Con mi panadera habitual (1)

Fuí a comprarme algo de bolleria para merendar y terminé conviertiendome en la merienda de la panadera.

Trabajo en un oficina y de vez en cuando bajo a la hora del almuerzo y me compro algo de bollería  en una panadería cercana del trabajo.

Cuando entré estaba despachando en la panadería la hermana de la dueña que me atendía normalmente. Olga que así se llamaba la hermana de la dueña era algo más joven que la dueña, tendría cuatro o cinco años menos que yo que calzo 37 tacos, de estatura pequeña , cuerpo delgado, con sus gafas habituales .

Sinceramente, yo prefiero que me atienda la hermana mayor, nos soltamos 2 o 3 tonterías cada vez que voy,  y nos reímos un rato, sin embargo Olga era algo más sería, también bromeábamos pero era más divertido con su hermana.

Desde el punto de vista sexual ninguna de las dos hermanas me había despertado nunca atracción, pese a que en más de una ocasión me había podido deleitar con el escote de Olga cuando se agachaba a coger algo del expositor, en esas ocasiones simplemente  disfrutaba del espectáculo  pero con más precaución en que no me pillara mirándola que otra cosa.

Bueno volviendo a la historia cuando entre saludé a Olga, que estaba sola, ( por la tarde suelen tener mucha menos gente), ella me devolvió el saludo nos dijimos  dos o tres frases habituales medio en broma medio en serio, que ahora no recuerdo. Pero una frase que si se me quedó grabada  fue ya saliendo cuando me dijo algo como que estaba aburrida de estar toda la tarde y que de estar rodeada de tantos pasteles le despertaban el hambre, y literalmente “tengo tanta hambre que me lo comería todo”, al tiempo que me miró fijamente.

Ese comentario me desconcertó un poco, pero más aún la mirada de la que iba acompañado, le conteste .

-Lleva cuidado que esas palabras se pueden malinterpretar y te pueden poner en un compromiso.

A lo que ella contestó:

-Eso es lo que me gustaría a mí, un poquito de acción para pasar la tarde.

Yo, con intención de bromear me acerqué a ella al tiempo que le decía:

-Venga ya, seguro que si yo ahora mismo me ofrezco para que me comas, te tiemblan hasta las rodillas y pasas un mal rato.

Pero sorprendentemente ella también avanzó hacia a mí, y llevó su mano hacia mi paquete al tiempo que decía:

-Yo encantada, pero lo mismo eres tú el que te asustas y te hechas para atrás.

Fue oír eso e instantáneamente note como mi miembro aumentaba de tamaño, no podía creerme la situación, pero lo único que tenía claro es que aquello no lo podía desaprovechar.

-Joder con la panadera, tira con bala.

Le dije mientras era yo el que se acercaba más hasta estar pegado mi cuerpo al suyo, y posé una de mis manos sobre una de sus tetas, al tiempo que le decía:

-Entonces esto no te molestará ,no?

-Para nada, pero no me las aprietes mucho que esta a punto de bajarme la regla y las tengo sensibles.

Aprovechando esas palabras empecé a manosear aquellos pechos, y le lleve una mano a su nuca, la aproximé a mi boca la bese con ansiedad. Cuando ella me respondió al beso metiéndome toda su lengua, mi poya palpitó un volvió a aumentar de tamaño.

-Uhm, te has puesto cachondo- dijo, ella al notar crecer mi poya , ya que no había dejado de sobar mi paquete. – Pasa para adentro no nos pillen aquí.

Aparto una cortina que daba a la trastienda y me hizo pasar, nada más hacerlo,  me giré y Olga estaba allí, a un palmo de mí, sus manos fueron a mi bragueta  y comenzó a desabrochar los botones.

-Puedo sacarla? – me dijo.

Yo me reí un poco, y le dije, - Pero si ya lo estas haciendo.

-Ya pero es que soy muy educada.

Vaya  visión, allí estaba yo, con los pantalones abiertos pero sin bajar, ella bajo un poco los calzoncillos, y cogió con su pequeña mano mi poya que estaba erecta, con la otra me acariciaba los huevos, al tiempo que me miraba y me sonreía.

