Con mi panadera habitual (2)

Nuestro segundo encuentro fue mejor aún, por fin pude follármela, incluso me dejo que se la metiera por el culo. Esa mujer es una diosa.

Ni que decir tiene que desde que Olga, la panadera me obsequió con aquella colosal mamada en la trastienda de la panadería (narrada en mi anterior relato),cada vez que pasaba cerca de la panadería inmediatamente se me ponía dura como una piedra.

Como es normal no  tardé mucho en volver a visitarla, de hecho al día siguiente estaba allí plantado. Pero dado que la visita tuvo  que ser por  mañana , solo pudimos intercambiar un par de frases, pero suficientes para quedar a cenar  esa misma noche.

A petición suya quedamos en su casa, ya que le daba pereza tener que arreglarse para salir y quería algo en plan informal e intranquilo.  A mí eso me olía a emboscada, cosa que me encantaba.

Cuando por fin llegó la hora me presenté en su casa, toqué el timbre, me abrieron,  y al salir del ascensor la vi asomada a su puerta envuelta en una toalla blanca.

-Pasa, acabo de ducharme, pasa.  – Nos dimos dos besos, tras los cuales me encontré con mis mejillas humedecidas, ella se dio cuenta y dijo:

-Perdona, pero justo acabo de salir de ducha, no me ha dado tiempo ni a secarme, pasa al salón  mientras termino de secarme y me pongo algo.

Ya en el salón, la escuché desde el otro lado de la casa:

-Si quieres ponerte una cerveza o un refresco, tienes en la nevera.

La había escuchado perfectamente, pero fingí no haberla oído bien y mientras me aproximaba hacia la habitación desde donde la había oído, le dije:

-Perdona, que has dicho. –le dije, mientras me asomaba lo que parecía su cuarto.

-Que susto, no te he oído acercarte, te decía que si quieres tomar algo en la cocina hay de todo.

Ella estaba enfrente de un espejo enorme, seguía envuelta en la toalla, y se estaba peinando..Yo me acerque lentamente, y cuando estaba justo detrás de ella,  y acercándome más aún dije:

-Me encanta como hueles.-Pose mis manos en sus caderas por encima de la toalla, y la besé suavemente por el cuello mientras le decía al oído:

-No he dejado de pensar en ti, y en lo que sucedió la otra tarde.

-Te gusto, eh?

-Por supuesto, pero me quedé con ganas de probarte  de verdad. – Al tiempo que decía eso y sin apartar mis manos de sus caderas, la dirigí hacia la cama. Ella se dejó guiar hacia la cama.

-Túmbate de espaldas, quiero probar un cosa.

-¿Qué quieres probar?

-Venga túmbate, que seguro que te gustará.

Sin dejar de mirarme, se arrodilló sobre la cama para seguidamente tumbarse sobre ella. Yo me puse a sus pies, y como pude le quite la toalla, dejándola totalmente desnuda. Me agache un poco y la comencé a besar por la espalda, lentamente.

-Que bueno, con lo cansada que estoy, que gusto, podrías darme un masaje.

Yo no hice ningún caso, seguí besando su espalda, pero con cada beso iba descendiendo poco a poco y mis manos iban acariciando la espalda que iba dejando atrás.  Seguí bajando, y al llegar a sus nalgas las bese al tiempo que llevaba mis manos a sus muslos y los acariciaba.

Su piel olía y sabia a gel de baño fresco, así que seguí besando sus nalgas al tiempo que las separaba, y la visión de su ojete,  y de parte de su sexo casi hace que me reviente la bragueta.

Era un ojete precioso sin un solo pelo y rosadito, y dada la seguridad que me daba que acababa de ducharse me aproximé a el y se lo besé suavemente, olía igual de bien que el resto de su piel,  así que saqué mi lengua y lo acaricié con ella.

Olga se estremeció un poco por la sorpresa pero acto seguido volvió a apoyarse en la cama, pero abriendo un poco las piernas. Yo aproveche  y llevé mi mano hacia su sexo, puse la palma de mano sobre todo su sexo desde atrás, mientras no dejaba de besar y lamer ese culo tan exquisito.

-Te gusta?

-Oh sihh…

-Te gusta que te lama el culo?

-Si me gusta, chúpamelo.

