Con mi suegra

Así comenzo mi relación sexual con Lola

Hola, soy José el marido de Mari, los que seguís sus relatos ya sabéis que somos un matrimonio liberal, en su ultimo relato Mari contaba como fue su primera vez con un jovencito del instituto donde trabaja, y que me había preparado una cita con su madre para ese mismo sábado.

Llegó la mañana del sábado y Mari me llevó a casa de su madre que iba a estar sola el fin de semana pues Antón mi suegro se iba con la peña de fútbol, me dejo en su casa y después de despedirse de sus padres llevó a nuestro hijo a casa de su hermana.

Sobre las 11 de la mañana un amigo de mi suegro pasó a recogerlo y Lola lo despidió con un beso en la mejilla y espero que ganéis.

Nada mas irse Antón, Lola me dijo que se iba a poner cómoda para tomar un café, a los 5 minutos apareció con una bata que dejaba ver casi todas sus grandes tetas atada con un cinturón que también dejaba a la vista sus buenos muslos, por aquel entonces tenia unos 58 años pero estaba muy buena y por lo que yo sabia estaba muy necesitada de sexo pues Antón por su enfermedad se había vuelto impotente.

Josito voy a preparar el café me comento y se fue a la cocina, yo ya con la polla morcillona la seguí sin que se diera cuenta y cuando estaba preparando el café la abrace por la espalda y le susurre al oído estas muy buena suegrita, ella apretó su culo contra mi paquete y me respondió : “eso es cosa tuya que ya me dijo mi hija que te gustan las señoras mayores”, no todas, solo las que se conservan bien ricas y con unos pechos tan generosos como estos y al mismo tiempo se los cogía con ambas manos, ella suspiró y me dijo pellizca los pezones al tiempo que se soltaba la bata, así fue como con el roce y los pellizquitos aquellos botoncitos se convirtieron en dedales Lola tiene unos pezones enormes y duros, estuve así robándola un buen rato, mientras ella pasando una mano por atrás comenzó a frotar mi polla por encima del pantalón lo que termino por ponerme burro del todo, fui bajando una mano y comencé a acariciar su entrepierna note que no tenía nada de bello púbico era como su hija las dos iban bien depiladitas.

En esos momentos solo pensaba en lo jugoso que tenia el coño Lola y poco a poco pude sentir como algo le crecía en la parte superior de los labios, no podía ser que tuviese un clítoris así de grande, era casi como un micro pené, te gusta lo que tocas amor me dijo Lola, que es esto le comenté yo, hay Josito nunca has visto una pepitilla así de grande, no puede ser le respondí yo mientras ella me pedía que le metiera un dedito y así lo hice, entre tanto Lola soltó el cinturón y me bajó los pantalones y el slip y apartando la bata hacia un lado coloco mi polla entre sus glúteos y se movía atrás y adelante mientras comentaba que juguetito mas chico, eso me cortó un poco y ella al notarlo me dijo, el tamaño importa pero si se mueve bien una cosita tan rica puede dar mucho placer y yo hace tiempo que no disfruto de una polla.

Seguimos así un buen rato y cuando ya le tenia 3 dedos en el coño Lola me pidió que los metiera bien profundos y con rapidez que estaba a punto de tener su primer orgasmo, tras unos minutos de pajearla se corrió dejando mi mano completamente inundada, que bien lo vamos a pasar josito tenemos todo el día para disfrutar.

Nos quedamos así quietos mordisqueándole las orejas un momento hasta que se da la vuelta y me sorprende “que te pasa Josito no te gusta”, mi suegra lleva tatuado en el pubis un gato y su clítoris es la nariz del gato, espera que quiero que lo veas bien me dice y se sube encima de la encimera y abriendo las piernas puedo ver que los labios del coño están tatuados haciendo la forma de la boca del gato, es precioso le comento al tiempo que le pido permiso para besar al gato, ella riéndose  me dice que se alegra que me guste y que si no le tengo miedo al gato que puedo besarlo, así es como inicio una comida fantastica del coño de Lola que si ya estaba sabroso por el orgasmo sufrido mas sabroso se ponia a medida que se lo iba trabajando, así josito ahora chúpame la pepitilla que me encanta y aun se desarrolla mas, así lo hice, era fantástico sentir aquel clítoris dentro de mi boca, podía notar a través de la lengua como tenia incluso un glande como si fuese una pollita, después de un buen rato, Lola me pidió que si no me daba miedo  le metiese la polla al gato en la boca, así lo hice y la verdad que entro toda sin ninguna dificultad, tanto por el tamaño como por la humedad de la zona, me quede quieto con ella dentro mientras Lola me decía: “no sabes josito el tiempo que hace que no tengo un chorizo dentro” a lo que le respondo, no se si será chorizo pero por lo menos salchicha si que es y los dos nos carcajeamos.

Después de un rato quietos y besándonos bien clavaditos comencé a sentir como Lola me apretaba con su vajina  otra vez volvía a sentir esa sensación que me había dado otra señora mayor en un aparcamiento, (todas las maduras tendrán esta habilidad).

Lola me encanta que el gato muerda la salchicha, pues al gato le gusta que la salchicha trate de escapar así que muévete un poquito Josito, al tiempo que inicie un mete y saca nos volvimos a besar, pero esta vez con un morreo que las lenguas no nos cogían en la boca, Lola era una mujer increíble follaba para mi mucho mejor que Mari y encima era mi suegra lo que daba aun mas morbo a la situación, después de un buen rato Lola me pidió que le quitara la salchicha al gato que se la quería comer ella se la saque y me subí encima de la mesa de la cocina, Lola se acerco y comenzó a jugar con mis nuevos y a decirme que me los iba a dejar bien escurridos, poco a poco fue besando mi capullo y de golpe se la metió hasta el fondo, la saco y me dijo es ideal para tragarla toda sin problemas, comenzó a chupar, tragar, jugar con la lengua sobre mi capullo, darme golpitos con la punta de la lengua en el frenillo, me volvió loco y cuando la advertí que si no paraba me venia ella me pidió mi lechita, que llevaba mucho tiempo sin beberse lechita de macho y se la metió hasta el fondo con lo que no aguante más y me descargue en su boca, Lola trago toda la lefa que le di sin dejar caer ni una gota y después de unos segundos dejo mi polla y exclamo que leche mas rica Josito como la necesitaba.

Nos separamos y nos dimos cuenta que eran casi las 2 de la tarde y ni teníamos comida por lo que la invite a comer a un restaurante cercano.

En un próximo relato comentare como siguió mi relación con Lola.