costa cargaba con trasero sorprendente proporcionalmente amplio y bien parado en aquel entonces ella tenía unos 32 años.
Recuerdo que mi primer acercamiento fue un día que acompañe a mi tía y sus hijas de compras al tianguis dominical, acá en México por lo regular hay días en que esos lugares son muy concurridos así que casi caminábamos "pegados" por lo que el roce de sus nalgas me provocaba unas erecciones que me dejaban el pene adolorido.
Desde entonces mi tía se convirtió en una obsesión para mi. Como tenía poco que se había mudado de Sinaloa al centro de la república su casa no estaba del todo acondicionada e iba a lavar su ropa a la casa de mis abuelos. En una ocasión que estaba sacando agua de la pila ví que el bote de ropa sucia de mi tía no estaba bien tapado, no aguante la curiosidad al ver algunas prendas y me aventure a buscar algo más, descubrí varias pantaletas, las más pequeñas obviamente eran de mis primas así que guarde en mis bolsillos un par de las pantaletas más grandes.
Ese día cuando estaba en la ducha saque las prendas y con ellas me hice unas manuelas a la salud de mi tía. Al día siguiente temprano devolví los calzones al bote y como mi abuelita andaba por ahí no hurgué más.
Sin embargo buscaba cualquier oportunidad para ver y "rozar" esas nalgas que tan loco me tenían, la mejor oportunidad para ello era estando más tiempo con mis primas (ellas son tres: una, 1 año mayor que yo; otra de mi misma edad y, una más 3 años menor que yo). En una tarde entre los clásicos juegos del papá y la mamá a mi prima la menor se le escapó el comentario de los rechinidos de cama que hacen sus papás por las noches, sus hermanas casi la callan a golpes, después seguimos jugando como si nada hubiera pasado. Pero me quede con la duda de cuan caliente podría ser su mamá otro motivo mas importante para seguir dedicando mis actos de autoplacer pensando en mi tía.
En una ocasión que estaba con mi prima menor disimuladamente intente interrogarla sobre aquellos ruidos que hacen sus papás en las noches y solita empezó a soltar la sopa, me dijo que su papá se ponía arriba de mi tía y empezaban pujidos y el rechinar de la cama. Me estaba platicando eso cuando me dijo "¿quieres ver cómo? Entonces ella se subió al sofá, abrió sus piernas y me llamó para colocarme entre sus piernitas. De inmediato tuve una erección e "inocentemente" iba siguiendo las órdenes de mi prima, ella enrosco sus delgados brazos en mi cuello y me dijo que me moviera como oruguita; por la diferencia de tamaños no alcanzaba a rozar su vagina así que tuve que sacrificar los besos y el jugueteo de las lenguas por hacerme más arriba y mecer mi duro pene en la entrepierna de mi primita, mis manos ya habían subido por debajo de su falda y llegado hasta sus nalgas, las apretaba, las masajeaba, las separaba y se me ocurrió que podía en ese momento cogerla de verdad así que me dí a la tarea de bajarle su calzón, ella no lo permitió y amenazó con dejar de enseñarme, así que sólo hice a un lado su calzoncito y toque su tibia pucha, no aguantaba el dolor de mi erección y saque mi pene para meterlo en la vagina de mi prima pero ¡maldición! sus hermanas le empezaron a gritar y con ello se interrumpió lo que significaría mi primer coito...
Más ello me abrió la posibilidad de seguir subiendo en la escala de edades de mis primas hasta llegar con mi tía y así sucedió. Tardé varios meses en llegar hasta a fajar a mi prima mayor que fue a la única que si pude cogerla como dios manda (tres años después). Tuvieron que pasar 7 años para llegar hasta mi tía, de hecho ya había perdido las esperanzas de algún día apoderarme de su culo. Entonces paso sorpresivamente.
Mi tía se había convertido en una persona mal humorada por la frustración que cargaba en su vida provocada por miles de circunstancias. Fue un martes recuerdo bien cuando mi tía fue a casa a buscar a mi madre para platicar y desahogar sus penas pero mi madre había salido; como vi muy mal a mi tía le hice plática y fui su paño de lágrimas en esa tarde. Eso hizo que me tuviera más confianza y platicábamos más seguido cada vez de manera más cálida, como buenos amigos, hasta llegar al punto de buscarnos para hablar de cualquier banalidad y reír como locos. A mi mente llegaron de nuevo los deseos que guardaba desde chavito y empecé aprovechar cualquier momento para halagarla, decirle piropos, en fin coquetear abiertamente con ella.
Un día en vacaciones intersemestrales nos encontramos en la calle la acompañe a comprar algunas cosas y de regreso fue fenomenal nos tratamos como una pareja de novios, cuando llegamos a su casa me ofreció una fruta y seguimos platicando, estábamos solos, entre risas se detuvieron las miradas y vino el primer beso ella no dijo nada más, se hizo un silencio y opte por irme de su casa. Días después hubo una comida en la casa de mis abuelos nos sentamos en la misma mesa y le pregunte si tenía algo de que arrepentirse y me contestó "no, de nada... es más creo que fue una torpeza no haber seguido" esas palabras fueron directo a mi pene que instintivamente reaccionó al llamado de una hembra que ha sido deseada por años. Cuando termino la comida ella estaba sola en la cocina de frente al fregadero, yo entre por unos vasos ella estaba de espaldas a mi, quise asustarla y le pellizqué la lonja, dio un grito y presto la abracé y le dije que no gritara más, fue la primera vez que pude sentir en plenitud esas paradas nalgas, la abrace más fuerte y presione aún más mi paquete contra ella. Mi tía me dijo silenciosamente: "ven el lunes por la mañana a la casa, yo me encargo de estar solos... Pero ahora déjame que nos pueden ver" por fin lo que tanto había deseado sería una realidad en dos días. Me abstuve de masturbarme para el lunes estar como burro en primavera.
