Con mi suegra

No pense que lo haria con mi suegra, no es muy vieja, y la verdad no esta tan mal.

Con mi suegra

Esto ocurrió con una suegra de una novia que tuve, no voy a mentirles como en los demás relatos, donde supuestamente las personas con las que tuvieron una relación estaban buenísimas o eran todo un monumento, mi novia, pues es una mujer de buen ver, y mi suegra pues aun tiene lo suyo más o menos en su lugar.

Mi suegra es de esas mujeres que según ellas se las dan de muy santas en cuanto a cuestiones de sexo se refiere. Y bueno todo empezó cuando después de ir al cine y regresar a casa de mi novia, yo ya me iba a despedir para irme a mi casa a descansar, pero ella me dijo picaramente, que crees no hay nadie en la casa, yo entendí el mensaje, ya antes habíamos hecho el amor y pues como no pudimos en el cine, pues aprovechando que no hay nadie. Así que empezamos a besarnos, a excitarnos y a desnudarnos.

Ya en la sala de su casa con la luz apagada, empezamos a acariciarnos, nuestras manos buscaban nuestros sexos, ella empezaba a frotar mi verga con furia y desesperación, que parecía arrancarla, mientras yo con una de mis manos la mantenía sujeta por la cintura hacia a mí y con la otra le masajeaba los labios vaginales, el cual ya empezaba a lubricar y a sentirse caliente.

Ella es una mujer de 19 años, yo tengo 20, yo fui el primer hombre de su vida, es decir yo le quite su virginidad, y por tal razón ella estaba clavadísima conmigo.

Entonces seguíamos acariciándonos, yo ya había empezado a meterle los dedos en su vagina, a lo cual ella respondía con gemidos, mi verga ya estaba bien dura, entonces ella me beso y se arrodillo frente a mí, tomo mi pene y lo empezó a mamar, lo hacia de un modo que si no me concentraba era capaz de hacerme venir al instante.

Ya que la humedeció bien, se levanto y se puso de espaldas y se agacho, con sus manos se apoyo en un sofá, yo con una de mis manos la tome por la cintura, ella empezó a acomodarse, levanto su precioso y durito culo y abrió un poco más sus piernas, en lo que se acomodaba, yo con mi otra mano masajeaba su vagina que ya quedaba abierta y después agarre mi pene y lo empecé a tallar en su vagina, ella gemía, yo seguía tallando por unos segundos más, después ya acomode la punta de mi verga y la empecé a penetrar.

Empecé a moverme, primero lentamente, y después de unos minutos ya empecé a hacerlo un poco más rápido, ella comenzó a gritar, ya iba a empezar lo bueno cuando de pronto sucedió lo inevitable.

Escuche una voz… era la voz de mi suegra, no escuchamos que la puerta se abriera es más aun no terminaba de comprender que ella estaba ahí parada frente a nosotros, que yo seguí penetrando a su hija.

Hasta que mi suegra grito: ¡Qué están haciendo, Karina, por dios, y usted! qué hace…qué hace en mi casa, ¿Karina por qué estás desnuda…y usted, malvado, hombre del mal, ¿que hizo?, que le hizo a mi hija, y más y más gritos y improperios.

Mientras yo saque el pene de Karina y rápidamente tome mis pantalones y trate de vestirme, con mi cara enrojecida, pude percatarme que mi suegra no apartaba su vista de mi pene que aún seguía erecto, yo trataba de cubrirme, pero o me vestía o me tapaba la erección, me puse el pantalón y mí ropa interior la metí en mi bolsillo, Karina muy asustada no sabia si ponerse su sexy tanga de encaje negro o si también taparse sus tetas deliciosas que todavía tenían sus pezones paraditos.

Mi suegra seguía mentando pestes, y entre gritos Karina hizo lo que pues supongo una mujer en esa situación haría, comenzó a llorar y a vestirse apenadamente, yo no sabia que más hacer y empecé a pedir disculpas al mismo tiempo que me mantenía lejos de mi suegra, yo pensaba no vaya a soltarme un golpe o algo así, mi suegra seguía con su sermón, con todo el derecho del mundo me corrió de su casa, al igual que me mentó la madre un incontable numero de veces.

No sin antes sentenciarme que esto lo sabría su esposo, y que yo tendría que responder por lo que hice, yo más que avergonzado seguí diciéndole que me disculpara, por suerte ya era algo noche y no había gente en la calle, ya que si no se habría vuelto un drama más grande.

