Con Mi Papá, Después de la Velada de la Virgen.

Amor se reduce en una simple persona, él y simplemente él.

Hola mis queridos lectores, mi nombre como ya saben es Antonella Rodríguez, de antemano les pido una disculpa por no subir relatos y tardarme, es que mi universidad y mi trabajo me tiene algo ocupada, no tengo ni tiempo para mí, pero bueno, estoy de regreso y hoy les vengo a contar una aventura más con mi papá… Comienzo.

Ayer como todos saben pues se festejó la velada de la virgen de Guadalupe, no hicimos pasada porque no había nadie en casa, mi mamá anda de viaje y regresa hasta el lunes, decidimos con mi papá pues salir a divertirnos, ya que teníamos chance porque mi mamá se había ido, quedamos de ir a bailar al antro y de ahí pues lo que la noche dijera.

Yo me vestí súper sexy, con un atuendo que él me regaló hace días, me lo puse, me perfumé, me puse súper guapa simplemente para él, al verme vestida él solo se quedó con la boca abierta y me dijo:

Mi papá:Mi amor, ¿en serio eres tú?, ¡woow!, te ves divina princesa, haber, date una vuelta mi amor.

A lo que accedí y simplemente dijo:

Mi papá:¡Diablos amor!, se te ve un trasero enorme, lo bueno que esta belleza viene conmigo, bueno, si ya estás lista, vámonos.

Le respondí que solo me diera chance de pintarme la boca y listo, fuimos a nuestro destino, ya eran como 12:00 a.m. Entramos al antro agarrados de la mano, como conozco al cadenero pues simplemente me cerró el ojo y me dejó entrar con mi papá, que obvio no sabe que él es mi padre. Nos atendieron rápido, nos pusieron una botella de Jack Daniel's y dos vasos con hielos. En la mesa mi papá no dejaba de decirme lo sexy que me veía, que era guapa, su amor, que me amaba y le encantaba hacerme el amor, yo simplemente me puse roja porque ¡AMO! Que me diga todo eso, en pocas palabras el señor me estaba acortejando jajajajaja nos servimos una copa, estuvimos platicando, en eso me dijo que si bailábamos, le dije que sí, en la pista rápido me agarró de la cintura y me pegó a su cuerpo, Dios, con lo que amo que haga eso, entro no queriendo me daba besos en mi mejilla pero a la vez me mordía mi oreja.

Mi piel se empezó a erizar por el momento y lo que hacía, me besó el cuello lentamente, a lo que después me dio un pequeño chupetón que hasta tronó, yo simplemente me dejé llevar, cerré mis ojos y me mordía mis labios, yo para eso ya lo tenía bien prensado entre mis brazos, él igual, entre abrazo y abrazo me empezó a agarrar mis nalgas, como traía una tanguita roja, luego se dio cuenta y fue cuando me dijo al oído:

Mi papá:Ay mi amor, traes lo que más me gusta, esos tanguitas que te quedan perfectas, amo tu cuerpo amor, me estás poniendo super caliente, sé que quieres, lo noto por cómo te pones, tu respiración se acelera, tu corazón palpita más rápido, tu cuerpo se tensa contra el mío, no me lo dices, pero lo haces saber con eso, amo tenerte entre mis brazos mi vida, eres mía y amo que te pongas así de cachonda en lugares como estos, te amo.

Cuando me dijo todo eso, fue como si activaran la leona en celo que está muy adentro de mí, simplemente me puse loca, me calenté más, ya estaba mojada por solo con esas palabras que me dijo, sabe lo que hace, es un maestro conquistando, me tiene simplemente loca de amor, lo amo, lo abracé más hacia mí, le di un beso largo y le dije:

Yo:Amo que me trates así, como tu mujer, que demuestres que eres mi dueño, amo tus palabras papi, amo que me seduzcas como tú solo sabes hacerlo, amo que me beses mi cuello, sabes que eso me pone loca, sabes que no puedo resistirlo, te amo mi amor. Necesitamos sentarnos un rato papá, esto se pone muy tenso y no quieres terminar haciéndolo aquí, en medio de la pista, ¿verdad? (A lo que los dos nos reímos y nos dirigimos a nuestra mesa).

Nos volvimos a servir otra copa, después otra y otra, yo ya estaba algo mareada, pues no suelo beber mucho, el chiste que la botella cuando vimos ya estaba casi vacía.

Mi papá me dijo que lo disculpara, que iría al sanitario, en el transcurso que él fue al baño, primero vino un chavo como de 23 años, me invitó una copa y yo por educada se lo recibí, después vino a mi mesa y me dijo que era la chica más guapa de la disco, que si le aceptaba bailar, a lo que simplemente le dije que tenía acompañante, en eso venía saliendo mi papá, le dije al chavo es él. Cuando lo vio, me dijo, ¿él?, ¿no está algo grande para ti?, bueno, gracias por aceptarme la copa aunque sea, cuídate chica guapa.

Entonces mi papá se encontró con un amigo suyo, y que me conoce, por suerte no nos vio cuando estábamos cachondeándonos en la pista, si no, no sé qué hubiera pasado, la verdad es que tuvimos algo de suerte, en eso se acerca otro chico para invitarme a bailar de nuevo, pero le dije lo mismo, que ya tenía pareja pero que gracias, y se dio media vuelta para después irse.