Por fin el lunes fui a la casa de mi tía a eso de las 10 de la mañana en la puerta me encontré a mi prima (la mayor) que también estaba de vaciones e iba a ver a una amiga. Cuando entre estaba mi tía aún en pijama y me ofreció un jugo, acepte y me senté a tomarlo, ella puso sus brazos alrededor de mi cuello y me susurró al oído: "sé lo que quieres ahora vas a saber cuanto lo deseo yo" gire la cabeza y le plante un beso nuestros labios quedaron adheridos y nuestras lenguas emprendian una lucha entre si; ella se acomodo para sentarse de frente a mi, estuvimos besándonos un largo rato mis manos emprendieron el trabajo de reconocimiento en el cuerpo de ella pronto descubrí que no traía sostén y pude palpar el contraste de la pequeñez de sus senos y el grueso de sus pezones que se veían aprisionados por mis dedos. El beso empezaba hacerse más salvaje y mi mano derecha iba en busca del bosque y la izquierda fue la privilegiada en tocar por primera vez ese hermoso par de nalgas... ¡sorpresa! tampoco traía calzones
En ese entonces mi pene estaba listo para dar batalla y mis dedos empezaban a palpar la humedad de su vagina, la subí a la mesa del comedor y me las ingenie para quitarle el pantalón quedando su parte inferior desnuda y libre para maniobrar en su entrepierna, ella palpó la dureza de mi verga, nos separamos, se quitó la playerita y ahí estaba enteramente desnuda frente a mi, se puso de pie sobre la mesa y me preguntó: "¿te gusta lo que ves aquí?" embobado conteste afirmativamente y comenzó a tocarse el cuerpo y a moverse muy cachonda, aproveche y también fui desnudándome cuando termine se arrojó a mi y me dijo que la llevara a la recamara... Bonito show la traía cargando cual bebé con sus piernas alrededor de mi torso sus pezones a la altura de mi boca y mi pene rozando su pucha.
Llegamos hasta su cama con las sabanas revueltas nos acostamos y comencé a mamar sus senos mientras ella simplemente se dejaba querer, no hubo parte de su cuerpo que no repasara con mi lengua y ella sólo hablo para decir: "quiero sentirte ya..." ni tarde ni perezoso acomode mi verga en su manantial y ha empezar el vayven ¡por dios! Que mojada estaba... Antes de acabar no quería cogerla por primera vez sin hacer lo que siempre desee la puse en 4 puntos y ahora si a saborear ese rico trasero, la sensación que producía ver como se perdía mi pito entre esas dos nalgas y los "gestos" que me hacia su ano hacía sentirme en el cielo mismo, cuando acabe lo hice dentro de ella, exhaustos empapados de sudor nos acomodamos sin sacar mi verga flácida de su vagina le conté cuando cuánto tiempo tenía queriendo montarla y ella me dijo que nunca se había sentido tan deseada como entonces; mi pene endureció de nuevo y así "de cucharita" lo estuvimos haciendo, la posición se prestaba para algo más y saque mi pene y apunte hacia el culo costó trabajo porque el único lubricante que tenía era el jugo vaginal y el sudor de la zona anal, a través de varios intentos por fin entró y todo el ambiente se torno animal, lo hicimos como perros, mis arremetidas eran fuertes quería destrozarle el ano ella me suplicaba que no me detuviera por nada y sus gemidos eran ensordecedores, apreté tan fuerte sus senos que la marca de mis dedos duró varios días; cuando iba a terminar la levante de la cama y la incline lo más que pude para hacer más profunda la penetración y dejar mi semen en sus intestinos si era posible, no sé cuanto líquido pude sacar ni me importa pero un orgasmo como ese hasta la fecha no lo he superado, cuando saque mi verga llena de caca y sangre de su ano, éste estaba dilatado y expedía un olor a mierda mas no me importo y lamí el borde tratando de sanar el ardor que mi tía sufría y con ello provoque que se retorciera del placer.
Lo hicimos dos veces más ese día y terminamos en la ducha donde se conocieron las partes que hacían falta, su boca y mi verga. Esta de sobra decir que esa mamada fue genial. A partir de este día me hice dueño del cuerpo de mi tía pues con su esposo dejó de ser constante la acción sexual.
Seguimos cogiendo por tres años más, al año siguiente de que empezamos a tener relaciones ella quedó embarazada y sólo así pudimos darle el único hijo varón a mi tío.
Bueno esta es mi historia, si llegaron hasta acá muchas gracias por su atención y tiempo. Y no olviden ver la foto que mando con esta historia, ella no es mi tía pero la mando porque físicamente se parece muchísimo (como dos gotas de agua). Adiós.
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