Con mi mamá todo es más...

Mis relaciones con mi novia siempre me dejaban dolorido...mamá me encuentra curando mis molestias, y me enseña como debe ser un coito placentero.

Hacía como una hora que mi novia Marita, se había ido a su casa. Habíamos pasado la noche juntos en mi casa, como lo hacemos dos veces a la semana, yo me había quedado remoloneando en la cama ya que era sábado y no iba a clase en el día de hoy.

Vivo con mi madre viuda de 52 años, estudio ciencias económicas, y acabo de cumplir 21 años, y mi novia también comenzó este año ciencias económicas y tiene 18 años

Somos novios desde hace un año cuando nos conocimos, en una playa del este uruguayo, donde pasaba con sus padres sus vacaciones, en el verano anterior, muchas cosas tenemos en común y no puedo negar que ella me atrajo desde que la vi.

Tiene un lindo cuerpo es una chica muy bonita y sin duda me atrajo. En esas vacaciones me invitó a su casa de veraneo y allí me presentó a sus padres, ellos conocían a los míos, así que todo ello facilitó las cosas, a la semana salíamos a bailar y nos quedábamos alternativamente,tanto en su casa como en la mía, y ello nos llevó a tener relaciones en forma inmediata.

Siempre me pidió que nos cuidáramos y desde siempre aunque lo detesto uso preservativo, luego con el tiempo, ella comenzó a tomar anticonceptivos, pero no quiere tener relaciones sin el consabido condón, como ambos debutamos sexualmente juntos no sabemos lo que es coger sin condón, pero realmente me irrita bastante los genitales, sobre todo que desde que entro en erección ella ya me pide que me lo ponga, y me ayuda a colocármelo.

Anoche tuvimos muchos juegos previos, y todo mi pene especialmente los bordes de la cabeza estaban bastante irritados.

Por lo que al levantarme decidí darme una buena ducha y dejar caer el agua sobre mi pene semi erecto, y luego al secarme utilizar una buena crema de cuerpo de mi madre que he descubierto en el botiquín del baño y frotármelo para recibir, esa sensación de frescura que tanta falta me estaba haciendo.

Había terminado de bañarme y me estaba secando cuando mi madre toca a la puerta, y me pregunta:

Ari, te falta mucho? necesito usar el baño unos minutos...

No ma , me termino de secar en mi habitación, y úsalo tranquila- Tomé el pote de crema, me envolví en la toalla y salí.

Ya me había echado desodorante luego de secarme, y me encontraba pasándome la crema, en mis genitales, cuando de pronto se abre la puerta y entra mi madre.

Ha perdóname querido, pero necesitaba esa crema que estas usando.

Me quedé de una pieza aunque con mi madre no tenemos ni secretos ni tabúes, pero realmente, me sorprendió su entrada.-

Me pregunta:

-¡ que te ha pasado!?

Nada mamá, solo que no puedo acostumbrar a Marita a tener relaciones sin preservativos, el preservativo me irrita la piel aunque después se me pasa, esta crema tuya es muy buena

Dímelo a mí, tu sabes que yo desde que murió tu padre nunca mas nada con ningún hombre, y aunque tu no lo quieras siento tus gemidos y los de tu novia, desde la habitación contigua, y me pongo muy caliente ,por ello es que me he comprado un vibrador en forma de pene de piel sintética, y desde que dejé de menstruar, lógicamente necesito lubricarme previamente, pues la primeras veces terminaba muy irritada, y es por eso que la compre... Parece mentira pero ambos la usamos para lo mismo.

Dicho esto tomó el pote de crema y comenzó sin que se lo pidiera a lubricarme no solo el pene sino también los testículos, y toda la zona genital incluidas las ingles.

Mamá mira lo que has logrado!!

le digo:

Estoy totalmente al palo y lo haces mejor que Marita, además cuando ella me acaricia ya lo hacemos con condón.

Hay hijo, hijo, cuando les falta a los dos...!! ¿ vienes conmigo a mi dormitorio?.

Tomándome de la mano, y con paso decidido me llevó con ella. La cama aún estaba si hacer, me sentó en ella, y delante de mí se quitó la bata que tenía ... era todo lo que llevaba.

Se paró delante de mí y levantó su pierna derecha, la que puso sobre la cama, me entregó el pote de crema y con ambas manos abrió su labios vaginales, y me pidió, casi me suplicó en un tono muy maternal y con mucho de seducción...