Ya en camino a mi casa sentía que el cielo se me caía encima, estaba indeciso si tomar la decisión de ir a mi casa o regresar, más que nada por Karina. Estuve cerca de la casa de mi novia unos minutos, no sucedía nada ya que si así fuese pues seria obvio que habría un espectáculo, entonces me fui a mi casa.

Al otro día llame por teléfono a Karina, pero mi suegra me la negaba, ese día no fue a la escuela, yo desesperado cada vez más, esperaba lo peor, que me acusaran con la policía, o que me casara con se hija. (a eso aun le tengo miedo)

Pasaron los días sin novedad, hasta que una llamada me dejo helado, era mi suegra la cual me dijo…: "oiga señor, no crea que ya la libró, ni lo piense, pero Karina está enferma, no se que le pasa, no quiere ir a la escuela, he tratado de llevarla al médico pero no quiere, nomás está encerrada en su cuarto y llora mucho, no me hace caso y ya no se que hacer, por eso le pido, más bien le exijo que me explique que le hizo a mi hija, tiene que decirme, para ver si le pasó algo malo y tenemos que llevarla al médico a fuerza, si es necesario".

Yo no sabia que contestar, de forma entrecortada trate de explicarle que no había hecho nada malo, pero fue inútil: mi suegra replico: no le creo, mire tiene que venir mañana temprano, aquí a la casa, Karina va a ir con unos familiares y yo lo espero a las diez, tiene que darme ciertas explicaciones sobre lo que le hizo a mi hija. Sin poder negarme acepte ir a su casa.

Al día siguiente tembloroso llegue a la cita. Abrió la puerta, cosa rara se porto amable, me extrañe, suponía que me recibiría de la misma forma en que me corrió la otra noche, pero no, me dijo pase…quiere un café, yo le dije no gracias señora…me dijo: siéntese.

Ya sentados empezamos a hablar. Ella comenzó diciéndome:

--"Ustedes los jóvenes de ahora son unos imprudentes, en mis tiempos los novios no llegaban a tanto, las chicas éramos recatadas, nos dábamos a respetar, y los jóvenes aceptaban nuestras condiciones, sin llegar más lejos, pero ustedes, Karina y usted jovencito hicieron algo indebido, sumamente grave!, no se si esté consciente de lo que hizo".

Yo baje un poco la mirada, ella siguió:

--"A ver, quiero que me expliqué, le hizo el amor a mi hija, ¿verdad?, la penetró, ¿verdad?, si, eso supuse, además recuerde, cuando yo entré estaba usted con los pantalones bajados y esa cosa horrible, ay por todos los cielos, me acuerdo y me dan ganas de acabar con usted a golpes. La penetró, ¿verdad?, ¿toda?, ¿verdad?, mi hija era virgen jovencito, y ahora gracias a usted ha perdido la virtud y la decencia. Además, ay no se como decirle, pero acuérdese que lo vi desnudo con esa cosa parada…pobre de mi hija, ¡cómo debió haber sufrido!, teniendo todo eso dentro, malvado, es usted un chamaco malvado*

Suponía que nuevamente me empezaría a insultar, pues tenía razón, además ella pensaba que su hija era virgen aun. Yo entre balbuceos trataba de disculparme, pero mi suegra seguía de terca y necia:

Es que usted no entiende, a lo mejor lastimó o le provocó algún daño físico a mi pobre hija al… al cogersela…imprudente, por que usted la hizo como quiso cree que no lo vi, no va a negarme eso ¿entiende?.

Yo respondí moviendo la cabeza y ella siguió, yo sentía que los testículos se me subían a la garganta, quería que me tragara la tierra, pero algo en ese momento me hizo regresar a la realidad, era un silencio que de pronto se presento… un silencio que presentí seria el preludio a una mala noticia, levante mi mirada y me di cuenta que mi suegra me miraba fijamente, después bajo su mirada y dijo algo que nunca me hubiese esperado.

Mire joven…usted… usted tiene que enseñarme…su… su cosa, esa cosa que deshonro a mi hija, esa cosa horrible que causo este problema… no se puede negar… todavía mi esposo no sabe nada, él cree que es uno de esos problemas que trae la menstruación, así que proceda, muchacho imprudente, ande quiero ver eso que penetró a Karina...

Por un momento me quede paralizado, confundido, avergonzado.