Total, pagó mi papá, nos dirigimos al estacionamiento un poco ebrios o ebrios diría yo, como estaba algo solo por donde pusimos el carro, mi papá me agarró de la espalda, me pegó a su cuerpo y pude sentir su verga parada entre mis nalgas, simplemente me mordí los labios, con mi mano la fui deslizando hasta llegar a su verga por encima del pantalón, se la estuve acariciando, mientras él jugaba de lo lindo con mis pechos y mis nalgas, me voltee y le di un beso enorme, de esos que casi te quieres comer a la persona, me alzó una pierna, seguido pero no dejaba de agarrarme las nalgas, me besaba el cuellos, pasaba su lengua por todo mi cuellos, yo sentía que no podía más, quería a ese hombres adentro de mí, simplemente le dije:

Yo:Papá, ya vámonos, estoy lo que le sigue de excitada y caliente, vámonos a la casa.

Mi papá simplemente me dio una nalgada y me dijo:

Mi papá:Vámonos entonces mi princesa.

En el transcurso del camino, era tanta mi calentura y por el efecto del alcohol, que le bajé le cierre del pantalón y todo el camino se la fui mamando, llegando a la casa, entrando y cerrando la puerta, me le fui encima, le quité el traje que traía, le quité el pantalón, mi papá hacía lo mismo, me quitó la ropa, me quedé en brassier y en mi tanga roja, a lo que me dijo:

Mi papá:¡No!, no la quites mi amor, quiero cogerte con esa tanga puesta, ven mi amor.

Me cargó hasta el sofá de la sala, me recostó y me la metió de un solo golpe, me sentía en las nubes, me estaba dando una cogida muy sabrosa, y es que ya teníamos como una semana sin hacer nada, por lo mismo de mi trabajo y mis tareas finales, lo estaba disfrutando tanto que me iba a venir, y le dije:

Yo:¡Papá más recio que me voy a venir!, sigue, sigue mi amor, así, así mi hombre, me encanta que me hagas el amor, ¡aaah! ¡que rico!

Mi papá aceleró el mete y saca, fue cuando me vine, veía estrellas, pero sin decir nada, le dije que se acostara, me le monté y ahora era yo la que tenía el control, como me gusta, como me encanta dorminarlo cuando lo hago mío, movía mis caderas, primero despacio, después aceleré y solo veía su rostro de placer, que entre gemidos me dice:

Mi papá:Dios mío Anto, eres una máquina sexual mi vida, me encanta como te mueves, lo que más me gusta, que muevas esas caderas, bebé si sigues me voy a venir, ¡oooh! Que rico mi amor, ¡ME VOY A VENIR!...

Yo estaba poseída, seguía moviéndome y disfrutando de ver su rostro de morbo y satisfacción, simplemente le dije entre gritando y gimiendo:

Yo:¡Ay! ¡oooh! Papá, vente no te preocupes, tú vente adentro, hoy es seguro, no pasa nada. Papá, me vendré de nuevo, ¡aaah! ¡Dios mío que sabroso!

Nos venimos al mismo tiempo, sentía cada gota de su néctar y yo abriéndole paso para que pasara su semen, succionaba y sentía cosquillas, me retorcía del placer, le apretaba la verga y mi papá más gritaba y más me tenía de mis nalgas, como si quisiera que entrara hasta la última gota de su semen.

En eso se paró, me volvió a cargar, me llevó a la cocina y me recargó en la barra, la tenía todavía parada que me sorprendí, ahí mismo como estábamos parados, me la empezó a meter, Dios, di un salto porque la tenía más hinchada y gruesa de lo normal, pero me gustó lo que hizo, mientras me cogía, me besaba el cuello y me decía:

Mi papá:Mi amor, me encantas, amo hacerte el amor, amo que seas mía, eres mi hija, pero también eres mi mujer. Jamás dejaré de sentir esto, porque es amor, eres el mejor pecado, mi amor, que rico se siente adentro de ti, estás muy caliente y harás que me venga de nuevo, ¡aaaah! ¡Anto!

Al tenerla hinchada, más gruesa de lo común y estar cogiendo en esa posición, algo corrió dentro de mí, que bajaba desde mi pecho, mi estómago hasta mi clítoris, era señal de que me vendría otra vez, simplemente mordí mis labios y se lo hice saber:

Yo:¡PAPÁ! Me voy a venir mi amor, vente conmigo, quiero que terminemos juntos otra vez, ¡aaah! ¡que rico! ¡aaay! ¡me vengo!

Mi papá se vino y al mismo tiempo yo también, terminamos tirados en la cocina, empapados, lubricados por nuestros néctar, cansados, pero felices, me le subí al pecho, nos besamos y nos quedamos dormidos un rato ahí.

Yo me desperté porque tenía ganas de ir al baño, desperté a mi papá y le dije que se fuera a la cama, que ahorita lo alcanzaba, que iría al baño, se fue, hice mis necesidades y después me metí a la cama con él, esa cama donde duerme con mi mamá, que ahora duermo yo y es como su fuera su esposa. Hasta que regrese de su viaje, obviamente, pero por lo mientras estamos disfrutando estos días como locos, lo hacemos por cada rincón de la casa, hasta cuando me estoy bañando.

Bueno mis lectores, eso fue lo que pasó después de la velada de la virgen, que ni velamos nada, pero era excusa perfecta para salir y tomar unos tragos, espero les guste mi relato, de nuevo una disculpa por demorarme tanto, les mando un beso enorme y gracias por sus comentarios, aprecio sus correos y mensajes de buena vibra, los amo, nos vemos en el próximo relato.