Por favor Ariman, lubrícame, muy suavemente, que anoche mientras ambos gozaban en la habitación de al lado, yo estaba sola con mi vibrador, y solo atiné a mojarlo con mi saliva...

Había una ternura infinita en sus palabras, tome un poco de crema entre mis dedos y los llevé allí a su conchita, enrojecida por la masturbación solitaria, fue poner su mano en ella, y como un choque eléctrico corrió por mi espalda, desde el centro de la cabeza hasta mis genitales, ella tomó mi cabeza con ambas manos y la puso entre sus senos, con mis masajes descubro un clítoris duro grueso y palpitante.

Mi pija se había puesto muy dura y, gruesas venas hinchadas la recorrían, volteo mi cabeza y veo un pezón junto a mi boca erecto, y con una aureola hermosa que marcaban sus poros acentuadamente. Lo llevo a mi boca, lo lamo, lo succiono como cuando ella me amamantaba de niño y me siento muy feliz pues descubro su gozo en sus ojos, en su sonrisa, en sus movimientos

Hijo es el momento mas feliz y gozoso de mi vida, lo que estás haciendo me hace sentirme la mujer mas feliz del mundo, y quiero que ambos seamos muy felices.-

Dicho esto me empujó suavemente sobre su cama, quedando encima mío, lentamente me hizo girar, para que quedara tendido boca arriba a lo largo de la misma y pone una almohada bajo mi cabeza.

Ella toma mi pija con la mano derecha y la lleva lentamente hasta sus labios externos que están perfectamente lubricados, aprieta sus rodillas a ambos lados de mi cuerpo, y con su mano en mi pija y sin soltarla va dejándose caer sobre la misma en forma muy suave y cadenciosa, pero no permitiendo una penetración total, siento que la cabeza de mi pene roza sobre sus labios internos y mi placer es total y único, no hay nada que impida sentir todo, entra y sale allí pero solo la cabeza de la pija de pronto una gota de su frente, cae en mi cara, transpira copiosamente y comienza una seguidilla de estertores que me anuncian su orgasmo, digo sus orgasmos.... y muy sabiamente , sin soltar mi pija y sin dejarme avanzar en la penetración, suelta un gemido casi un grito que llenó la casa, cuando dice:

Ahora, mi amor ahora, cógeme, cógeme con fuerza y desesperación que necesito sentirte dentro de mi.-

Mami, te quiero hacer feliz, dime como te gusta....!

Te quiero sentir todo adentro, yo quiero cabalgarte como nadie te ha cabalgado y como yo no he cabalgado jamás.............

Sentía como toda su vagina apretaba mi pene y sentía que mi punta llegaba y tocaba en algo allá adentro... no creo que pude estar mas de dos minutos así, mientras ella seguía moviéndose a un ritmo lento pero constante, que en cada subida y bajada me erizaba todo el cuerpo.... de pronto siento toda una revolución dentro de mí.... y la hermosa sensación de acabar....casi a los gritos le digo:

Mamá me acabo, mamá me venngo.....ujjjjj, no aguanto mas.....

Acábame dentro no la saques, hasta que no hallas expulsado todo lo que tienes

Dicho esto siento, que otra vez comienza a temblar y a gemir de alegría y de gozo, siento que se tira para adelante y las paredes de su concha comienza a apretar mi pija mientras escupe una y otra vez interminables chorros de semen, y ella se va quedando quietecita disminuyendo el ritmo..., ya casi no se mueve y se deja casi caer sobre mí pero sin permitir que mi pija se salga, de su conchita......

Pasaron los minutos y yo noto la flacidez de mi miembro, ella voltea una de sus piernas, y se baja de mi, toma entre sus manos mi miembro casi en su estado natural y comienza a lamerlo muy dulcemente, va quitando nuestros jugos, quiero ser recíproco y le pido que hagamos un sesenta y nueve, ella accede y yo comienzo a lamerle su conchita, y me encuentro que fluye entre sus pliegues gran cantidad de mi semen, casi no me animo a seguir, era la primera vez que me encontraba en una situación así.

De pronto ella se da vuelta y me dice quiero que me compartas lo que tenés en la boca, pues de ahora en mas, lo que es tuyo es mío y viceversa, me lamió con fruición y abrazados, hicimos una siesta sin ser la hora.