Pero mi mente empezó a girar a mil por hora, tratando de encontrar una explicación a aquella extraña petición, yo pensé "a lo mejor la mujerona quiere echarse un taco de ojo con el pretexto de que le mostrara lo que la vagina Karina se había tragado". Pero también pensé, no no puede ser, a lo mejor Karina tuvo una infección y la señora esta cree que yo la contagie, por eso quiere ver mi verga

Eso hizo que sintiera una gran culpa, y sentí miedo, pero aun, todavía permanecí en una pieza, me puse nervioso, una de mis pierna empezaba a dar saltitos sin control, mi suegra me volvió a decir: que espera, ande,,, enséñeme su cosa esa.

Entre mí dije, bueno a lo mejor Karina si tuvo una infección y por eso quiere ver mi pene… no me decidía a hacer eso así que le conteste: * Pero señora… lo que usted me pide… he… a mi… me avergüenza*.

Ella respondió casi en tono burlón: ha...pero usted cuando le estaba metiendo y sacando su cosa esa a mi hijita no le dio vergüenza, ni si quiera cuando me vio frete a usted, al contrario hasta siguió… dándole… más.

Yo me sonroje y le dije: *Pero es que… no la había visto bien, no sabia que usted estaba ahí…por favor señora no me pida eso…*

Ella respondió: No nada… usted me vio… comportese como el hombre que según es y haga lo que le pido… ya no ponga pretextos, o si no se enterara mi esposo y sufrirá las consecuencias.

Así se pusieron las cosas, yo no tuve más remedio que hacer lo que ella me pidió, me empecé a desabrochar el pantalón, mi suegra me dijo: Bien… ahora levántese.

Yo me levante nerviosamente, ella me dijo, bajeselo, y también su bóxer…andele, no fuera yo Karina por que hasta se desvive*.

Yo sentía una sensación extraña, un vergüenza como nunca la había tenido, así que baje mi pantalón a las rodillas y también mi

bóxer

(es ropa interior como un

short

), dejando al descubierto mi miembro. Al hacer esto mi suegra aun tenia su mirada en mis ojos, pero al bajarme el bóxer, su mirada se clavo en mi verga, a lo que respondió: Así que esa es la cosa que le estaba metiendo a mi hija… no se ve tan grande como la vi ese día.

Al terminar de decir esto yo rápidamente entendí que su motivo para ver mi pene no era si no que un deseo por ver otra vez mi verga, como la vez que no apartaba su vista de mi miembro cuando yo trataba de vestirme esa noche que nos encontró cogiendo a mí y a su hija, también pensé, pinché vieja, pero ya quisiera que se la metiera, y si así fuera le daría unas cogidas hasta que su vagina se roce.

Mi suegra siguió con sus sermones y esta vez su tono de voz ya era un poco más lujurioso, incluso dijo un comentario más que no me esperaba y que reafirmo lo que yo deduje, que solo quería ver mi verga otra vez.

Bueno... con esa cosa lastimo a mi hija he muchachito.

Yo le respondí ya menos nervioso: es que yo nunca la lastime señora… , in mediatamente ella me respondió:

--Guarde silencio, usted que sabe, eso que hicieron no debe pasar y menos así, sabe me hubiese gustado que en ese momento lo hubiera tomado de los cabellos y haberlo sacado a la calle con la verga al aire, pero yo no soy como usted,

Yo entre mí ya comenzaba a desesperarme y decidí ya subirme el pantalón, a lo que mi suegra inmediatamente respondió, diciéndome: no aun no. Se acomodo en su silla, y como que se puso a imaginar algo por que mantenía su mirada fija en mi miembro, pasaron como dos minutos, yo quería subir los pantalones y salir de ahí, pero no lo hice, sabia que la situación en la que estaba no me permitía hacer eso, así que seguí ahí parado, de repente, inconscientemente, no se por que razón, empecé a excitarme, empezaba a sentir como poco a poco mi pene se quería erectar, yo trataba de controlarlo, y mi suegra se percato de eso, y me dijo: Que le pasa… no me diga que… que se le quiere parar su cosa esa.

Yo volví a sonrojarme y le dije: No…este… ya puedo subirme los pantalones.

Ella dijo más interesadamente: No… aun no…si... si, se le quiere parar ¿verdad?... bueno así podré ver de cerca otra vez como la tiene erecta.