Pasaba mi lengua por su ojete y  por su contorno, nunca había estado tan caliente como para hacerle eso a ninguna mujer, tenía ganas de penetrarle el culo con la lengua de lo caliente que estaba.

Olga, que había comenzado a respirar más profundamente, separó un poco las piernas, intenté llegar con mi lengua a su sexo, pero en esa posición me fue imposible.

-Gírate preciosa, quiero saborear tu coño.

Sin decir nada se giró, y pude ver sus pechos y su sexo, los pechos eran del tamaño ideal para mí, ni grandes ni pequeños del tamaño justo de mis manos, y su sexo, estaba recortado y perfiladito, con forma de triangulo perfecto.

Separé un poco más sus piernas y aproximé mi boca a su sexo, desprendía calor, y estaba un poco húmedo. Comencé a besarlo, y luego iba sacando la lengua un poco y lamia de vez en cuando el contorno  de sus labios vaginales.

Se notaba  que Olga estaba ansiosa por que la comiera ya con ganas porque movía las caderas intentando aproximar su sexo a mi lengua, así que no me hice de rogar y me sumergí  de lleno en ese coñito tan apetitoso.

-Ábretelo tu, quiero comértelo entero.

Ella aproximó sus manos y abrió su coño de forma que podía apreciar aquel exquisito manjar.

Abrí la boca y abarque todo su sexo con mis labios, y saqué mi lengua hasta la apertura de su sexo, con ella iba separando sus labios para hacerme camino.

-Joder, que cabrón, que bueno, que cabrón eres- dijo Olga mientras movía sus caderas al ritmo de mi lengua.

Yo seguía besando su coño como si fuera una boca, movía mis labios sobre su coño al tiempo que sacaba la lengua y la introducía en su sexo, quería follarla con la lengua. De pronto caí en que tenía un poco abandonado su clítoris, así que ascendí por su sexo un poco hasta notar con el tacto de mi lengua la presencia de ese botoncito duro, me aseguré de ponerle bastante saliva con la lengua para luego comenzar a lamerlo.

Olga estaba empapada, entre sus flujos y mi saliva estaba chorreando.

-Te gusta? Te gusta cómo te chupo el coño, Olga?

-Si, me gusta.

-Quieres que siga?  Quieres que te siga lamiendo como un perro.

-Si por favor no pares.

Y así estuve un rato devorando ese coño cada vez más húmedo y caliente, hasta que comenzó a dolerme la mandíbula de estar tanto rato abierta.

-Estas caliente Olga? Te has mojado toda , eh?

-Si, estoy muy mojada, me has mojado tu cabrón.

-Tienes ganas de polla? Tienes ganas de probar mi polla? De que te la meta? De chupármela? Dime te gusta la idea?

-Me encanta, estoy a mil. Ven aquí. – dijo mientras tiraba de mi cabeza hacia la suya, y  nos besamos con ansiedad, ella me metía la lengua todo lo que podía y yo hacia lo propio, estábamos los muy calientes, queríamos devorarnos mutuamente.

-Sabes a mi coño, me encanta.- dijo la cabrona.

  • Yo quiero que tu boca sepa a mi polla, chúpamela.

Olga sonrió .

-Quítate todo y túmbate, - me dijo.

Obedecí y no tardó ni un segundo en aproximarse a gatas hacia mi polla que estaba erecta, ella la cogió con su mano y la pajeo un poco, dejó mi capullo al aire todo lo gordo que estaba y comenzó a lamerlo suavemente.

-Vamos a ver cómo me la chupas sin que haya chocolate de por medio.

Ella, no dijo nada , solo sonrió y se metió todo el capullo en la boca.

Yo al notar el contacto de sus labios casi exploto, pero cuando sentí como succionaba y acariciaba con la lengua mi capullo, deseé morirme en ese momento, ya que eso era la felicidad pura y dura. Me la estaba succionando igual que cuando le ponía chocolate, a esta cabrona lo que le gustan son las pollas, más que el chocolate.

-Te gusta como te la mamo? Lo hago bien sin chocolate?

-Me la chupas muy bien, me encanta como mueves la lengua cuando la tienes dentro.

Olga, la sacó de su boca y le lanzó un escupitajo certero que fue a parar justo en la punta de mi erecta polla y acto seguido me la pajeo con fuerza.

-Te pone que te escupa la polla? Te gusta que te una paja?

-Si, pero me gusta más como la chupas.

