Con mi prima Vanesa

Una pequeña historia de lo que me sucedio con mi prima Vanesa, cuando fui a pasar un fin de semana a su casa.

Con mi prima Vanesa

Una pequeña historia de lo que me sucedió un día con mi prima Vanesa en su casa, cuando fui a pasar un fin de semana.

Mi nombre es Carlos y en ese tiempo tenia 16 años, fue un fin de semana que mis tíos me invitaron a pasar unos días en su casa. Todo estaba de lo lindo ya que me divertía y disfrutaba de la compañía de mi prima Vanesa, ella tenia por esos días 15 años y era una chica súper linda con un lindo cuerpo.

Me quede a dormir en casa de mis tíos el fin de semana y nos la pasamos relogiando con Vanesa el día sábado hasta tarde ya que ese día mis tíos tenían un compromiso y podríamos aprovechar para quedarnos hasta tarde.

Vanesa es blanca de estatura mediana, un tremendo culo, dos senos bien redondos, hermosa de cara, con pelo hasta nos mas abajo del cuello.

Ese día ella llevaba puesto una mini pegada al cuerpo y un TOP que le quedaba estupendo y que hacia resaltar sus lindos senos, cada vez que la tocaba o la miraba, mi pené respondía y ella me miraba como si me quisiera dentro de ella.

Como ya era tarde nos fuimos a descansar, Yo me quede dormido en la planta baja, me desperté a eso de las 3 de la madrugada por el enorme calor que hacia.

Necesitaba tomar agua, así que subí a la cocina y escuche unos ruidos.

Me quede espiando y allí se encontraba Vanesa, tomándose un vaso de leche se le veía súper bellísima ya que llevaba puesto un short extremadamente corto, con una camisita que le dejaba descubierto su ombligo.

Mi pené creciendo al ver como se tomaba la leche, así que me decidí a actuar.

Entre a la cocina y se me quedo mirando, mientras se tomaba la leche, le pregunte a que sabia la leche y ella se atoro y se le derramo un poco el cual fue a parar a su cuello.

Ella me contesto que por que no me acercaba y la probaba, me acerque y fui a tomar del vaso de leche que ella tenia en la mano. Pero Vanesa me detuvo y me ordeno que me tomara la que estaba en su cuerpo.

Comencé a lamer su cuello y ella se agarró fuertemente de mí. La cogí entre mis brazos y la puse en la mesa. La comencé a besar mientras mi mano sobaba su conchita por encima del short.

Le quite la camisa y comencé a sobar y a mamar sus senos mientras ella me quitaba el pantalón.

En eso ella me tira hacia atrás y me sentó en una silla. Me empezó a dar la mejor mamada de toda mi vida, jugando con mi glande y succionándolo de una manera que pensé que me iba a morir del placer.

La tire al suelo y le quite el short. Tenia una conchita pequeña parecía ser virgen; al preguntarle me lo aceptó.

Procedí a mamar su hermosa concha, la cual ya estaba bien lubricada por increíbles jugos que se le habían escapado.

Yo me los trague y después ella me pidió que ya me la tirara como una perra, así que la hice ponerse en cuatro, y la abrí de piernas y poco a poco fui introduciendo mi pené dentro de su concha, a unos centímetros de estar dentro de ella me doy con su barrera natural. Le digo que se relaje y que al comienzo le va a doler un poco pero que después íbamos a disfrutar de ese momento.

Cuando rompo su himen ella empieza a gritar del dolor que sentía así que me quede unos minutos quieto dentro de ella, para que se acostumbre a tenerme dentro.

Los gritos pasaron de ser de dolor a placer, es en ese momento que empecé a embestirla de una manera ruda.

Gritos y gritos de placer se escuchaban. Entonces la agarre y la volteé la cogí del culo y empecé a lubrificarlo y es en ese momento en el que ella me pide ser enculada, así que se lo metí por su apretado culo tan fuerte que casi llora del dolor y excitación.

Estaba a punto de acabar y ella se percata, se giró e introdujo mi pené en sus hermosos labios.

Lo succiono como toda una aspiradora, lo cual hizo que me vaciara con una potencia impresionante. Ella me limpia toda la leche y, al terminar me dijo que sabia como Coca cola.

Ambos nos despedimos con un beso y nos fuimos a dormir.

Esta es la historia de la primera vez que tuve relaciones con mi prima Vanesa, pero hay muchas mas historias que poco a poco les iré contando.

Hasta pronto.

Caliche.