Al terminar de decir esto me miro a los ojos, ya no había duda, mi suegra quería ver mi verga, y la quería ver parada, yo trataba de controlarme, pero parecía por momentos que no podía, mi suegra me veía la verga y como que esbozaba una sonrisa, yo no podía seguir controlando mi inesperada excitación y con una de mis manos tape mi verga que ya empezaba a erectarse y subí con mi otra mano mi bóxer y pantalones.

Mi suegra soltó una pequeña risa, y me pregunto:

Parece que después de todo no esta tan mal, mi hija no tiene tal mal gusto

Yo entonces ya con la idea clara de que era lo que ella quería, le pregunte: Y… entonces para que me cito… que quiere

En eso ella ya empezaba a mirarme a los ojos, su expresión de la cara que antes era de enojo, ahora era más como lujuriosa, y yo empezaba extrañamente a mirarla de una forma similar, yo aun seguía abrochándome el pantalón, mi erección, empezaba a disminuir lentamente, ya que yo seguía tratando de controlarme. No podía creer que se me hubiese parado y menos frete a mi suegra.

Entonces ella me dijo:

ande ya guarde esa cosa tan… tan fea.

Con la seguridad de que ella creía que tenia aun el control de la situación siguió hablando:: mire joven, no se que hacer con usted, por lo pronto le prohíbo acercarse a mi hija, ya veré en que estado se encuentra su sexo, veremos que procede, no intente acercarse a ella y menos tratar de hacerle el amor, yo le avisaré, pero tenga por seguro que nos veremos para tomar una decisión, en cuanto a mi esposo, por lo pronto no le diré nada, pero tendrá noticias mías jovencito imprudente

Salí de la casa un poco más tranquilizado y confundido de lo que había sucedido, y estaba seguro que todo el drama que armo mi suegra, era solo un pretexto y quería algo más conmigo.

Al día siguiente, mi novia Karina ya había regresado a la escuela, pero ella procuraba mantenerse alejada de mi cuando estábamos en la calle y después de clases en algunas ocasiones, ya que de seguro la tenía bien amenazada, pero cuando nos encontrábamos solos en algún salón, nos escondíamos y conversábamos de lo sucedido y al parecer ella no sabia que es lo que su madre haría. También aprovechábamos para desfogar el tiempo que no nos veíamos.

Dos semanas después recibí una llamada de mí suegra, se escuchaba un poco desesperada y sorprendentemente ya hasta me hablaba de tú:

Hola cómo has estado, habla la mamá de Karina, ya la veo más tranquila, ya no se ven ¿verdad?, eso es lo mejor para los dos, espero que cumplas tu palabra, en cuanto a mi no creas que se me ha quitado el coraje contigo, pero te entiendo, eres joven y tienes tus necesidades, además con esa cosa..., te entiendo, bueno ya no te incomodo, pero para que veas que no hay rencor… puedes pasar por la casa, quiero decirte mi decisión, podemos platicar y te invito un café… puedes mañana temprano?.

Yo lógicamente y al momento entendí lo que pretendía, así que acepte y le dije: si claro… ahí estaré.

Al día siguiente ahí estaba, al abrir la puerta mi suegra esta vez estaba más arreglada, traía un vestido de una sola pieza de color negro, su pelo suelto, se veía sabrosa, ya que como les dije aun estaba de buen ver.

No lo podía creer, ella me dijo: pásale, pensé que no vendrías

Ya en la sala, me dijo siéntate, quieres algo… un café o una cerveza, o una copa de vino, lo que quieras, yo le dije, si… he…un café gracias.

Un café, como… yo se que te gusta la cerveza me dijo, bueno una cerveza le respondí, ella me contesto con una sonrisa y fue a la cocina.

Después ella se sentó frete a mí, cruzando sus piernas que estaban por lo que vi muy bien torneadas, Ella bebía vino e inicio una platica, diciéndome que había mandado a Karina con sus abuelos para que pasara el fin de semana con ellos, yo entonces comprendí el mensaje y me sentí más seguro, así pasaron algunos minutos, yo ya me había tomado unas cuatro cervezas, mi suegra pues ya empezaba a verse alegre.