-Tienes buen rabo, me gusta. – y comenzó a pajearme lentamente mientras me volvía a besar.

Yo estaba calentísimo, le había estado sobando las tetas por encima del jersey todo el rato, y ahora quería tocar su coño, sobre todo para ver si estaba mojado o no, así que hice intención de subirle la falda vaquera, pero ella me lo impidió.

-No, no me quites nada ,que si suena la puerta y tengo que salir no voy a hacerlo medio desnuda, tócame por encima. Además, la que quiere merendar ahora soy yo, no recuerdas?. Se inclinó hacia mi poya, y la tocó con su lengua, como para probar, pareció que fue de su agrado ya que acto seguido la introdujo en su boca, y empezó a acariciarla con la lengua.

-Joder que bueno Olga, que dura me la pones.

Ella la saco de boca mientras sonreía y dijo: - Te dije que tenia ganas de comérmelo todo, te voy  a comer entero. Pero en eso se apartó y cogió algo de una mesa , se acercó de nuevo y vi que era una manga pastelera con chocolate dentro.

-Que cabrona, le dije, me vas a poner perdido.

-Tranquilo, me encanta el chocolate y no voy a dejar caer ni una gota.

Cogió la manga y me puso un buen pegote de chocolate en mi capullo. Dejo la manga en la mesa y se volvió a meter la poya en la boca.

Uf, lo recuerdo y me estremezco , nunca me la habían chupado así, succionaba con mucha fuerza, al tiempo su lengua no paraba de moverse rozándome el  frenillo todo el rato, y la mano tampoco paraba de pajearme. Realmente tenía ganas de comer algo.

De vez en cuando se la sacaba de la boca  y le ponía algo más de chocolate ya que no dejaba ni rastro de el en mi poya.

-Estoy fatal Olga, quiero metértela, me has puesto fatal y quiero follarte.

-No podemos, si entra alguien tengo que salir, así que disfruta de la mamada y ya follaremos otro día pero en otro sitio.

-Joder, pero como no pares y cambiemos de tercio no voy a tardar a en correrme.

-Ja,ja,ja,…. Más vale que te corras pronto, no pretenderás que me pase aquí toda la tarde, tu no te preocupes te puedes correr en mi boca, me gusta la leche con el chocolate.

Y seguía mamando como una niña chupa un helado, y yo la manoseaba lo que podía sobre la ropa, sus tetas, su culo, e  intentaba subirle la falda para llegar a su sexo, pero eso no me dejaba.

-Venga cabrón, correte antes de que entre alguien ,venga dame tu leche.

Y ahora lo que hacia era pajearme con fuerza teniendo mi capullo a punto de estallar pegado a su mejilla, de vez en cuando sacaba la lengua y la golpeaba con la poya. Yo estaba que no podía más, así que recordando lo que me había dicho antes, le dije:

-Chúpamela, chúpamela, que voy a correrme y quiero hacerlo en tu boca.

Joder, que gusto de mujer, me hizo caso inmediatamente y se la metió en boca a toda prisa pajeándome fuertemente para que me corriera. Desde luego esa chica era una experta mamadora.

-Venga córrete cabrón, que quiero ver a que sabe tu leche.

-Agh!!!! Que gusto hija de puta, me corro. Le dije, mientras cogía su cabeza y metía mi poya hasta lo más profundo de su garganta, quería perforarla y sacar la poya por el otro lado de su cabeza. Y en eso le solté varios chorros de leche. Ella tosió y lucho por zafarse de mi poya y me dijo con los ojos llorosos.

-Joder, hijo de puta casi me ahogas, no me apretes tanto desgraciado.

Yo entre desfallecido y arrepentido, le dije que lo sentía y la bese en la boca, le metí la lengua con ganas, uhmm, sabia a chocolate, y no había ni rastro de mi leche, la muy cabrona se la había tragado ya.

-Olga, ha sido genial me he corrido como hacia tiempo queno la hacia, me gustaría devolverte el favor.

Ella respondió,

-Ya tendrás ocasión de hacerlo pero no aquí, otro día quedamos a cenar y te tocará trabajar.

-Eso esta hecho, cuando quieras y para lo que quieras.

CONTINUARÁ.