Olga fue buena y volvió meterse la polla en a la boca.

Cuando creía que no podía darme más gusto con su mamada, con esas succiones, hizo algo que me pone más aún, empezó a hacer ese ruido con la garganta cada vez que se la metía, ese ruido que me vuelve loco.

-Quiero follarte ya, antes que hagas que me corra. Súbete.

Olga se puso de pie sobre la cama justo enfrente mío, para acto seguido agacharse hasta sentarse sobre mi polla, fue depositando mi peso poco a poco  con lo que mi polla comenzó a entrar dentro de ella.

Que caliente y húmedo estaba ese coño, yo deseaba follarla con fuerza pero sabía que tenía que dejarle un rato para que su coño se amoldara al tamaño de la polla. Ella comenzó a mover sus caderas lentamente.

-Te gusta así, o subimos un poco el ritmo.

-Súbelo. Le dije, mientras llevaba mis manos a su culo y lo apretaba con fuerza contra mi polla.

Olga, incremento el ritmo al que movía las caderas.

-Te gusta más así- me dijo, mientras se mordía su labio inferior.

-Si, claro, tenía muchas ganas de catarte, de metértela y follarte con ganas. Tengo el rabo que me explota.

-Ya lo noto, en mi interior la tienes enorme.

-Notas lo caliente que tengo el capullo, debe de quemarte ahí dentro.

-Tranquilo yo también estoy muy caliente.

Yo me estaba poniendo peor con la conversación, no quería correrme aún quería disfrutar al máximo de aquella mujer.

-Te has puesto caliente, cuando te he chupado el culo?

-Oh, si, me has sorprendido.

Al oír eso, dirigí una de las manos que apretaba sus nalgas hacia su ojete, y comencé a presionarlo  hasta notar que se abría un poco un podía introducir dentro de su culo la punta de mi dedo.

Ella abrió los ojos, me miró, sonrió y gimió. Esa mujer era una diosa que estaba calentísima, en ese momento me hubiera dejado cortar una mano a cambio de continuar disfrutando de ella.

-Dime, quieres metérmela por el culo?

-Joder, casi haces que me corra, me vuelvo loco por hacerlo.

Olga se bajó, se dirigió hacia el otro lado de cama y se puso a cuatro patas.

-Pero primero  chúpamelo  como hiciste antes.

Con lo caliente que estaba no supuso ningún esfuerzo, me acerque a ese culo en pompa, puse mi lengua sobre su coño, y la dirigía hacia arriba hacia su ojete, y una vez en el,  lo presione con la lengua como si quiera penétralo, luego volvia a bajar por la raja de su coño, y repetía la operación.

Olga no dejaba de menear el culo, de subirlo y bajarlo para darle más ritmo a mis lamidas.

-Quieres que te la meta, ya?

-Hazlo  pero escúpemelo  antes para lubricarlo y hazlo muy despacio.

Mi boca estaba llena de saliva de tanto lamerla, así que deje caer un voluminoso pegote de saliva sobre su ojete, con mis dedos lo distribuí como consideré y pegue el enorme  capullo que se me había puesto hacia aquella abertura.

Creí que iba a ser una tarea imposible meter mi polla todo lo gorda que estaba en ese agujerito tan pequeño, cogí con fuerza mi polla para que no bajara su dureza y poder presionar más contra su ojete y note como poco a poco iba cediendo, hasta que de de repente se metió todo el capullo dentro de su culo.

Ver ese culo empitonado por mi polla era algo sublime,  intente penetrarla más pero costaba que se deslizara, así que volví a escupir, y moverla muy lentamente, hasta que poco a poco fui venciendo esa resistencia y su esfínter iba cediendo.

-Que gusto y que apretado lo tienes, te hago daño.

-Un poco, pero es normal , hazlo despacio hasta que me dilate más. Cógeme las tetas.

Y estando en esa posición de perrito, mi  incliné hacia su espalda para llegar y cogerle las tetas. Poco a poco fui metiéndola más profundo y subiendo el ritmo. Su culo iba cediendo, pero aún así la presión que hacían intestinos en mi polla me hacían temer correrme en cada embestida.

Llego un momento que ella movía las caderas al ritmo de mis arremetidas por lo que supuse que ya estaba disfrutando.

-Te gusta, - le dije.

-Si, me gusta que me inserten por el culo, me gusta sentirme sucia cuando estoy tan cachonda.