Platicamos de pendejadas, hasta que empezó a sacar algunos temas ya más privados, me empezó a hablar de su matrimonio, y ahí fue cundo supe la razón de el porque me había citado y del porque de sus miradas hacia mí: "mi marido ha sido el único hombre en mi vida, a él le di mi honra y me casé", pero como toda mujer con años de casada… pues añora los encuentros amorosos, no son como al principio y últimamente…* empezó ha hacer pausas, como que no quería decirme lo que quería hacer, yo permanecía callado, mirándola como la otra vez, con un poco de deseo, hasta que termino de decir la palabra mágica: …él …pues ya casi no me… no me hace el amor… no me coge.. ¿me entiendes?, él trabaja mucho y llega cansado, a mi eso… me consume, tu debes entenderlo, ¿no?, apoco tú puedes estar mucho tiempo sin tener relaciones… es inaguantable… pero no creas a veces... bueno una es mujer... y… bueno, como te digo, pues… me he masturbado, pero no es lo mismo… tu sabes… tú tienes experiencia con eso, ¿verdad?, no sabe igual.

Yo le conteste ya con un tono de confianza, confianza de que sabia que es lo ella quería de mí y le respondí: No se crea seño, si he tenido experiencias, pero no muchas… a veces si, pero no siempre.

Lo que no me dejaba en paz era pues lo que había sucedido, noches atrás, pensé, a lo mejor me va a chantajear con lo sucedido la otra vez, y más si no me la bombeo,

Entonces ella dijo algo que me empezó a interesar: *Oye… no se, pero se me ocurre, que…podríamos hacer una prueba... pero… ay no, qué vas a pensar de mi, pero digo… sólo como prueba, que tú… digamos, la pusieras ahí… en mi cosa, ¿nomás como prueba eh?, en cuanto yo te diga, te detienes… ¿si?

Yo inmediatamente pensé: Ahora sí, ya chingo a su madre suegrita, y le dije: quiere que mi verga solo se la ponga, que solo le de unos rozones en su rajita.

Ella casi deseosa me respondió: *si… solo unos roces, no me vayas a…. pues a penetrar.. *

Yo conteste con mi cabeza que si, pero pensaba: que tendrá pensado hacer, después de que tengamos sexo, que va a pasar, bueno tendré que seguir con esto, no hay opción que venga a mi mente ahora

Yo me levante y me empecé a desabrochar nuevamente el pantalón, ella igualmente hizo lo mismo y muy aprisa se empezó a quitar su vestido, yo al verla, pues no imagine que estuviera aun de buen ver, estaba todavía bien, por que aun usaba tanga, (o tal vez se la puso solo por esa ocasión, el chiste es que se veía bien), no estaba lonjuda, tenia tetas más o menos grandes, no estaban tan caídas, y eso si tenia unas caderas muy bien formaditas y pronunciadas, que no se le notaban por que se vestía con ropa holgada y sus faldas le llegaban debajo de la rodilla, también pude ver mejor sus muslos, que a simple vista se veían muy bien, no se quito el sostén ni su tanga, se recostó en el sillón y me miraba, yo le dije: pero para que se me pare bien el pene, pues tendremos que hacer un par de cositas, ella solo me miraba deseosa.

Yo me quite mis tenis, calcetines y termine de quitarme el pantalón, me quite mi chamarra de mezclilla y me quede solo con mi playera y mi bóxer y me acerque a ella, mi suegra me jalo de la playera y yo caí encima de ella quedando en una posición como de misionero, ella me miro a los ojos unos segundos y me beso, yo no podía creerlo aun, decía entre mí, que estoy haciendo, pero al empezar a sentir como mi suegra empezaba a acariciar mis nalgas por encima del bóxer con una mano y con la otra acariciaba también por encima mi miembro, yo comencé a excitarme y empecé a responder a sus caricias y me vino otro pensamiento:bueno pues si ella quiere que le haga el favor pues se lo haré y bien.

Así que yo con una de mis manos comencé a sobarle su vagina que ya estaba mojada, y le dije: vaya… si que la traía atrasada. Ella respondió con una sonrisa y después metió una de sus manos dentro de mi bóxer y empezó a apretar mis nalgas y acariciarlas, mi verga se empezó a erectar rápidamente, y yo me sentía cada vez más excitado, mi suegra comenzaba a respirar rápidamente, su cuerpo empezaba a como retorcerse y más cuando yo hice aun lado su tanga y comencé a meterle mis dedos en su

pucha

que casí escurría de la gran excitación que tenia.

