Con mi novia y sus amigas (parte 2)

Salimos de casa y es hora de empezar la diversión... ¿qué sucederá?

Salimos afuera, al coche de Sandra. Yo iba desnudo, en castidad, aunque mi novia llevaba ropa en el maletero para mí, por si acaso. Estaba sentado encima de la trans, sintiendo su poderosa verga empinada. Andaba algo nervioso pero ella me daba caricias y sonreía. Después de todo, era un juego y la finalidad era pasarlo bien. Mi novia iba al lado mía.

— No te preocupes cariño, no haremos nada que te disguste cielo. Si algo no te gusta ya sabes: di STOP y pararemos.

Yo asentí, pero no había necesidad de parar por el momento. Aunque pronto querría venirme. Al cabo de diez minutos, Cristina, la trans, me dijo:

— Venga rey, hazme disfrutar un poco.

Me guiñó el ojo y obedeciendo, bajé su pantalón, me puse de rodillas y vi aquella verga empinada, de la menos veintidós centímetros, gruesa, venosa y apetecible. Tragué saliva y antes de meterla ella me dijo:

— Hasta donde puedas tesoro, pero intenta tragarla toda, como buena putita.

Asentí mientras oía las risas de mis amigas y mi novia. Risas burlonas, pero carentes de maldad. Metí mi boca en el glande y empecé a chupar y besar.

— Mmm que bien amor, pero sigue por el tronco.

Lamí el tronco con suma paciencia, besé sus huevos, los lamí y luego besé su tronco lentamente. Después me metí toda la pija en la boca y fue tragando lentamente, hasta que llegué a los huevos. Me costó unos minutos, porque me daban arcadas, ya que no estaba acostumbrado. Mientras mamaba, mi novia me decía:

— Vaya novio mas zorrita me ha salido. Igual habría que feminizarlo jaja.

— Oh sí, bebé, sigue así — me decía Cristina mientras le seguía comiendo el rabo.

Finamente me ordenó parar y  mi novia Carmen comenzó a meterme deditos en mi culito. Estaba como un bebé sobre las piernas de cristina, sintiendo su poderosa polla. Me empezaron ella y Carmen a dar cachetadas cada vez más fuertes mientras decían: "bebé malo, agu agu" y risas claro. Luego, cuando tuve mi culito bien lubricado, tuve que sentarme en la verga de ella, que me metí lentamente. Luego di vueltas con el culo y empecé a cabalgar lentamente primero y rápido después. Al cabo de unos diez minutos ella se vino en mi culo. Todo mi ano chorreaba semen y las risas ya eran fuertes y estridentes.

—     Te vas a quedar con el culito así, que nos mola — dijo Carmen.

—     Ya hemos llegado — anunció Sandra.

Bajamos del auto. Yo desnudo, chorreando semen por las piernas. Estábamos ante la tienda de ropa femenina de Cristina.

Entramos en ella rápidamente.

La tienda era preciosa la verdad: grande y espaciosa. Las chicas bajaron y cerraron bajo llave las persianas para que nadie pudiera vernos. Estábamos totalmente en la intimidad y eso me calmó. Mi chica me hizo una caricia y me dio un tierno beso en la boca.

— ¿Todo bien? ¿Quieres que paremos cielo?

Me dijo con su tono más cariñoso. Eso me derritió, la abracé y dije en voz baja, para que solo ella lo oyera:

— Todo bien, te amo.

Ella sonrió y me dijo:

— Yo también a ti.

Me dio otra caricia y entonces Cristina dijo:

— Venga, tenemos que elegir el vestuario para nuestra putita personal.

Y así empezó un tour por la tienda. Era rectangular, con losas negras y estantes llenos de perfumes femeninos, braguitas, sujetadores, bikinis, kits de maquillaje y... buah, una burrada de cosas. Si me pusiera a enumerarlas todas, me daban las uvas. En cualquier caso yo tenía que elegir qué cosas ponerme y escogí un precioso perfume femenino de color rosa, unos pendientes de corazón, unas braguitas negras sexys y una peluca rubia además de pintalabios rojo pasión. Las chicas me llevaron deprisa al probador y una vez allí me vistieron adecuadamente. Primero me depilaron entero y limpiaron con toallitas. Luego me pusieron las braguitas, después la peluca y el pintalabios, los pendientes y finalmente el perfume.

— Hueles como toda una nena, jaja — rió Sakura

Aquello me hizo enrojecer de vergüenza. Pero me quedé sorprendido cuando vi como mi novia, Sandra y Sakura sacaban del bolso un arnés cada una. El de mi novia era negro, grueso y realístico, los otros dos blancos.

— A las nenitas les gustan las pollas. Y son muy obedientes. Así que ya sabes princesa.

Podría haber dicho STOP. Podría haberlo hecho. Pero no lo hice.

En su lugar, me arrodillé como una buena putita y abría la boca. Las niñas se rieron y se colocaron los arneses. Mi novia fue la primera en colocarme aquel rabo. No sabía igual de bien que una polla de verdad, pero algo era algo. Hice lo mismo que con Cristina, lamer, besar, mamar. Me puse a cuatro patas y me dejé encular por aquella verga negra. Vinieron entonces las dos pollas blancas y tuve lamerlas ambas. Las chicas se desnudaron para darle más calentura a la situación y vaya si funcionó. Estuve mamando dos pollas a la vez mientras que cabalgaba una tercera, rotando de gente. Primero mamaba la verga de Sakura y Sandra y cabalgaba a Carmen, luego Cabalgaba a Sandra y así. Carmen tuvo una idea genial: colocarme su arnés donde estaba mi pene en castidad. Una vez hecho, Carmen, totalmente desnuda, empezó a cabalgarme mientras que yo disfrutaba y sufría, pues me hubiera encantado poder disfrutarlo de verdad. Pero tal y como estaba en esos momentos, me hubiera venido enseguida. Sakura también me cabalgó, como Sandra y todas me hicieron mamadas, menos Cristina, que ya tenía la verga dura de nuevo y se lo masturbaba frenéticamente. Me puso el culo en pompa y también me penetró. Se sentía rico. Se volvió a venir en mi, teniendo aún más leche en mi culo. Después lamí la leche que mi culo dejó en los arneses y ellas se los guardaron. Fui al baño para asearme un poco bajo la atenta mirada de mi novia. Mi verga se puso dura enseguida pero tras orinar (y limpiar, pues lo dejé todo perdido) Carmen me bajó la erección apretando un poco mis huevos. Algo de dolor y después pene flácido, de apenas nueve centímetros (me medía quince en erección). De nuevo colocado en castidad, ella me masajeó los testículos para calentarme y calmármelos un poco. Me dio un beso y salimos afuera, de la tienda de Cristina. El siguiente recorrido nos llevó a la consulta de Sandra.

Nota del autor: Espero que el relato os haya gustado :) Si queréis contactarme para decirme cualquier cosa no dudéis en hacerlo por Twitter: @sextuiterotico o mandarme algún mensaje en Gmail : [email protected]

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;) Que tengan un buen día :D