-Te gusta que te enculen, eh, que te la metan por el culo y te follen, eh Olga.

  • Si fóllame el culo, dame por el culo, joder, estoy chorreando, haz conmigo lo que quieras, métemela  por donde quieras.

Realmente estaba muy excitada, lo que me excitaba a mí más aún.

-Me vas a dejar que me corra en tu culo.

-Dime, cuantas veces si sacarla?

-Cómo?

-Qué cuantas veces te puedes correr sin sacarla?

-Depende de lo cachondo que me pongas, ahora mismo aunque me corra podré seguir follándote un buen rato por que la tengo super dura y tardará bastante en bajarme. Pero dime sin sacarla de donde , de tu culo o de tu coño?

-Donde quieras.

-Como estas?

-Joder tío estoy a punto de correrme.

Yo si que estaba apunto entre su culo y lo que me decía, estaba  a punto de reventar.

-Quieres sentarte en mi cara Olga? Quieres poner tu culo en mi boca y que te folle con la lengua.

-Ufh… si.

Se la  saqué respirando profundamente para no correrme y me tumbé en la cama.

-Ven aquí preciosa, ponme el culo en la cara.

Ella se sentó en mi cara poniendo su coño justo sobre mis labios. Yo comencé a devorarle el coño con ansiedad mientras mis manos le apretaban fuerte las tetas y presionaban sus duros pezones.

La muy cabrona estaba calentísima y dejaba caer todo su peso sobre mi, con lo que en algún momento me dificultaba respirar, pero me ponía más cachondo.

Yo sacaba la lengua y ella movía las caderas para que su coño se restregara bien contra ella.

-Eso si que es chupármelo, joder  tío voy a correrme.

Yo puse mis manos en su culo y la levanté unos centímetros, los suficientes como para poder mover mi legua a lo largo de su coño hasta su ojete y chupárselo también.

-Frota tu culo contra mi boca, que quiero  follartelo.

Ella en esa posición comenzó a mover su culo de adelante hacia atrás de forma que la lengua pasaba por todo su coño y su culo.

-Joder, joder , joder, tío, me voy a correr.

-Córrete preciosa, córrete en mi cara, venga CORRETE.

Ella volvía a apretar su sexo contra mi boca dejando se coño  justo donde estaba mi lengua, yo la saque todo lo que pude, la puse dura, y la movía para metérsela y darle más placer, hasta que empezó a suspirar profundamente y se estremeció.

-Te has corrido preciosa.

-Sihhhh.

-Quieres metérmela otra vez por el culo para correrte tu o quieres que te la chupe.

-Chúpamela, quiero que te la comas como si fuera de chocolate.

Olga se metió la polla todo lo que pudo en su boca y comenzó succionarla fuertemente, me estaba ordeñando.

-Si, métetela todo lo que puedas y chúpamela, preciosa que me tienes a mil

Yo cogía su cabeza y la aproximaba hacia mí para que la polla se metiera más en su gargata, notaba como mi capullo hacia tope con algún sitio del interior de ella, pero no podía dejar de presionar, estaba malísimo.

-Olga me voy a correr, me voy a correr te en tu boca. Sácame la leche joder, haz que me corra.

A Olga ya se le asomaban las lagrimas del esfuerzo y comenzaba a tener arcadas, lo que me excitaba más aún. Con sus manos  hacia fuerza sobre mis piernas para sacarla un poco, pero  cogí su cabeza con fuerza al tiempo que le metí todo lo que pude la polla en su garganta y la mantuve allí hasta que me corrí, notaba como soltaba varios chorros de semen en su interior. Y notaba como su garganta los tragaba directamente.

Cuando le saqué la polla de la boca, tanto mi polla como su boca estaban chorreando de saliva espumosa.

Le aparte con los dedos aquella saliva espesa, y la bese profundamente.

-Joder que bueno Olga, me encantas. Me he corrido como un cerdo.

-Casi vomito cabrón, no me la puedes meter tanto y hacer tanta fuerza que me ahogo.

-Lo siento ha sido la excitación. Y tu, te has quedado bien, te has corrido bien?

-Eres un cabrón, me he corrido como una perra.

-Ja,ja,ja, me alegro. Bueno que cenamos algo o que?

-Ja, ja,ja…..

CONTINUARÁ.