(Pucha es un sinónimo vulgar de vagina

)

Seguimos acariciándonos así y besándonos, no esta tan mal mi suegra pensé y seguí metiéndole mis dedos en su vagina, con otra de mis manos acariciaba sus muslos que estaban muy suaves y duros, así también empecé a bajar un lado de su sostén y comencé a acariciar una de sus tetas, la cual tenia el pezón ya bien paradito, como esperando a que alguien llegara y lo empezara a mamar, yo entonces empecé a jalarle el pezón con mi boca y a mamar su teta, ella comenzó a soltar gemidos, una de sus manos ya había empezado a masturbarme, así que me levante y ella me miro cachondamente, yo me termine de desnudar, me quite la playera y el bóxer, ella se incorporo para quedar sentada, yo no imaginaba que mi verga estuviera tan erectadisima, no imaginaba que mi suegra me llegaría a excitar así.

Me acerque a mi suegra, y ella pues empezó a mamarme la verga, se la metía toda, me daba unas tremendas chupadas que cada vez sentía como se erectaba más mi pene, yo le acariciaba el cabello y empecé a quitar su sostén, ella seguía mamando mi verga, lo hacia despacio, en la mera punta de mi pene me daba unas chupadas que sentía que me iba a venir.

Con una mano me acariciaba y masajeaba los testículos, mi verga estaba poniéndose rojiza, de la erección que mi suegra me provocaba, nunca me habían mamado la verga así, pasaron varios minutos, entonces yo la levante y empecé a mamar sus tetas, pude verificar que las tenia muy bien todavía, bien redonditas y macizas, ella gemía y cuando me abrazaba me apretaba con sus manos, muy desesperada.

Yo entonces la volví a acostar en el sillón, la volví a besar y con mis manos empecé a quitarle su tanga, después le empecé a abrir las piernas y las coloque encima de mis hombros, quedando así frente a su vagina, humedecida, la cual tenia los vellos cortitos dando un aspecto agradable, como yo ya estaba excitado comencé a mamarle la vagina a mi suegra, no lo creía, yo le estaba haciendo sexo oral a mi suegra, ella gemía, empezaba a gritar, la muy cabrona me jalaba de los cabellos y pegaba mi cara a su sexo, yo le metía mi lengua lo más que podía, mientras que con las manos le abría los labios vaginales y también se los acariciaba, entonces ella comenzó a mover su cuerpo, se empezaba a retorcer, daba pequeños gritos, y tiraba de mi cabello.

Entonces ella entre su respiración rápida, me dijo con voz entrecortada y excitada: *Ya… dámelo… ponme tú… tú verga en mí

panocha,

andale… que esperas…* entonces yo me levante, deje de mamar su vagina que no estaba nada mal, como tenia sus pierna sobre mis hombros quedamos ya en una buena posición, la tome por la cintura, y la jale un poco hacia mí, hasta que mis testículos tocaran su culo, ella seguía diciendo: anda… hazlo, despacio… * , yo entonces agarre mi verga, ella me miraba deseosa y respiraba más rápido cada vez, yo se la enseñaba, mientras me la sobaba, ella se desesperaba y hacia pucheros, como si fuese una niña chiquita, entonces empecé a acercar mi verga a su panocha, le di primero un pequeño tallón, de arriba hacia abajo, lo hice despacio, ella inmediatamente soltó un gemido: ahhhhhhh*, le volví a repetir la operación esta vez de abajo hacia arriba, ella nuevamente gimió, al momento que empezó a jalar los pezones de sus sabrosas tetas, Los comenzábamos a sudar.

Volví a repetir la operación otras veces más, ella se movía, arqueaba su cuerpo, yo con una de mis manos sostenía una de sus piernas y acariciaba su muslo, hasta su cintura, ella seguía gimiendo, diciéndome que lo hiciera más despacio o más rápido, incluso me pidió que de diera golpecitos con mi pene en su vagina, ella disfrutaba al máximo, tanto que tuvo un orgasmo, la cual la hizo gritar, yo sentía que mi verga se me iba a abrir de la punta, como que quería pararse más pero ya no podía, la cabeza de mi pene estaba enrojecida, la tenia muy erecta que cuando quería deslizarla hacia abajo, me costaba trabajo, incluso tenia que agacharme un poco para poder darle los tallones.

Como yo ya estaba súper excitado no podía contenerme más, y en uno de los tallones le metí la cabeza de mi verga, si no es que hasta un poco más, ella me miro y abrió un poco su boca, aun no acababa de tener su orgasmo pero sin en cambio si sintió como le había metido la cabeza de mi pene.

Al acabar su orgasmo, seguía mirándome a los ojos, yo estaba dispuesto a dejarle ir mi verga completamente, pero ella después de suspirar, se hizo hacia atrás y casi nerviosamente me dijo: hmm, ahora se por que mi hija gritaba… y creo que ya… es suficiente, eres lo que yo esperaba.

Ella intento bajar sus piernas de mis hombros, pero yo las detuve con mis manos y ella me dijo aun con su voz excitada, casí susurrando: *Que… que haces…*

Yo le dije: No… todavía no… , ella contesto con una combinación de voz, entre excitación y nerviosismo: Que… como que no… tú me prometiste que en cuanto yo te dijera que pararas lo harías… así que ya quiero que te detengas.

Yo la sujete con una de mis manos de su cintura y la pegue más hacia a mí y le dije: Usted ya gozo… y yo que, ella contesto: Tú también… ¿no?...dijiste que haríamos unas cositas y ya… es suficiente.

Yo le dije: Pero no me puede dejar así… mire como la tengo.

Ella me dijo: Pues… si quieres te masturbo, yo le dije: no, esto lo quiero apagar como se debe, Ella me miro y me dijo: No… no quiero que me penetres, te masturbo, si quieres te hago sexo oral, Yo le dije medio molesto: Oiga, no me venga con esas mamadas, si hicimos todo esto y que no me deje penetrarla, ¿no se porque no?, Ella respondió, con una pendejada: Pues… es que… soy casada, yo le respondí: no me diga eso, por favor, ambos sabemos lo que es esto, si eso le importara no me hubiese propuesto lo que hicimos. Ella se quedo calada y solo me miro, aun respiraba rápidamente, Entonces me empecé ha acercarme a ella, hasta quedar acostados, yo le empecé a susurrar al oído: Vamos…yo se que usted quiere… y yo la verdad si quiero penetrarla… si es por seguridad, no se preocupe en mi pantalón tengo unos condones*. Y le empecé a besar la orejas y el cuello, ella que aun no dejaba de respirar rápidamente, y como no queriendo, acepto, y me dijo, bueno, si te pones el condón sí.

Así que saque un condón de mi pantalón y me lo puse, entonces agarre mi verga que aun seguía erecta y la coloque en la entrada de su vagina, ella entonces ella volvía a respirar rápidamente, y sentí como su cuerpo se comenzaba a erizar, le di unos pequeños tallones de arriba abajo y se la empecé a meter, despacio, le deje ir toda mi verga lentamente, sentí como toque el fondo, aun apretaba mi condenada suegra, ella empezó a gemir y decía: Uy…despacito…ahhhhhhh…así… me duele un poco, yo le dije: * Bueno pues hay que reinaugurarla de nuevo, ella sonrió y me dijo: ah… uy no la tienes muy grandisima, pero si de grosor hablamos… no se como mi hijita aguanto esto*, yo comencé a moverme despacio.

Ella me jalo hacia a ella y me besaba, con sus manos la muy canija, me empezó a rasguñar, yo seguía moviéndome lentamente, los dos estábamos empapados en sudor, la vagina de mi suegra a pesar de que estaba bien humedecida, sentía como apretaba mi pene, lo cual me encantaba, tanto así me excito que le dije: Que buena esta todavía, ella respondió: Aja…ahhhhhhh…así… que rico… hmm.

Entonces me dijo algo que no me esperaba: Sabes… yo ya los había visto a ti y a Karina… haciéndolo… y desde entonces… había querido tenerte… así.

Yo no dije nada y seguí moviéndome, esta vez más rápido, mi suegra comenzaba a gritar y me decía: Así… muchacho imprudente…así

Yo me levante, tome sus piernas y las baje, también las bese, y tome a mi suegra y la volteé, la puse de cuatro patas, ella paro su culo, y entre mi dije: guau, su trasero era de buen tamaño, un poco mejor que el de mi novia Karina, y sus nalgas estaban duritas, su ano limpiecito, no resistí y empecé a besarle las nalgas, mi suegra dijo:ahhhhhhh… muchachito inquieto, tome mi verga y la metí todavía en su vagina, aun quería seguir penetrándola por ahí, pero antes me quite el condón, mi suegra no vio, abrí un poco sus piernas y le metí mi verga de un empujón, ella grito, me empecé a mover ahora un poco más rápido, mi suegra seguía gritando, acelere un poco más, podía escucharse claramente como chocaban nuestros cuerpos cada vez que la penetraba, con una de mis manos la agarraba una de sus tetas, y con la otra le jalaba el cabello, como ella lo hizo, mi suegra seguía gimiendo, gritando: sigue… hmm, así… dame más…démela toda…así… muchacho inconsciente, sentía que en unos minutos más acabaría y quería hacerlo dentro de ella, pero opte por metérsela en su ano.

Me detuve ella soltó un grito y me dijo: ahhhhhhh…que paso, yo le dije: se la voy a meter por el ano, ella inmediatamente se negó, diciendo que ni su esposo se la había metido por ahí, yo le dije que no se preocupara, que seria algo que disfrutaría al máximo y que siempre hay una primera vez, así que con mis dedos ensalive su culo, que por cierto ya estaba dilatado, y entonces agarre mi pene y lo empecé a meter primero la punta, poco a poco, ya que le metí la punta me detuve, unos instantes, ella me decía que le dolía, que ya no quería, yo no le hice caso y se la metí otro poco, ella grito nuevamente, pero no dijo nada, yo seguí metiéndosela otro poco más, y ella siguió aguantándose, hasta que al fin de otro empujón le metí toda mi verga, ella grito: ahhhhhhh… me duele, yo comencé a metérsela y sacársela lentamente, ella aun decía que le dolía, después de unos segundos de movimiento, ella ya empezaba a gemir de placer, y ya lo disfrutaba, yo también me sentía en la gloria, nunca había imaginado que mi suegra estuviera muy buena, se la metía despacio, poco a poco comencé a hacerlo más rápido, así pasaron unos minutos, yo controlaba mi erección, ya casi iba a acabar pero yo quería seguir disfrutando eso sabroso y apretadito culo, que era ya mío.

Ella entonces se hizo para atrás, provocando que yo me quedara como sentado sobre mis piernas, ella aun de espaldas, se incorporo un poco y también como que se sentó, y entonces me dijo, yo quiero el control ahora, y empezó a darse sus sentones, era una posición rara, y mucha más si era una penetración anal, pero eso sí era deliciosa, yo con mi manos libres le podía acariciar las tetas, ella se movía despacio y después rápidamente, hacia una combinación inigualable, yo con una de mis manos, la baje y empecé a sobarle la vagina, y después le empecé a meter los dedos, ella gemía, yo estaba a unos instante de acabar , cuando de pronto en mis dedo empecé a sentir un liquido calientito, mi suegra estaba teniendo un orgasmo más, lo cual provoco que ella aumentara la velocidad y gritara: Ahhhhhhh… muchachito, cabron… si que aguantas…, y al terminar de decir esto yo empecé a eyacular, me estaba viniendo en el culo de mi suegra, ella grito aun más de placer al sentir la eyaculación dentro de ella.

Así ambos terminamos gimiendo de placer.

No podía creer, que mi suegra estuviera tan rica, tan sabrosa, ella se levanto, y me beso, y me dijo: muchacho imprudente… con que te quitaste el condón… bueno déjame entonces limpiarte, y se agacho a lamer lo que quedaba de semen en mi verga, eso provoco que yo gimiera, después yo me levante y me pase al otro sillón y me recosté, ella hizo lo mismo en el otro, me estuvo mirando unos minutos, yo empecé a vestirme.

Entonces ella me dijo: Después de esto, pero ni creas que te voy a permitir que vuelvas a ver a mi hija, ni lo pienses, mejor cuando tengas muchas ganas..., yo te puedo ayudar con esa cosa, ¿quieres?, me llamas y vienes cuando no esté mi marido, cogemos así de rico como hoy

Yo le respondí: y por que no puedo ver a su hija… no le voy a hacer nada malo, se lo prometo, mi suegra me respondió con algo que no podía creer: Por que quiero que tú medes lo que mi marido no me da ya, y no quiero que nadie más tenga ese placer, a demás seremos discretos y tal vez te deje ser amigo de mi hija.

Entre mí dije: Si cómo no, usted no me va a estar cuidando y yo ya encontrare la forma de ver a Karina

Y así fue como tuve y tengo relaciones con mi suegra, hasta ahora nadie se ha enterado, mi suegra ahora ya esta empezando a hacer ejercicio y pues esta poniéndose mucho mejor, también discretamente sigo saliendo con Karina, su hija y también me la sigo cogiendo a ella, y recientemente he tenido la fantasía de cogerme a la madre e hija juntas, estaría bien.